Entrevista con Chris Bachalo

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1957

Chris Bachalo es uno de esos dibujantes que no necesitan presentación. Lleva un cuarto del siglo trabajando en la industria del cómic y colaborando con algunos de los grandes nombres de la industria, como Neil Gaiman, Grant Morrison, Peter Milligan, Mark Millar, Chris Claremont, Jeph Loeb o Brian Michael Bendis.. Y ese mismo tiempo es el que lleva polarizando a los lectores de sus series, quienes se dividen a partes iguales entre seguidores incondicionales y detractores absolutos de su estilo y narrativa. Esta balanza se inclinó ligeramente a las alabanzas gracias a la etapa en Wolverine & The X-Men, junto a Jason Aaron. Pese a sus inicios en DC Comics (línea Vértigo), su carrera está asociada a Marvel Comics y, sobre todo, a la franquicia mutante, donde ha dibujado varias cabeceras, desde Generación-X hasta Uncanny X-Men (en varias ocasiones). Un fenómeno artístico, tan único como inimitable, cuyo dibujo no admite sustituto ni comparación. Para repasar toda su trayectoria he tenido la oportunidad de hablar con él, en una de las entrevistas que un servidor más ha disfrutado. No sin antes dar las gracias a Chris, os dejo con la entrevista a un grande de los grandes. Con todos ustedes… ¡Chris Bachalo!

Entrevista con Chris Bachalo

Pedro Monje: Buenas, Chris. Nuestra primera pregunta es siempre la misma y contigo no ibamos a hacer menos. ¿Cómo empezaste a leer comics? ¿Cuáles eran tus favorites en tus primeros años como lector?

Chris Bachalo: Empecé a leer comics cuando tenía diez años o así. Mis padres viajaban a menudo de California hasta Canada en coche y yo necesitaba algo para leer durante aquellos viajes de tres días. En uno de esos viajes descubrí los cómics en una gasolinera de carretera. Con aquella edad me llamaban bastante la atención los monstruos, así que elegí series como Man-Thing o Swamp Thing y me enganché a los cómics para siempre. Mis primeras lecturas favoritas recuerdo que eran Werewolf-by-Night.

P.M.: También nos interesa saber a qué edad empezaste a dibujar.

C.B.: Pues la verdad es que empecé bastante tarde. Fue un las últimas semanas de mi segundo año en el instituto, con más o menos quince años. Tenía bastantes horas libres y un compañero me comentó que podía pasar el tiempo con él en la clase de dibujo. Me pareció muy divertido y me apunté a dos clases más para mi siguiente año, que hice bastante bien. Me salió natural.

P.M.:¿Quiénes han sido los artistas que más han influenciado en tu estilo de dibujo? Y, sin tener por qué ser lo mismo, ¿qué dibujantes eran los que más te gustaban?

C.B.: Mis grandes influencias en aquellos años fueron Frank Frazetta y Michael Golden. Los siguientes años ya a nivel más de disfrute, me fijaba en artistas como Bill Sienkiewicz, Art Adams, Dave Mckean o John Buscema en Conan.

P.M.: ¿Cómo fue tu entrada al mercado profesional?

C.B.: En mi último semestre de universidad tenía una clase en la que podía hacer todo lo que quisiera hacer. Hice un cómic y cuando lo acabé se lo envié a todas las editoriales que pude encontrar (teniendo en cuenta que esto fue en 1989, en los días pre-Internet). Me rechazaron todos y cada uno de ellos, pero seis meses después DC me volvió a llamar y me pidieron más páginas de muestra. Poco después me pidieron unas páginas de prueba para ser el dibujante de Shade the Changing Man… ¡y dijeron que les gustaban!

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P.M.: Aunque empezaste primero en Shade, tu primer trabajo publicado fue nada más y nada menos que un número de Sandman en su primer año de recorrido. ¿Cómo te ofrecieron el trabajo y cuál fue tu reacción?

C.B.: Sandman era mi cómic favorito de la época. Claramente, Neil era un autor que iba a dar mucho que hablar. En un momento dado, necesitaban un fill-in. Estaba encantado de ayudar pero también nervioso porque nunca había dibujado un cómic entero en un mes. A la mitad del número, entré en pánico por las prisas. Era un Agosto muy caluroso, estaba atascado y me había roto el dedo pulgar de mi mano de dibujar y la mano me dolía muchísimo. Qué nervios. Lo solucioné dando un largo paseo en bici para calmarme y poder ponerme de nuevo a ello. Lo conseguí.

P.M.: Ese fue tu primer número con Neil Gaiman… pero no el último. Tuvieron que pasar tres años para que volvierais a colaborar en la miniserie de Muerte. Posteriormente lo haríais en otros proyectos, pero… ¿cómo surgió esta colaboración?

C.B.: Dringenberg era la estrella de la serie por aquel entonces. Creo que lo normal hubiera sido que se lo ofrecieran a él, pero iba tarde en sus fechas de entrega de Sandman. Coincidió que yo estaba de visita en Nueva York, sentado en la oficina de Karen Berger. En aquel momento llamó Neil y me preguntaron si me gustaría hacer la serie. Me quedé blanco. Yo creo que mi mandíbula tocó el suelo. Estoy seguro que me pasé un rato murmullando cosas sin sentido antes de decirles que aceptaba.

Chris Bachalo Muerte

P.M.: Desde aquellos proyectos, ¿has hablado con Neil Gaiman para hacer algún otro?

C.B.: No, no hemos hablado en lo que a colaborar respecta, ya que yo ya llevo bastantes años haciendo de Marvel mi hogar. Quizás algún día… Sería grandioso.

P.M.: Aquel mismo verano de 1990 empezaste a trabajar con Peter Milligan en Shade The Changing Man. Siendo un completo novato en el medio, ¿cómo te ofrecieron este trabajo? ¿Cómo recuerdas tus primeros días en la serie?

C.B.: Como mencionaba antes, me hicieron pasar unas pruebas para ser el dibujante. Tuve bastante suerte ya que justo había terminado la universidad era cuando el Mercado del cómic se estaba expandiendo y estaban buscando a gente. Y yo pasaba el nivel por poco para que me contrataran. Shade todavía no estaba preparada del todo cuando me ficharon y por eso trabajé primero en el episodio de Sandman y luego esperé dos o tres meses y ya me planté en el otoño de 1989. A mí me venía bien ir ganando tiempo. Peter tenía una gran idea… pero era rara. Pero era perfecta para mi mente joven, inocente, independiente…

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Los primeros números fueron tiempos nerviosos, tratando de hacerme con los personajes, el ritmo de trabajar de forma mensual… Recuerdo que alrededor del número cinco empecé a sentirme más cómodo y los dibujos salían de forma natural. Mi primer gran número fue el número siete, donde ya experimenté con los paneles y las texturas.

P.M.: ¿Cuál era tu visión del personaje? ¿Cómo fue el diseño?

C.B.: Brendan McCarthy (Nota del redactor: McCarty es co-guionista de la reciente Mad Max: Fury Road) hacía las portadas y me gustó lo que estaba haciendo con el personaje, así que yo seguí por ese camino. El diseño del uniforme era más o menos su diseño, aunque yo añadí cosas por ahí porque pensé que su versión de Shade era un poco fría. Me gustó la idea de que debería ser un poquito parecida a Jim Morrison, con esa serenidad poética alrededor suyo.

P.M.: ¿Cuál dirías que son las principales diferencias entre Neil Gaiman y Peter Milligan?

C.B.: Intento no tratar mucho con los guionistas. Casi nada. Me gusta que ellos escriban las historias que quieren contar y luego yo trato de interpretarlas lo mejor que puedo. Así que yo recibo los guiones, me pongo a ello y espero que les guste lo que hago. Peter básicamente me mandaba guiones completos, no muchos comentarios. Neil es el tipo de gente que tiene más comunicación con sus artistas. Ve lo que haces y te habla directamente a ti a través de sus guiones. Yo no siempre sigo el script de las páginas y los paneles que me marcan. A veces leyendo la descripción para una viñeta me hago una idea del resultado en la cabeza y pienso que puede quedar mejor por sí sola o más grande, así que dejo algunas viñetas para la siguiente página. Con Neil me pasaba eso y se dio cuenta enseguida, así que dejó de mandarme las páginas divididas en viñetas. Escribía el guión en texto seguido y era genial. Jason hizo eso mismo también en Wolverine and the X-Men.

P.M.: Trabajaste consecutivamente hasta el numero 26 sin perderte ni un solo número y luego te tomaste un tiempo para hacer otros proyectos. ¿Cómo recuerdas aquellos días en tus primeros años donde te estabas haciendo un nombre y recibías nuevas ofertas cada día?

C.B.: No hice algún número aquí o allí, pero Shade fue mi primer gran proyecto a tiempo completo durante los dos primeros años y medio. De nuevo, como cuando empecé, el mercado del cómic seguía creciendo a toda velocidad y las editoriales buscaban ayuda donde fuera. En ese momento los dibujantes estrella de Marvel dejaron la editorial para formar Image y Marvel necesitó una mano rápida para el número 400 de Hulk, así que me llamaron. En un principio pensé que era una locura (¿El dibujante de Shade haciendo Hulk? ¿Qué es eso?) pero fue una gran oportunidad. DC no puso ningún problema para que me tomara un descanso de Shade. En ese momento también se anunció Vertigo y Death iba a ser el gran título del lanzamiento. Empecé a hacer eso y cuando lo acabé volví a Shade para el número 33.

P.M.: Precisamente de eso quería hablar. ¿Cómo fueron los comienzos de Vertigo?

C.B.: Aquellos días fueron emocionantes y el lanzamiento fue genial. Death vendió por los cielos y Shade hacía las mejores ventas de nunca. Hicimos una giro y todo y la línea del sello continuaba expandiéndose. Fue todo muy bien y lo sigue siendo hoy en día. Deberíamos poner un pedestal a Karen Berger por crear todo eso, por tener la visión de Vertigo.

P.M.: ¿Sabrías comparar aquella época a la de hoy en día en Vertigo?

C.B.: No sé si había una gran diferencia entre el pasado y el presente. Creo que la marca se ha mantenido bastante independiente todo este tiempo. No puedo hacer una buena comparación, porque siendo un dibujante Marvel no he tenido la ocasión de trabajar con Vertigo en más de diez años. Todos los editores eran muy buenos y amables. Te apoyaban en todo. No podría haber pedido más. Hablábamos por telefono de vez en cuando, pero la mayoría del trabajo lo hacía con los guionistas. Su trabajo conmigo en realidad se limitaba a asegurarme de que entregaba las páginas a tiempo.

P.M.: Ese mismo año, en 1993 y mientras seguías trabajando con Shade, debutaste en Marvel e hiciste cosas como ‘Incredible Hulk’, ‘Ghost Rider’, ‘Midnight Sons’, ‘X-Men Unlimited’, ‘Ghost Rider 2099’… ¿Había grandes diferencias entre trabajar en un sello “independiente” como Vertigo y a hacerlo en Marvel?

C.B.: Intento tratar cada proyecto por separado. Evalúo la situación y luego trato de contar la mejor historia posible. Todos los proyectos son desafíos en sí mismo. Aquella primera etapa en Marvel fue un buen tiempo, aunque la peor parte fue aclimatarme a cada serie, conocer los personajes, intentar pensar cómo dibujar a Hulk, diseñar al Motorista Fantásma 2099… Cosas como esas.

P.M.: Y ese mismo año, después de concluir tu etapa en Shade, lanzaste Generación X. ¿Cómo surgió esta oportunidad?

C.B.: X-Men Unlimited fue un auténtico éxito y Marvel quería más. Así surgieron las conversaciones para lanzar Generación X. Había estado en Shade durante cuatro años o más y no me gustaba la dirección que estaba tomando la serie. No me gustó nada que Peter decidiera matar a Kathy porque en mi opinión era el alma de la serie. Los ojos se me llenaron de lágrimas dibujando esa escena. Fue duro dejar la serie pero no podía dejar pasar muchas veces más la oportunidad de trabajar para Marvel y cobrar mucho más, así que hice el gran salto.

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P.M.: ¿Qué tal fue la colaboración con Scott Lobdell? Y, oye, incluso trabajasteis con Stan Lee…

C.B.: Trabajar con Scott era genial. Tenía muchas energías e ideas así que nos sentamos un día en la San Diego Comic Con (creo que en el 94) y empezamos a hablar de todo: personajes, historias, uniformes… Creo que nos complementábamos bastante bien porque tenía muchísimas ideas que me lanzaba continuamente a ver qué cosas salían y qué ideas eran las buenas. Yo intentaba quedarme con lo mejor y organizar todo para calmarle. Una buena mezcla e hicimos cosas muy buenas.

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El número 17 de Generación X fue un intento de contar una historia de forma original. Pensé que sería muy interesante llevar el “Stan Lee presenta” a una forma literal y tener al propio Stan en el cómic narrando la historia. Scott pensó que era una idea genial y que molaría todavía más si Stan pudiera escribir su propio diálogo. Le preguntó y se apuntó a la primera. Fue grandioso.

P.M.: Y entonces llegó… la Era de Apocalipsis…

C.B.: Lo más interesante de GenNext fue que cuando estábamos planificando Generación X, yo quería hacer que todos los uniformes fueran gris oscuro/negros y blancos pero los editores insistieron en el rojo y amarillo. Así que con GenNext cedieron y fueron muy majos y me dejaron usar mi idea original. Fue muy divertido trabajar en aquello y dejar volar mi imaginación. Estuvo a punto de no ocurrir porque los editores tenían miedo de meter a Generación X en el crossover porque la serie solo llevaba cuatro números de vida. Pero salió y fue divertido.

P.M.: Algunos números después, Scott dejó la serie y tu también. El siguiente mes estabas trabajando en Uncanny X-Men (por primera vez de muchas en tu carrera) justo a Steve T. Seagle. ¿Fue duro dejar Generación X? ¿Cómo recuerdas aquellos días en la oficina-X?

C.B.: Fue un momento en el que las ventas estaban empezando a bajar y la burbuja especulativa soltaba aire. Me lo estaba pasando muy bien con Lobdell en Generación X pero él, de repente, dejó la serie. Yo no estaba contengo con eso porque la serie estaba realmente bien. De la noche a la mañana yo estaba trabajando con James Robinson, que lo que hacía realmente era escribir la serie para sacarse un buen dinero para un proyecto que quería hacer. La serie perdió el rumbo. Por aquel entonces Joe Madureira dejó Uncanny X-Men para crear Cliffhanger y yo hice el salto a la serie franquicia, la cual Scott seguía escribiendo. Me daba un poco de reparo porque sentía que no habíamos tenido la oportunidad de acabar todas las tramas que habíamos empezado como los verdaderos poderes de Monet. Monet era mi bebe. Yo la había creado y teníamos planes para ella, pero los guionistas fueron en una dirección diferente. También me llamaba la atención que dibujaran a Skin como si tuviera seis capas extra de piel. No sé de dónde vino eso. Yo cuando cree al personaje tenía en mente que pudiera controlar su piel: cambiar el color, extenderla, manipularla, hacerla dura o suave… Cosas de ese estilo. En fin.

Cuando Scott dejó también Uncanny, me pusieron con Steve Seagle. Fue una gran oportunidad para los dos y nos pusimos en marcha con nuestras ideas. Solo que, como mencionaba, la editorial estaba bajo mucha presión para mantener las ventas de las series como antes y se hicieron y rehicieron planes sobre la marcha. De repente, tanto Seagle como Joe Kelly estaban fuera de las series mutantes. Los tres estábamos en Australia juntos cuando nos llegó esta información. Cuando volví a casa, descubrí que yo también estaba fuera de la serie y me preguntaron que si a cambio quería hacer una miniserie de Magneto. Media hora después, Scott Dunbier me llamó y me preguntó a ver si quería unirme a Cliffhanger.

P.M.: Por aquel entonces, uno de tus proyectos más interesantes, fue ‘Witching Hour’, con Jeph Loeb. ¿Qué nos puedes contar de esta colaboración?

C.B.: Siempre he disfrutado los trabajos de Jeph. Hablábamos de vez en cuando, nos veíamos en las convenciones y un día me llamo para preguntarme a ver si quería trabajar con él en Vértigo. La idea era coger The Witching Hour, una serie de DC, y hacer de ella una marca para Vertigo. Nos lo pasamos bien y, la verdad, es posiblemente la mejor experiencia colaborativa que he tenido nunca en el negocio. Jeph es muy entusiasta y le encanta colaborar. Siempre que le mandaba una página me llamaba para comentarla. Si yo incorporaba nuevas ideas, él las usaba todas. De hecho, dos de las líneas argumentales de la serie fueron ideas mías.

P.M.: Llegamos al año 2000 y no nos queda otra que hablar de Steampunk. ¿Cómo surgió este proyecto? ¿Se te acercó Joe Kelly con la idea? ¿Por qué decidisteis pulbicarlo en Cliffhanger?

C.B.: Me uní a Cliffhanger tras una etapa de diez números en Uncanny X-Men. Por aquel entonces yo había estado en contacto con un animador de una compañía de videojuegos, Blizzard, que estaba interesado en desarrollar su propio videojuego y me contó la idea de Steampunk. No estaba muy familiarizado con el género pero cuando lo descubrí me fascinó. Hablé con Joe Kelly en nuestro viaje a Australia pero, en un principio, como una idea para un videojuego. Pero al estar metido en Cliffhanger, yo necesitaba urgentemente una idea para desarrollar, así que convertimos Steampunk en un proyecto de cómic. Joe se apuntó a escribirla y tuve suerte, porque quedó algo sensacional. No tenía ni idea de que fuera un guionista tan bueno. Me impresionó.

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P.M.: ¿Cómo describirías la serie a algún lector que no la conozca?

C.B.: La mejor forma de definir Steampunk es como una historia retro-futurista de ciencia ficción, acción, aventura y amor. Quería un sitio donde poder dar rienda suelta a mi imaginación y este era el escenario perfecto. Confieso que, en retrospectiva, tienen razón los que critican la densidad de la obra porque esta obra marcó el punto de hastió para muchos lectores y empecé a generar una sensación de amor/odio entre ellos. A veces pienso que es mejor así, otras veces pienso lo contrario. Eso sí, me preguntan constantemente si acabaré la serie o no…

P.M.: Pues, no voy a ser menos, y aunque hayas tenido que responderla mil veces…

C.B.: La acabaré antes de morir. Pero ahora mismo, mi situación personal en casa y mi trabajo en Marvel me impiden encontrar el tiempo para acabarla. Pero no está olvidada. Lo prometo.

P.M.: Perfecto. Tras esto nos plantamos en 2002. Aquel año hiciste el especial ‘Just Imagine Stan Lee With Chris Bachalo Creating Catwoman’. Nos puede la curiosidad y queremos saber cómo fue aquello…

C.B.: Fue un gran momento en mi carrera. No recuerdo exactamente cómo llegué a eso, pero me lo preguntaron y dije que sí. Tan simplemente como eso. Stan me mandó un script de lo que se le había ocurrido, lo dibujé, le añadió el diálogo (que es como a él le gusta trabajar) y quedó genial. Me gustó tener la oportunidad de trabajar con Catwoman ya que es un personaje que me gusta mucho. Las portadas que Adam Hughes estaba haciendo por aquel entonces eran muy buenas y me inspiraron. Las tintas fueron de mi entintador en Steampunk, Richard Friend. Estoy oruglloso del cómic que hicimos Stan y yo. Es todo un icono. Y un señor con clase.

Stan Lee Catwoman Bachalo

P.M.: En ese momento, regresas a la oficina-X y empiezas una ronda de colaboraciones en varios títulos de la franquicia con resultados dispares. El primero fue un arco argumental con Grant Morrison, algunos números con Mark Millar… ¿cómo recuerdas aquellos días convulsos?

C.B.: Fueron días interesantes. Tenía la sensación de ir de un lado para otro sin parar. Hice dos cosas con Mark Millar y los Ultimates, los números de Grant Morrison, otra etapa breve en Uncanny X-Men con Claremont… Tengo que admitir que era un poco frustante desde un punto de vista creativo porque no podía encontrar mi nicho, una sensación de continuidad. Cuando ya estaba con la marcha metida, tenía que cambiar de proyecto y a otra cosa. No me malinterpretéis. Para mí fue una bendición trabajar con todo ese elenco de autores estrellas y fueron grandes experiencias, pero parecía que estaba perdiendo un poco el rumbo. Me sentía perdido creativamente. Era un invitado, no un anfitrión.

Chris Bachalo Grant Morrison XMen

P.M.: Precisamente sobre esa etapa en Uncanny X-Men con Claremont quería preguntarte. Tuvo un resultado muy frenético, dramático e interesante. ¿Cómo fue trabajar con él?

C.B.: Chris fue estupendo. Estaba en Los Angeles por aquel entonces y quiso pasarse por mi casa. Pasamos una buena tarde hablando de cómics y la verdad que me hice ilusiones de tener una etapa larga con él en la serie. Pero de repente, un día, estaba haciendo X-Men con Mike Carey.

Chris Bachalo X-Men Carey

P.M.: Eso es. Un nuevo guionista, un nuevo equipo, nuevos uniformes, mucha promoción y mucha Pícara (que tengo entendido que es de tus personajes favoritos), y todo ello concluyendo en Complejo de Mesías. ¿Qué nos cuentas de esta etapa?

C.B.: Debo decir que de todas mis etapas en X-men (que son unas cuantas), esta es en la que major me lo pasé. Tenía un hogar donde trabajar, me dieron tiempo y espacio y la oportunidad de rediseñar muchos personajes y sus uniformes. Me gustó el enfoque de ciencia ficción que imprimió Mike al título. Fue muy inteligente por su parte y me gustó dibujar a Picara, Mística, Dientes de Sable, Lady Mastermind y el Hombre de Hielo. También me gustó diseñar a los Hijos de la Cámara. Soy consciente de cuáles son mis puntos fuertes a la hora de diseñar personajes. El trabajo duro se convierte en una gran experiencia.

P.M.: Sorprendentemente, tu siguiente trabajo no fue mutante sino que fue con Spiderman. Trabajaste en varios números con distintos guionistas. Algunos de tus números fueron extraordinarios y con un muy buen juego de contrastes entre el blanco y el negro. ¿Cómo llegaste a dibujar Spiderman si estabas haciendo mutantes?

C.B.: Para mí fue muy divertido porque siempre había querido dibujar Spiderman pero nunca había llegado a hacerlo. Me encantan las redes, las poses, su sentido de humor… Creo que hice buenos números en la serie. La parte más frustrante de todo aquello fueron las prisas y las presiones dado el ritmo acelerado de publicación que querían. Para mí en realidad era como trabajar en una miniserie porque la siguiente saga era ocho números después y era completamente distinta, con otro tema y otro guionista. Mi arco argumental favorito fue en el que trabajé con mi colaborador de Steampunk, Joe Kelly, y centrado en Cabeza de Martillo. Entonces, de repente otra vez, me crucé con Axel Alonso en una conveción y me ofreció la oportunidad de hacer una serie mensual de nuevo. Pronto me ofrecieron Wolverine and the X-Men.

Wolverine X-Men Cover Bachalo

P.M.: ¿Qué tal ha sido esa experiencia, junto a Jason Aaron?

C.B.: Conocía a Jason Aaron de Scalped, la serie de Vértigo que me fascinaba. Al principio estaba un poco inquieto sobre qué iba a escribir porque el estilo oscuro y real de Scalped no me encajaba mucho con Lobezno y los X-Men. ¿Qué iba a hacerme dibujar? Pero cuando llegó el primer guión, fue alucinante descubrir su sentido del humor. El ritmo era brillante y los personajes lucían. Fue un acierto y una época muy divertida a la hora de dibujar. Me encantaban todos los personajes y por fin podía estar de nuevo en una serie mensual. La serie fue un éxito y nominada a mejor serie nueva en los Eagle. Yo incluso estuve nominado a mejor dibujante. Las ventas estaban por las nubes. Todo iba bien. Hasta que en un año o así me llamaron para lanzar otra serie…

P.M.: En este momento parecía que eras eso, un “lanzador” de nuevas series. ¿Qué tiene de bueno y de malo para tí todo esto y cómo fue el cambio a Uncanny X-Men con Bendis?

C.B.: En realidad primero me pidieron que dibujase Uncanny Avengers con Rick Remender. Por primera vez en mi carrera tuve que tomar una decisión difícil y decidir si seguía en Wolverine and the X-Men o hacía Uncanny Avengers. Seguir en territorio conocido o empezar de nuevo en una situación desconocida (en pleno Marvel Now!). Al final acepté el cambio… pero dos meses después me llamaron de nuevo para cambiarme de nuevo y trabajar con Brian Michael Bendis para lanzar un nuevo volumen de Uncanny X-Men.

Lanzar nuevas series está bien. La parte más difícil es re-imaginar todos los personajes y darles nueva vida, tratar de hacerles parecer nuevos y frescos, además de definir el estilo y el ritmo de la serie. Hacerla distinta a lo anterior pero que sea igualmente disfrutable. Es duro, pero al final me acaba gustando siempre porque me permite crear un conjunto de personajes con los que sé que voy a estar cómodo a la hora de trabajar. Por ejemplo, en el lanzamiento de Uncanny X-Men, si los uniformes hubiesen permanecido igual no habría tenido grandes problemas porque ya he dibujado a la mayoría de ellos anteriormente, pero Nick Lowe y Brian me pidieron que rediseñara todos los uniformes y, para mí, esa es la parte más dura de mi trabajo: crear nuevos trajes.

P.M.: Hablando de cambios de uniformes, estamos muy interesados en el rediseño de Cíclope. ¿Fuiste el encargado de rediseñarlo? ¿Cuál era tu intención al encarar esta tarea?

C.B.: No puedo llevarme todo el mérito por el diseño de Cíclope porque en este caso Brian tenía una idea muy clara de cómo quería que fuera el diseño, con los colores rojos y el visor con forma de ‘X’. La verdad es que intenté evitarlo porque estaba teniendo serios problemas para conseguir un diseño chulo del visor ‘X’. Al principio me parecía muy raro, así que les enviaba por correo detalles sobre cómo pensaba que debía ser el personaje, pero tanto Brian como Nick me animaron a intentar dar con la tecla y conseguir el diseño con la ‘X’. Al final lo conseguimos y tuvo un buen recibimiento.

Bachalo Ciclope

Del resto de los personajes si he sido más o menos el responsable final. Como curiosidad, el diseño de Tempus era uno de los diseños que hice hace un año para Idie que al final no usamos porque los alumnos iban a salir en uniformes escolares. Pensé que a Tempus le podía quedar bien. En cuanto al resto del grupo, tenía mis dudas de la falta de color general en sus uniformes. De hecho Magneto iba a tener originalmente un uniforme más colorido pero ya que el blanco y el negro predominaban en el resto, Nick me animó (con acierto) a quitarle el color a Magneto. Esta idea se transmite muy bien en las portadas de la serie, de las cuales estoy muy orgulloso ya que distinguen a la serie del resto.

P.M.: ¿Dónde surgieron los mayores problemas?

C.B.: Uno de los aspectos más críticos cuando empezamos este proyecto fue el poco tiempo que teníamos por delante. Acabábamos de empezar, ya íbamos tarde y quedaban muchos aspectos por cubrir en poco tiempo. El diseño de Cíclope lo dejamos listo pronto para poder promocionar el título, pero los detalles del resto de personajes eran confusos y, teniendo poco tiempo, costó mucho poder inventarnos uniformes que quedaran molones. De hecho, los fui cambiando según iba trabajando en las primeras portadas de la serie, y podréis notar las diferencias en los uniformes de Magik entre la primera y la cuarta portada. No es la mejor forma de trabajar (el mercado es así), pero creo que los uniformes quedaron muy bien.

Uncanny X-Men 600

P.M.: Esta serie ha sido muy diferente de la última en la que habías trabajado. ¿Notas las diferencias entre ellas u otros proyectos?

C.B.: A mí me gustó mucho mi etapa en Generación-X, y Wolverine and the X-Men me recordaba mucho a aquellos años. Realmente tenía pensado seguir con Jason Aaron muchos años en el título (tanto como en Generación-X), pero surgió la oportunidad de trabajar con Bendis para relanzar Uncanny X-Men. Me gustaba trabajar con Aaron, pero sabía que la oportunidad de trabajar con Bendis en un título tan icónico era una oportunidad que no llega todos los días. Al principio pensé en hacer las dos series a cambio de no dormir [risas], pero tuve que elegir (por lo cual me considero muy afortunado) entre los dos títulos. Fue duro pero aposté por Uncanny. Queríamos trasladar el trabajo que hicimos juntos en el anual de Dark Avengers hace unos años y extender aquella experiencia. Y luego está Emma, por supuesto, que siempre es un placer poderla dibujar, algo que ya pude hacer desde mis primeros números en Generación X hace ya unos cuantos años.

P.M.: En este punto, como quizás ya sepas, te has convertido en el dibujante que más números mutantes (X-Men junto a Uncanny X-Men) ha escrito en la historia de los X-Men. Todo ello separado, por cierto, en tres décadas. ¿Cómo te sientes?

C.B.: Es raro porque cuando yo crecí nunca me veía a mi mismo como un aficionado de los X-Men. Como decía, me gustaban Werewolf-by-Night, El Motorista Fantásma, La Cosa del Pantano, el Hombre Cosa, Conan… Y aunque he sido el que más números de X-Men ha hecho, no me siento como un “dibujante de X-Men”. Me considero más un “dibujante de Spiderman”, pese a que he estado menos tiempo en esa serie. Creo que Jim Lee, John Byrne, Dave Cockrum son verdaderos dibujantes de X-men. No yo. A pesar de este sentimiento, siempre he disfrutado trabajar en las series mutantes ya que considero este universo algo más cercano a la ciencia ficción que a los superhéroes. Quizá por eso mismo apenas he pasado tiempo en la parcela superheróica de Marvel. O de DC. Creo que con la excepción de Spiderman, no me considero un dibujante de superhéroes.

P.M.: Entonces, en un futuro, ¿qué series te gustaría hacer?

C.B.: Creo que me gustaría probar de nuevo con Spiderman. Y quizá luego con Batman. También me gustaría hacer mis propias series independientes. Y tras eso, quizás ya me haya hecho muy viejo. La semana pasada acabé mis últimas páginas de Uncanny X-Men y según las cerraba pensé que quizás será mi última vez con los X-Men…

P.M.: Pues una vez acabada, ¿cómo resumirías tu colaboración con Bendis en Uncanny X-Men?

C.B.: Es un icono en la industria y esa es una de las razones por las que decidí dibujar la serie. Es decir, ¿qué puede salir mal? Saldría ganando de cualquier manera. Dicho lo cual, y para ser completamente honesto contigo, creo que este relanzamiento ha sido un poco frustrante. No sé si soy una buena pareja para Bendis. Soy un dibujante muy dinámico y a Brian le gusta mucho el diálogo. A veces es todo un desafío tratar de ser creativo con las viñetas para representar todo el diálogo y las conversaciones de los personajes. No sé si he sido el dibujante adecuado para este tipo de serie. Lo he hecho lo mejor que he podido, pero creo que Stuart Immonen ha hecho un mejor trabajo en All-New X-Men que yo en Uncanny X-Men. Han encajado mejor. De la etapa en conjunto he disfrutado mucho más la parte central, los números de Magneto en Madripoor, el número con Ben Deeds, el de los niños en Tabula Rasa… Me recordó un poco a un número en Generación-X. Pero en conjunto si ha sido una gran experiencia y he podido trabajar con otro gran guionista del medio. Soy afortunado.

P.M.: Se podría decir que empezaste tu carrera con etapas largas (Shade y Generación X) pero luego has trabajado en proyectos más cortos. Uncanny X-Men cae en el primer grupo, creo yo. ¿Qué prefieres?

C.B.: Puedo trabajar en casi cualquier cosa. Soy fácil de satisfacer en ese sentido. Puedo encontrarle la parte interesante a cualquier cosa. Por ejemplo, disfruté mucho trabajando en Sinister Spider-Man. Casi tanto como en Steampunk. Creo que el factor determinante es la historia que hay que contar. Si me engancha, va a estar bien. Pero claro, eso no ocurre siempre, porque sin querer dar nombres puedo deciros que ha habido tres ocasiones en las que he pedido salir de series en las que estaba trabajando.

Portada de Uncanny X-Men 14

P.M.: En el apartado de futuros proyectos, me gustaría comentar el hecho de que guionizaste tu propia historia corta en la antología A+X con la Viuda Negra y Pícara. ¿Qué tal fue aquello? ¿Te ves como guionista en un futuro?

C.B.: Sí, me veo. En algún punto lo haré. Piensa que llevo trabajando 24 años seguidos con los guiones de los mejores guionistas del medio. Fui al seminario de tres días de Robert McKee y he ido a clases de guiones. Y he contribuido a las historias de Generación X, Witching Hour, las cinco primeras historias del videojuego Army of Two, las tiras del catálogo de Neiman Marcus y me lo pasé realmente bien con la historia corta de A+X. Debo darle las gracias a Nick Lowe por esa oportunidad. Creo que sé cómo se escribe y que no se me daría mal hacerlo.
Propuse algunas ideas para una maxiserie de Generación X y para un arco argumental de Spiderman con la esperanza de que me dejaran escribirlas. Creo que eran buenas, aunque quizás demasiado ambiciosas. Espero tener la oportunidad algún día. Aunque he de confesarte que no tengo muchas ganas de sentarme delante de un ordenador y ponerme a teclear. Eso puede ser muy aburrido 😉

P.M.: Cierto, Chris. Ya vamos acabando pero antes nos gustaría que nos cuentes qué cómics o novelas gráfifcas estás disfrutando actualmente. Cualquier otra recomendación en el apartado de cine/series/música también es bienvenida…

C.B.: No leo mucho, la verdad, pero últimamente he disfrutado de 100 Balas, Lazarus, Southern Bastads, Scalped, Ojo de Halcón y El Nao de Brown. En lo que respecta a series estoy enganchado a Juego de Tronos, Fargo, House of Cards, Breaking Bad y Modern Family. Lo que no veo mucho son películas porque últimamente tengo la sensación de que producen mejores series de televisión, pero siempre hay alguna que me ha entretenido como Whiplash, La Piel que Habito o Guardianes de la Galaxia, que fue muy divertida. Gravity, Point Blank, Incendies… También creo que Interestellar fue impresionante.

P.M.: Muchas gracias por tu tiempo y tu amabilidad, Chris. Ha sido un placer.

C.B.: Gracias a vosotros, me lo he pasado genial.

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Igverni
Lector
15 junio, 2015 13:17

Felicidades Pedro por la entrevista!!

Siempre me ha gustado mucho Bachalo, un dibujo diferente y muy característico.

Me ha gustado mucho su expresión de «sentirse invitado en lugar de anfitrión» referida a los cambios continuos que ha vivido. Y es un tío muy correcto, no hablando mal de nadie, aún confirmando que en alguna ocasión fue él el que pidió salir de alguna serie.

Lo curioso es que por la entrevista, y simplemente viendo la realidad de los tebeos que ha publicado con Marvel, realmente parece que es la Editorial la que le cambia de serie como revulsivo a nuevas series, y él hubiera estado más cómodo trabajando a largo plazo en una colección fija.

Aunque también es cierto que tras 20 y tantos años en el negocio, sabe perfectamente como funciona todo, y por eso, aunque aún estando muy bien con Aaron, vió que comercialmente hablando, le resultaba más interesante unirse a Bendis para la nueva serie de Uncanny X-Men.

Muchas gracias por la entrevista, estuvo muy bien!!

DayKnight
DayKnight
Lector
15 junio, 2015 19:18

Magnífica entrevista! Muy bien llevada. Gracias!

Louontherocks
Louontherocks
Lector
15 junio, 2015 20:50

Aunque tiene momentos en los que no se sabe muy bien que está pasando en la viñeta para mi es un valor seguro. Desde Generación X hasta hoy allá donde este hombre dibuje allí estaré yo siguiendole.

Johnny99
Johnny99
Lector
16 junio, 2015 11:32

Uno de mis dibujantes favoritos, a veces sus páginas parecen un tanto embarulladas, pero tiene una personalidad arrolladora y un trazo que me encanta

AlbierZot
AlbierZot
Lector
16 junio, 2015 13:13

Indudable la influencia del gran Michael Golden y su belleza del caos. Bachalo suele desencuadrar la viñeta y sacar del foco central la acción principal, diría que eso es lo que provoca cierta confusión.

Severus
Severus
Lector
16 junio, 2015 20:11

Siempre me ha molado Bachalo. Lo primero que vi de él fue el Ghost rider 2099 y después su etapa en generación-x, donde vi su desarrollo a la hora de dibujar a un estilo más caricaturesco.

Alejandro Ugartondo
Autor
16 junio, 2015 22:58

Excelente repaso a la carrera de uno de mis dibujantes favoritos de la actualidad y al que siempre intento seguir allá donde va, aunque he de reconocer que me perdí esa etapa en Spiderman de la que está tan orgulloso.

A mi me molaría verlo en una serie del Doctor Extraño. Creo que su estilo encajaría a la perfección para representar las dimensiones mágicas por las que se mueve el mago. Teniendo en cuenta su fama de gancho para nuevas series y teniendo en cuenta que Marvel potenciará al personaje de cara a la película creo que sería una excelente elección (y si lo guioniza Gaiman ya ni os cuento)

j1n0u
j1n0u
Lector
17 junio, 2015 0:36

Demonios se le debe agradecer que es un tipo sensato y honesto. Admitir que la etapa mutante necesitaba nombres para una venta solida en lugar de calidad, requiere valor.

Bkiller
Lector
20 junio, 2015 21:57

Uno de los dibujantes mas divertidos, que te entretienes viendo hasta si le hace falta un buen guión(cof Bendis cof) pero si peca a veces de narrativa. Espero verlo en comics de personajes solos y menos grupales.

Bkiller
Lector
20 junio, 2015 21:58

Siempre veo en su dibujo algo influencia de manga, pero veo que no menciona nada de eso.