Edición original: ago. 2002/jul. 2003; Vertigo (DC Comics).
Edición España: may. 2010; Planeta DeAgostini.
Guión: Paul Pope.
Dibujo: Paul Pope.
Entintado: Paul Pope.
Grises y separaciones: Paul Pope y Lee Loughridge.
Portadas: Paul Pope.
Rotulación: John Workman.
Formato: tomo recopilatorio de 256 págs.
Precio: 20,00 €.
Presentando al “Destructor de Cómics”
Durante el mes de mayo de 2004, Norma Editorial posibilitó que los lectores españoles entraran en contacto por primera vez con uno de los historietistas más talentosos y originales del panorama contemporáneo: Paul Pope. De esta forma, Heavy Liquid –serie limitada publicada por el sello Vertigo de DC Comics–, sirvió como perfecto anticipo de las filias temáticas y estilísticas apreciables en el resto de su bibliografía, en la que la ciencia ficción se postula claramente como género más recurrente a partir del cual estructurar las historias narradas. Más allá de un guión interesante y entretenido, aunque irregular, este tebeo destacaba por su apabullante plasticidad, por un elegantísimo estilo, fruto de las más dispares influencias, con el que el autor norteamericano hipnotizó a buena parte de quienes se animaron a dar una oportunidad a este atípico cómic. Y a buen seguro que muchos lectores se preguntaron por trabajos previos y planes de futuro de este impactante autor…
Nacido en Philadelphia (Pennsyilvania, EE.UU.) en 1970, Pope se reveló como uno de los colaboradores más activos de la revista Gestalt (1988-1989) que, fundada por Jay Smith y Jeff Fearnside, trataba de hacer valer una de las máximas de la corriente psicológica homónima desde una perspectiva artística: el todo es siempre más que la suma de las partes. Tras esta primera aventura editorial, se sumergió en el mundo de la autoedición mediante la creación de su propio sello, Horse Press, a través del cual daría salida a obras en las que ejercía como autor completo, como Sin título (1993), The ballad of Doctor Richardson (1994) o Escapo (1996).
Pero sin lugar a dudas, la obra que le consagró como una de las grandes promesas del Noveno Arte fue la todavía inconclusa THB (1994-¿2011?), definida por su autor como “una idea salvaje y absurda de hacer una historia sobre un robot-genio mágico que era propiedad de una adolescente (la clase de chica que me gustaba cuando era adolescente) en Marte, en un futuro lejano.”. Una ambiciosa incursión en la ciencia ficción, en la que no faltan homenajes reconocidos a Akira, de Katsuhiro Otomo, Dune, de Frank Herbert, o la saga cinematográfica Star Wars, ideada George Lucas. El buen hacer de Pope en esta colección –convertida en su particular campo de experimentación– tuvo recompensa en forma de nominación a los Premios Eisner de 1995, en la categoría de “Mejor nueva serie”. Parecía tan solo cuestión de tiempo que las grandes editoriales norteamericanas movieran ficha…
Aunque hasta entonces había autoeditado la mayor parte de su obra, lo cierto es que colaboró de forma ocasional con editoriales como Caliber Press –concretamente en la antología Negative Burn (1994-1995)– o Dark Horse Comics, donde desarrolló la serie de temática criminal The one trick rip-off (1997). Encargos asumidos precisamente durante una época en la que tuvo lugar uno de los grandes hitos de su carrera profesional: con motivo de la Convención de Cómics de San Diego de 1994, Pope tuvo la oportunidad de departir amigablemente con representantes de la editorial Kodansha. Un encuentro que arrojó como frutos la colaboración del historietista americano con el gigante editorial nipón, para el que creó títulos como Super Trouble o Smoke Navigator. Aunque la práctica totalidad de este material permanece inédito, lo cierto es que esta experiencia –prolongada durante 5 años– resultó decisiva desde un punto de vista artístico, jugando una influencia decisiva en el perfeccionamiento de su estilo. Sea como fuere, durante esta prolífica etapa terminó haciendo caso a los cantos de sirena procedentes del sello Vertigo de DC Comics, para quien crearía las miniseries Heavy Liquid (1999-2000) y 100% (2002-2003), tebeo que hoy centra nuestra atención.
Así pues, sus colaboraciones con el mainstream se hicieron cada vez más frecuentes, como acreditan su aportación a antologías como Bizarro Comics (2001), Solo (2005), o Wednesdays Comics (2009), diferentes historias cortas o portadas, y la miniserie Batman: Año 100 (2006), con la se alzó con los Premios Eisner 2007 en las categorías de Mejor Serie Limitada y Mejor Escritor/Artista. A su vez, se las apañó para encontrar tiempo que dedicar a otro tipo de proyectos, no necesariamente dentro del mundo del tebeo: diseños para la firma DKNY, carteles publicitarios para la marca Diesel, colaboraciones en el desarrollo conceptual de películas que finalmente no se rodaron –Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay– y esa maravilla titulada Pulphope: The Art of Paul Pope (Adhouse Books, 2006), a medio camino entre el libro de Arte y la recopilación de ensayos.
Pero pese a sus incursiones multidisciplinares, Pope siempre ha reivindicado el cómic como perfecto lienzo en el que dejar constancia de su talento, a través de la asunción de la etiqueta de “Comics Destroyer”, una suerte de noción poética entendida en el sentido de que “para salvar los cómics, tengo que destruirlos.”. Frase lapidaria, a modo de propaganda de agitación, que pretende resumir su voluntad de “asumir como imperativo moral cuestionar todas las reglas y presunciones del medio del cómic (…) tomando prestadas tradiciones y reglas de otros medios artísticos que puedan ser aplicadas con éxito a los cómics.”. Sin lugar a dudas, una ambiciosa declaración de intenciones.
A la espera de comprobar si tiene éxito en tamaña empresa, Pope continúa trabajando a un ritmo frenético en cuatro proyectos que esperemos vean la luz entre 2010 y 2011: por una parte, la ansiada conclusión y reedición de THB por parte de First Second, en forma de cuatro tomos recopilatorios a todo color que a buen seguro harán las delicias de los seguidores de este historietista; por otra parte, Battling Boy, extensísimo tebeo planteado a modo de homenaje al género de aventuras, donde disfrutaremos de secuencias de acción de hasta 50 páginas de extensión que han llamado la atención de la productora cinematográfica Plan B hasta el punto de adquirir sus derechos (más información aquí y aquí); y finalmente, La Chica Biónica y Psychenaut, proyectos contratados por la editorial francesa Dargaud, en diferente fase de desarrollo: mientras del primero apenas se tienen noticias, el segundo avanza a pasos agigantados, tal y como demuestra la celebración de diferentes presentaciones audiovisuales, con Pope ejerciendo como DJ de un collage de imágenes y sonidos alusivos a clásicos de ciencia ficción. Se trataría, en sus propias palabras de “una actualización al S. XXI de los viejos shows de gel light empleados por bandas como la Velvet Underground o Pink Floyd en los años 60.”.
Mientras esperamos semejante aluvión de novedades, toca congratularse porque por fin las editoriales españolas se animen a dar salida a buena parte del material ideado por este autor, como 100%, una de sus obras más redondas, que hoy centra nuestra atención.
100%: génesis y evolución de un proyecto atípico
Para encontrar las raíces de esta serie limitada, es necesario aludir a un acontecimiento ya mencionado en el anterior apartado de este artículo: nos referimos al contrato que unió a Paul Pope con la editorial Kodansha durante cinco años. Un intenso y productivo periodo de tiempo durante el cual este historietista firmó más de doscientas páginas, que en su mayor parte permanecen inéditas. Tal y como explica el propio autor en esta estupenda entrevista, la llegada de un nuevo editor implicó el despido de todos los dibujantes occidentales contratados por el gigante nipón, mediando una generosa indemnización y la devolución de los derechos sobre el material producido. Y atendiendo a las respuestas de Pope publicadas en el correo de los lectores de la cuarta entrega de 100%, sabemos que durante ese lustro desarrolló numerosas propuestas y conceptos, entre los que se encontraban muchas de las ideas que finalmente cristalizaron en esta miniserie.
Tras finalizar Heavy Liquid, los editores de Vertigo ofrecieron a Pope la oportunidad de publicar otro libro, con “carta blanca” en cuanto a la temática. Inicialmente, propuso una serie de historias cortas ubicadas en el mismo futuro cercano ideado para su anterior miniserie, pero se encontró con la petición expresa de que se tratara de una única historia “larga o corta, pero lo suficientemente extensa como para que tenga un principio, un nudo y un desenlace.”. El propio autor reconoce que en el pasado tuvo problemas con el ritmo, con la necesidad de ajustarse a las estructuras narrativas más canónicas, de forma que se obligó a afrontar el desafío de tomar los mejores elementos de las historias cortas que más le agradaban y ensamblarlos hasta dotar al conjunto de cierta sensación de unidad. De este modo, tomó como referentes obras como Contrato con Dios, de Will Eisner, o Cages, de Dave McKean, donde se articulaban diferentes historias en base a convenciones como la vida alrededor de un edificio de apartamentos, o el mero hecho de habitar en una gran ciudad. En el caso de Pope, el nexo común de sus personajes, urbanitas de un futuro cercano, sería un club nocturno llamado Catshack, centro de trabajo de buena parte de los protagonistas.
Centrándose en las diferentes vertientes argumentales de 100%, Pope reconoce que la historia de John y Daisy surgió durante los primeros meses de su experiencia con Kodansha: “su pequeño romance se desarrolló durante 5 años, hasta que adquirió su forma final. No es sencillo escribir melodrama. Siempre parece tan… melodramático. Un campo de minas que muchos escritores tratan de evitar. ¡Pero yo no! Publiqué una versión provisional de esta historia en Buzz Buzz Magazine (1996), por si alguien se preocupa de comprobarlo.”. En cuanto a Haitous, se inspira en los relatos de luchadores vistos en las grandes historias de boxeo americano de Jack London: A piece of steak y The Mexican, así como 50 Grand, de Ernest Heminghway; dos clásicos literarios a los que habría que sumar la influencia de An Open Boat y Three Blind Mice, de Stephen Crane. Pero tratándose de Pope, era de esperar la inserción de algún elemento autobiográfico, que dejando a un lado el parecido físico que guarda con John, está presente por partida doble: la utilización de experiencias personales –vividas en primera persona o relatadas por amigos y conocidos– para enriquecer el contexto de las historias narradas, y los problemas con los que se topa Eloy en relación a sus aspiraciones artísticas, pasajes que al parecer están inspirados directamente en sus vivencias como estudiante de Arte en la Universidad Estatal de Ohio. Un periodo durante el cual comenzó a “desconfiar acerca del ‘mundo del Arte’ como tal. El peloteo y las intimidaciones intelectuales me revolvían el estómago. La lucha de Eloy –la buena y genuina lucha del artista joven– seguro que provoca el sentimiento de identificación de muchos lectores que probablemente se están enfrentando a una situación parecida.”.
En cuanto al resto de personajes, y el mundo en el que habitan, llegaron con el paso del tiempo, junto a la influencia de escritores de ciencia ficción como Philip K. Dick, William Gibson, H.G. Wells o Robert Heinlein, que jugaron una influencia decisiva en el resultado final. No es éste un género ni mucho menos desconocido para Pope, quien en la contextualización de las historias narradas se ciñe al paradigma de la ciencia ficción –analizar la evolución y las consecuencias futuras de preocupaciones del presente–, presentando un futuro distópico tremendamente plausibe y consecuente con el tiempo en el que vivimos, además de afanarse en el planteamiento de ingenios tecnológicos y detalles consuetudinarios sumamente interesantes.
Retomando la intrahistoria editorial de la obra, cabe señalar que el dibujante y guionista natural de Philadelphia terminó presentando a los editores de Vertigo una propuesta de 32 páginas estructuradas en 11 puntos, 15 páginas de diseños de personajes, y una descripción de escenas reflejadas en “un guión cinematográfico para esta película gráfica”. Es ésta –la de “película gráfica” o graphic movie, en el original– una noción curiosa, alusiva a su fascinación por las primeras películas mudas: “adoro la pantomima, la ópera, la velocidad y el ritmo, los gestos… Al tratarse 100% de una historia futurista y un romance, pensé que podría funcionar hacerla parecer como un artefacto procedente del futuro, pero que tiene esa vieja cualidad, de forma que recuerde a las viejas películas de Louise Brooks o Valentino.”.
Sea como fuere, la propuesta terminó siendo aceptada, de forma que Pope recibió el contrato en mayo de 2000 y comenzó a trabajar en la serie en agosto de ese mismo año. Un largo viaje que se materializó en una primera edición mensual en formato grapa (serie limitida de 5 entregas, publicadas entre agosto de 2002 y julio de 2003), a la que le seguiría la inevitable versión en trade paperback (abril de 2005), reeditada recientemente en dos formatos: hardcover (abril de 2009) y sofcover (abril de 2010), ambas acompañadas de material adicional. En cuanto a la edición española, decir que la espera ha sido sencillamente eterna, hasta que en mayo de 2010 y con motivo del Salón Internacional del Cómic de Barcelona, Planeta DeAgostini Cómics se animó a publicar un tomo recopilatorio encuadernado en cartoné, dentro de su línea Vertigo Voices. Una edición que comentaremos junto al resto de la valoración personal.
Argumento
Año 2038: las grandes multinacionales predicen récords de ventas; la ONU y los Estados Unidos debaten la activación retroactiva de patentes de material genético de embriones posthumanos; los dirigentes del fútbol europeo tratan de organizar el primer partido de fútbol entre humanos y robots; se desenmascara un círculo de tráfico de material genético en Tailandia, Corea y Japón; estudios de UNICED demuestran que determinados virus de ordenador que se transmiten por el aire también se propagan por algún tipo de contacto humano… Infinidad de noticias, nada halagüeñas, que llegan hasta millones de hogares a través de sus terminales holográficos de V-Jak. Un flujo constante de información que fomenta el entretenimiento evasivo, con los combates y danzas “gastro” ganando popularidad a pasos agigantados.
En este contexto, nuestra mirada se desvía hacia Nueva York, donde la creciente inseguridad ciudadana y la presencia policial/militar masiva no impiden que numerosos ciudadanos disfruten de las bondades del popular club Catshack. Tal y como rezan las descripciones de diferentes guías, el local, ubicado en el centro de Manhattan, cuenta con “tres pistas muy activas, cinco bares, una escultura de cinco metros de altura de una mujer gato y un piso superior en el que se llevan a cabo exhibiciones Gastro.”. Precisamente en este local confluyen de algún modo las vidas de seis personajes: John, antiguo estudiante de Literatura Medieval metido a lavaplatos; Kim, camarera del local; Daisy, bailarina recién llegada a la ciudad; Haitous, luchador a punto de enfrentarse a su último combate; Strel, jefa de las bailarinas del Catshack; y su primo Eloy, quien intenta hacerse un hueco en el circuito artístico local. Seis vidas cuya interrelación se identifica durante un periodo de dos semanas…
La obra, en palabras de su autor
- Acerca del título de la miniserie: “Quería irrumpir con un título que fuera más bien un eslogan. Como un buen álbum de rock que tiene un título que está abierto a diferentes aplicaciones, más que a describir el contenido del libro. Expresa una actitud o comunica una afirmación de algún tipo. Como Be here now, (What’s The Story), Morning Glory? o A northern soul. Tienen actitud. (…) 100% tiene un montón de aplicaciones dependiendo de en qué perspectiva o énfasis del libro te centres. (…) Salpiqué el libro de guías visuales que se relacionaban con el número cien. Cosas como billetes de cien dólares, maletines con cientos de cosas dentro, mostrándolo en el libro de forma que añade montones de capas a su lectura, si estás prestando atención.”. (17/03/2002; Comic Book Resources).
- Acerca del argumento de 100%: “Diría que se trata de una película gráfica. Va acerca de las relaciones, y se desarrolla durante un corto periodo de tiempo, en un lugar muy específico, que es la Nueva York del futuro. Es la historia de seis personas, básicamente, que integran tres parejas. Sus vidas giran en torno a una especie de extraño club de striptease. Así que es la historia de sus interacciones durante un periodo de dos semanas.”. (17/03/2002; Comic Book Resources).
- Acerca de la inspiración principal de 100%: “Fue El Hombre en el Castillo –Man in the High Castle– de Phillip K. Dick. En realidad ese libro trata acerca de tipos que hacen falsificaciones de antigüedades de valor incalculable, pero está ambientado en un mundo en el que los japoneses y los nazis ganaron la II Guerra Mundial y despedazaron los Estados Unidos. Es un trasfondo realmente interesante, y hay un momón de cosas geniales en esa historia. Pero es solo la idea material, no acerca de la historia en sí misma.”. (19/04/2010; Ain’t It Cool News).
- Acerca de la colaboración con Lee Loughridge: “Le dije que quería que 100% pareciera la tercera fotocopia de una gran novela gráfica francesa en un papel horrible. Trabajamos sobre la sensación granulada de los tonos grises de 100%, que llamamos ‘fotocopia sucia’ (dirty xerox).”. (diciembre de 2002; Correo de los lectores de 100% #4)
- Acerca de la «Banda Sonora» de 100%: «Recomiendo escuchar Ocean Songs de Dirty Three, o Head Music, de Suede, mientras leeis 100%.» (diciembre de 2002; Correo de los lectores de 100% #4)
- Acerca de la simpleza de sus historias: “Es intencionado. Por ejemplo, en 100% el protagonista se llama John porque en Estados Unidos es el nombre más común. Y mi John es lavaplatos porque es un trabajo que mucha gente ha tenido de joven. Así que ahí lo tienes: un hombre joven, se llama John, está enamorado y tiene un trabajo de mierda… como todo el mundo (risas).”. (20/08/2006; Con C de Arte, entrevista publicada con anterioridad en la edición impresa de la revista ROCK DE LUX).
- Acerca de la presencia de avances tecnológicos en sus obras: “Creo que la tecnología y sus aplicaciones en la ciencia ficción deberían estar equilibrados entre lo fácil de comprender sin demasiado esfuerzo y lo incomprensible.». (27/04/2010; Pulphope Twitter).
- Acerca del desarrollo de la acción en ambientaciones futuristas: “Las historias que tienen lugar en la época contemporánea tienden a aburrirme, me gusta mucho más lo romántico y el absurdo, me gustan las locuras. No creo que los comics tengan que estar enmarcados en la realidad, me gusta mucho más la imaginación desbordante de Dr. Seuss, Jack Kirby o Moebius.”. (12/02/2009; Zona Negativa).
Análisis técnico
El trabajo de un autor como Paul Pope, que en la inmensa mayoría de sus proyectos vierte talento e inconformismo en cantidades industriales, permite un análisis detallado del estilo, las herramientas y las técnicas narrativas empleadas. En definitiva, un comentario centrado en cómo saca el máximo partido a la infinidad de recursos que un medio tan rico como el cómic pone a su disposición. Las líneas que siguen a continuación pretenden analizar el trabajo de Pope en 100%, probablemente una de sus obras más completas. Todo ello sin ánimo exhaustivo, partiendo de los limitados conocimientos de quien escribe estas líneas y animando a cuantos lean este escrito a dejar constancia de sus impresiones en los comentarios de este artículo. Entremos en materia…
- Comenzamos haciendo referencia a uno de los aspectos que más llama la atención de este autor: su personalísimo estilo de dibujo. En numerosas ocasiones, Pope ha dejado constancia del cúmulo de influencias que ha derivado en la conformación de un trazo único, tremendamente especial e inmediatamente reconocible. Desde Jack Kirby hasta Frank Miller, pasando por Hergé, Guido Crépax, Pablo Picasso, Milton Caniff, Hugo Pratt, Katsuhiro Otomo, Alex Toth, Moebius, Jeff Smith o Robert Crumb, por citar tan solo algunos ejemplos. La lista es interminable, y un lector mínimamente versado podrá apreciar que los ilustres nombres enunciados pertenecen a épocas, tendencias y estilos tan varidos que bien podrían resultar antitéticos. La gran virtud de Pope es observar a aquellos “artistas que escriben y dibujan sus propias historias con unos objetivos y metas personales” y dejarse seducir por “los estilos personales, dinámicos, obsesivos” para aprender –y aprehender– cuanto le interesa, incorporando a su propio estilo rasgos y detalles ajenos, sin por ello caer en el puro mimetismo. Un proceso de enriquecimiento que resulta natural y fluído, fiel a la esencia de sus nociones y preferencias estéticas, de forma que el lector puede llegar a detectar esas influencias, sin que su identidad e individualidad artística se resienta en el proceso.
La sensación que desprenden los ambientes y personajes dibujados por Pope es realista, sin caer en el sentido más exagerado de la palabra: evocan vida y actividad, gracias a ese línea enérgica, frenética, espontánea y visceral. Observamos cómo dentro de la coherencia de proporciones, las figuras esbozadas por el autor parecen sinuosas, consecuencia de la soltura de su lápiz. Recurre a la línea curva con frecuencia y se decanta por rasgos anatómicos muy marcados, que confieren una tremenda personalidad a sus protagonistas –pómulos y labios carnosos, ojos y manos sumamente expresivas–, cuyo lenguaje corporal contribuye a enriquecer y diferenciar su caracterización física y psicológica: cada personaje se comporta y “se mueve” de un modo muy concreto, destacando de forma especial la variedad de posturas esgrimidas y la forma en que aborda cada rincón de la anatomía humana, plasmando en viñetas perspectivas atrevidas, inusuales y atractivas.
- Íntimamente ligado a su trazo está otra de las grandes señas de identidad de este autor: su inconfundible y vigoroso entintado. En cuanto ha tenido la oportunidad, Pope ha dejado constancia de la importancia que concede a esta parte del proceso creativo, definiéndolo como “la alegría de los cómics”, al tiempo que despeja cualquier tipo de duda acerca de si prefiere asumir esta faceta en lugar de delegarla en otro profesional: “el entintado es una expresión muy pura en el proceso artístico, pero cuando trabajas con alguien más, tienes que ser como un Director. Si quieres algo sobre la mesa, será mejor que dibujes todo lo que quieras cuanto antes (…) Estoy acostumbrado a una aproximación ‘de capa y espada’ a mi arte. Mi línea de tinta es como una espada cruzando la página, y cuando trabajo con alguien más, parece como una daga, o algo extraño.”.
Su línea de tinta se modula con sutileza cuando es necesario, aunque predominan los trazos gruesos. Define perfectamente fondos y contornos, y abandona el grosor habitual para tratar con suma delicadeza determinados detalles. Y por descontado, emplea a la perfección manchas de negro que propician efectivos juegos de claroscuro. En relación al entintado, es necesario señalar la colaboración con Lee Loughridge, quien asume la aplicación de grises con gran acierto. No solo propicia el “efecto fotocopia” mencionado en el apartado anterior, sino que también contribuye a la definición volumétrica y la distinción de planos.
- Para los más curiosos, en cuanto a los materiales que suele emplear Pope, decir que recurre a “lápices HB y pinceles de pelo sintético o natural, tinta Sumi japonesa y papel sin ácido. Prefiero no usar rotuladores y plumas para mis publicaciones, prefiero usar herramientas tradicionales. Sólo uso el ordenador si es absolutamente necesario. Insisto, prefiero los métodos tradicionales.”. Podemos completar esta información indicando que, tal y como comenta en el correo de los lectores de 100% #5, para esta miniserie empleó lápices Staedtler Mars Lumograph HB, y pinceles Silverado, de la marca Yasutomo, especialmente los números 000 y 0, así como los números 3 y 5 para fondos negros. En cuanto a gomas de borrar, se decantó por la Magic Rub Eraser de la marca Sanford.
- Por lo que a la planificación de página se refiere, Pope opta de forma muy frecuente por una retícula de cuatro líneas, con predominio de una disposición de 2×4, siendo una de las dos viñetas ligeramente más ancha que la otra. Esta proporción respecto a la anchura resulta alterna en cada línea de la retícula (ejemplo), propiciando un efecto que no solo resulta interesante desde un punto de vista puramente estético, sino que también influye de forma decisiva en la potenciación del ritmo e interés de aquellos pasajes en los que siempre se corre el riesgo de perder la atención del lector: las conversaciones entre los personajes.
Como no podía ser de otro modo, la disposición de viñetas varía dependiendo de los requerimientos de cada escena, pudiendo observarse la oportuna introducción tanto de viñetas que ocupan el ancho de página como de splash pages, bien sea a modo de plano de situación, para facilitar la presentación de personajes, o con fines enfáticos, esto es, para el subrayado de escenas especialmente significativas desde el punto de vista emocional o argumental.
- Evidentemente, la planificación de página obedece al enfoque del autor en cuanto al aspecto narrativo de la obra. Y en este sentido, Pope se desenvuelve con gran soltura y acierto, dando lugar a escenas memorables tanto desde un punto de vista puramente estético, como por el ritmo y la emotividad que transmiten determinados pasajes. Resulta clave en este sentido una arriesgada alternancia de planos y perspectivas, de modo que cada conversación presenta un tempo único. Como ejemplos a destacar: el “regateo” en la compra de la pistola, la sinfonía de teteras de Eloy, la conversación entre John y Daisy en la Sala 4-D –donde intercambian versiones del mito de Tristán e Isolda–, o el capítulo 12 del tebeo, en el que que se intercala la narración de las escenas protagonizadas por dos de las parejas que acaparan el protagonismo de 100%. Cabe rasaltar que esta estructura argumental / narrativa, en cuyo análisis y comentario suelen ser recurrentes los nombres de cineastas como Robert Altman o Quentin Tarantino, obedeció a una sugerencia de un editor de Vertigo (¿Shelly Bond?). Y lo cierto es que funciona a la perfección.
Apuntar que una de las grandes virtudes de este historietista es la narración de secuencias de acción, reflejo de un sentido del ritmo más cercano a concepciones orientales. Y aunque apenas nos encontramos con secuencias de acción pura y dura –el combate de Haitous–, no es menos cierto que las “interpretaciones gastro” de Daisy resultan sencillamente espectaculares en su concepción y desarrollo. Un deleite visual.
- Finalizamos este apartado con una referencia obligada, centrada en la utilización de un recurso al que no siempre se le saca todo el partido posible: las onomatopeyas. En este sentido, el trabajo de Pope es, una vez más, encomiable. Demuestra que la originalidad no está reñida con la efectividad, jugando con la cantidad y el tamaño de las onomatopeyas, de modo que define a la perfección la gradación de la intensidad de los sonidos “reproducidos”, sin arrugarse ante la multiplicidad sonora en las escenas más ruidosas, donde combina diferentes grafismos con una eficacia a la que se suma el impacto estético.
Esta circunstancia, lejos de lo resultar “gratuito” o innecesario contribuye a especificar y definir a la perfección la ambientación de las escenas, con el valor añadido de integrarse a la perfección en el diseño de página. Nada sobra y todo cabe, tal y como se puede apreciar en los diferentes ejemplos gráficos aquí plasmados.
Trilogía futurista: visitando una Nueva York hipotética
Hemos hecho referencia con anterioridad a la predilección de Pope por la ciencia ficción, apreciando la sensación de “desplazamiento” que provoca en el lector, quien al mismo tiempo reconoce inmediatamente los dilemas planteados. Dice el autor: “me encanta entretenerme con una idea a modo de Cubo de Rubik, y aproximarme a ella como si fuera un problema algorítimico para intentar resolverlo.”. Y lo cierto es que, en el momento en el que abandonó los paisajes marcianos de THB para ofrecer su particular interpretación de la Nueva York del futuro, encontró su perfecto campo de juegos, al que regresar con frecuencia para relatar “historias casi mundanas, puestas en un ambiente extraño.”.
La primera experiencia se materializó en las páginas de Heavy Liquid, cuyo argumento fue resumido por José Torralba del siguiente modo, en el artículo dedicado a esta serie limitada: “en un futuro cercano, un detective conocido únicamente como S trabaja encontrando personas y, en ocasiones, cosas, gracias a su perspicacia y a una muy evolucionada tecnología. Su último encargo consiste en acumular cierta cantidad de un extraño meteorito para un millonario excéntrico, aunque tal tarea apareja dos grandes inconvenientes. El primero y más importante es que S se ha hecho adicto a una sustancia que se obtiene calentando el meteorito y que, tras introducirse por el oído, proporciona la capacidad de aumentar la resistencia física, la agilidad y la percepción en general. El segundo, que el crimen organizado sabe de esas propiedades y está buscando cuantos trozos de meteorito pueda reunir para comerciar con ellos. Toda esta trama se complica cuando el millonario le comunica la segunda parte del trabajo: encontrar a una artista desaparecida, antigua amante de S, para que talle el meteorito y cree una escultura única.».
Una estructura de thriller puesta al servicio de este primer acercamiento al Pope-o-verse, tal y como ha sido denominado este universo ficcional. Para 100%, Pope optó por abandonar el envoltorio de género, centrándose en la interacción de personajes. Pinceladas de melodrama y romance en una obra más redonda que su predecesora, que contribuyó a definir de forma más específica esa Gran Manzana hipotética. Y lo cierto es que la experiencia resultó tan satisfactoria que el autor estaba encantado con la idea de revisitar su pequeño rincón diatópico: “Es algo seguro. La propuesta está sobre la mesa, tan solo están esperando que escriba un resumen argumental de unas 1.500 palabras, para que sepan dónde comienza y dónde termina. (…) No me parece aburrido o reiterativo revisitar ese lugar. Cuanto más lo exploro, más cuenta me doy de que hay capas y capas por desvelar.”.
Sin embargo, un mito se cruzó en su camino, en forma de propuesta de DC Comics para abordar su propia visión del Hombre Murciélago. El resultado: la orwelliana Batman: Año 100, miniserie acerca de la que Alberto García Marcos (El tío Berni) comentó lo siguiente: “Pope tira por el lado detectivesco del personaje, retomando además situaciones paralelas a las que ya leímos en el Batman: Año Uno de Frank Miller y David Mazzucchelli: policía corrupta, primer encuentro entre Gordon y Batman, artilugios varios y torpezas de la “leyenda urbana”… Entiende que Batman es un personaje sin psicología (como bien apuntó en su momento Mazzucchelli) y que como mejor funciona es en su universo de ficción, como figura mítica, tal como lo entendió Miller en sus distintas aproximaciones al personaje, en oposición al modelo Watchmen.”.
El propio Pope considera Año 100 como una suerte te tercera parte integrante de esa trilogía futurista que tenía en mente, siendo Nueva York sustituída por Gotham City. Pero lo cierto es que recientemente el autor dejó abierta la posibilidad de regresar a este emplazamiento ficcional en el que tan a gusto se siente, al tiempo que reveló detalles acerca de la obra contratada por Dargaud: ”Quizá una vez que tenga una nueva perspectiva acerca de lo que es el romance, o el modo de hablar acerca del mismo. Quizá Psychenaut es la continuación, por tratarse de un proyecto muy personal e íntimo, aunque en otra dirección. Hay sexo y muerte en Psychenaut, pero es todo psicológico.”.
Si el lector ha llegado a este punto del artículo –mi eterno agradecimiento por tamaño ejercicio de paciencia–, se podrá hacer una idea de la admiración que siento por este artista, a quien intento reivindicar en este “palestra virtual” en cuanto tengo la más mínima oportunidad. Desde el momento en el que leí Heavy Liquid, sentí un interés desmesurado, claro ejemplo de ese tipo de relación, tan ocasional como intensa, que muy de vez en cuando surge entre determinadas obras y determinados destinatarios. Una sensación que, a pesar de escapar a interpretaciones racionales, he tratado de argumentar de forma escrita en las líneas que preceden a esta suerte de epílogo.
De entre las obras firmadas por Paul Pope que he tenido la oportunidad de degustar, probablemente 100% es la que considero más redonda, más completa e inspirada (a falta de leer en condiciones THB): por el aspecto puramente artístico, anteriormente comentado; por presentar una distopía tan creíble y desgraciadamente cercana; por esforzarse en reflejar la evolución lógica de determinadas tendencias y costumbres de la sociedad contemporánea; por animarse a discurrir ingenios tecnológicos tan versosímiles y curiosos; por plantear una crítica tan evidente al mundo del Arte; por saber articular seis historias reflejo de tres tipos tan diferentes de relaciones –tocada, pero no hundida, pasional, inocente–; por poner un final a la altura; e, inevitablemente, por interpretaciones de la obra hechas en clave personal. Muchas razones que me instan a realizar la más efusiva de las recomendaciones.
Llegado el turno de comentar la edición española, por cuenta de Planeta DeAgostini Cómics, cabe comenzar por una crítica hacia el diseño, propio de la línea Vertigo Voices: un despropósito fruto de la voluntad de insertar el horrible logo ideado para distinguir los títulos de esta colección, la imperiosa necesidad de destacar el nombre del autor hasta el punto de hacer confusa la identificación del título de la obra –aunsente en el lomo del tomo, por cierto– y la decisión de obviar las portadas de los tomos recopilatorios originales en beneficio de una de creación propia, que combina la portada de 100% #5 con los colores de la edición recopilatoria publicada de forma más reciente en Estados Unidos. Cabe preguntarse si realmente era necesario… Más allá de esta apreciación, totalmente condicionada por gustos personales, apuntar que la edición española incluye textos de Pope a modo de extras: introducción, noticias ficticias que contextualizan esta Nueva York hipotética, y bocetos, echándose en falta las portadas originales. De todos modos, estas pegas –a las que habría que añadir un par de errores menores de rotulación y traducción– no evitan una valoración muy positiva, no solo por la presencia del tomo, sino también por el mero hecho de ver publicada esta obra en España.
Los próximos meses se antojan muy intensos para los seguidores de este autor, por estar a la espera de que buena parte de sus proyectos pendientes vean la luz. Pero mientras tanto, tenemos la ocasión de disfrutar con este tebeo, en opinión de quien escribe estas líneas, de lo más destacado que se ha publicado durante el año en curso. Un cómic firmado por quien parece totalmente integrado en la comunidad artística de neoyorquina, consciente de estar en una posición de privilegio para alcanzar su objetivo, que no es otro que reivindicar las infinitas posibilidades que ofrece la historieta como medio de expresión artística, y la voluntad de “crear cómics mundiales, del S. XXI, historias en un medio como el cómic, que pueden llegar y decir algo a gente de cualquier lado.”.
Un grandísimo historietista y un tipo al que siempre merece la pena “escuchar”, no solo en relación a la verbalización de sus pensamientos artísticos, sino también desde una perspectiva metafórica, en cuanto a la transformación de esas palabras en viñetas y bocadillos.
- .Comenzamos la sección de links con el inevitable Pulphope: blog de Paul Pope, donde el autor cuelga imágenes y reflexiones, no solo de proyectos personales, sino también de otros artistas. Imprescindible, aunque cada vez actualiza con menos frecuencia.
- .Como complemento a Pulphope, nada mejor que la cuenta Flickr de Pope, donde el historietista cuelga una significativa cantidad de imágenes. No tiene desperdicio.
- .DKNY Jeans Paul Pope collection website.
- .Las redes sociales no podían permanecer ajenas a este creador (y viceversa): cuentas de Facebook (no oficial), Twitter y MySpace.
- .Continuamos con diferentes fichas bio/bibliográficas, como la entrada en la Wikipedia, Lambiek.net, o Comicbookdb.com.
- .Entradas centradas en 100%, en la Wikipedia anglosajona y en Comic Book Database.
- .Llega el turno de poner a vuestro alcance una buena recopilación de diferentes entrevistas realizadas a Paul Pope, tremendamente recomendables (el autor no da puntada sin hilo), publicadas en: Zona Negativa, Con C de Arte, Entrecómics (traducción de una entrevista realizada por Sean T. Collins), Ain’t It Cool News, Comic Book Resources (centrada en 100%), MGZN (vídeo), Graphic NYC (vídeo), Comic Related (vídeo), Wired, Comic Geek Speak (podcast), Lost at E Minor, Pulp (The Manga magazine), The Comics Journal, Suicide Girls y This is Debaser.
- .Reseñas de Batman: Año 100 publicadas en Zona Negativa, por Alberto Morán y r Alberto García Marcos (El tío Berni).
Enhorabuena por el artículo. Yo también soy fan total de Pope. Esperemos que gane más adeptos aún con esta estupenda obra recién aparecida por nuestros lares. Y si alguien tiene alguna duda aún, pues que se lance a por el BATMAN AÑO 100 y sus dudas desaparecerán! Salu2 desde aquí!
Yo leí Heavy Liquid, edición de Norma, gracias a la oferta del Carrefour de al lado de casa, y dije… ¿por qué no?. Por 2’50 c/u compré HL y el Diablo de Azzarello.
Me sorprendió muy gratamente. Pope tiene un estilo muy peculiar de contar las cosas.
Los tonos de morado que tenía, la expresividad de los personajes. En definitiva, buén material para pasar un buén rato leyendo.
No sé que tal estará el 100% este, pero si tiene la misma calidad que Heavy Liquid, pués puede que caiga en algún momento.
Muy buén artículo. Conciso, explicativo y correcto.
Muy buen articulo. Pope es de lo mejorcito en la actualidad, hace caer la baba a todos los lectores de comics que lo leen algun dia. Es un material que merece la pena comprar.
De Pope tan solo he leido el Batman año 100 pero tras leer tu artículo voy a darle una oportunidad a esta obra, brutal articulo David, sencillamente espectacular 🙂
Muy buen articulo o mas bien ponencia David, mejor explicado imposible
Genial el artículo, congrats, ha debido conllevar una gran labor documental…
Acabo de leer el 100% y me ha encantado. Desconocía algunos datos técnicos que comentas (como eso de los grises de fotocopiadora, que era algo que me había llamado la atención, pensando hasta que punto podía ser intencionado… ya veo que del todo…)
Como guionista, dibujante, y (qué carajo!) teórico Pope me parece genial… Lo veo como un eterno explorador lo que conlleva en ocasiones aciertos descomunales y en (las menos de las veces) curiosos desaguisados (personalmente del Batman Año 100 lo que más me gustó fue la historia corta del Batman berlinés…) y cosas como Escapo (y puede que Battling boy por lo que comentas… Veremos) me parecen más como una suerte de ineludible estudio de la narración completamente independientes de la historia (lo que es genial, nada malo con eso, como suerte de Sketchbooks pero más centrados en el movimiento, el dinamismo, el tempo y la narración que en cualquier otra cosa… como vomitonas cimiquiles puras)
A ver si es cierto que vamos viendo esos proyectos y si van asomando por la dichosa Espuña (y si no, aún así nos haremos con elles… sigh)
Su anhelo de ese cómic universal me parece difícil, todo sea dicho. A la hora de la verdad le gustan esas «complejidades simples» que parecen tirar del pie a un amplio espetro de público, pero mientras podamos disfrutarlo y eso le de ánimos cada día…
Curiosamente, ya en 100% a lo que más me recordaba Pope era a la ambientación urbana de la trilogía del Sprawl del mentadado William Gibson (en la que «La calle encuentra sus propias aplicaciones para las cosas«) y algunas de las películas de Hal Hartley, más que nada por la peculiar forma que tienen sus personajes de ir dando bandazos hasta encontrarse en las situaciones más inesperadas para comenzar curiosos diálogos de besugos (que a fin de cuentas son lo que les da tridimensionalidad, no estar soltando punchlines testosterónicas…)
peazo de articulo, mis mayores felicitaciones.
desde los articulos de la otra america, hacia timepo q no me enganchaba a leer y me introducia de lleno en el texto.
destacar tu critica a la publicacion española (eso de q hacia confusa la distincion dle nombre debido a los clores y tamaño dle nombre dle autor), pensaba q era un 100% paul pope, como un grandes obras o algo asi.
felicidades de nuevo, este 100% y probablemente el batman año 100 entren en mi cesta d el acompra de este mes.
un saludo y un abrazo
Muchas gracias por los comentarios. Son ya unas cuantas semanas arañando minutejos sueltos para avanzar un poco en la preparación del artículo, pero el atracón de ayer tarde/noche fue brutal (aunque divertidísimo). Si a eso le sumamos un visionado matinal de «Primer», me encuentro en un estado mental bastante extraño… sigh. Así que disculpad cualquier incongruencia.
Mikel, JackHawksmoor, Raúl, Hammanu, muchas gracias! Me alegro de que haya gustado.
El Cansino, precisamente uno de los aspectos que más me sorprendieron de Heavy Liquid fue la combinación de su tinta habitual con los tonos rojo e índigo. Pero me gustó bastante más 100%. Y la verdad es que no esperaba que tildaran este artículo de «conciso» 😀 Gracias por tu comentario.
pepe grayson, se agradecen tus palabras. Si finalmente te animas con Batman: Año 100 y 100%, ya contarás qué tal.
paciente R, muchas gracias. Coincido en casi todo lo que comentas: el interés de sus obras es desigual, entendiendo los tebeos como un «todo». Pero creo que en cada uno de ellos se pueden apreciar intentos, experimentos, pruebas (lo del «efecto fotocopia» también me sorprendió mucho), aproximaciones y exploraciones del medio tremendamente interesantes. Reconozco que me intimida bastante abordar su trabajo por lo mucho que me flipa a casi todos los niveles. Pero de forma especial su concepción del movimiento me parece sencillamente brutal.
También dudo que alcance ese objetivo aparentemente inalacanzable, pero desde luego talento le sobra para dar y regalar. Personalmente, me conformo con que siga haciendo tebeos durante muchísimos años; y que siga animándose a conceder entrevistas tan jugosas: flipantes a nivel teórico. No da puntada sin hilo y se nota que le apasiona el medio.
Gracias por el comentario y por ese peacho de sketchbook publicado por Polaqia. Me flipó 😉
Por cierto, antes de profundizar en el tema, también vi clara esa conexión con William Gibson, pero es un caso un tanto extraño, ya que al repasar entrevistas me encontré con que en algunas la reconoce, y en otras parece renegar de su influjo. Uhm…
David, un artículo absolutamente cojonudo y con una documentación (madre mía, ¿de dónde has sacado tanta?) apabullante. Felicidades, y un placer que te hayas animado a hacer esta incursión en la sección Vertigo. Cuando quieras, donde quieras, y con el tebeo que quieras, ya sabes: a repetir 😉
Gran artículo y gran Paul Pope.
100% es un lujazo.
¡Que maravilla! Para mí es el descubrimiento del año (y de los últimos…)
¿Es que no hay nadie más que haga esto?
Me bajo a Norma a completar la trilogía
Chauuu
Pués no tendré más remedio que pillarme 100% un día de estos. Si me gustó Heavy Liquid, disfrutaré con este. Es bueno, muy bueno, leer cómics «diferentes» de vez en cuando. Me gusta mucho Vertigo cómo línea.
Lo primero, felicidades por el artículo.
Lo cierto es que tenía reticencias y curiosidad a partes iguales con Paul Pope en general y con esta obra específicamente. Pero creo que me has convencido de que le de una oportunidad de la que no creo que vaya ha arrepentirme.
Supongo que irán cayendo poco a poco el resto de obras.
Un saludo
Supongo que cuando dices que algunos de sus proyectos van a ver la luz pronto, te refieres a las ediciones americanas. Esperemos que los editores se animen a acabar de publicar la obra inédita en castellano de Paul Pope, material como Escapo o THB creo que se lo merecen.
Bueno, gracias a todos, de nuevo! 😉
Damián, ojalá se animen con Escapo y otras tantas obras, más lejanas en el tiempo. Pero no tendría sentido atreverse ahora con THB, cuando dentro de poco First Second publicará una edición integral en 4 tomos, coloreados por Pope. No es una simple reedición, sino que incluirá material inédito (la conclusión de la serie) y páginas replanteadas. Pero vaya, tengo clarísimo que en este caso me podrá la impaciencia: encargaré la edición americana en cuanto sea posible!
Un saludo!
paul pope es un rock star del comic
amo su estilo
ustedes que viven en españa por favor presionen para que publiquen mas de el
saludos
Curiosamente de THB sólo tengo un número y es precisamente el que has puesto en el artículo.
Hace tiempo que descubrí a Pope y me fascina todo su trabajo. Hace años, en un viaje a Londres, encontré Escapo y cometí el error de regalárselo a un amigo pensando que seguro que lo publicaban por aquí tarde o temprano… todavía estoy esperando.
Por cierto, muy buen artículo;)
Pope es un crack, hombre
(el artículo es desbordante, ¡qué erudición! ^^ los enlaces a entrevistas en video son muy buenos, éste hombre tiene el carisma de una estrella del rock, y además majete)
Arf, arf, arf, lo siento llego tarde, cuando vi el articulo y su extensión supe que me tendría que sentar tranquilamente a leerlo y disfrutarlo. Y carajo, lo he hecho.
Un articulo magnifico, lleno de información, referencias y pasión. Me encanta de verdad.
Yo descubrí a Pope en la publicación de Solo y posteriormente con Batman año 100, ambas me encantaron. El estilo de Pope es simplemente abrumador en todos los aspectos y sobre todo en el gráfico. Yo siempre lo he calificado como un dibujante estilo Kirby aunque algo mas orgánico que este, las lineas de Pope son mas curvilíneas no tan angulares como las del maestro. Aunque esta claro que tiene otras influencias, eso si yo no reconozco ni la mitad de las que das en el articulo.
Me ha encantado la referencia al material y forma de impresión. Es muy interesante como el autor llega a seleccionar un material y rotulación para que la obra parezca mas «gastada» y que se adapte a la atmosfera del relato, me encanta.
Tengo el cómic de 100% desde hace unos días aparcado en mi mesilla de noche en espera de turno de lectura, con este articulo creo que acaba de subir unos puestos. Estoy seguro de que después de leer tu articulo lo disfrutare aun mas, Gracias David.
Grandioso artículo. Muchísimas gracias!
Gracias a todos por animaros a comentar 😉
Felicidades David. Este artículo es de lo mejor que he leído en la página últimamente. Muy bueno.
Respecto a 100%, la mejor compra del mes del salón y una de las tres mejores lecturas de lo que va de año. Es una pasada.
Respecto a Pope, ya lo dije en el artículo de Heavy Liquid y lo reitero a voz más viva; es de los pocos artistas indiscutibles del medio. Es un adelantado a su tiempo, que innova y desarrolla en sus páginas sin que ello lastre sus obras, todo lo contrario. Dinamismo único, originalidad, dibujo personalísimo y para mí ya maestro, derroche de detalles que parecen insignificantes pero para el lector exigente son una delicia (ver que alguien trata de innovar, o al menos se nota que se preocupa, con el diseño de una pistola del futuro y nos muestra su forma y funcionamiento, p ej, no tiene precio, y habla a las claras de la implicación exagerada del autor con su obra)… una narrativa y una narración que nos deja páginas que ya valen más que algunos cómics de 15 euros que he comprado últimamente. Un autor completísimo y especial. No hay ningún otro en el mundo del cómic que se le parezca, por características, frescura, ambiciones, calidad…
Como dije la última vez que me desahogue en elogios hacia su persona y su arte; tiempo al tiempo. El noveno arte tendrá que dejarlo al final en el podio que se merece. El cómic se lo empieza a deber y se lo deberá.
Muchas gracias, Mr. Durden! 😉 Creo que en el artículo se intuye que comparto tu entusiasmo respecto a este autor. Pocas, porquísimas veces, he esperado la publicación de tebeos con tanta impaciencia como en los casos de la edición definitiva de THB, Battling Boy y demás proyectos que tiene pendientes.
En cuanto a esos detalles a los que haces referencia, recuerdo haber leído una entrevista centrada en Batman: Año 100 en la que Pope comentaba cómo se documentó en relación al diseño de las bat-motos, recurriendo a su primo, trabajador de la Ford. Es flipante: todos los inventos parecen plausibles, se nota el esfuerzo por imaginarse, por entender su «funcionamiento».
Yo tb espero con ansia sus obras pendientes. Una de las que más, su trabajo en Strange adventures, por la que, acabo de leer, le han otorgado el Reuben 2010 en la categoría de cómic, el prestigioso galardón que concede en todas las modalidades de dibujo y animación la National Cartoonists Society. Del medio, el otro que alcanzó premio fue Mazuccelli en la categoría de novela gráfica.
Cualquier premio que le den me parecerá bien, pq cuando dicho año no sea muy merecido, compensará algún otro en el que se merecía más de un reconocimiento.
Es que lo que ha hecho en Strange Adventures es para quitarse el sombrero. Sin duda, uno de sus mejores trabajos.
Primero de todo, aunque con tantos años de retraso,felicitar al autor del artículo. He pasado unos 15 años desconectado del mundo del cómic, y ahora estoy reconectándome a marchas forzadas, gracias a dios volviendo a vivir la excitación de antaño ante el medio. Por cierto, esta web está contribuyendo mucho a ello.
Sobre Paul Pope, lo último que leí de él por aquel entonces fueron sus Escapo y 100%, y la verdad no sé casi nada de lo que ha hecho desde entonces, espero que cosas buenas. Me enteré hace poco de que había ganado un Eisner por un Batman que encontré en la biblioteca, pero no sé si ha hecho mucho más, a ver si tengo suerte y alguien me ilumina.
En todo caso, en su momento lo descubrí con Heavy Liquid, y me quedé absolutamente prendado de su trazo fresco, dinámico, libre, desacomplejado, explorador e innovador a la par que obvio producto de referencias y aprendizajes varios por todo el globo terráqueo (supongo que especialmente de su etapa en Japón).
Para mi, lo que mejor definiría a Paul Pope es que es un ARTISTA, así, con mayúsculas. Como algunos bien decían por aquí, un auténtico monstruo, una estrella del rock hipercarismática y arrolladora. Leer un cómic suyo es darte cuenta de que lo que estás viendo va más allá y trasciende todos los límites del medio, estás viendo arte puro.
Para mí, la verdad es que su arte trasciende incluso sus historias, que quizás no estén a menudo al nivel apoteósico de su trazo. Es decir, me he leído también su Balada del Dr Richardson, su One Trick Rip-Off, algunos números de THB, y siempre tiene cosas interesantes que decir, pero quizás en esto no sea un creador tan redondo.
Reconozco por ejemplo que este 100% que aquí se analiza, me desconcertó por no tener una línea argumental clara, porque se «limite» a describir un ambiente. Eso sí, qué ambiente! Le daré una relectura a ver qué me parece hoy en día.
En todo caso, un autor artísticamente impresionante que afortunadamente tiene una marcada y fuertísima personalidad propia diferente al resto, y eso se refleja en sus obras. Si quieres que te explote la cabeza, te recomiendo la lectura sobre todo de Heavy Liquid y THB.