La Venganza nunca descansa
«Te pediría que le dijeras a tus amigos que el Motorista Fantasma Cósmico estuvo aquí… pero eso parece un tanto irrelevante ahora»
A lo largo de las décadas en las que se estructura la historia del cómic superheroico mainstream, es necesario dar innumerables vueltas de tuerca a muchos conceptos para que estos sobrevivan al paso del tiempo. Las dinámicas y argumentos con las que por ejemplo, Spiderman fue creado en la década de los sesenta, no pueden aplicarse a la actualidad, y por eso, en la mayoría de las ocasiones, los personajes en cuestión son alterados hasta ser a veces irreconocibles respecto de sus versiones originales.
En no pocas ocasiones, y por miedo a la alteración definitiva de una propiedad intelectual muy rentable para la editorial, lo que se hace es cambiar e incluso hacer evolucionar a determinados personajes a través de la técnica de los universos alternativos. Se crean versiones radicalmente diferentes de determinados héroes o villanos, muy distintas a las clásicas o comúnmente conocidas, y en las que todo tipo de argumento es posible sin miedo a una injerencia editorial que lo deshaga de cara al siguiente gran evento o a los intereses mercantilistas de la compañía.
En el caso del Motorista Fantasma, éste ha tenido distintos alter ego o iteraciones, como Danny Ketch o Robbie Reyes, pero las mismas se acercan al concepto original, cuando el espíritu de la venganza era portado por Johnny Blaze, sin por tanto introducir grandes variaciones.
En cuanto al Castigador, éste ha tenido otros alter ego o versiones alternativas que han hecho crecer su leyenda, pero ninguna de ellas duradera o reseñable.
Pues bien, es de la unión de ambos personajes, de la que nace el Motorista Fantasma Cósmico, un concepto muy reciente en Marvel Comics que ha tenido una dosis de éxito bastante razonable.
El personaje, fue creado por Donny Cates y Geoff Shaw en Thanos Vol. 2 #13, en concreto en el año 2016, y es el resultado de otorgar la carga de ser el avatar del espíritu de la venganza al que quizás sea el personaje más vengativo de Marvel Comics: Frank Castle.
En un universo alternativo en el que Thanos había envejecido, era Frank quien había recogido el testigo de Blaze, Ketch y Reyes, para más tarde ser heraldo de Galactus y por último, sirviente de Thanos.
El concepto tuvo tal empaque que pronto Marvel le otorgó una serie propia a cargo del propio Cates, en la que Castle renegaba del descanso eterno y decidía reeducar a Thanos desde su nacimiento en una aventura cuya locura conceptual no hacía mermar el divertimento que generaba en su lectura. Pues bien, tras alguna que otra aparición en series propias y ajenas, y tras formar parte este personaje del Universo Marvel tradicional merced a las Guerras Infinitas, ha llegado una nueva serie del mismo a las librerías y de ella procedemos a hablaros brevemente.
Escrita por Stephanie Philips y dibujada por Juann Cabal y Guiu Vilanova, esta nueva serie presenta al Motorista Fantasma Cósmico vagando por el espacio libre y tranquilo, pues si bien no dejará de castigar a aquellos que hagan el mal por el Universo, sus días como Heraldo de Galactus o de Thanos están más que terminados.
Sin embargo, la aparición de un cazarecompensas que dice ser el propio Motorista Fantasma Cósmico, sacará al antihéroe otrora conocido como Frank Castle del olvido, debiendo tomar cartas en el asunto por dos razones: La principal, porque se trata de un misterioso ser que está manchando el nombre de nuestro protagonista, y en segundo lugar, porque si hay alguien que esté realizando malas acciones por el espacio, es trabajo de Castle pararle los pies.
A partir de aquí se concibe una trama de persecución y enredo en la que el lector no sabrá hasta el final si existen dos motoristas fantasmas cósmicos, si en caso de que existan, ambos son Frank Castle, o si todo se trata de un truco para confundir a nuestro antihéroe cadavérico favorito.
Si bien el planteamiento resulta interesante, la sensación que da esta obra al ser leída es que el Motorista Fantasma Cósmico es un concepto que ya está quemado en tan solo siete años, los siete años que han transcurrido desde su nacimiento editorial. Si bien su serie en solitario guionizada por Cates es mostruosamente divertida y notable, no podemos decir lo mismo de esta serie, que resulta anodina y ramplona. Su desarrollo no nos sorprende pero lo peor de todo: No termina de divertirnos. Por ello estamos ante una obra que sin ser mala, o de baja calidad, no perdurará más allá del rincón de la estantería que le queramos dedicar.
En cuanto al dibujo, Juann Cabal comienza la obra con un estilo más cinematográfico e impactante que, pierde bastante cuando el testigo pasa a ser recogido por Guiu Vilanova, que realiza un trabajo mucho más convencional.
Una obra que no destaca en su desarrollo pero que puede resultar apta para los fans de esta particular versión de Frank Castle y del Motorista Fantasma.
Lo mejor
• Que se trate de rescatar del olvido a un personaje tan interesante como el Motorista Fantasma Cósmico.
Lo peor
• La trama resulta anodina y predecible de principio a fin.
• Da la sensación de que el personaje ya está quemado a pesar de su corta vida editorial.
Dibujo - 5.5
Guión - 3.4
Interés - 4.6
4.5
Pasable
Analizamos la nueva serie protagonizada por esta particular versión de cierto motorista infernal.
