El debut de Runaways en el universo Marvel fue un soplo de aire fresco, ya no sólo por lo ocurrente de su premisa sino porque Brian K. Vaughan se destapó como un escritor magnífico, ocurrente y con una especial sensibilidad en el desarrollo de personajes. De su mano, unos niños descubrieron el terrible secreto que ocultaban sus padres, quienes eran unos terribles villanos miembros del grupo que llevaba por nombre el Orgullo. Rápidamente la serie se convirtió en una huída hacia adelante tratando de dejar atrás a aquellos que les habían criado. Entre estos jóvenes adolescentes germinaron importantes lazos de amistad y es que tras lo traumático de su descubrimiento tuvieron que refugiarse y buscar apoyo en los brazos más cercanos.
La andadura de Vaughan se prolongó por un total de cuarenta y ocho entregas repartidas en dos volúmenes, a la que continuó una anódina etapa – si la comparamos con la de Vaughan – de trece entregas por Terry Moore (Strangers in Paradise) y Humberto Ramos. Tras estos tres volúmenes los miembros de Runaways a pesar de su potencial se dispersaron hasta contar con un papel meramente testimonial en series como Avengers: Arena o La Visión entre otros.
Releer las aventuras de Nico, Chase, Gertrude, Karolina, Alex y la pequeña Molly escritas por Vaughan y bellísimamente dibujadas por Adrian Alphona se había convertido en algo doloroso, costaba entender que el legado que habían dejado hubiese quedado enterrado bajo tierra y no hubiese ningún guionista osado capaz de traerlos de vuelta al universo Marvel, y esto ha sido así hasta la llegada de Rainbow Rowell y Kris Anka, la primera una novelista de literatura juvenil famosa por obras como Fangirl, Eleanor y Park o Moriré besando a Simon Snow, además de ser una escritora de éxito, conoce el mundo del cómic, no en vano en una entrevista concedida para Marvel Comics indicaba que había crecido leyendo cómics: “Sí, la leí [Runaways] según se publicaba y la seguí hasta el final. Creo que empecé a leer Runaways porque siempre me han gustado los grupos de adolescentes. También me gustaban mucho Los Nuevos Mutantes y Generación-X. Pero entonces, Runaways se convirtió en mi cómic favorito, y gracias a él, descubrí a Brian K. Vaughan, que es uno de mis escritores favoritos en cualquier género.” con lo que su elección se antoja perfecta si nos atenemos a la frescura de sus novelas y en especial al conocimiento de unos personajes clave por haber vivido su crecimiento y madurez según se iban publicando sus historias en vez de si le llegase ahora el encargo y tuviese que pegarse un atracón de lectura para ponerse al día. Su compañero en el apartado artístico no podía ser mejor escogido, Kris Anka, autor por el que siento auténtica devoción por su trazo elegante, fino y no exento de espectacularidad, si a esto le sumamos su don para transmitir sensaciones gracias a los gestos de los personajes estamos pues ante el autor perfecto para este relanzamiento. Anteriormente a Anka lo hemos podido disfrutar en Capitán Marvel o Uncanny X-Men, esperemos que sirva Runaways para darle ese espaldarazo que termine de asentarlo como el magnífico dibujante que es.
Rainbow se nos descubre como una guionista inteligente desde la primera página, y nos sirve una historia dedicada a todos los que disfrutaron de la etapa de Vaughan sin ser necesario haber leído lo que vino después, se basta con argumentar de forma lógica que los personajes han crecido pues los años han pasado y por tanto han sufrido un pequeño distanciamiento entre ellos, Runaways como grupo dejó de tener sentido en el momento en que la amenaza de sus padres dejó de existir y a partir de ahí lejos de continuar con su andadura heróica optaron por intentar tener una vida normal. Será Chase quien rompa esa tranquilidad apareciendo en la habitación de Nico con Gert herida en brazos, y es que ha viajado al pasado momentos antes de que esta muriese a manos de Víctor Mancha y la trae al presente gravemente herida para que Nico la salve. Esto genera un problema brillantemente planteado por Rainbow y es que dicha Gert ha de convivir con el hecho de que aquellos amigos con los que horas antes había estado viviendo son ahora varios años mayores y no están unidos así que quizás el primer paso sea intentar unir de nuevo al grupo tratando de ser ella el pegamento que de nuevo les una para emprender nuevas aventuras juntos. No lo tendrá fácil, Niko intenta olvidar sus dolorosos días en Mundo Arcade y Karoline intenta llevar a cabo una vida acorde a su edad yendo a la universidad y siendo feliz al lado de su chica, y sobretodo alejada de la locura que envolvió su vida tras la huida del manto de sus padres. La pequeña Molly se convertirá en el eje sobre el que girará la segunda parte de este primer volumen y es que está viviendo con su abuela materna quien guarda importantes secretos de los padres de esta además de unas motivaciones de lo más grises.
No quisiera desvelar en exceso la trama de este primer volumen porque estoy convencido de que lo van a disfrutar tanto los viejos seguidores del grupo como nuevos lectores que animados por las buenas críticas – y no es para menos – le den una oportunidad a esta serie que Panini Cómics ha optado por publicar dentro de su línea Marvel HC, es decir, en un bonito tomo en tapa dura con extras como entrevistas con los autores, anotaciones, bocetos y las correspondientes portadas.
Esta nueva etapa es una auténtica carta de amor a la creación de Vaughan y Alphona, una demostración de que ese sense of wonder en manos creativas de autores como Rainbow Rowell y Kris Anka no sólo es fácil de conseguir sino que además es necesario, hacen falta en el mercado más series como esta para captar a lectores o recuperar a aquellos que se han perdido por el camino.
Valoración
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Sensacional debut de la nueva serie de Runaways en la que Rainbow Rowell y Kris Anka rescatan el espíritu que les hizo triunfar a estos personajes.
Yo pillé las grapas aquí en su momento y desde entonces llevo esperando algo así. Esto es continuidad bien entendida. Notable todo, aunque la anatomía de Anka es un poco rarita y alguien le debería decir que no se puede narrar en horizontal si se va a recopilar en tomo.
Yo también le doy un voto positivo a esta nueva andadura de los Runaways. En el tono y el argumento me han parecido muy respetuosos y continuistas a la vez que avanzan en las vidas de los personajes; el melodramatismo sigue siendo el de la gente joven con sus problemas de corto alcance (quiero decir, no se enfrentan al armageddon cada dos por tres en sus aventuras). Anka me gusta y creo que su estilo de linea clara se ajusta bien a un cómic ligero como éste, aunque es cierto como dice Pengallan que en un par de ocasiones he tenido que empezar a leer de nuevo una página porque la narración no iba hacia abajo sino hacia la página derecha y no había dejado ninguna «viñeta-puente» a la vista.
Por cierto ¿alguien sabría decirme si en algún sitio se concluyó aquella historia con la que terminaba el tomo 3 del 100% Marvel Runaways, escrito por Kathryn Immonem, y que dejaba a Chase muy malherido en una camilla de hospital?