Veinticuatro horas en la oficina
«Momoko… ¿Y si dejas el trabajo?».
Son muchas las cosas por las que Japón es conocido a nivel mundial, y una de ellas es su exigente mundo laboral. En ocasiones podemos asomarnos a él en películas, novelas, series o mangas, donde vemos a los salaryman yendo de un lado a otro, a los trabajadores haciendo horas extra o compartiendo reuniones y cenas con sus compañeros. Algunas de las cosas que nos muestran nos resultan sorprendentes, y eso es lo que sucede cuando abrimos 3am Zona peligrosa y nos adentramos en la historia que nos propone NEMU Youko.
Esta mangaka —de quien también podemos leer en español ¿Qué te diré cuando te vea?, publicado por Arechi— se basó en sus propias experiencias laborales para idear la trama, como ella misma explica en las notas que encontramos al final de los tres volúmenes de los que consta la obra. Y esos recuerdos terminaron convirtiéndose en el primer título que publicó. Serializado originalmente en la revista Feel Young de Shodensha en 2008, nos ha llegado gracias a Tsubaki Cómics, que ha apostado por la autora en sus inicios como editorial.
Momoko acaba de graduarse en una academia de diseño. Cuando era estudiante, soñaba con convertirse en ilustradora, pero la vida la ha llevado por otros derroteros… y ha acabado en una oficina especializada en diseñar carteles y otros productos para pachinko. Eso le resulta muy frustrante, y no solo porque no se trate de su trabajo ideal: tiene que hacer una gran cantidad de horas extra y apenas tiene tiempo para sí misma o para sus seres queridos. Sin embargo, y por muchas veces que se plantee marcharse, hay algo que le impide dejar la oficina: sus compañeros. Y es que, al pasar tanto tiempo juntos, Momoko establece con ellos un vínculo especial. Se divierte cuando se quedan en la oficina o salen a comer juntos, y eso se convierte en una parte esencial de su día a día.
3am Zona peligrosa es un manga en el que NEMU Youko nos muestra la vida cotidiana de Momoko y sus compañeros. Sin embargo, eso no hace que sea menos entretenido: aunque la tónica de la rutina sea siempre similar —hojas de pedido por todas partes, fechas de entrega imposibles, largas jornadas de trabajo que duran hasta la madrugada—, es en los pequeños momentos en los que la autora introduce elementos para que ese día a día se vuelva menos monótono. Un contratiempo. Un encuentro inesperado. Un aprendizaje. El lector avanza con Momoko desde que entra en la oficina hasta que, poco a poco, se va haciendo a su nueva situación. Además, ver las pinceladas sobre el mundo del trabajo en Japón resulta interesante. A la historia de NEMU Youko y sus comentarios personales se añade, en el segundo tomo, una nota del propio traductor de la obra en la que explica, a partir de su experiencia, algunos detalles más sobre el país del sol naciente.
No obstante, el manga no trata solo sobre eso. De hecho, se centra más en los vínculos que surgen entre los personajes a raíz de pasar tanto tiempo juntos y en unas circunstancias estresantes como poco —desde luego, en las viñetas quedan reflejados aspectos muy negativos del trabajo—. Son esas relaciones las que terminan dirigiendo la trama y nos hacen formar parte del universo de esa oficina dedicada al pachinko. Poco a poco conocemos mejor a los personajes secundarios —algunos de los cuales constituyen un contrapunto divertido al ambiente opresivo en el que trabajan— y a la propia Momoko, y pronto nos sentimos parte de esa atmósfera íntima que surge de madrugada, cuando todo el mundo duerme… menos quienes tienen que hacer horas extra. Pese a que puedan tener desencuentros, la protagonista y sus compañeros se convierten en una pequeña familia.
Eso sí, en este sentido 3am Zona peligrosa puede decepcionar un poco a quien espere que el manga se centre exclusivamente en las condiciones laborales de Japón. No encontramos en él una crítica o una reflexión detallada sobre el sistema, sino una obra más humana que gira especialmente alrededor de los sentimientos, las relaciones y cómo el trabajo afecta a esa esfera.
Otro punto positivo de la historia es la forma en la que NEMU Youko juega con las situaciones. Alterna momentos desesperados con otros divertidos, victorias y fracasos, felicidad y tristeza. Tampoco las relaciones son siempre perfectas y pasan por diversas etapas. Hay escenas en las que nos reímos con las vivencias y ocurrencias de Momoko, otras en las que nos frustramos con ella y sus compañeros. En ese sentido, el manga se nos hace muy real. Y es que en la vida siempre hay altibajos, instantes en los que te caes y otros en los que te levantas, noticias que te desilusionan y otras que te hacen sentir mejor que nunca.
A la atmósfera de buen rollo que, pese a todo, destila la obra, se suma el estilo de dibujo de Nemu. Su trazo es amable, ligero y se adapta a las situaciones que la autora plasma en las viñetas: más delicado en las escenas íntimas o emotivas, más divertido cuando la mangaka se vale del humor para sacarnos una sonrisa. Deja a un lado los fondos y los ambientes en favor de sus personajes, una decisión que encaja con lo que quiere contar. El lector conecta con ellos también por el dibujo, que transmite a la perfección cómo se sienten en cada momento.
En definitiva, 3am Zona peligrosa es una lectura que merece la pena no solo porque nos permite asomarnos un poco al difícil mundo laboral de Japón, sino por la naturalidad con la que NEMU Youko habla sobre los vínculos de sus protagonistas y las emociones que generan en ellos sus circunstancias. Es una narradora sensible, divertida e interesante. Esperemos que las editoriales sigan apostando por ella.
Lo mejor
• La naturalidad con la que NEMU Youko nos habla de los vínculos entre sus personajes y sus emociones.
• Lo bien que la autora combina los momentos más tensos con otros más relajados y divertidos.
Lo peor
• Puede que a algunos lectores les parezca que se centra demasiado en la cotidianeidad de los personajes.
Guión - 7.8
Dibujo - 7.9
Interés - 7.9
7.9
En 3am Zona peligrosa, NEMU Youko nos muestra el día a día de una oficina y cómo poco a poco se van forjando vínculos entre sus trabajadores. La naturalidad de la autora, el humor y las pinceladas que atisbamos del mundo laboral de Japón lo hacen una lectura interesante.