LOS MUERTOS VIVIENTES: MUCHOS KILÓMETROS A LAS ESPALDAS, de Robert Kirkman y Charlie Adlard

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Portada de Los Muertos Vivientes nº 2, obra de Tony Moore

Edición U.S.A.: The Walking Dead: Miles behind us TPB (núms. 7 a 12 de la serie regular); Image Comics.
Edición España: diciembre de 2005; Planeta DeAgostini Cómics.
Guión: Robert Kirkman.
Dibujos y entintado: Charlie Adlard.
Grises: Cliff Rathburn.
Formato: tomo recopilatorio de 136 págs.
Precio: 7’50 €.

En el año 2003 salió a la venta en los Estados Unidos la enésima creación del jovencísimo y prolífico guionista Robert Kirkman, flamante ganador del Premio Expocomic 2005 al Autor Revelación. El título de la serie en cuestión, publicada por Image Comics es Los Muertos Vivientes.
La tarea de ilustrar los guiones de Kirkman recayó en primera instancia en el impresionante Tony Moore, quien le cedería el testigo a Charlie Adlard en el número 7 de la colección. Conozcamos más en profundidad a los autores de este cómic:

Robert Kirkman (Kentucky, 1980) realizó su primera incursión en el mundo del cómic profesional en el año 2000, autoeditando la polémica serie Battle Pope bajo el sello Studio Funk-O-Tron.
A partir de ese momento, este brillante guionista de apenas 25 años comenzó a llamar la atención de las grandes editoriales.
En 2002, y tras realizar una serie limitada de Superpatriot, escribió para Image Comics la miniserie Tech Jacket, a la que un año más tarde le seguirían las geniales Invencible y Los Muertos Vivientes.
Asentado en la industria, y aumentando de forma constante y exponencial su legión de seguidores, Kirkman afronta los próximos años con una agenda repleta de proyectos, entre lo que destacan la realización del guión de la adaptación al cine de Invencible para Paramount Pictures, así como los diversos encargos que ha recibido de Marvel Comics (Capitán América, Marvel Knights: 2099, Fantastic Four: Foes, Marvel Team-Up, Ultimate X-Men…).

Sin duda, ha dejado de ser una promesa para convertirse en uno de los grandes guionistas del cómic mainstream americano.

Charlie Adlard (Shrewsbury, Inglaterra, 1966) comenzó su formación artística en Maidstone, Kent, donde estudiaría cine y vídeo. Posteriormente, decidió centrar sus esfuerzos en el mundo del comic.
Tras dar sus primeros pasos en el viejo continente, encargándose de títulos como Judge Dredd, Bill Savage o Armitage (publicados de la mítica revista 2000AD), dio el salto al mercado editorial americano. Allí realizaría muchos y muy variados encargos, para multitud de editoriales: Nobody, The X-Files, Shadowman, Mars Attacks!, Hellblazer, The Crow, White Death, Astronauts in Trouble, The Hellfire Club, Warlock, Batman: Gotham Knights, Green Lantern / Green Arrow, Blair Witch: Dark Testaments, Codeflesh, o The Establishment, sin hacer mención a su trabajo como entintador, que en el año 2001 le valió la nominación al Premio Squiddy al Mejor entintador, concedido por un veterano foro on-line de cómics.

Actualmente trabaja en las series Savage (2000AD), Los Muertos Vivientes (Image Comics), y la novela gráfica Rock Bottom, escrita por Joe Casey.

Retomando la acción donde finalizó el anterior tomo (ver reseña aquí), nos encontramos con un Rick Grimes que ejerce de líder de la peculiar caravana de supervivientes: hombres, mujeres y niños de toda clase y condición que ven cómo ante la adversidad han de unir sus fuerzas y limar asperezas para permanecer con vida en el dantesco escenario en que se ha convertido el mundo que conocían.

Hábilmente, sin prisa, pero sin pausa, Kirkman revela las preocupaciones, inquietudes, ambiciones, miedos y temores de cada personaje. En un alarde de mesura, sentido del ritmo y coherencia, el guionista de Kentucky desarrolla la trama y hace evolucionar de forma razonable y coherente a los protagonistas de esta pesadilla moderna, brillante análisis de la condición humana articulada por medio de la exposición de un grupo de individuos aparentemente ordinarios a condiciones y circunstancias extremas.
La sensación de verosimilitud (por increíble que parezca), las meritorias conversaciones entre los personajes, los soprendentes cliff-hangers que salpican cada número de esta colección, y la sabia dosificación de los elementos más característicos del género gore / zombie, hacen que el resultado final resulte digno de elogio, y evidencie una vez más que Robert Kirkman está llamado a escribir su nombre con letras de oro en la historia del cómic americano.

En el apartado gráfico, Charlie Adlard está a la altura esperada, si bien carga con la pesada losa de haber sustituido a Tony Moore, excelente dibujante que firmó los primeros números de esta colección. A diferencia de su predecesor, Adlard se caracteriza por un estilo austero y sencillo, lo cual no impide que logre firmar un eficaz trabajo, huyendo de todo artificio innecesario en beneficio de la claridad narrativa.

En definitiva, una atractiva, adictiva y divertida propuesta que de mantener un nivel de calidad similar al mostrado hasta la fecha, terminará por convertirse en todo un clásico. Sencillamente imprescindible.

Un saludo y hasta la semana que viene! (eso espero)

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