ZN 10 años: Marvel vs DC

10 Años de Zona Negativa

Cuando comenzamos a planear nuestras colaboraciones para el décimo aniversario, pensé rápidamente algo especial sobre lo que escribir.

Confieso que, mi intención –o mi deseo–, habría sido realizar un artículo sobre la Zona Negativa de aquellos tiempos, cuando un individuo llamado Raúl López, tuvo una visión, un sueño, una ilusión… Después, habría tratado su evolución, mencionando a los muchos compañeros que han pasado por la web durante estos años, para finalizar con un pequeño homenaje –sentido y bien merecido– para Raúl y los que ahora nos encontramos a su lado, al frente de este sueño, que ya dura diez años.

Pero, por varias razones –entre ellas un absoluto desconocimiento que no trataré de disimular–, sería incapaz de todo esto más allá –quizá– del último punto.

Entonces, se me ocurrió tratar alguna saga importante, uno de esos eventos que tanto nos gustan a los aficionados pero, en esta ocasión, debido a la escasez de tiempo, estos truhanes a los que quiero desde la distancia, se me adelantaron y coparon la mayor parte de eventos reseñables.

Total, que tenía por delante la importante labor de escribir sobre los diez años de funcionamiento de Zona Negativa, un cumpleaños nada despreciable, y aún no sabía cómo enfocarlo. El tiempo se me escapaba y no era capaz de dar con nada que me satisficiera.

¿Marvel? ¿DC? Ambas pugnaban por copar mi corazón y las palabras que escribo, no sin cierta dosis de humildad, ante el teclado. Al final, desesperado, decidí concederles el protagonismo que merecen y realizar un post que se repartiera al cincuenta por ciento mi cariño por las dos compañías más importantes de cómic americano.

Marvel vs DC

¿Qué haría para ello? ¿Recurrir a los esporádicos cruces que han sufrido a lo largo de los años? No. Esto habría resultado demasiado sencillo y ya sabéis que me gusta exprimirme los sesos un tanto más.

Así que opté por regresar unos años atrás en el tiempo, más atrás incluso de la creación de Zona Negativa, y tratar un par de cómics que lo iniciaron todo –y por todo, me refiero a esos team-up entre editoriales–.

Me retrotraje, por tanto, hasta un momento en que las cosas parecían más sencillas, cándidas e inocentes. Un punto en que la competitividad entre las dos más grandes no logró superar la originalidad de un concepto –hoy manido, pero que en aquel entonces resultaba novedoso– y el respeto justo por el adversario. Así es como nació un tebeo especialmente atractivo que –quizá con excepción de alguna reedición– los seguidores más jóvenes no habrán tenido oportunidad de leer, pero que es muy probable que conozcan, aunque sólo sea de oídas.

Podríamos haberlo definido como: el encuentro del siglo.

De esta guisa, Marvel y DC aunaron esfuerzos por vez primera, creando historia y haciendo confluir los caminos de dos periodistas –probablemente los más famosos del cómic–, Peter Parker y Clark Kent, también –como no– en sus identidades superhéroicas. De este modo, nacía Superman vs el Asombroso Spider-man, un especial tamaño gigante de cien páginas. La ocasión lo merecía.

Maravillosos años setenta, en los que la originalidad no conocía limites. Carmine Infantino y Stan Lee, amigos y directivos de DC y Marvel respectivamente, presentarían el evento sobre el que tantas veces habían especulado a lo largo de los años –no sin la mediación del agente David Obst, que tan meritoria resultó para que el proyecto se materializara–. Bajo la coordinación de Sol Harrison y Sol Brodsky, se comenzó a gestar el cómic. Gerry Conway estaría al frente del guión, asegurando que las cosas estuvieran equilibradas para ambos personajes. El arte correría a cargo de un Ross Andru –magnífico, como siempre–, acompañado por Dick Giordano en las tintas. Sobre ellos recaería la responsabilidad de mostrar a ambos héroes de manera unificada, tarea nada sencilla. Contarían, además, con la colaboración de un equipo de asesores especializados en ambos personajes, cuyo trabajo, me atrevo a añadir, también debió resultar definitorio para la consecución del proyecto. Así, Roy Thomas, Julius Schwartz, Marv Wolfman y E. Nelson Bridwell, aportarían sus consejos y orientarían a los artistas.

No me digáis que no habríais pagado por estar entre ellos en esos días. Debía resultar especialmente excitante y conmovedor participar de las emociones, los nervios y la ilusión de los momentos que precederían al encuentro del siglo: El primero entre Superman y Spider-man. No era cosa baladí.

En 1976, el cómic vería la luz, después de un gran trabajo por parte de todos los participantes.

En su interior, contaríamos con una aventura de Superman que habría de enfrentarle a su archienemigo: Lex Luthor. Esta historia, daría paso a una de Spider-man, que reventaría los planes del Dr. Octopus. Ambas, terminaban con explicación/resumen de orígenes de los héroes incluido. El siguiente capítulo reuniría a los villanos que, como no podía ser de otra manera, se aliarían para escapar de prisión y vengarse de sus némesis. Secuestrarían a Lois Lane y Mary Jane Watson y atraerían así a los superhéroes, provocando un enfrentamiento destinado a destruirlos a ambos –o, con peor suerte, al menos a uno de ellos–. Aquí tenemos otro cliché del medio, el enfrentamiento de dos héroes bienintencionados por circunstancias engañosas. Finalmente, ambos rectificarían, unirían fuerzas y desbaratarían los planes de los villanos, rescatando a las damiselas en apuros y salvando el día.

Os aseguro que, en pocas ocasiones, un cómic me ha dejado mejor sabor de boca. Quizá por la inocencia con que lo leí, siendo yo un infante. Quizá porque ocurría lo imposible, el Universo de ficción de Superman mezclándose con el Universo de ficción de Spider-man. ¡Rayos! Aquello resultaba todo un evento.

Siempre le he tenido un cariño especial a este cómic. Del mismo modo que a su gemelo, que nació cinco años más tarde, en 1981.

Y es que, como si de un terremoto se tratara, este volumen encontraría su réplica en el tomo de escueto título: Batman vs La Masa. Tampoco hacía falta añadir más, la verdad.

En esta ocasión, el guión corría a cargo de Len Wein y el dibujo quedaba en las maravillosas manos de José Luis García López. Dick Giordano repetía como entintador y, esta vez, los asesores eran Marv Wolfman y Mike de Carlo.

Bruce Banner, contratado por Industrias Wayne, se encuentra en un laboratorio en el momento en que el Joker, decide robar un artilugio gamma. Ante el peligro y la violencia del villano y sus hombres, la adrenalina se dispara, convirtiendo a Banner en el coloso esmeralda conocido como Hulk –la Masa, según la traducción de aquellos años–. Batman irrumpe en la escena y se ve obligado a enfrentarse con él, que ha sido engañado –cosas de la vida– por el payaso rey del crimen. Curiosamente, es el hombre murciélago el ganador del combate. Intelecto frente a fuerza bruta. Finalmente, ambos tienen que aliarse para enfrentar la amenaza conjunta que suponen el Joker y el Conformador de Mundos.

Otro de los números históricos, tanto para los personajes, como para los lectores y, por supuesto, para Marvel y DC.

Ellos iniciaron una caterva de episodios que mezclarían los mundos de ficción más importantes del cómic americano. A estos, seguirían otros, como un segundo encuentro entre Superman y Spider-man, la reunión de dos de los grupos más celebrados de aquellos años: La Patrulla-X y Los Nuevos Titanes y, qué decir, aquellos que son más recientes en el tiempo: Punisher y Batman –y viceversa–, Vengadores/JLA, Marvel vs DC y sus héroes amalgamados y otro largo etcétera.

Aunque ahora las relaciones de ambas compañías no resultan tan amistosas, estoy seguro de que, en un futuro no muy lejano, tendremos ocasión de volver a disfrutar de la esporádica unión de fuerzas de nuestros héroes favoritos de uno y otro lado.

Mientras tanto, siempre podremos recurrir a estos cómics, que son parte viva de la historieta y revivir el buen sabor de boca que nos dejó su lectura en su día.

Y, como no, charlar de ellos con los amigos y aquellos que comparten nuestras mismas inquietudes y aficiones en puntos de encuentro como Zona Negativa. ¡Qué duda cabe!

Una de Felicitaciones

Tras ponerme en contacto con algunos emblemáticos personajes de cada una de las compañías, tanto Marvel como DC, todos ellos han coincidido en algo: agradecer a Raúl López la creación de la web y haberse mantenido durante diez años como guardián del sueño que nos acoge a todos, lectores y colaboradores, por igual.

Y ahora, si me lo permitís, ya con un toque de seriedad –que no me durará demasiado–, quería agradecer a todos mis compañeros la acogida que me brindaron cuando me uní al equipo. No puedo olvidar mis primeras conversaciones con Raúl, David y José. El cariño sin reservas que me ofrecieron Alberto B., Alberto M., Jordi, Sergio, Juanjo, Toni, Juan, Miguel y, un poco más tarde, también Mariano, Diego, Raúl M. y Cels.

Cuando entré en la web, me comentaron que lo mejor de todo era la “familia”. Y tenían toda la razón. Sin duda, la calidad humana de los compañeros, su afecto, su generosidad y su apoyo han sido el gran tesoro descubierto en el transcurso de esta experiencia.

No quiero extenderme más, que me pongo sentimental y tampoco es plan, sólo cabe decir algo:

Frente a la tarta de cumpleaños, a punto de soplar las velas con el resto del equipo, informó Iván para Zona Negativa –pedid un deseo…–.