Entre Copas

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ENTRE COPAS (SIDEWAYS, EEUU 2004, Minutos)
Dirección:
Alexander Payne.
Guión: Alexander Payne, Jim Taylor
Reparto: Paul Giamatti, Thomas Haden Church, Virgina Madsen, Sandra Oh.
Música: Rolfe Kent.

Valoración: 9/10

Resumen: Dos amigos inician un último viaje antes de la boda de uno de ellos.

Crítica: Hay grupos de dogmáticos del cine actual que siguen manteniendo que para hacer una película tan solo se necesita una idea, una cámara y actores; y que todos los demás añadidos no son más que artificios barrocos que intentan encandilar al público de forma indigna. Sin embargo, y atreviéndonos a romper el mantra espiritual de estos adalides del minimalismo, es obvio que se necesita algo más para hacer una buena película. Y no estamos hablando de escenarios, vestuario o maquillaje, sino del talento necesario para saber mezclar de una manera adecuada los tres ingredientes básicos del cine.

Decir que Alexander Payne y su reparto son poseedores de este talento sería como piropear la belleza de una supermodelo. ¿Debería sentirse halagada? ¿Qué tendría de especial? Es evidente que el joven Payne tiene el escaso don de la humildad, que le ayuda incondicionalmente en cada una de sus obras a crear toda una historia humana de risas y llantos con una sencillez abrumadora.

¿Qué decir entonces de Entre Copas? Pues que Payne regresa a su temática habitual, centrándola además en el mismo contexto de About Schmidt, que era al igual que esta odisea vinícola, un road trip en búsqueda no ya de lugares idílicos, sino de un sendero que terminara encauzando una vida desviada de los sueños de sus personajes. A falta de un extravagante jubilado, Entre Copas cuenta el viaje de dos cuarentones por la región vinícola Californiana.

Miles (Paul Giamatti) es un depresivo profesor de literatura, condenado a la más absoluta soledad tras un divorcio que aún no ha superado y cuyo único sueño es la publicación de una novela autobiográfica. Jack (Thomas Haden Church) es por contra un adinerado actor de televisión, despreocupado, superficial y vitalista, que a una semana de su boda, intentará no perder la oportunidad de disfrutar de una última juerga salvaje. De modo que, y muy a pesar de Miles, lo que en principio iba a ser una inocente excursión se convierte en una búsqueda de amor, de sexo y sencillamente, de vida.

Hasta que la extraña pareja encuentra a sus “contrincantes” femeninas (cautivadora Virginia Madsen), la historia tiene sus momentos más blandos, ya que la presentación preliminar de ambos protagonistas no está a la altura de los acontecimientos posteriores y, tal vez con la intención de contraponer la monotonía del día a día con la diversión de su viaje, puede convertir la espera del público más exigente en un ejercicio de ansiedad.

Afortunadamente una vez arranca, la película asciende imparable, partiendo de una comedia de momentos hilarantes que harán reír a carcajadas a toda la sala, para contraponerlos de manera brutal con la confusión, la soledad, la depresión y la tristeza de los personajes, creando de este modo una tragedia social contemporánea auténtica, verosímil y conmovedoramente humana.

Entre Copas capta perfectamente las contraposiciones de la vida, capaz de proporcionar con la misma facilidad momentos de diversión y de tristeza, de amor y de dolor, de ilusión y de desesperanza. Puede que algunos vean rota su alegre diversión con esos instantes de intenso drama, y que se sientan decepcionados por ver quebrada la comedia que tanto les estaba haciendo disfrutar. Pero como dijo alguien: la vida no está para disfrutarla, sino para vivirla.

O.K.: La acertada contraposición de comedia y drama.

K.O.: Los primeros 15 minutos.

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