¿Qué le sucedió al Cruzado Enmascarado en Batman R.I.P.?: Una despedida

¿»Batman R.I.P.«? ¿Cómo que «Batman R.I.P.«? ¿Habla en serio este Morrison? ¿Y Didio? ¿Nos hemos vuelto locos? Es posible, pero a veces, la verdad, no está de más un poco de locura en esto de los cómics de superhéroes. En estos días en que los lectores de este género nos hemos vuelto quisquillosos hasta límites hace 20 años insospechados, y exigentes hacia lo que se supone que tiene que pasar a nuestros amadísimos personajes, yo agradezco que alguien nos lleve la contraria. Si no, ¿cómo nos pueden sorprender? ¿Cómo pueden evolucionar? Aunque es verdad que en ocasiones, cuando uno hace historia, escuece… ¿Ya sabéis de qué va todo esto?

Cuando el editor en jefe Dan Didio se acercó al guionista Grant Morrison con la propuesta de escribir una de las dos series centrales del Hombre Murciélago comenzó un auténtico cambio. Hasta el momento Morrison no había escrito muchas cosas ambientadas en la continuidad estándar del Universo DC, pero lo más reciente y más destacable era su poliédrica saga Los Siete Soldados de la Victoria , en la que revitalizó un puñado de personajes olvidados (y otros no tanto), generando interés a su alrededor y dotándolos de una gran fuerza y carisma. Ese mismo modus operandi lo utilizó, junto a otros tres brillantes guionistas, para la creación de la serie semanal 52 . Por entonces ya se había convertido en asesor creativo de la editorial, y Didio sabía perfectamente qué quería cuando le dio los guiones de Batman…

«Batman R.I.P.» fue lo primero que escribió en su libreta de anotaciones cuando recibió la noticia de que sería el nuevo guionista fijo de la serie. ¿De verdad quería matarlo? ¿Acaso sabía desde el principio todo lo que le deparaba al hombre murciélago? Apuesto a que no… él mismo nos advirtió que no diésemos por sentado el significado del título. En esta ola renovadora que estaba (está) atravesando DC, tener en tus manos a un personaje con tanta tradición como es Batman es un gran problema. ¿Cómo hacer evolucionar lo que no puede cambiar? Por definición Batman es lo que quiere ser, con el paso de los años solamente se ha perfeccionado, se ha rodeado de una nutrida familia de vigilantes que le sirven de manos allá donde él no llega… ¿Qué más queda? Morrison, que es muy listo, se dio cuenta de cuál era el problema básico si quería que el mundo de Batman evolucionase: tenía que quitar al Cruzado Enmascarado de la ecuación. Con él se trata de «Batman y los demás», cada personaje desempeña el papel que se le ha adjudicado y son incapaces de llegar a más, todos han acabado tocando techo. Pero sin él…

Así nos damos cuenta de cuál era el plan desde el principio: Grant Morrison quería hacer un regalo de despedida a Batman. R.I.P. no es la mejor historia de Batman y nunca lo quiso ser. Tampoco se puede decir que sea el mejor trabajo de Morrison, aunque sea un gran trabajo. Demasiado racional y tal vez poco pasional, diría yo… Pero es el clímax de la historia que ha estado escribiendo desde que llegó a la serie, un desafío como el héroe no ha conocido antes, es la despedida a un héroe y a una época antes de la llegada de la nueva. Bebe de las historias de la Edad de Oro y la de Plata, con sus héroes y villanos, mucho más pulp que los de hoy en día, y sus misterios… entrelazados con la mirada transgresora y en ocasiones perturbadora de Grant Morrison, como un homenaje actualizado al Batman más clásico.

¿A esto se reduce todo? ¿ Batman R.I.P. es la muerte de Batman? Pues… sí y no. Eso quisiera él. Como el propio Morrison dijo, la muerte es algo simple comparado con lo que le tenía preparado. La muerte simboliza cambio, como lo simboliza R.I.P. , es un final y un principio. El significado más obvio de su título es su traducción del inglés: «rip» significa «desgarrar», y es que el guionista juega al doble sentido y se refiere a esta aventura de Batman como una en la que sus límites serán puestos a prueba, y su mente y su alma, aquello que le dan fuerza, desgarradas. Para vencerle no hay que atacar a sus puntos débiles, sino a los fuertes. Esa es la idea básica, por supuesto.

Desde Crisis infinita circulaba el rumor en torno a una posible desaparición de Bruce Wayne, así que ante el anuncio de la publicación de una historia titulada «Batman R.I.P.» como clímax del argumento de Morrison, las suposiciones de los lectores se encaminaron, en su gran mayoría, a la misma conclusión. Y eso aunque el propio guionista lo hubiese desmentido… Pero los lectores de cómics de superhéroes somos testarudos, ¿qué le vamos a hacer?

R.I.P. es el fin de una era, el último detalle del regalo de despedida que Morrison ha hecho al Hombre Murciélago. Como habéis visto en anteriores episodios de la serie mensual, ese regalo ha consistido en recuperar todas las historias imposibles que Batman vivió durante la Edad de Oro e integrarlas en la continuidad actual del personaje. De este modo todos los matices de su historia pertenecen a un mismo personaje, y no solamente se asocia a una u otra época. Todo es fruto de las circunstancias y del punto evolutivo en que se encuentre. Todo es válido, nada se pierde.

Para integrarlas no ha echado mano de ningún superadolescente de un extinto universo paralelo, por muy tentador que fuese (ay, eso lo dejamos para otro día), sino que ha recurrido a algo más acorde con el mundo de Batman: su mente. Con ese pequeño detalle (y es que Morrison ha demostrado ser un maestro a la hora de implementar ideas sencillas para conseguir grandes efectos, como si jugase con la teoría del caos) ha conseguido lo que pretendía, y ha desarrollado la saga que hoy nos ocupa, la que enfrenta a Batman con la mente criminal definitiva, alguien inteligente, paciente y, por encima de todo, malvado. Porque ese es el gran enemigo de Batman desde que nació a la oscuridad: el mal.

Sin embargo, aquellos que esperen una historia cerrada se llevarán más de una sorpresa. Para empezar, aquellos que quieran ver solamente el episodio final de la serie para «saber quién es el asesino» (es una forma de hablar) las revelaciones les van a resultar entre aburridas e intrascendentes. R.I.P. es la consecuencia natural de la historia que ha escrito Morrison hasta la fecha, y hay que valorarla en su lugar. Además, plantea tantos interrogantes como respuestas da, enigmas que el guionista retomará en un futuro cercano en los primeros episodios de la que será la nueva etapa de Batman. Pero antes de ello habrá que dirigir la atención a Crisis final , y entre los números 6 y 7 de la edición española, a Batman núm. 28 , donde el largo camino recorrido por Batman llegará a una conclusión. ¿A su final? Eso es muy relativo. La continuidad de los relatos de ficción se rige por esta sencilla ecuación: N_principios = N_finales + 1. No daré más pistas. 😉

Hablamos de un final, pero no de Batman, sino de todo lo que hemos vivido y compartido con él, de una nueva forma de concebir su mundo y todo lo que contiene… ¿El final de Batman?

Mientras Morrison se despide del héroe, del superhéroe, del aventurero, del detective… Neil Gaiman recibe el encargo de escribir los últimos números de las series Batman y Detective Comics. De ese mismo modo lo hizo Alan Moore con Superman y Action Comics con la llegada de Crisis en tierras infinitas , lo que reafirma el hecho de que estamos asistiendo al fin de una era…

Todo lo que se puede decir de Gaiman y su relación con Batman lo explica él mismo en el prólogo del tomo, un texto que ya transpira su amor por el personaje, un amor que confiesa claramente al sentenciar que esta es una carta de amor al personaje.

Puede sorprender la elección de este guionista/escritor para escribir esta historia, dada su bibliografía poco cercana al género superheroico aunque ni mucho menos ignorante… Pero podemos hallar algunos encuentros del guionista con el universo del Hombre Murciélago en los que comprobamos que su particular sensibilidad comprende perfectamente el personaje, mucho más de lo que lo han hecho otros autores supuestamente más cercanos al género. Su único cómic con Batman como protagonista es el extraño fragmento que escribió para la antología Batman: Black & White titulado «Un mundo en blanco y negro», en el que él y el Joker eran conscientes de sí mismos como personajes. Jugaba con los tópicos que les rodean y los trató desde un profundo respeto y con muy buen gusto. Aun así, yo soy de los que se mostraban muuy escépticos ante la idea de Gaiman como «guionista final» de Batman…

¿Qué le sucedió al Cruzado Enmascarado? es una despedida de Batman como personaje, una radiografía de lo que es, fue y será. Gaiman aborda esta historia final desligándola de la continuidad, haciéndola posible para cualquier momento de la historia del personaje, de forma que no importe cuando la leamos, siempre será válida. Y, como Morrison, se ciñe a elementos tradicionalmente asociados al Cruzado Enmascarado creando, en conjunto, un relato fiel a la leyenda y atemporal. Convierte su visión teórica del personaje en bella y sincera prosa al decir cosas tan claras y directas como que Bruce fue auténticamente feliz cuando era niño, una época ya muy lejana… Pero las mejores frases no puedo sino guardarlas para que os emocionen durante la lectura del cómic y que esta humilde reseña no les reste un ápice de la fuerza que tienen.

Las mejores historias de Batman son de carácter trágico ya que, marcado como está por la tragedia desde su origen, es como mejor funciona el personaje. Sin embargo Gaiman ha conseguido algo que parecía imposible, justo lo que él pretendía: un relato enmarcado en la mitología de Batman, que rinde homenaje al personaje y cuyo final nos deja con una sonrisa en los labios. ¿Se puede decir algo así de algún otro de los mejores cómics del murciélago? Lo que Gaiman no esperaba era la recepción que tendría…

Todos esperábamos la publicación de ¿Qué le sucedió al Cruzado Enmascarado? con tremenda curiosidad. Teníamos esperanzas en que la calidad de la historia fuese la que merecía, pero era más un deseo que una esperanza con fundamento. Todo cambió tras la publicación de Batman #686, la primera parte del arco argumental… A falta de leer el Detective Comics #853, la segunda y última parte de la historia y que sería publicada unos meses más tarde, todos estábamos ya convencidos de estar ante un nuevo clásico, el imposible funeral por el Hombre Murciélago en una Gotham que no puede existir…

La narración está salpicada de historias pequeñas que aluden a distintas concepciones del Hombre Murciélago, a diferentes formas de morir para un mismo héroe, en clara alusión al mosaico de versiones que ha sido el personaje desde su primera aparición hasta ahora. Batman es posiblemente el personaje que más versiones de sí mismo acepte sin perder la esencia de lo que es. Cada cual tiene una idea de cómo es y acepta que los demás tenga la suya. Gaiman comprende esa verdad básica sobre Batman que escapa a muchos y que pone en boca del protagonista: «No importa cuál sea la historia. Algunas cosas nunca cambian. Porque aun cuando no hablan de mí, lo hacen». Cada versión cuenta, cada historia es importante, y cada relato ambientado en su mundo aporta un pedacito más a su vida.

Este cómic no es importante para la continuidad de Batman, ni para lo sucedido en Crisis final , Batman R.I.P. o La batalla por la capucha , a pesar de que Gaiman indica que se relaciona directamente con lo sucedido en Crisis final , sino que es un homenaje al personaje, un poema dedicado a su historia, y una despedida para una etapa que ha durado 70 años. Estamos ante un nuevo comienzo, y este es el modo en que Gaiman ha querido decir «pase lo que pase no te olvidaremos».

Morrison ha escrito su historia principalmente con la cabeza, y Gaiman lo ha hecho con el corazón, pero ambos se complementan como las caras de una misma moneda y componen un momento único en la vida del Hombre Murciélago, un momento determinante y definitorio que marcará el devenir de todo su mundo. Que nadie olvide al Batman que fue…