El Vigía: Un Héroe Desconocido
«… No Tony. Bob Reynolds no, otra cosa»
A pesar de que hace un escaso mes, el Vigía cumplió veintidós años de existencia, la realidad es que trazar su biografía ficcional es bastante sencillo, dado que nunca ha sido un personaje que se haya prodigado por excesivas colecciones, a pesar de ser muy popular durante la primera década del presente Siglo.
Creado en Septiembre del año 2000 para The Sentry #1 por Paul Jenkins, Jae Lee y Rick Veitch, el superhéroe conocido en su vida civil como Bob Reynolds, fue presentado como un personaje que siempre había existido en el Universo Marvel pero al que nadie, incluidos los lectores, era capaz de recordar.
De este modo, Jenkins daba un paso más allá en el concepto de la continuidad retroactiva, jugando con el propio lector, el cual padecía la misma pérdida de memoria que el resto de personajes del Universo Marvel que no solo no recordaban al Vigía, si no que tampoco recordaban haber combatido codo con codo con él en el pasado.
Por si esto fuera poco, Reynolds se trataba de uno de los héroes más poderosos del Universo Marvel, casi un equivalente (con perdón de Hyperion) al Superman de la Distinguida Competencia, quedando muy por encima de la mayoría de pesos pesados de la Casa de las Ideas, lo que lo convertía en un ser cuasi divino que carecía de limitaciones de poder.
Sin embargo, sí que estaba limitado por otros aspectos de su vida, los cuales restringían y anulaban su enorme poder al mínimo, y es que cuando Reynolds se transformaba en el poderoso Vigía, corría el riesgo de liberar a un aspecto oscuro y malvado de sí mismo, El Vacío. El Vacío igual de poderoso o más que El Vigía, y sus propósitos eran puramente malignos. Ello era utilizado por Jenkins y quienes les sucedieron como botón rojo que hacía que el propio Reynolds renunciara de cuando a cuando a su actividad superheroica, eligiendo no convertirse en El Vigía por el bien de su universo.
El autor que quizás, más ha jugado durante estos veintidós años con el personaje no ha sido otro que Brian Michael Bendis, quien lo acogió como parte de sus Nuevos Vengadores, así como de sus posteriores Poderosos Vengadores y subsiguientes Vengadores Oscuros, jugando constantemente con su dualidad, la que utilizaba para generar todo tipo de conflicto.
Y de este modo, y resumiendo mucho llegábamos a Asedio, evento del año 2010 en el que supuestamente El Vigía moría, por lo que no regresaría jamás. Es aquí donde en el año 2018 Jeff Lemire lo rescata tras una aventura anterior en la que el personaje era resucitado, viviendo su actividad superheroica en un universo de bolsillo diseñado por Tony Stark mientras que en el mundo real seguía siendo Bob Reynolds.
Lemire, es un autor cuyo trabajo para las dos grandes, ya sea Marvel o DC deja bastante que desear si se compara con lo que este gran escritor nos ha regalado en el terreno independiente. Con contadas excepciones, sus tebeos superheroicos para las majors son trabajos más bien alimenticios que no gozan de la calidad habitual a la que el padre de Black Hammer nos tiene acostumbrados.
Lo que Jeff Lemire nos trae en esta serie limitada de cinco números es a un personaje que es consciente de por qué han limitado su poder, pero que no puede evitar añorar sus tiempos pasados como superhéroe, máxime cuando cada noche se ve obligado a revivirlos en una colorida y sofisticada mentira en la que sí que es El Vigía.
Y es que, Reynolds no solo tiene que acudir al universo de bolsillo para recordar mínimante lo que otrora fue, si no que esa es la única manera de contener al Vacío, que anida en su interior.
Sin embargo, lo que Lemire nos cuenta (aprovechando muy bien lo abierto del pasado del Vigía que ningún lector ni personaje es capaz de recordar) es que Reynolds no estaba solo en su lucha contra el crimen, y que junto a él batallaban otros personajes, algunos de ellos como Guardián, reales, que han dejado de ser, a regañadientes, los héroes que una vez fueron.
Ello supone que el poder del Vigía sea visto para Guardián, el antiguo sidekick de Vigía, y ahora compañero de trabajo en una modesta cafetería, como un motivo para reabrir la caja de los truenos y buscar el poder del Vigía para sí, ayudándose de nuevos villanos creados para la ocasión por un Lemire que si bien no es el que conocemos de sus grades obras, no se desenvuelve nada mal en este terreno en el que, por otro lado, tratándose de un personaje menor y de pasado incierto com el Vigía, tiene libertad para hacer prácticamente lo que quiera.
Con este conflicto servido, el resultado es una historia de seis números en la que la acción se desarrolla de forma trepidante, existiendo antagonistas de nuevo cuño que dejan de lado la manida historia del Vacío, a la que además Lemire da una interesante vuelta de tuerca que la aleja de lo convencional.
Por su lado, Kim Jacinto, principal ilustrador de este cómic, combina un estilo cartoon con líneas suaves y dinámicas que no hacen a este cómic imprescindible pero sí una pieza que inesperadamente y contra todo pronóstico, resulta muy entretenida.
Lo mejor
• El uso de antogonistas distintos del Vacío.
• Que el Vigía permita prácticamente inventar cualquier aspecto de su pasado.
Lo peor
• Que pese a todo, estemos ante una hitoria anodina y estereotipada.
Guión - 6.5
Dibujo - 7
Interés - 5
6.2
Entretenido
Jeff Lemire y Kim Jacinto trazan el siguiente paso en la azarosa vida de Bob Reynolds.
A mí me gustó la miniserie original de Jenkins, y me pareció buena la idea de Bendis de recuperar al personaje. Lo que no me gustó es lo que hizo luego con él.
Esta miniserie me ha parecido lo segundo mejor escritop para el personaje (no es decir mucho), pero aabsolutamente olvidable.
Bendis tiene buenas ideas. El problema es que se queda en la idea y luego no sabe desarrollarla.