V de Vigilantes: Sobre Héroes y Antihéroes

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    La palabra “héroe” procede del griego, de una raíz cuyo significado es “proteger y servir” (sí, como el lema de la policía de Los Ángeles…). Un héroe, etimológicamente hablando, es alguien capaz de sacrificar sus necesidades, sus propios anhelos, en beneficio de los demás, a favor del prójimo, de los “otros” externos a su propio “yo”. El significado de la palabra héroe, está muy relacionado, como se puede apreciar, con la idea de sacrificio personal.

    El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua aporta cinco acepciones, de las cuales mencionaré, únicamente, las cuatro primeras (la última tiene que ver con el significado clásico de la palabra como nacido de la combinación de dioses y humanos). En su primer sentido entiende héroe como “varón ilustre y famoso por sus hazañas o virtudes”; también es el “hombre que lleva a cabo una acción heróica”; “el personaje principal de un poema o relato en que se presenta una acción, y especialmente épico”, y un “personaje de carácter elevado en la epopeya”.

    Después de tanto significado de la palabra, del propio concepto de héroe, del que ya he hablado en alguna otra ocasión en este espacio semanal, os explicaré en qué invertiré estas líneas hoy; para ello os contaré una anécdota personal, que me sirve como introducción y como justificación del tema tratado.

    El año pasado, Raúl J. Sinovas, especialista en cómic del programa radiofónico La Rosa de los Vientos, librero y amigo, accedió a darnos una charla sobre el mundo del tebeo en la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca. Todos los martes por la mañana, los alumnos de 5º de Periodismo teníamos una asignatura denominada «Áreas de Especialización”. Yo estaba en la clase de “Especialización en Cultura”. Raúl Shogún nos amenizó la mañana. Durante un par de horas nos maravilló con sus “tesoros” personales en forma de páginas llenas de viñetas y esos colores que tenían los tebeos de antes, y nos contó algunas curiosidades y teorías mientras nosotros, los alumnos, tomábamos notas por si algo entraba en el examen.

    La otra tarde me cansé de ver mi “torre” de apuntes de la carrera, y me decidí a colocarlos. Encontré los de “Cultura” y releí las anotaciones de aquella lejana charla y me sorprendí de nuevo (tal y como hice en aquella mañana de mayo) al encontrarme con algunas citas tomadas sobre un tema, o mejor dicho sobre un par de conceptos: “el héroe y el antihéroe”.

    Al instante vinieron a mi mente varias ideas para dar forma a una columna sobre ello (también inspirado por algunos de vuestros comentarios, queridos lectores, de la semana pasada, en los que se mencionaban los colores asociados a los personajes) y empecé a recopilar los materiales para conformarla.

    Y de esta pequeña anécdota (que al final ha resultado algo más larga de lo que pretendía) germinó este texto. Un texto repleto de significados y de significantes, donde héroes y antihéroes conviven y se mueven a sus anchas. Más tarde os pediré vuestra colaboración, como de costumbre; ahora, volvemos donde lo había dejado.

    “Proteger y servir”, esas dos palabras, este breve lema resume la mejor definición de la condición del héroe y a la vez explica su sentido y su vocación, con una precisión extrema. Aunque la protección y el servicio no exigen del héroe unas habilidades sobrehumanas excepcionales, en el tebeo sí, y siempre se han mantenido asociadas a lo que conocemos como superhéroes. Sin embargo, según los clásicos, las cualidades de los héroes se concentran en cuatro virtudes: sabiduría, justicia, fortaleza y autodominio.

    Comentario

    Según el autor especialista en guiones Antonio Sánchez-Escalonilla, “de estas cuatro virtudes depende la identificación del espectador (léase aquí también ‘lector’) con el héroe y la credibilidad del propio personaje y de la historia en su conjunto”.

    Estos cuatro rasgos son esenciales porque son los que predisponen al personaje principal de cualquier historia a embarcarse en la aventura y pueden cultivarse (en caso de no tenerse) durante todo un viaje iniciático (el viaje del héroe, del que hablamos en una de las primeras columnas). Desde luego, cabe esperar de todo héroe un comportamiento acorde con estas virtudes, que fueron definidas por Aristóteles en el segundo de los libros de La Retórica.

    En Guión de aventura y forja del héroe, uno de los libros de Sánchez-Escalonilla, aparecen detalladas las cuatro cualidades.

    “La fortaleza es una cualidad indispensable para afrontar los peligros, resistir el dolor y acometer los problemas. No debe entenderse sólo como mero vigor físico, sino también como prueba de tenacidad interior”. Aristóteles la entendía como la virtud “por la que se ponen en práctica bellas acciones en los peligros”. La energía, la audacia, la perseverancia y la grandeza en el ánimo a la hora de realizar proezas y acciones de todo tipo son siempre bien recibidas por los lectores, a los que nos encanta encontrarnos héroes de este estilo, de los que superan las pruebas y luchan contra la adversidad.

    La justicia es el compromiso que debe tener el héroe. “Casi resulta un tópico referirse al carácter justiciero del héroe. Se supone que la causa defendida por todo aventurero es justa y legítima, y que su sentido de la honestidad le empujará a proteger a quienes sufren el abuso y la crueldad”. Esta virtud resulta más que evidente en todas (o casi todas) las historias de superhéroes. Unida a la cualidad de la justicia tenemos que encontrarnos con otras, como la honestidad, la integridad y la ejemplaridad de los personajes arquetípicos. Esta virtud, además, suele ponerse a prueba muy a menudo, y suele requerir un compromiso, un compromiso ligado a la fidelidad.

    El autocontrol o el dominio de uno mismo es otra de las claves de la personalidad de todo héroe. William Benett explica en El libro de las virtudes que “en la autodisciplina uno es “discípulo” de sí mismo. Uno es su propio maestro, entrenador y preceptor. Es una relación extraña, paradójica y complicada. La incapacidad de dominar arrebatos, apetitos, pasiones e impulsos causa mucha infelicidad y angustia”. Llegados a este punto no puedo evitar pensar en Lobezno. Es un personaje que siempre está intentando llegar a ese estado de templanza total, donde sus pulsiones interiores no consigan dominarle por completo.

    Comentario

    Maquiavelo entendía el concepto virtud como “las acciones propias del hombre en contraposición a la fortuna”. Me gustaría citarle aquí, además de por ser uno de mis autores favoritos y el objeto de mi futura tesis doctoral, por tocar algo que creo necesario mencionar: la lucha del hombre contra la fortuna (contra su propio destino), que también se ejemplifica en la lucha del héroe por llegar a ser quién debe ser por sus propios medios. El Clark Kent de la serie Smallville siempre está intentando huir de lo que cree que su padre, Jor-El, pretende convertirle.

    Comentario

    De la suma de las tres virtudes: valor, justicia y autodominio, surge una cualidad del héroe que es integradora, la prudencia; pero entendida como “sabiduría práctica”, más que como mera cautela. “En su sentido original, prudencia significa ver más allá, contar con el futuro antes de tomar una decisión”, añade Sánchez-Escalonilla en su libro. Esto tiene verdadera relevancia en muchas de las historias de contenido superheroico donde los héroes viajan hacia delante o hacia atrás en el tiempo contando con toda la línea temporal antes de tomar una decisión.

    Estas cuatro virtudes se combinan con otras características del héroe y nos facilitan la identificación con los personajes. “Los héroes poseen cualidades con las que todos podemos identificarnos y que bien podemos reconocer en nosotros mismos. Estas características responden a unas motivaciones universales inteligibles para todos: el deseo de ser comprendido y amado, de tener éxito, sobrevivir, ser libre, obtener venganza, remedir el mal y expresarse”, menciona Christopher Vogler en su libro El Viaje del Escritor.

    Los defectos y las virtudes humanizan a los héroes acercando a lectores y personajes. Las debilidades, las imperfecciones, las manías, las rarezas y los vicios consiguen, casi de inmediato, que un héroe o cualquier personaje, nos parezca más verosímil y atractivo. Si no me creéis, pensadlo por un momento, cuáles son vuestros personajes favoritos, aquellos repletos de virtudes, o por el contrario preferís a los moralmente grises… Personalmente prefiero a estos últimos, prefiero a los antihéroes.

    Comentario

    Tanto en la literatura como en el cine, el término “antihéroe” hace referencia a algún personaje que posee algunas características que podríamos considerar “anti-éticas” si las comparásemos con otros héroes tradicionales. Este tipo de personaje generará actos que consideramos heroicos, pero lo hará mediante métodos que no lo son tanto, o debido a unas intenciones algo oscuras.

    Podríamos definir a un antihéroe por ser un personaje que intenta construir sus propios valores, que resultan ser contravalores de lo que está socialmente bien visto. Se guían por sus propias brújulas morales y suelen tener una percepción atrofiada de la realidad. Si bien es cierto que este tipo de personajes suelen ser cambiantes y pueden buscar algún tipo de redención, tender a aplicar castigos…

    Aunque “antihéroe” es un término algo resbaladizo que puede generar cierta confusión. Christopher Vogler explica de manera sencilla que “un antihéroe no es lo opuesto al héroe, sino un tipo de héroe muy concreto, uno que tal vez pudiera ser considerado un villano por encontrarse fuera de la ley, según la percepción de la sociedad, pero hacia quien el público principalmente siente simpatía”. La RAE lo define como “un personaje de una obra de ficción que aunque desempeña las funciones narrativas propias del héroe tradicional, difiere en su apariencia y valores”.

    Comentario

    Los antihéroes, según los especialistas, pueden ser de dos tipos: 1) personajes cuyo comportamiento es parecido al de los héroes más convencionales, pero que manifiestan un fuerte toque de cinismo o bien arrastran alguna herida (física o mental) del pasado; 2) héroes trágicos, figuras centrales de una historia que pueden no ser admirables ni de nuestro agrado y cuyas acciones podemos, incluso, considerar deplorables.

    Ahora ha llegado el momento de vuestra participación, queridos lectores. En esta ocasión os invito a compartir y comentar los personajes antihéroes favoritos y a catalogarlos en uno de estos dos tipos. Empezaré yo mismo, aunque la dificultad es máxima, porque a mi juicio cualquier antihéroe podría estar en cualquiera de las dos categorías.

    Como ejemplo de antihéroe por excelencia se me ocurren dos ejemplos (o quizá tres) uno de Marvel y uno de DC. En la primera editorial destaca Wolverine y en la segunda Batman.

    Comentario

    Hagamos un inciso para hablar de los colores (continuando la discusión surgida de columna de la semana pasada). Los personajes heroicos puros, como Superman, el Capitán América, Wonder Woman o Spiderman, visten con colores claros: con azules, blancos y rojos, que, curiosamente, son los colores de la bandera americana (y también parte de la cuatricomia de los modelos de impresión).

    Comentario

    Los antihéroes suelen usar en sus uniformes un predomino de colores oscuros, donde los negros y los grises predominan. Batman pasó del azul oscuro al negro, Lobo lleva el negro en sus escasas prendas, veamos cómo visten El motorista Fantasma o el Castigador, sí, de negro también. Incluso Lobezno y sus X-Forces (los antihéroes dentro de los X-Men) llevan trajes de camuflaje con tonos negros.

    Comentario

    Volvemos al tema, y seguimos con Logan. Lobezno es un héroe trágico, que sería un ejemplo perfecto para ilustrar el segundo tipo de antihéroes. Normalmente hace cosas que podemos considerar deplorables, como dice la teoría, es “el mejor en su trabajo” y no tiene un trabajo precisamente “bonito”. Como asesino no tiene precio y sus cómics (si caen en manos de buenos autores) siempre están repletos de suciedad, cervezas, peleas, sangre y SNICKT para todos…

    Comentario

    Batman, en cambio, suele comportarse, más o menos, como un héroe tradicional, como un maestro de detectives, como un amo de la deducción y de las artes marciales, pero arrastra heridas (tanto físicas como mentales) tan profundas que nunca le permitirán pasarse al lado claro de la balanza.

    Comentario

    El tercer ejemplo que me atrevo a apuntar (el resto os los dejo para vuestros comentarios) es Marv, de Sin City, un antihéroe que podría catalogarse en ambas categorías. Un antihéroe solitario y herido que podría ser un heroico caballero en su armadura deslustrada, un ser que ha rechazado la sociedad o que ha sido rechazado por ella. Cualquiera de sus diálogos desprende carisma. A mi gusto destaca el momento del confesionario: “Estas manos mías están empapadas de sangre… no de verdad, quiero decir. No hubiera venido sin lavármelas”.

    Comentario

    Y es que quizá sea eso lo que nos gusta de los antihéroes: que no suelen lavarse las manos, al menos no en sentido figurado. Cuando hay que hacer algo, lo hacen, sin importarles ni el precio ni las consecuencias.

    Estos personajes podrían vencer en última instancia y podrían, quizá, gozar del beneplácito del público en todo momento; pero a ojos de la sociedad seguirán siendo proscritos, marginados, piratas, asesinos dementes o ladrones.

    A menudo los antihéroes son hombres honorables que se han alejado de la corrupción existente en cada una de las capas de la sociedad, puede que sean antiguos policías, mercenarios o militares desencantados que terminaron operando en la sombra, contra la ley, contra lo establecido. Puede que sean héroes imperfectos que nunca lograrán superar a sus demonios internos, sino que son destruidos y finalmente abatidos por ellos. Aunque tengan muchísimos encantos y admirables cualidades, al final lo que prima son sus imperfecciones.

    Comentario

    Aún con todo, adoramos a estos personajes porque son rebeldes, porque desafían a la sociedad como a todos nosotros nos gustaría hacer. Aunque lo hacen sin olvidarse de lo que son: guardianes, hombres y mujeres valerosos, que no dudarán en “proteger y servir” a quienes lo necesiten. Un servicio de protección que siempre beneficia a otros, incluso en perjuicio de sus propios intereses, de su seguridad personal o de su propia vida. Y esa es la misma esencia del héroe, su mismo significado, en definitiva; aunque a los antihéroes no les preocupe tener las manos manchadas, ni siquiera de sangre.

    Comentario

    Nos leemos.

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    Erik Lensherr
    Erik Lensherr
    Lector
    29 julio, 2009 8:42

    Entonces, según esta definición….se podría calificar a Daredevil de antihéroe??? No por tener las manos manchadas de sangre, sino por tener esa doble vida de abogado pero al mismo tiempo, de justiciero ( o «vigilante» como llaman los americanos)

    Ulex Ryu
    Lector
    29 julio, 2009 9:49

    Creo que se te olvida un último tipo de antihéroe, aquél que no tiene, a priori, ninguna de las virtudes del héroe, pero las circunstancias, o el destino, le convierten en héroe a su pesar. No se me ocurre ningún caso claro en cómics de superhéroes, pero para mi el mayor exponente es Rincewind, de la serie de libros del Mundodisco de Terry Pratchett.

    Gorgonsola
    29 julio, 2009 9:57

    Gran post.

    A mi Daredevil si me parecer un antihéore, siempre intentando deslumbrar pero siempre se queda en el camino, siempre tiene una tara que lo deja hundido.

    I´m with a Skrull!
    Lector
    29 julio, 2009 10:05

    Una correccion, ni el azul ni el rojo estan presentes en la cuatricomia, si acaso si son las mezclas mas faciles de sacar, no confundir el cyan con el azul, ni el magenta con el rojo.

    Ulex Ryu
    Lector
    29 julio, 2009 10:09

    Volviendo al tema de los uniformes, el viernes vi la película de animación de Wonder Woman (muy recomendable, por cierto) en el que dan una explicación (muy válida, a mi jucio) de por qué Diana (amazona, griega) lleva un traje con los colores de la bandera USA. Lo que no llegan a explicar es por qué dicho traje es un bañador…

    Dsurfer
    Dsurfer
    29 julio, 2009 11:09

    Muy buena la entrada. Para mi, el mejor antiheroe conocido en el mundo marveliano es sin duda alguna el mercenario bocazas por excelencia: MASACRE! Como he disfrutado de este personaje, sus chistes, su violencia extrema y sobre todo, la dulzura con la que trata a los pocos que ha considerado amigos en algún momento.

    En cuanto a DC, está clarísimo: LOBO. «L» de letal, «O» de odioso, «B» de brutal y por qué no, «O» de odioso otra vez. No es que le cojas cariño, es que te entran ganas de abrazarlo y achucharlo y quererlo (tipo Elvira de los tiny toons).

    Por último, coincido con el comentario anterior en destacar a RINCEWIND. Lo que he podido reirme con este personaje a lo largo de los libros de Terry.

    Un saludo y felicidades por el post, mú bueno.

    Hachas
    Hachas
    Lector
    29 julio, 2009 12:01

    Creo que lo ke gusta de los antihéroes es la sensación de liberación e impunidad en una sociedad restrictiva, es una forma de liberar esas ganas de poder hacer lo que te dé la gana sin la angustia moral que sufren los héroes por saber si hacen lo correcto como le pasa al Capitán América en la Civil War.  Me gusta MArvel cómo provoca que los héroes tengan momentos de flaqueza como humanos que son y rocen el antiheroísmo como Reed Richards e Iron Man.
    Pero todos estos saben donde está el límite, conocen esa frontera que si van más allá, de la zona gris a la oscura dejarán de ser antihéroes para convertirse en villanos. Villanos como LOBO y MASACRE, sobretodo LOBO, un antihéroe como Lobezno todavía comparte cualidades heroicas como Proteger y servir y nunca mataría por diversión como el psicópata de Lobo. Dar un achuchón a Lobo es como invitar a comer a Hannibal Lecter. Suerte.
    Felicidades a la web como siempre!!!

    Visperas
    29 julio, 2009 12:03

    Buen post! Coincido con Ryu en el tercer tipo de antihéroe y en que Rincewind es su máximo representante. También creo que hay grados dentro del concepto de antihéroe, Batman por ejemplo, me parece un personaje que desfila en la delgada linea entre el héroe y el antihéroe. Depende del autor que lo escriba, sus acciones son más éticas o menos, pero, por ejemplo, ni por asomo hace las salvajadas de Lobo. Mi definición personal e intransferible del antihéroe se basa sobretodo en sus métodos y motivaciones más que en los posibles defectos, debilidades, conflictos o heridas que el personaje pueda tener. Daredevil, por ejemplo, o incluso Batman, están más cerca del héroe oscuro que del antihéroe. El primer tipo de antihéroe que Diego ha descrito, es lo que yo llamaría héroe oscuro; y el segundo tipo, es el verdadero antihéroe.

    marc
    marc
    Lector
    29 julio, 2009 12:24

    bueno, el tema de los colores no es que sea una gran novedad (su estudio, dijo). George Lucas dio una master class de eso en la primera triologia (la primera estrenada). 
    buen comentario, demasiado «masculino» para mí gusto. ¿donde quedaría Emma Frost según la teoría? ¿una anteheroina vestida de blanco? 

    sputnik
    Lector
    29 julio, 2009 13:33

    O Elijah Snow, Marc.
    El color blanco se lleva utilizando a modo de contraste entre la «pureza» que significa y la personalidad de quien está bajo ese signo desde siempre. También crea una sensación de inquietud, véase al clásico malo albino, o a Lex Luthor cuando va vestido de blanco, o a Kingping. Subrayan su maldad a través de un color puro y, a la vez, inquietante.
    Siguiendo con los colores… con otros personajes ni idea, pero en el caso de Superman se sabe que si lo pintaron de rojo, azul y amarillo fue por la facilidad a la hora de sacar los colores de imprenta amén de porque los forzudos de circo (en cuya indumentaria se fijaron los autores) llevaban esos colores (por la misma razón: eran-son de los tonos más fáciles de conseguir y más baratos), no por una cuestión patriótica.
    In fact, en las primeras impresiones, las originales, del personaje, cuántisimas veces su capa no es directamente magenta, llevando el cutrerío al extremo. 

    Dsurfer
    Dsurfer
    29 julio, 2009 14:08

    Siento no estar de acuerdo con Hachas en que MASACRE y LOBO son villanos. Primero, Masacre llegó a salvar a la humanidad en su serie regular. Y Lobo tres cuartas partes de lo mismo con el universo DC en varias ocasiones, sobre todo cuando se unió a L.E.G.I.O.N.  Que te parezca bruto… Bueno, pero si cortas por ese rasero tendrás que tener en cuenta que son los primeros pioneros, que posteriormente permitieron crear series de verdad, como Authority. Si amigos, Authority, que no hubiese sido posible si antiheroes como Masacre y Lobo no hubiesen empezado a corroer el maldito Comic Code de los webs. Si no fuese por Lobo, no se hubiese salvado la Navidad!! 😀

    Ya que mencionas a Lobezno, preguntar: ¿la gente prefiere al lobezno ñoñas, o al nuevo Lobezno, el que corta y desgarra sin sentido y se carga soldados secundarios (esos que no tiene familia y amigos)? A Lobezno le hemos visto siempre cohibido por el Comic Code, pero todo el mundo sabía que era un bastard like Lobo o deseaba que lo transformaran en un personaje con la libertad del Main Man.

    Por último y para terminar mi alegato, que tire la primera piedra el que no sintió felicidad, cuando abrió por primera vez un comic de The Authority y vió todas las salvajadas que había deseado ver en comics de Batman, Superman, Los vengadores…

    Gracias Warren Ellis, gracias Mark Millar, gracias Alan grant…

    sputnik
    Lector
    29 julio, 2009 14:34

    A mí es que, cuando leí el authority de Ellis por primera vez, no me pareció nada del otro jueves. Pensé: «psé, está entretenidillo, pero no dejan de ser los superheroes de toda la puta vida en plan malote».
    Cuando leí los de Millar me parecieron muy divertidos y, al mismo tiempo, me hicieron apreciar el trabajo de Ellis xD 

    John Space
    John Space
    29 julio, 2009 14:51

    «Cuando leí los de Millar me parecieron muy divertidos y, al mismo tiempo, me hicieron apreciar el trabajo de Ellis xD »
    Yo también pienso que XD

    Ciudadano Cero
    Ciudadano Cero
    29 julio, 2009 15:34

    Pues los de Ellis si que eran «superheroes de toda la puta vida», muchisimo mas que los de Millar

    Hachas
    Hachas
    Lector
    29 julio, 2009 15:37

    Pues Lobo es un mercenario y estaba en nómina de Brainiac y si claro, se destruye el universo se iba a quedar sin trabajo, como no lo quieren ni en el cielo ni en el infierno:) Para mí es un villano pero eso no quiere decir que no pueda ser un villano cachondo, también me reí mucho con la Navidad y el Infanticidio. Lobo es un tío que te puede matar sólo por pasar por su lado, por diversión, los buenos antihéroes son los que les queda una chispa de humanidad y no matan por matar.
    Y qué grande es Authority!!! En DC y Marvel siempre hay un status quo reflejo de nuestro mundo, ¿porqué Reed Richards no crea una máquina que fabrique comida para los pobres si es tan inteligente? ¿Porqué esos seres tan poderosos necesitan el vil dinero??? En fin, podrían hacer un mundo mejor pero es más fácil esperar al villano de turno. Pero Authority tenía cojones e iban a salvar el mundo aún en contra de su voluntad, los malos de  Authority eran billonarios, industriales y los gobiernos sobretodo el americano.
    Es lo que estamos viendo ahora en el Dark Reign, están justificando que el mundo es así porque en realidad los verdaderos villanos así lo han deseado, siempre han estado detrás del telón dejando que se peleen los metahumanos entre ellos pero lo siguen dominando y no se puede luchar contra ellos porque no llevan disfraz ni colorines: son políticos y empresarios sin escrúpulos, siempre habrá aunque sean denunciados porque el sistema corrupto así lo permite pero bueno, quizás ya es otro tema…

    Hachas
    Hachas
    Lector
    29 julio, 2009 15:42

    Ah Dsurfer, y prefiero al Lobezno «ñoñas» como tú lo llamas aunque el Lobezno de Claremont era honorable y más «samurai». Era un tipo con un lado salvaje y oscuro que podía perder la cabeza, entrar en frenesí y matar a un compañero enmedio de una pelea pero se esforzaba por ser mejor.
    Ahora es el Lobezno que el público «romano» quiere: con sangre a tutiplén. También me gusta porque me molan los personajes cañeros como la última X-Force pero el Lobezno anterior era un personaje más completo (hacía tiempo que no escribía tanto jeje)

    jose
    jose
    Lector
    29 julio, 2009 16:13

    nadie se acuerda de John Constantine?? para mi gusto es el mejor antiheroe existente

    billyboy
    billyboy
    Lector
    29 julio, 2009 16:31

    Me parece mentira que no alla referencia del final del caballero oscuro la verdad.

    R
    R
    29 julio, 2009 16:32

    A estas alturas es probable que el comentario pase desapercibido pero por favor, quitad la tilde de «sóis bienvenidos» en la entradilla.
    Es el tipo de error ortográfico que mata a tus héroes. Gracias.

    frankie frank
    frankie frank
    29 julio, 2009 17:08

    El antihéroe Marvel por excelencia es Namor

    Marco Nunan
    Marco Nunan
    29 julio, 2009 17:19

    Para mí falta el antihéroe mejor valorado por la crítica como personaje en sí (acabó tercero en el ranking de personajes de comics en general en una página cuyo nombre no recuerdo) JOHN CONSTANTINE. Un antihéroe de verdad, cínico, oscuro de principios altamente difuminados, salvando lo que quiere a costa de sus seres queridos. Constantine no se preocuparía de salvar a la humanidad si no formara parte de ella.

    Ahí queda eso, y en el sello Vertigo hay antihéroes geniales a montones (Dashiell Bad Horse, Sven, Lucifer, etc)

    Sabre
    Sabre
    29 julio, 2009 17:22

    Muchas gracias tito Diego por la mencion!!! que sepas q este verano te voy a atar a la buhardilla y a leer mucho mucho mucho..por cierto se os ha olvidado el antiheroe pro antonomasia!! el tito Spìder Jerusalem!!!! tito Spider bueno!! tito Spider calidad..ya..se me paso:D sigue asi Diego..cada dia mejor!!!!!

    Ulex Ryu
    Lector
    29 julio, 2009 17:25

    Lamento el offtopic, pero me lo han pedido más arriba.

    Sobre el traje de Wonder Woman en la película de animación

    Aviso de Spoiler

    Steve Trevor tiene un accidente pilotando sobre Themiscyra (no entraré en detalles) y hace un aterrizaje en la isla. Se decide que una de las amazonas devolverá al piloto a su país, ya que no es enemigo de las amazonas. Tras los juegos en los que se decide quién será la embajadora de Themiscyra en El Mundo Del Hombre (gana Diana), le dan un uniforme con los colores de la bandera de la nación del piloto (bandera que lleva bordada en el hombro del uniforme) como gesto de buena voluntadpara con su nación.

    Puede que no sea la mejor del mundo, pero al menos es una explicación de por qué lleva esos colores. La película está entretenida, no es la mejor película de la historia, pero es de Bruce Timm (ya de por sí esto es una garantía). Para que os hagáis una idea, más o menos está al mismo nivel que la de Superman – Doomsday.

    sputnik
    Lector
    29 julio, 2009 19:07

    Ah, pues esa es también (more or less) la explicación de por qué lleva esos colores en los cómics.
    Siempre me pareció cogidísima por los pelos: al llegar a la civilización, ¿no se da cuenta que lleva en el culo la bandera de la nación que mejor representa ese «mundo del hombre» contrario a toda la filosofía de su pueblo? ¿Nadie le dice nada por ir de embajadora de una nación vestida con la bandera de otra? Al menos Darwin Cooke, en su New Frontier, era honesto con eso y la convertía en una ciudadana americana totalmente fiel al sueño americano (si bien desencantada con él).

    bruneti_darkbringer
    29 julio, 2009 19:32

    un buen post, si señor 🙂

    Askani
    Askani
    29 julio, 2009 20:22

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    Hola a todos.

    Si vamos a incluir al señor Constantin, lo digo por que es el menos «súper» de los presentados hasta el momento, entonces habría que incluir otros grandes antihéroes. Por ejemplo «V», mantiene todas las cualidades clásicas descritas por Diego Matos en su artículo: sabiduría, justicia, fortaleza y autodominio.

    Pero matizando que la justicia de su causa es «su» justicia, de echo el autor juega a que simpaticemos con el haciéndolo victima de los actos de un gobierno dictatorial. Sin perder de vista, sin embargo, que este personaje mata sin remordimientos a todos los implicados en su encarcelación y hace además apología de la anarquía, en su vertiente mas violenta, como sistema valido para conseguir unos objetivos. En fin Maquiavelo se sentiría orgulloso de este personaje.

    Por otro lado yo no olvidaría a Lucifer o a cualquiera de los eternos de los libros de Gaiman, aunque estos por ser excesivamente inhumanos quizás quedasen fuera de la definición de héroe.  De echo me parece mas interesante Lucifer como antihéroe que Lobo o Lobezno, ya que sobre todo el primero no son mas que brutos bien armados.

    Gracias a todos los que os leáis mis divagaciones y a Diego Matos le felicito por sus buenos artículos.

    Dsurfer
    Dsurfer
    30 julio, 2009 9:19

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    Buena replica Hacha, casi me quedo sin argumentos para defender al Main Man (ten cuidadín, no te lea desde algún planeta cercano y venga a rajarte 😀 ). Pero casi todos los personajes que se podrían calificar de antihéroes están pegados a una delgada línea roja difusa que los separa de lo que sería el villano (no me gusta la palabra villano, que en verdad significa señor de la villa, prefiero malote 🙂 ).
     
    Lobo ha salvado el multiuniverso. Obligado, sí… pero lo ha salvado. Y en parte nos salva a nosotros de soportar personajes tan ñoñas que harían vomitar a un oso amoroso. Reincidiendo en el enano canadiense que no se corta las uñas, recordar que iba a ser un malote malvado, pero como gustó al público general, se le incluyó finalmente en los x-men (para ser políticamente correctos, sería x-men and x-women). Y luego vendría lo demás (etapas de Claremont o Miller). Algo parecido ocurrió con Wade Wilson y con muchos otros después.
     
    Es acaso más malote el Dr Muerte por ser megalómano? Recordar que ha salvado en incontables ocasiones incluso a los 4 fantásticos y fantásticas. Es acaso malvado Vegeta por ser el príncipe de los superguerreros? Es peor Paco Castillo, Lobo o Masacre que Batman (está como unas castañuelas por lo de sus padres y aplica su propia justicia)? Todos son héroes en algún momento y malotes en otros, siendo las mayores dicotomías aquellas que más atraen al público (caso de Constantine, de Preacher, Lobezno…).
     
    Perdonar la parrafada 😀 para terminar decir que Rincewind es el mago de Mundodisco que más rápido corre de la MUERTE 😉 es lo único que puedo decir, además de que recomiendo encarecidamente leer los dos primeros libros de la saga de Mundodisco, no tienen desperdicio de verdad.
     
    Último apunte, de verdad 🙂 se me habían olvidado los Fuerza X de Milligan. QUE GRANDES!

    Jean Cité
    30 julio, 2009 10:40

    En mi modesta opinión, no hay héroes. Son todos anti. Todos. El héroe, según lo he entendido, es alguien desprendido de sí que se entrega, se sacrifica por su sociedad, como Héctor cuando sale a las puertas de Troya y hace frente a Aquiles aun sabiendo que va a morir… Los personajes, en cambio, no se mueven por un impulso filantrópico de amor al prójimo: los impulsa un ego personal, un sentimiento de venganza, una frustración hacia la incompetencia de la justicia tradicional (a la que a menudo consideran corrupta), o el advenimiento de una responsabilidad heredada de la que a menudo desearían escapar. Lo único que diferencia en su historia a Supermán de Jesucristo es el sacrificio final (hijo de un padre celestial que es enviado a la Tierra al cuidado de una familia putativa y que está encomendado a cumplir la voluntad del padre de proteger y salvar a los seres humanos a través de ciertas habilidades….) Los personajes, en general, no forman parte de sus sociedades respectivas, sino que las repudian. Incluso cuando las liberan de los males que las amenazan están cayendo en la tentativa de menospreciar a los ciudadanos y su capacidad, para proclamar que son ellos mismos los únicos que pueden salvar a la sociedad (ya que ella sola es incompetente). Las repudian hasta el punto de no querer formar parte de ellas, sino situarse al margen, salirse de la ley, salirse del orden moral, o incluso jugar al doble juego de ser un corriente ciudadano por la mañana y un mordaz justiciero por las noches embozado tras una capa y una máscara. Bruce Wayne se sale de la sociedad para reintroducirse en ella como el intruso benefactor, como diría Xavier Pérez (La Semilla Inmortal). Esto nos podría hacer pensar por tanto que los verdaderos héroes son los propios villanos, ya que a menudo quieren destruir una sociedad que consideran corrupta para reconstruir un nuevo orden, pero sigue sin ser el caso ya que, como los otros, se mueven también por sus egos personales. Buscad un personaje realmente desprendido, desprendido hasta el punto de sacrificarse a sí mismo por el bien de los demás (y que no esté programado para ello, como Terminator) y encontraréis un héroe verdadero. Pero claro, esto no deja de ser mi opinión personal. Un abrazo.

    marc
    marc
    Lector
    30 julio, 2009 10:56

    Jean Cité, si hay héroes, Odiseo, Heracles, Superman son héroes, porqué tienen la habilidad y la capacidad de hacer heroicidades.  el anti-heroe, al menos en origen, era ese personaje, que sin tener ninguna habilidad concreta (ni era hijo de un Dios, ni era un escogido, etc…) salía adelante y triumfaba (según esto Héctor, es mas mártir que anti-heroe, pero también es solo mi opinión 🙂 ).

    gracias por la respuesta, lo de Luthor de blanco no lo recordaba la verdad.
    otro tema, quizás, es que se ha llegado a un punto, en que cualquier héroe nuevo (quizás desde las pelis de Batman de Burton) tiene puntod de anti-heroe (o heroe taciturno). raramente nadie crea hoy en día a un Superman, pero si ha un Lobezno. llegado a cierto punto, si el anti-heroe se convierte en norma, ¿entonces no debería ser considerado como héroe, y el héroe clássico a su vez ser considera como el verdadero anti-heroe moderno?
    es solo una paja mental, pero no vendrá de una mas 🙂 (eso espero )…..

    Jean Cité
    30 julio, 2009 11:56

    No creo que Héctor sea un mártir. Creo que es un héroe en toda regla. Me explico: si saliera a las puertas de Troya y dijera «mátame a mí a cambio de dejar libre la ciudad y terminar la guerra» entonces sí sería un mártir. Héctor sale a pelear. Sale a luchar y a darlo todo, aun sabiendo que va a perder (y siendo plenamente mortal y no hijo de dioses con humanos ni con superpoderes ni nada por el estilo). Por ello, no se puede decir que realice una heroicidad tal como ponerse delante de un semidios a pelear para satisfacer su propio ego (repito, sabe que va a morir). También cabría plantearse si el acto del mártir no es en sí bastante heroico. Odiseo no realiza ninguna heroicidad más que salvar el propio pellejo, Heracles realiza «trabajos» por conveniencia ajena y por cumplir una penitencia que lo exculpe del mal que le atormenta (aunque formalmente sí es héroe al ser hijo de dios con humana); y Supermán hace lo que hace porque tiene en muy baja estima a la humanidad. Por eso, a diferencia de Héctor, los considero antihéroes: hacen grandes hazañas, hacen heroicidades si se quiere, pero las hacen para satisfacer sus propios egos y demonios interiores y siguiendo, como dice Diego en su artículo, «sus propias brújulas morales». Pero no deja de ser mi opinión, por supuesto.

    Dsurfer
    Dsurfer
    30 julio, 2009 13:06

    El héroe no tiene por qué serlo siempre. Un héroe puede ser una persona que en un momento dado cumple los 4 valores anteriormente citados. El tipo que se mete en medio de una explosión gamma para salvar la vida de un joven locuelo, es un héroe en toda regla. Bruce Banner es un héroe, que posteriormente se convierte en antihéroe, pero es su acto de heroicidad (aunque sea puntual), lo que le convierte en héroe.

    En cuanto a Hector, simplemente no hizo lo que había que hacer, entregar a la chica por la que empezó toda la disputa. De hecho, por defender los caprichos de su hermano muere, y con él, Troya (aunque un poquitín después). No me parece muy heroico, no? 🙂

    Jean Cité
    30 julio, 2009 13:34

    Dudo mucho que entregar a una mujer, como si de un objeto se tratase, fuera la solución correcta. Dudo mucho que la propia Helena no quisiera ser troyana y estuviera allí por propia voluntad. Y dudo, finalmente, que ella fuera la causante de la guerra, (más cuando Troya estaba emplazada en punto estratégico y su riqueza se debiera a la influencia sobre las rutas comerciales). Pero desde luego no creo que en nada fuera heroico entregar a una mujer a todas luces inocente cuando era obvio que le esperaba un destino peor que la muerte en manos de los griegos -de hecho se dice que sería asesinada al llegar a Esparta- (no olvidemos que Odiseo y compañía, no contentos con raptar y llevarse como concubinas a todas las mujeres de Troya, desde Hécuba a Casandra -a Políxena la sacrificaron sobre la tumba de Aquiles-, arrojaron a Astiacnacte, hijo bebé de Héctor, de las murallas de la ciudad -tal vez por miedo de que, cuando fuera hombre, heredara el valor de su padre, al que los antiguos llamaron «domador de caballos»-etc.) cit. «Las Troyanas», de Eurípides.

    Dsurfer
    Dsurfer
    30 julio, 2009 14:11

    Touché! 😉

    TheWriter
    30 julio, 2009 17:19

    Os habéis olvidado de Spawn!!! Ese lo tiene todo, es trágico, desagradable a la vista, violento, y sus heroicidades son casi sin querer.

    Pero el mejor de todos para mí será siempre Punisher. En cuanto a Lobezno, la verdad es que me gusta mucho más ahora, antes era tan honorable que parecía un superhéroe corriente.

    Y… Si consideráis antihéroe a Batman, también deberíais considerar a Daredevil, a Hannibal King, a Man-Thing, incluso si me apuráis a Silver Surfer.

    P.D: ¡Blade!

    sputnik
    Lector
    30 julio, 2009 19:17

    No es que se le considere un antihéroe. ES un antihéroe. El antihéroe superheroico por antonomasia, el primero, a partir del que se construirían los demás. Si todos los superhéroes posteriores surgen en mayor o menor medida de los ingredientes de Superman y Batman, la mayoría de los superhéroes antiheroicos le deben bastante al señor de la noche, y todos los urbanos.

    juan-man
    juan-man
    Lector
    31 julio, 2009 15:53

    Gran ensayo sobre la heroicidad, sí señor. Además, siempre es un placer leer referencias al trabajo de Sánchez-Escalonilla, maestro, mentor y amigo. «Guión de aventura y forja del héroe» y «Estrategias de guión cinematográfico» deberían ser libros de cabecera de cualquier aspirante a cineasta.

    Hachas
    Hachas
    Lector
    31 julio, 2009 16:40

    Se me olvidaba un antihéroe por excelencia, JUDGE DREDD!!! Según su guionista su película fracasó porque lo pintaron como un héroe cuando es un h de p, pero un h de p que se sacraficaría por salvar los 400 millones de personas de Mega-City. Échales un vistazo DSurfer, a tí te gustarán jeje. AHora Kraken Ediciones  los está volviendo a publicar pero en blanco y negro.
    Nos leemos.