Edición nacional/ España: Junio 2012, Astiberri Ediciones.
Guión, dibujo y entintado: Jason.
Formato: Tomo de 192 páginas encuadernado en rústica con solapas.
Precio: 17 €.
Jason es un genio del cómic. Y con esto resumo todo lo que pienso de este señor nacido en Noruega hace ya cerca de cincuenta años.
Con una sencillez abrumadora, con un trazo que en un primer vistazo puede parecer infantil, y sí, con animales antropomorfos, los tebeos de Jason, a lo largo de sus más de diez títulos publicados en España, logran desentrañar casi por completo el abanico de sentimientos que separan al ser humano de la hormiga. E incluso también aquellos que nos recuerdan que no somos más que meras hormigas. Sus páginas destilan una comprensión de los mecanismos sentimentales digna de los mejores escritores de novela. Pero sin la pedantería común de muchos de ellos. Esto se debe a esa mirada aparentemente desangelada desde la que logra diseccionar aspectos de la vida sin la fanfarria del melodrama. Pero logrando cautivar al lector de una manera mucho más eficaz.
Sus figuras con rostro animal de trazo minimalista deambulan por sus viñetas como de soslayo, absolutamente verosímiles en un universo donde todo sucede de la manera más humana, representando nuestras miserias –y también alguna de nuestras alegrías- con tanto acierto, que el regusto que deja la lectura de casi cualquier obra de Jason se queda en el paladar horas después de haberla leído. Y repito, siempre desde una apariencia de una a priori abrumadora sencillez: páginas de seis viñetas cuadradas de escasísimos diálogos, ausencia de color, fondos acabados en cuatro certeros trazos, etc. El uso de personajes con rostro animal es, como salta a la vista, marca de fábrica, no cabe duda. Pero en contra de la norma al usar este registro, se aleja por completo de una cartoonización de esos rostros, en las antípodas por tanto de un Blacksad o cualquier ejemplo Disney al uso. Sus animales son personas. Tienen pico u hocico, pero sus facciones nunca caen en la ampulosidad del gesto de las bestias antropomorfas más comunes. Jamás. Pero gracias a ello, y a la elección de encuadres y la composición de página, sus tristezas son más sobrecogedoras que cualquier animalejo con una lágrima en el ojo.
Así, sentimientos como la melancolía, la pérdida, la soledad, la culpa, el remordimiento, pero también conceptos como la muerte, el tedio del trabajo, el sinsentido de la vida o la reiteración de los errores de nuestros padres, tienen cabida en las páginas del noruego. Sin aspavientos, sin estruendos o necesidad de aleccionar, Jason expone todo esto con la perspectiva adecuada para no empalagar, pero logrando sobrecoger y emocionar como los mejores maestros. Y por supuesto, desde una perspectiva única, totalmente particular, sin apenas parangón en el actual tebeo europeo.
Imagino que con esto queda claro por qué considero un genio a este señor, ¿no?
Un paso en falso es un ejemplo perfecto de todo lo anterior. Si jamás has comprado un ejemplar de la obra de este autor, éste es un título adecuado para ello. No sólo porque recopile las dos primeras historias publicadas –y descatalogadas ya- por Astiberri (¡Chhht! y Espera…) sino porque son paradigma de su buen hacer. Todas las constantes se presentan ya aquí: la infancia como estallido de dramas del futuro, la curiosidad ante la Parca, el trabajo como muerte en vida, la incomunicación y la soledad… Pero como bien demuestra este volumen, no todo es tristeza y aspereza. Las historias de Jason se benefician de cierto “realismo mágico”, por ponerle un nombre rápido, donde por lo general una figura mitológica –ya sea la muerte o el diablo-, provoca los giros narrativos convenientes para desencadenar la trama, comenzando una constante que le llevará a aderezar cada vez más a sus obras con una pátina fantástica, no exenta de una carga desmitificadora. Y por supuesto, con un pie en la intimidad, desde una perspectiva alérgica al espectáculo circense de la narrativa fantástica más estruendosa.
Así que hazte un favor, olvida por un rato a vengadores y mutantes y sumérgete en un universo particular, único, que mientras te entretiene –bendito fin- pondrá a correr tus neuronas, al tiempo que clavará una pica en tu corazón.
Por cierto, loa total a Astiberri por traer con religiosidad estos tesoros al mercado español.
No se si Jason es un genio como proclaman sus admiradores, pero de lo que no hay duda es de que es muy bueno.
Este articulo me ha recordado que tengo varias cosas suyas en la pila (digital, pero pila) pendientes de leer, entre ellas los dos tebeos que recopila esta novedad. Pues mira, esta misma noche pienso dar cuenta.
No sé si un genio, pero ingenio tiene un razón, la manera en que es capaz de expresar sensaciones y emociones con un dibujo tan sencillo es sorprendente y además, aunque a veces parezca que sus historias no tienen sentido, cuando llegas al final pueden resultar demoledoras.
Muy buena y oportuna reseña, Raúl 😉
Jason es el único autor del cual compro cada tebeo suyo ciegamente. Las dos historias de este tomo son muy buenas (me encanta «Espera…») pero para iniciarse con Jason, antes recomendaría «¿Por qué haces esto?», «No me dejes nunca» o «Yo maté a Adolf Hitler».