¿Cómo empezar a leer la línea Vertigo?

Para ser una de las preguntas que más veces se repiten en la sección Vertigo de esta web, éste es un tema que nunca hemos tocado más allá de los comentarios… ¿cómo se aproxima uno por primera vez a la línea con todo el material que tiene? Pues bien, vamos a intentar resolverlo de cara a los recién llegados (los veteranos, si gustan, pueden dejar sus propias recomendaciones en los comentarios del texto). Pero empecemos por el principio: Vertigo es una línea de cómics adultos de DC Comics fundada en 1993 por Karen Berger, una editora del Universo DC que tuvo un éxito arrollador incorporando talentos británicos (Neil Gaiman, Peter Milligan, Grant Morrison) al plantel de guionistas de la editorial. Empero, dado que esta incorporación se realizó paulatinamente en los años previos a la fundación del sello –un período fértil para la introducción de temática adulta en DC Comics– actualmente recoge un buen número de obras que se publicaban antes de 1993… de hecho, las primeras colecciones de Vertigo eran series que, simplemente y en un momento dado, pasaron del Universo DC a Vertigo sin cambiar la numeración.

Esto implica varias cosas que el neófito ha de tener en cuenta antes de empezar: la primera es que, pese a la fecha de fundación citada, se admite tácitamente que el movimiento impulsor que llevaría a la creación de un sello adulto en DC tuvo lugar cuando Alan Moore –cabeza visible de la llamada Invasión Británica y, curiosamente, autor que nunca ha generado una obra para Vertigo directamente– se empezó a ocupar de guionizar La Cosa del Pantano en 1984. La segunda es que el sello, caracterizado hoy en día por obras generalmente autocontenidas y autoconclusivas aun serializadas (con notables excepciones), sólo empezó a producir colecciones propias de estas características a partir de una segunda hornada de series (Los Invisibles, Predicador, Transmetropolitan) que empezó alrededor 1995. Y la tercera, que procede de la anterior, es que todas las series anteriores a esa generación de 1995 (e incluso algunas posteriores que las continuaron a modo de derivadas) tienen lazos más o menos estrechos con los personajes clásicos del Universo DC a nivel protagónico y con su universo ficcional a nivel argumental. Hablamos, principalmente, de La Cosa del Pantano, The Sandman, Hellblazer, Animal Man, Doom Patrol, Shade, el hombre cambiante, Los Libros de la Magia… todas series excelentes pero que, por un lado, presentan un universo compartido que se origina en el superheroico del UDC y que deriva hacia un ente abstracto llamado Vertiverso –no oficial, alejado de aquél aunque perceptible–; y, por el otro, conllevan cierto hándicap a la hora de ser leídas por un aficionado que no tenga la más mínima idea del Universo DC.

Aparte de esto, conviene destacar tres características principales de esta línea adulta:

• Estabilidad formal. Formalmente hablando este sello es muy estable. Generalmente lleva al unísono de 5 a 7 colecciones regulares sólidas que duran entre 20-30 números si no son exitosas o entre 60-75 si lo son (salvo excepciones puntuales), y que se van reemplazando más o menos cada lustro. Las colecciones se publican en grapa en Estados Unidos para después recogerse en recopilatorios en rústica, un formato que es la base de la publicación en España si descontamos las ediciones de lujo (en integrales o varios volúmenes) que reeditan ahora sus obras más importantes. Además, el otro gran puntal de Vertigo son sus maxiseries, miniseries y one-shots; productos altamente recomendables que suelen recopilarse en tomos unitarios. Por último, de un tiempo a esta parte hay una producción creciente de novelas gráficas de tinte político y social, si bien no son en su mayor parte destacables.

• Inestabilidad editorial. El sello Vertigo es altamente experimental: apuesta por guionistas noveles, abre y cierra series a la velocidad del rayo y produce material que va desde la auténtica bazofia a lo más exquisito que pueda dar de sí la historieta. En consecuencia, no conviene precipitarse a la hora de lanzarse a por nuevas colecciones. Es mejor esperar a que tengan un poco de recorrido, a ver cómo funcionan a nivel de ventas en EEUU y a que el boca-oreja haga su efecto. Lanzarse a por la novedad es, pues, una temeridad a menos que se sea un lector avezado en estas lides.

• Temática genérica. Gran parte del zeitgeist de los movimientos autorales actuales que publican bajo formato de novela gráfica es la querencia por alejarse del cómic de género. Pues bien… Vertigo, a pesar de publicar obras adultas, tiene una querencia absoluta por cuatro géneros en concreto: tres clásicos (fantasía, terror y ciencia ficción) y uno más contemporáneo pero enormemente fructífero (el género negro). Esta característica resulta totalmente fundamental para iniciarse en Vertigo porque sin duda, lo mejor, es dejarse llevar la primera vez por lo que a uno le apetece leer.

Así pues, en función de toda la exposición anterior, ¿cuáles son las mejores obras para iniciarse en el sello? En esta web tenemos una amplia guía de lectura sobre las colecciones de Vertigo, pero aquí y ahora te propondremos alguna en función, precisamente, del género con el que te apetezca iniciarte:

Si lo que te apetece son historias fantásticas (líricas, épicas, más grandes que la vida) o de terror lo mejor, por descontado, es empezar con los siete tomos de la nueva edición de The Sandman (30 € euros la unidad). Que no te asusten sus referencias relativas al UDC porque se reducen a los primeros números, se van minimizando con el tiempo y, además, esta edición cuenta con disecciones conceptuales a cargo del propio Gaiman que te las irán aclarando. Si procedes del UDC, The Sandman también es una buena opción pero igualmente puedes probar con la reedición en tres tomos de La Cosa del Pantano o con el integral de Animal Man. Por último, si te encanta la fantasía hibridada con otros géneros, las road movies y el humor bestia de Garth Ennis, Mark Millar o –en el campo cinematográfico– Robert Rodriguez & Co. lo tuyo es Predicador. Esta última a mí no me entusiasma, pero reconozco que a muchos lectores los cautiva. ¿Algo más asequible y autonconclusivo, a la par que exigente? Prueba con Kid Eternity (si procedes del UDC) o con Enigma. ¿Algo nuevo? American Vampire, que no está mal pero que aún así queda lejos de las anteriores.

Si lo que te apetece es la ciencia ficción, tienes mala suerte, al menos de momento. La mejor colección para iniciarse en Vertigo desde este género no conocerá una edición en integrales hasta diciembre, aunque te avanzaré su nombre: Y, el último hombre. Si, por contra, te va el postcyberpunk mezclado con cinismo recalcitrante, puedes ir rescatando los económicos prestigios iniciales de Transmetropolitan (que no será, aparentemente, recopilada a medio-largo plazo). ¿Prefieres algo al estilo K. Dick? También lo hay: Los Invisibles de Grant Morrison, ya completada en TPBs. Y si te apetece picar sin compromiso, ahí va una lista de miniseries unitarias de primer orden: 100%, Heavy Liquid, Skreemer y, en abril, todo un must have… el recopilatorio integral de la sobresaliente El Asco, de Grant Morrison. Todo esto, naturalmente, suponiendo que la descomunal V de Vendetta (incorporada artificialmente en Vertigo) ya la tengas en tu mejor estantería.

Finalmente, si lo tuyo es el género negro estás de enhorabuena: actualmente la mejor colección en curso de la línea (Scalped) abunda en esta temática, y también tienes disponible una edición en cuatro tomos de la adictiva 100 Balas. Más corta y menos ambiciosa, aunque conceptualmente apabullante resulta Blanco Humano, aunque no te recomiendo lanzarte todavía porque ni está completa a menos que recurras a ediciones descatalogadas ni se sabe si se optará por reeditarla en un integral a corto plazo en lugar de completar sus tomos.

Hasta aquí los consejos. Antes de terminar, un par de aclaraciones: la primera es que he omitido conscientemente tanto Hellblazer (terror) como Fábulas (fantasía), dos series emblemáticas del sello pero que tienen una serialización sine die (la primera además, implica distintos autores, 300 números y un caos editorial en España que ahora está comenzándose a aclarar) y no pocos altibajos… en mi opinión, no son el mejor lugar para empezar, si bien los números #1-75 de Fábulas son estupendos y cautivadores. La segunda es que, a pesar de esta restricción genérica el sello cuenta con propuestas de muy diversa temática, como la histórica (Northlanders) o el thriller de acción (Los Perdedores); pero ni son de una calidad abrumadora (a lo sumo media o notable) ni suponen la norma en Vertigo. Más de un lector veterano, por supuesto, discrepará enconadamente de estos criterios.

Por mi parte no tengo más que añadir. Espero no haberte asustado ni abrumado con tantísimo material y que te decidas a incorporarte a esta pequeña pero matona legión de aficionados al cómic para adultos de DC Comics.

¡Bienvenido a Vertigo (o eso espero)!