¡¡Por el poder de Grayskull!!

Recapitulemos. Masters of the Universe es, en esencia, el primer caso importante de los medios al servicio de la industrial de juguete. En principio, la serie de dibujos, creada por nuestra queridísima Filmation no estaba pensada sino como un enorme anuncio de media hora, una vez por semana, en la que aparecieran sin parar nuevos personajes y vehículos, con el único fin de hipnotizarnos para que le diéramos la brasa a padres, tíos, abuelos, o cualquier otro adulto que pareciera tener buenas cantidades de billetes de mil. Una araña mecánica que se movía. Por todos los dioses, ¡¡¿¿quién podría haberse resistido?!!

Además (y por ahí ha colao el artículo), cada figura traía consigo un pequeño comic presentándolo, y contándonos alguna de sus aventuras. Durante los años 82 y 83, DC Comics fue la encargada de realizarlos. A partir de entonces, fue la propia Mattel la que se encargó de su realización. ¿Y qué?. Pues es que resulta que los de la etapa de DC estaban dibujados por un tal Mark Texeira (igual os suena), mientras que ya en la etapa de Mattel, a partir de la aparición de la serie de Hordak (¡¡Amigo de nadie!! ¡¡Enemigo de todos!!) (¡¡Qué encanto de criatura!!) y más tarde de los Hombres Serpiente (Snake Men), hubo un muchachito que estaba empezando en esto de los comics, igual os suena el nombre: Bruce Timm.

En estos mini comics, además, se nos cuenta una historia muy diferente a la que nos contó después la serie (no os asustéis, hay como tres o cuatro versiones distintas). En “El Secreto de la Espada” se nos cuenta cómo una guerra de proporciones apocalípticas ha abierto un portal a otra dimensión, por la que ha entrado el malvado Señor de la Guerra Skeletor con su ejército. El vicioso villano pretende hacerse con los enormes poderes que encierra el castillo de Grayskull, asi que La Hechicera (en esta versión también llamada “La Diosa”) dota de armas mágicas a un enorme bárbaro que anda por allí llamado He-Man para que defienda a los justos. Entre estos regalos, se encuentra la mitad de la Espada de Poder, cuya otra mitad ya posee Skeletor y que son, al unirse, la llave misma de Grayskull. (Sí, por eso la espada de vuestro muñeco estaba cortada por la mitad y se juntaba con la de Skeletor, ahora ya puedes dormir tranquilo después de 20 años)

Además de los minicomics, Mattel tuvo a bien repartir el pastel bien repartido, con lo que tanto DC como Marvel publicaron sendas series de la franquicia (DC con una miniserie de 3 números y un crossover con Superman, y Marvel una maxiserie de 13, bajo el sello Star, más la adaptación bastante libre de la película)(y mucho mejor, por cierto). En España, los comics de Zinco que recordamos con tanto cariño recogen la serie de Marvel.

Con respecto a las figuras, qué os puedo decir que no sepáis. Era maravilloso encontrarte con un Master en cada tienda de la esquina. Una distribución magnífica y a prueba de bombas, que hacía que encontrar tu muñeco favorito “de los nuevos” fuera cosa fácil. Con el tiempo incluso, en Europa fuimos privilegiados al tener figuras exclusivas para el continente: Laser Power He-man y Laser Light Skeletor , y en Italia no era difícil encontrar a los gigantescos Tytus y Megator. Ah, los viejos tiempos…

Fueron muchos años de ver correr de un lado para otro a He-Man y compañía en esa animación tan currada, de mirar como tontos el mini catálogo con las figuras que traía cada muñeco, pensando en las aventuras que ibas a montarte cuando los tuvieras todos. Y además, eran muchísimo más grandes y más molones que esos ridículos GiJoes, que encima costaban igual: ¡¡mil pelazas!! ¡¡Por la mitad de plástico!! Anda hombre por dios, dónde me vas a comparar…

En el años 2002, en mitad de la fiebre nostálgica que nos ha hecho recuperar a gente como el Comando G, las Tortugas ninja o, en menor medida, los GiJoe (aunque estos nunca se fueron), Mattel se puso las pilas y nos trajo unos nuevos y remozados Masters del Universo.

Del diseño de los nuevos personajes se encargaron a medias Filmation (padre de las serie de TV) y el equipo de escultores Four Horsemen, famosos por haber parido algunas de las mejores figuras de McFarlane Toys. Aunque los diseños originales de estos últimos eran mucho más radicales, la necesidad de reconocer automáticamente a cualquier personaje (y de poder animarlos) tuvo como resultado una de las mejores series de figuras que un servidor ha tenido el gusto de comprar. El regusto clásico, unido a los gustos estéticos de este siglo, y un sector (el de las figuras) mucho más desarrollado que el de antaño, han permitido que cada figura se distinguiera totalmente de las demás, sin necesidad de aprovechar el mismo cuerpo una y otra vez hasta la extenuación. Así, Skeletor luce ahora un cuerpo delgado y decrépito, Man At Arms está totalmente cubierto de armadura, y personajes como Buzz Off o Beast Man lucen como lo que son realmente: bestias antropomórficas. Además, el cuidado por el detalle, por las diferentes texturas, y su precio más que asequible hacen de ella una serie que tanto los coleccionistas adultos embotados de nostagia como los pequeños infantes intoxicados de pokemons puan disfrutar.

Lamentablemente, estas nuevas figuras tuvieron otro elemento que las identificaba: las infinitas variantes de He-man y Skeletor, y el absurdo case-ratio que hacía que en cada caja de 12 figuras (por ejemplo), ocho fueran variantes de ambos personajes, dejando sólo 4 figuras para nuevos personajes. El resultado de tamaña insensatez fue que prácticamente el mismo día que aparecían, los estantes quedaban inundados de las dos figuras de siempre, las variantes, mientras que encontrar a los nuevos personajes se convirtió en tarea poco menos que titánica.

Y si en otros tiempos en Europa fuimos privilegiados, esta vez Mattel decidió que las figuras femeninas no vendían, asi que por estos lares nos quedamos sin Teela o Evil Lyn, asi que los coleccionistas tuvimos que recurrir a Ebay o, con suerte, a algún conocido de ultramar que fuera tan amable de conseguirnos una (si es que podía). Quizás la única ventaja que hemos disfrutado los europeos se dio cuando lso Toys R Us alemanes regalaron, por cada 25 euros en productos MotU, la figura más querida por los que estábamos pendientes a esta serie: Keldor (esto es, Skeletor antes de verse mutilado). La figura básicamente consistía en el cuerpo de Skeletor con un baño de tinta, pero algo la hacía muy especial: tres cabezas intercambiables, la primera del propio Keldor como apareció en la serie de TV, otra en la que se pareciaba como el rostro agonizante de Keldor se consumía, dejando al descubierto el rostro de Skeletor, y finalmente una cabeza del villano, igual a la de la versión regular, pero con un color algo diferente. Y también traía el vial de veneno,cuidao. Esta figura fue originalmente producida como exclusiva para la Wizard World de Chicago en el 2003, cuya única diferencia con la alemana es que viene en caja (y unas rayitas de tinta en la nariz), y en Ebay alcanza precios estratosféricos.

Y san se acabó. Unos diseños maravillosos que rendían homenaje a la serie de toda la vida, unas exclusivas cojonudas (con perdón), a saber: Moss-Man, Faker, Keldor, Snake Teela o la mismísima She-ra. Todo al garete por una mala distribución.

La serie molaba, pero como los niños no encontraban las figuras, perdieron interés pronto. Una auténtica lástima, ya que a partir de la segunda temporada, con la llegada de los Snake Men, los guiones empezaron a mejorar a pasos agigantados. Además, nos explicaron por fin de dónde salía el poder de He-man, presentándonos al Rey Grayskull, un mastodóntico rey de antaño que vivió en tiempos mejores y que tuvo que sacrificar su vida para enviar al malvado Hordak al olvido. Se esencia quedó dormida en la espada, esperando el retorno de Hordak, y su esposa, Veena, se convirtió en la primera guardiana del Castillo de Grayskull (de piedra blanca, mucho antes de que se convirtiera en la tétrica fortaleza que es hoy). Si se os da bien el alemán, aqui tenéis un resumen del susodicho episodio

Val Staples, colorista y fundador de He-Man.org intentó mantener a flote la nueva serie de comics que publicó MVCreations, pero el mercado manda, y tuvo que verse cancelada cuando iba cogiendo ritmillo (el guion tampoco era una maravilla, quizás, pero eso igual también era un homenaje a los comics clásicos, además, eran los Masters, a quién le importa el guión).

Y todo eso nos lleva a nuestros días, preguntándonos lo que hubiera podido ser (incluso se hablaba de una película que dirigiría John Woo), y con el único consuelo de las que debieron ser figuras convertidas en Staticons (vamos, estatuas pequeñitas) por NECA (es lo único que Mattel les ha dejado hacer, después de que los fans pidieran a Mattel que dejara que alguna otra compañía continuara con las figuras para el mercado de coleccionismo).

Por último, si queréis saber más sobre Eternia y sus habitantes, no puedo dejar de recomendaros que visitéis He-man.org, la fuente de información más extensa y fiable sobre el tema.

Pero bueno, no es la primera vez que He-man y los suyos pasan por un bache (esta vez, al menos, no nos han intentado colar las aventuras espaciales, gracias a los dioses). Y ante los problemas, hay que crecerse. Sólo tenéis que levantar vuestra espada y gritar al viento. Por el Poder de Grayskull!!! Yo teeeeengo el podeeeeeeer!
(P.D.: De propinilla, un imprescindible http://www.youtube.com/watch?v=prjLEuMidxE)