SUPERMAN: LAS HISTORIAS DE ALAN MOORE

 

CONTENIDO: Superman Annual 11; Superman #453; DC Comics presents #85
Guión: Alan Moore.
Dibujo: Dave Gibbons; Curt Swan; rick Veitch.
Precio: 15’95 € (Cartoné, 130 págs.)

 

Hace poco, reseñe la edición Absolute de Batman: Año Uno. La reseña hacia mención, entre otras cosas, de la elección del formato para publicar esta historia y hubo opiniones para todos los gustos. Unos lo criticaban y otros lo alababan. Entre mucho de los comentarios, había uno que preguntaba “Superman de Alan Moore ¿lo compro o no?”. Bien, pues aquí tenéis la respuesta. Mi respuesta.

Sin ningún lugar a dudas, Alan Moore es uno de los más grandes guionistas que nos ha dado la industria del comic. Sus historias, y su forma de escribirlas, no dejan indiferente a nadie. Cada guión que el escribe es sinónimo de una garantía, y si bien es cierto que, como todo en esta vida, hay quien no le pueda gustar, es innegable que su perspectiva de ver las historias de superhéroes es sorprendente.

Obras como Watchmen dan fe de ello. Y quien es el responsable de una obra cumbre y de referencia, merece respeto y atención a cada movimiento que haga. Las historias de Superman que están recogidas en este tomo dan muestra de lo que digo.

“Para el hombre que lo tiene todo » es sin duda una de las mejores historias (si no la mejor) del personaje. Ya no solo por el “sueño” que vive nuestro protagonista, que da lectura a infinidad de matices, si no por la reacción que tiene este a volver a la realidad. Al menos, para un servidor, es la primera vez que veía a un Superman tan desatado.

¿Qué fue del hombre del mañana? también tiene un gran atractivo. Ver el posible futuro de un Superman castigado por las desgracias que suponen ser quien es, y tomando una decisión drástica al respecto da forma a una historia que sorprende. En esta historia en particular, hay situaciones que sorprenden, conmueven y nos dejan, a veces para bien, a veces para mal, con la boca abierta.

Quizá la tercera historia, La Jungla, es la menos sorprendente de las tres. Es una buena historia, bien contada, más que correcta. Pero nada mas. Todos, solamente leerla, ya tenemos claro que el mito no morirá. Pero es muy interesante ver como interactúan dos personajes en principio tan dispares como Superman y La Cosa del Pantano.

La edición escogida para esta recopilación es el formato Absolute. Muchos critican este formato por su tamaño y precio. Argumentan que no es un buen formato para la reedición de un material que no fue concebido para dicho tamaño y lo tachan de simple y bochornoso sacacuartos. Personalmente, tengo que decir que el formato da, sin duda, una trascendencia e importancia al material que se publica que salta a la vista. No es lo mismo publicar en formato grapa un Watchmen (aunque así fuera su publicación originalmente), que hacerlo en un formato tan prestigioso. Y PlanetaDeAgostini ha hecho un gran trabajo con este formato. Obras como la citada Watchmen, El Regreso del Señor de la Noche, o el reciente Batman: Año Uno dan fe de ello. La edición es sublime, la impresión muy acertada, el precio es mas que justo y el empaque que da el conjunto es sublime y digno de cualquier estantería, sea o no de un aficionado al comic. Pero el éxito esta para no abusar de el. Y en este volumen, entre otros, si que se puede considerar indigno de este formato.

Como he dicho antes, el guionista es ya una leyenda del comic, y se merece lo mejor. (aunque últimamente, lo que hace no es trascendente), y los dibujantes son autenticas leyendas del comic. Gente como Dave Gibbons, George Perez o Curt Swan, sin olvidarnos de Rick Veitch , garantizan un acabado grafico a la altura. Pero no puedo obviar, no en este caso, que la impresión del material ha sido demasiado “literal”. Me explico. Se han agrandado las páginas. Ni más ni menos. No hay un nuevo coloreado. No hay un redibujado. No hay nada. Se ha cogido el material original y se ha hecho más grande. Punto.

En el post de Batman: Año Uno, se recogen opiniones muy diversas. Y en una de ellas se indica que el dibujante realiza el material según el formato de impresión. También es cierto (siempre bajo mi opinión), que depende mucho del dibujante que trabaje dicho material. La prueba de lo que digo esta en este mismo tomo que hoy reseño. La primera historia, dibujada por Dave Gibbons, cuando se publicó en su momento en un formato mas standard, formaba parte, todo en uno, con la historia. El dibujo de Gibbons era más que correcto e incluso llegaba a ser espectacular. En cambio, actualmente, con esta ampliación de formato, luce muy mal. El trazo se muestra demasiado ancho, los personajes hay ocasiones que se ven raros, incluso diría que hasta mal dibujados, y el conjunto no le hace justicia.

En cambio, en la primera parte de la segunda historia, la cosa cambia. El dibujo de Swan luce como nunca, y todo es gracias al entintado del maestro Perez. Su gusto por el detalle es sublime y la sensación que tuve al leer, y observar, de nuevo la historia, fue que la estaba viendo en FullHD. Sin duda, el trazo de Perez, y su nivel de detalle, consiguen que el agrandamiento de las páginas no sufra en absoluto. Sobre la segunda parte, mejor ni hablar. La historia sigue siendo igual de buena, claro, pero el resultado grafico sufre tanto como en el caso de Gibbons.

En cambio, y sorpresivamente, La jungla ni sufre ni mejora. El trazo de Veitch no se ve alterado. No se hasta que punto eso es bueno o malo. Se lee y se mira sin ningún tipo de reacción aparte de la que te pueda ofrecer la historia en si.

Se celebra el 70 aniversario del nacimiento del personaje y la editorial española lo celebra publicando material legendario. Es un acierto, claro esta. Pero hay que vigilar como se hace. Este tomo ofrece sentimientos opuestos. El material publicado es de leyenda, y no tenerlo se debería considerar pecado para cualquier buen seguidor de personaje y de los comics en general. Pero precisamente por eso, hay que tener respeto por ese material, y no aventurarse a ofrecer únicamente un gran formato y unas tapas duras. Porque no ofrecen tan siquiera ni esos pequeños extras que hacen de este formato una excusa perfecta de compra.

¿Mi recomendación? Bueno, como he dicho antes, las historias publicadas (sobretodo las dos primeras) son historias que cualquier lector tiene que leer al menos una vez. Disfrutarlas y saborearlas como se merecen. Pero si ya lo has hecho, si ya las tienes o si el personaje tampoco es que sea de tus preferidos, el reclamo que sean de Moore no justifican los errores cometidos en esta edición en particular.

Yo soy un defensor del formato Absolute, me gusta disfrutar de grandes obras del comic en un formato que las ensalce. Pero este caso en particular no merecía, quizás, tal formato. Y si así fuera, haberlo hecho con algo más de cariño. Al menos, podemos disfrutar de los artículos del compañero Toni Boix. Al igual que las historias, no tienen desperdicio.