Podemos decir muchas cosas negativas de las constantes adaptaciones de cómic que inundan la televisión y las pantallas de cine cada año. Podemos quejarnos de del traslado que estas realizan de nuestros personajes favoritos, de que su tono no sea el correcto o de que simplemente están saturando el mercado e influyendo demasiado en las viñetas, muñas veces más de lo que nos gustaría.
Esto, es muchas ocasiones es cierto, especialmente lo relativo a último punto, y es que, personajes de origen puramente cinematográfico o televisivo como
Tal es el caso de
Al igual que hicieran en el mundo del cómic,
No es que Luke y Danny hubieran estado muy desconectados del Universo Marvel hasta este momento, puesto que hacían acto de aparición en colecciones de Vengadores (llegando Cage a liderar al los Nuevos Vengadores) o en los distintos eventos de Marvel, dejándonos claro que seguían formando parte de La Casa de las Ideas y que ésta no tenía intención de abandonarlos, aunque en opinión de este redactor no se les daba el protagonismo que merecían, el cual ha terminado por llegar gracias Netflix, pese a quien pese.
Power Man y Puño de Hierro es una colección que bebe de la nostalgia, pero adecuadamente, puesto que no estamos ante una suerte de remake de Héroes de Alquiler, sino ante un cómic con camino propio que utiliza el pasado para reflejar el paso del tiempo en los personajes, no para repetir dinámicas pasadas de moda, lo que sin lugar a dudas debemos agradecer a David F. Walker.
Luke Cage ya no es ni el héroe de pelo afro y tiara de plata que defendía a los débiles, ni el Vengador de cabeza afeitada que trataba de hacer algo importante por su comunidad, sino un padre de familia que, consciente de que son muchos los héroes que pueblan Nueva York, prefiere centrarse en cuidar de su hija Danielle y de su mujer, Jessica Jones, sin preocuparse en absoluto por el mundo de las mallas y las capas. Por el contrario, Danny Rand, representa el clásico caso del adulto que no es consciente de serlo, sin una vida estable que le permita centrarse, por lo que constantemente se reúne con Luke para empujarle a refundar Héroes de Alquiler, regalándonos escenas de lo más desternillante.
Evidentemente, esta colección no se sostendría si por una razón u otra, ambos héroes no terminaran por formar equipo, pero es de agradecer que la trama sea lógica y verosímil y que estemos ante una reunión que está más forzada por los acontecimientos que por un deseo de los autores de que ésta ocurra.
Por otro lado, el dibujo de Sanford Greene tiene un estilo exagerado y desenfadado que le sienta como anillo al dedo a la historia, recordándonos mucho a la película “Los Increíbles” del estudio Pixar, pues los músculos son enormes y la desproporciones del cuerpo humano más que palpables.
En general estamos ante una serie que sin ser ni mucho menos imprescindible, es divertida a rabiar, perfecta para aquellos que quieran acercarse al lado urbano de Marvel sin la oscuridad u ominosidad que le otorgan colecciones como Daredevil o Jessica Jones.
Finalmente, decir que sólo puedo calificar este cómic como “Chorrifláutico” término que os obliga a leer la colección para poder entenderlo.
Guión - 6
Dibujo - 7
Interés - 5
6
Chorrifláutico
David F. Walker y Sanford Greene, rescatan del olvido editorial a Luke Cage y a Danny Rand, devolviéndoles la fama que merecen.
Claire Temple NO es un invento televisivo. Era la primera novia de Luke en su colección de los años setenta.
Desgraciadamente me llevé un gran chasco con este cómic. No he seguido muy de cerca a los héroes de alquiler, pero me esperaba una buddy movie de los 70 hecha cómic. Creo que lo intenta, pero el guión es flojísimo, el humor forzadete y sin mucha gracia (demasiada chorriflautez) y tampoco el dibujo acompaña. Mola la desproporción y el cartoon, pero Greene no lo hace del todo bien. Vamos, que tenía todos los ingredientes para ser un cómic muy chulo, pero solo se queda en la superficie.
Es un quiero y no puedo en toda regla… y mira que me jode. ú-ù
Y a mí que este dibujo me recuerda el de Larry Stromman en X- Factor…