Entre los aficionados al manga se tiene la “teoría” de que la primera obra que lees de
A grandes rasgos esos son los pilares sobre los que se asienta el argumento de esta enorme obra que luego se ramifica una y mil veces más. 20th Century Boys arranca bebiendo mucho del planteamiento general del Monster, donde encontramos a nuestro protagonista principal relacionado de alguna manera con una extraña sucesión de crímenes que traen de cabeza a las autoridades. Sin embargo mientras que Tenma tenía un aura más especial, más del típico protagonista de una historia de suspense, aquí desde un primer momento nos encontramos con Kenji, un tipo con el que se puede empatizar mucho más desde el principio porque representa todo lo que podemos esperar de un hombre promedio. Te encuentras a un personaje que regenta una tienda y cuida de su sobrina pequeña, que poco a poco te va mostrando toda su humanidad, sus fracasos y sus miserias, todo lo que ha dejado por hacer y las malas decisiones que ha tomado. Alguien muy alejado de lo que esperas de un protagonista en contraste con Tenma que era un reputado cirujano que salvaba vidas, valiente y con éxito. Y sin embargo, Kenji tiene algo, tiene esa perseverancia y esos valores que hacen que a la vez te identifiques con él y le admires como el héroe que de pequeño quería llegar a ser.
Sin embargo, por mucho que en un primer momento Kenji destaque sobre el resto, 20th Century Boys es una obra coral, posiblemente una de las mejores en cuando a creación, originalidad y desarrollo de sus personajes. Cada aparición, por pequeña que sea, de alguien en este manga tiene una razón de ser, es una pieza más del enorme e intrincado puzzle que Urasawa monta para sus lectores. Una telaraña argumental que, además, provoca que el ritmo no decaiga en ningún momento una vez el lector interioriza que cada cosa que lea puede ser vital en el futuro y que reposa su peso sobre Kenji y su grupo de amigos, con una concepción, tanto a nivel personajes como argumental, que recuerda a cierto tipo de literatura o cine, del que
Precisamente esa concepción temporal de la historia da la posibilidad a Urasawa de plasmar uno de los elementos que más atrae de esta obra a muchos, y que hizo que fuese mi favorita sin haber sido la primera de él que leía, y es el amplísimo recorrido cultural japonófilo que nos hace a través de los ojos de los personajes y sus actuaciones. De este modo encontramos detalles y menciones a la música de diferentes épocas (especialmente rock), la apertura de Japón al mundo y la importancia de la
El género de la obra tampoco escapa a esa amalgama que conforma la obra en su totalidad y, si bien es claro que estamos ante un seinen de tomo y lomo, uno de los mejores que se han hecho y harán, también es cierto que encontramos capas dentro de la historia que beben de otros géneros. El fundamental es quizá el shônen, y es que la historia de 20th century boys no deja de ser la de unos niños (ya crecidos) que quieren salvar el mundo y defender la justicia del malo de turno, con todo un despliegue de valor, amistad, confianza, sacrificio, valentía… Y es curioso esto ya que nos presenta del mismo modo personajes blancos o negros, sin matices, por esa vertiente shônen, pero a su vez la humanización más propia del seinen hace que se vayan convirtiendo en duales. Además de esto encontramos también mucho humor japonés, acción, momentos de terror, suspense y psicología pura y dura, momentos musicales, secciones puramente tecnológicas y que van hacia la ciencia ficción… No hay elemento de esta obra que escape de lo coral, y si bien hay que enmarcarla sin ningún género de duda en el seinen, es una obra para cualquier lector que se atreva a sumergirse en sus páginas y se deje atrapar por los encantos de Kenji, Amigo y compañía.
Ciñéndome ya al primer tomo de esta kanzenban, que corresponde a los dos primeros tomos de la tankôbon que ya publicó Planeta hace unos años, creo que es uno de los mejores arranques que puede tener una obra, ya que te sitúa rápidamente en el escenario que va a acoger toda la función, te dispone poco a poco los distintos elementos que moverán las cadenas y juega muy bien con el misterio de ir dejando pistas, dando pequeñas pruebas de las soluciones y acomodar al lector para después girar completamente la mesa de juego y poner todo patas arriba. Ha sido genial reencontrarme de nuevo con el comienzo de la historia de Amigo (uno de los mejores villanos que se han escrito) y envidio a muchos de vosotros que comenzaréis ahora, sin saber nada de lo que ocurrirá después y entréis en la dinámica adictiva que Urasawa logra con el ritmo y la narración. Es una deliciosa estructura narrativa que se cuece a fuego lento, en el que este primer tomo tiene un peso importante, ya que sienta las bases de lo que compondrá el mastodóntico trabajo del autor, que maneja con maestría los flashbacks y el desarrollo de los personajes, escondiendo sus cartas pero dejando miguitas a la vista, si bien algunos giros están cogidos con pinzas. Este es quizá uno de los puntos negativos de la obra para muchos, que si bien no se nota hasta los tomos finales, es un elemento que disuade a muchos de poner esta obra en lo alto del podio de las creaciones de Urasawa. Aun así, esto no la hace menos disfrutable, y son detalles que se pueden pasar por alto gracias a la suspensión de incredulidad que genera la inmersión en la magnífica trama.
Pero más allá de eso, ya desde este primer volumen encontramos el tremendo magnetismo de Kenji y Amigo, esa dualidad que camina sobre el alambre que supone el intentar satisfacer los deseos y las metas que se propusieron en la infancia y el duro momento de confrontarlos con la cruda realidad. Y es que, más allá de todo lo que ya he dicho, 20th Century Boys tiene como fondo ese aspecto del humano, su capacidad de madurar, de aceptar los sinsabores de la vida y resignarse a las cartas que te ha tocado jugar, pero siempre con un punto de esperanza que da el creer en ti mismo, en la confianza y en la amistad, que hace posible delegar y confiar en los demás al mismo nivel que lo hacen ellos contigo. Aquí ya vemos la ruptura de la individualidad que se suele achacar tanto a la sociedad japonesa y que ha venido a darse con el paso de los años y la consolidación de la globalización y el nihilismo de las nuevas generaciones. Kenji y compañía se necesitan mutuamente y son ejemplos de una generación que aun tenía unas metas y unos sueños que lograr, unos valores que defender. Y Urasawa tiene la genial habilidad de mostrarnos esta lección vital y este reflejo generacional enmascarado en un thriller que asombra.
En cuanto a la parte artística, no voy a descubrir ahora a Naoki Urasawa, un autor que si bien no deslumbra a primera vista, es técnicamente excelente y muy personal. En 20th Century Boys su uso de la tinta es sublime, preciso y lleno de detalles especialmente en los rostros de los personajes. Personajes cuyo diseño habla por sí solo y nos cuenta su historia, en una ejecución magistral de Urasawa que tiene su punto culminante en la potencia gráfica lograda en Amigo y su símbolo, ya iconos de la cultura popular. Aparte de esto, los planos poco convencionales que usa para articular la acción rompe con el esquema lineal típico del manga y obliga al lector a detenerse a disfrutar de la viñeta y a la vez extraer toda la información que hay en ella, ya que Urasawa narra a través de ellas y domina el tempo de lectura a la vez. No solo eso, sino que también con sus juegos de luces y sombras es capaz de mostrar los sentimientos de un personaje, insinuar al lector, aumentar el misterio o engrandecer el descubrimiento. Y por supuesto, destacar la enorme e importante labor de presentarnos a los personajes en épocas tan distintas de su vida (niñez, juventud, edad adulta e incluso la 3ª edad) con una ejecución precisa e inolvidable.
Poco más que decir, más allá de que 20th Century Boys es un imprescindible, el manga con mayúsculas para todos aquellos que adoramos la cultura nipona, con uno de los mejores planteles de personajes que se ha creado, una ambientación sublime, un esquema narrativo a prueba de fuego y un ritmo que atrapa y no te suelta. Una obra que os hará recordar buenos tiempos de la infancia, os enseñará cosas sobre Japón y su cultura, os pondrá en tensión, os aterrará, os hará reir y estrujaros los sesos para descubrir quién diantres es Amigo. Además, la edición kanzenban que ha traído Planeta es excelente, por calidad y por diseño, y una manera genial de comenzar con esta obra o de rendirle homenaje en nuestra estantería por los servicios prestados. Ojalá la editorial tenga a bien traer el tomo 12, que incluye
Valoración Final
Guión - 9.5
Dibujo - 9
Interés - 10
9.5
20th Century Boys y Naoki Urasawa. Solo con mencionar estos dos nombres ya vale para recomendar esta obra. Una genial edición integral de Planeta que rinde merecido homenaje a esta obra maestra del manga. Uno de los mejores seinen que se han escrito y dibujado que enmascara un recorrido genial por Japón y su cultura durante el último medio siglo. Imprescindible.
Una obra maestra.
Magnífica reseña. Es una serie fantástica que nadie debería perderse y que engancha desde el primer instante. Yo la pondría algo por debajo de Monster, en la que creo que la trama está algo mejor resuelta. Diría que ese es el punto flojo de Urasawa, crea una trama acojonante que luego no resuelve del tod bien. Pero claro, el camino seguidos, los personajes… hacen que todo valga la pena.
Exacto, es uno de los pocos peros que tiene Urasawa. Sus obras tengan malos finales, pero si que tiene el hándicap al crear tan buenas historias, que las expectativas que se crean son muy altas, y si el final sale normalito o no del todo bien resuelto como dices, queda peor sabor de lo que pasaría en un manga del montón. En el caso de 20th ya digo que es una de las quejas más extendidas, que de cara al final y a ciertos momentos clave, usa unos giros un poco sacados de la manga, aunque releyendo quedan medianamente justificados. Pero el resto es tan bueno que se perdona.
En cuanto a Monster por encima, coincido en que objetivamente es su obra más redonda junto a Pluto (que esta si creo que es la más sólida, incluso en su final), y poner a 20th por encima responde a motivos meramente subjetivos. Si eres un enamorado de Japón, esta obra te gana por goleada con todas las referencias a la cultura y costumbres niponas que tiene. Y también está el tema de ser algo más «relajada», dentro de lo que cabe, que Monster, más fantasiosa y menos seria, aunque no por eso menos madura.
Muchas gracias por el comentario y la lectura, un saludo 🙂
Gracias a ti por la respuesta y el articulo! Yo con Monster tampoco soy objetivo, porque el contexto Guerra Fria-Comunismo me tira aun mas que lo japones. Y si, es cierto que Pluto en ese sentido es mucho mas redonda, tambien es la mas corta, lo cual quizas quiere decir que lo tenia todo mucho mas pensado desde el principio.
Por cierto, para cuando una resena de Billy Bat? La tengo pendiente y veo que ya termino en el tomo 20 🙂
Saludos
Al final es eso, objetivamente Urasawa siempre (o casi) va a ser uno de los autores favoritos de los lectores, y luego ya su mejor obra varía más el que te tire un concepto/contexto u otro de los que utiliza. Pluto, aparte de la duración, que también influye para no liar de más el argumento, es que esta muy planificada desde el comienzo y no hay tantos giros de guión como en las otras, es una trama mucho más directa en ese sentido en la que importa más lo que se cuenta y todo lo que lleva implícito en cuanto al tema de la humanidad, los sentimientos, los recuerdos, su plasmación en las IA’s que en volver «loco» al lector. Es menos efectista y más comunicativa, y creo que por eso funciona mejor el final, porque da lo que esperas. En 20th o Monster, con tanto misterio y un guión tan enorme se da pie a que cada uno se monte sus películas y al final te creas unas expectativas mayores que luego son difíciles de satisfacer.
Con Billy Bat tenemos planteado hacer la reseña en cuanto echemos mano al tomo 20 y alguno de los redactores nos pongamos al día con su lectura, así que paciencia, que acabará llegando seguro 🙂
¿Se sabe con qué periodicidad van a salir los tomos? Quería aprovechar esta nueva edición para conocer a Urasawa, pero si la historia es enrevesada va a ser muy duro leerme un tomo cada varios meses.
¡Muy buena reseña!
Según las últimas informaciones que ha dado Planeta, va a ser una periodicidad en principio trimestral, con el segundo tomo saliendo en el mes de febrero. La verdad que teniendo en cuenta como es el argumento, esperar 3 o 4 meses entre tomo y tomo va a ser algo contraproducente para seguir el hilo. Quiero decir, no vas a perderte en la historia, porque está tan bien planteada que sigues muy bien el argumento sin excesiva dificultad, pero si que se puede resentir un poco el ritmo de lectura, sobre todo si estas acostumbrado a leer tomos mensuales. Y más con lo que engancha 20th. Son tomos dobles y quizá un ritmo bimestral si hubiese aguantado más el tipo, pero de momento parece que la decisión es esa. Aun así, es una oportunidad muy buena para entrar a leer a Urasawa, la edición está muy bien y la obra, aun con la complejidad y magnitud de todo lo que abarca, es muy recomendable para empezar con sus historias.
Muchas gracias por leer y comentar 🙂
¡A ti por el curro!