Dos veces breve. Especial: Dando la alternativa

 

Edición España: Ariadna Editorial / Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía
Guión: Kike Benlloch, Julio Serrano, Quim Bou, Víctor Araque, Germar & Nadar, Francisco Viloria, Carmen Pardo, Álvaro López, Javier Soriano
Dibujo: Miguel Valderrama, Julio Serrano, Eduardo González, Víctor Araque, Germar & Nadar, Francisco Viloria, David Belmonte, Álvaro López, Javier Soriano
Portada: David Belmonte
Precio: 5,95 € (Álbum en tapa blanda)

 

Una de las afirmaciones más extendidas en torno al mundo del tebeo es el recordatorio constante de la ausencia de una cantera de lectores y de jóvenes promesas. Ya no hay publicaciones para la infancia, hay que competir con los videojuegos y las cadenas televisivas especializadas y, en definitiva, el cómic está en crisis. No es menester entrar a discutir hasta qué punto son ciertas estas sentencias, pero siendo así que ahora el noveno arte tiene que competir con otras fórmulas de ocio, resultan necesarias iniciativas como la de Dos veces breve, en la que se da espacio a autores menos conocidos o noveles para que publiquen y publiciten sus trabajos.

El vigésimo cuarto número de la publicación tiene un doble carácter especial. Por un lado, el taurino subtítulo “Dando la alternativa”, donde nombres conocidos del mundo de los tebeos presentan los trabajos de autores de nuevo cuño o con una experiencia circunscrita a ámbitos geográficos muy contrato. Por otro y desgraciadamente, porque en el texto de presentación, el editor Pedro Rodríguez anuncia que Dos veces breve pulsa el botón de pausa, pues la publicación dejará de ver la luz temporalmente. La despedida es más exactamente un “hasta luego” cargado de esperanza más que de optimismo, pero es una mala noticia que una cabecera que ha funcionado como escaparate para nuevos valores pase a la nevera.

Dando la alternativa constituye una antología de historias que combinan todo tipo de extensiones, géneros y autorías. De la comedia surrealista al relato de lo cotidiano, pasando por ciencia-ficción, fantasía pura y dura, realismo mágico o el cuento tragicómico. Tebeos en blanco y negro, en tonos de gris o a todo color. Autorías o coautorías. El nivel es muy variado y deja patente el grado de experiencia que aporta cada autor, así como las influencias que se reflejan en cada trabajo. La lectura de la revista evoca recuerdos de publicaciones de todo tipo, más o menos fancineras, más o menos profesionales, donde nombres sobradamente conocidos (y otros que se quedaron en el camino) se foguearon. Cada historia puede arrancar de la memoria de quien la lea recuerdos de otras cabeceras antológicas en más de un sentido como Epic, Cimoc, Zona 84 o Fuera Borda.

En consonancia con todo lo anterior, es obvio indicar que el nivel de cada historia es sumamente variable, tanto en lo referente al guión como en lo relativo al dibujo. Así, hay trabajos notables, otros correctos y otros en los que flojea, bien uno de los apartados, bien los dos. En ocasiones, la limitación en la extensión y la condición de abiertas que tienen ciertas historias juega en contra de su comprensión, haciendo que un final abierto sea una resolución confusa. De cualquier modo, todas pican más o menos el interés como para desear que sus responsables sigan publicando historias y demostrando hasta dónde pueden llegar. Esperemos que Dos veces breve vuelva pronto a las librerías y / o que otra iniciativa de corte y filosofía similares ocupe el vacío dejado por ésta y cumpla con una labor inevitable en el ámbito del tebeo: la promoción de nuevos valores.