Edición original: 47 Ronin #1-5.
Guión: Mike Richardson.
Dibujo: Stan Sakai.
Color: Lovern Kindzierski.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $3,99.
«De los relatos más conocidos de la historia japonesa, la leyenda de los 47 ronin y su épica misión para vengar a su malogrado maestro encarna el código de honor del samurái. Se dice que ‘conocer la historia de los 47 ronin es conocer Japón’. ¡Narrada una y otra vez a través de los años, esta leyenda por fin llega a los cómics con una miniserie meticulosamente documentada y hermosamente ilustrada de Mike Richardson, Stan Sakai y el asesor editorial Kazuo Koike! ¡Al volver a narrar esta extensa historia de honor y violencia en toda su grandeza, el primer capítulo detalla el trágico incidente que sellará el destino de Lord Asano y pondrá a cuarenta y siete de sus vasallos en un camino de venganza que durará años!»
La historia de los 47 ronin está de moda. Hace poco se estrenó una película en imagen real protagonizada por Keanu Reeves, de la que os hablamos en ZN Cine – Crítica de La leyenda del samurái (47 Ronin) de Carl Erik Rinsch e incluso antes salió a la venta el cómic que hoy os reseñamos. Y si la crítica de Juan Sangrós dejó el film a la altura del betún, con la historia de Mike Richardson y Stan Sakai sucedería justo lo contrario. Este cómic, que será publicado en marzo por Planeta DeAgostini, es una carta de amor de Richardson dirigida a Japón ya que supone la culminación de más de 20 años de documentación y de dar vueltas a cómo realizar la adaptación en cómic de una historia que es mucho más que una parte de Japón. Muchos consideran que representa a ese país. Por lo tanto, ya os puedo anunciar que la reseña de hoy será benevolente y que si habéis tenido la suerte – buena o mala – de visionar la adaptación cinematográfica, seguramente tendréis que hacer un ejercicio de abstracción para olvidar aquella otra obra. No es sano comparar La leyenda del samurái (47 Ronin) de Carl Erik Rinsch y 47 Ronin de Mike Richardson y Stan Sakai.
Dicho esto, vayamos al grano…
Stan Sakai es ampliamente conocido por su trabajo en solitario en Usagi Yojimbo (una obra que ha ganado tantos premios que ya hemos perdido la cuenta), pero quizás su implicación en 47 Ronin pase a un segundo plano porque esta miniserie está escrita por Mike Richardson. ¿No os suena el nombre? Ciertamente, Richardson no es un guionista muy conocido porque su faceta más relevante es otra: la de creador y fundador de Dark Horse Comics. En nuestro especial titulado Mundo independiente: Cuando Dark Horse revolucionó el mundo hicimos un breve recorrido por la historia de esta editorial y, aunque hoy no toca vanagloriar la figura de Richardson, sí hay que mencionar algunos aspectos que, indudablemente, forman parte de la génesis de 47 Ronin.
Cito las palabras de Richardson – que ya reproducí en aquel artículo -, sobre la inclusión del manga en Dark Horse: «El manga me interesaba desde el primer día. Primero vi el Action Comics japonés (no confundir con la versión de DC Comics) que incluía El lobo solitario y su cachorro. Perseguí ese título durante diez años hasta que obtuve la licencia gracias a mi amistad con el creador Kazuo Koike. Mi persistencia fue provechosa ya que vendimos cerca de un millón de tebeos de la serie. Adquirimos nuestra primera licencia, Godzilla, inmediatamente. No teníamos una traducción de la serie manga así que tomé los números uno, tres y cinco mientras Randy tomó el dos, cuatro y seis; y básicamente escribí el texto y el diálogo mirando las viñetas del tebeo. Empezamos a ir a Japón regularmente a finales de los ochenta e inicios de los noventa y Dark Horse no solo publica las series más longevas de Estados Unidos, también somos la editorial que ha publicado manga durante más tiempo. Estábamos antes de las actuales editoriales de manga y nuestras series continúan vendiendo bien«. Y con estas palabras, la relación entre Richardson, Japón y el mismísimo Kazuo Koike se entienden a la perfección, con lo que 47 Ronin cobra sentido.
Para complementar esta información sólo necesitamos recurrir a un artículo escrito por el propio Richardson que se incluyó en el primer ejemplar de la miniserie. Allí se nos explica que este titulo está basado en una historia real que acaeció en Japón en el Siglo XVIII. El relato prontamente se convirtió en una obra teatral (de títeres) y se popularizó de tal manera que ha quedado indeleblemente grabado en la cultura japonesa. En 1986, en los albores de Dark Horse, Richardson ya estaba obsesionado con la cultura japonesa y veía cualquier película de samuráis que llegase a sus manos – mientras luchaba por los derechos de El lobo solitario y su cachorro -. Un amigo suyo llamado Randy Stradley compartía su afición y fue el primero en descubrirle la historia de los 47 ronin. El proyecto se gestó en la mente de Richardson, pero pasaron los años y no llegó a fraguar jamás. Aun así, él se documantaba ya fuese leyendo todo lo que llegase a sus manos sobre la historia o incluso visitando los lugares donde sucedió todo. Cuando ya tenía un nivel de documentación espectacular, lo comentó a Kazuo Koike y éste le motivó para escribir la historia, ofreciendo, además, su ayuda. Así que ya en 2008 escribió el primer guion y se lo entregó a Koike. Y no se lo puso fácil. El guion se reescribió una y otra vez, y la cantidad de páginas se incrementó sobremanera. Ya con el texto escrito solo faltaba un detalle: ¿Quién lo dibujaría? Después de mucho pensarlo, dio con la respuesta obvia: Stan Sakai. Tras décadas narrando las aventuras de Usagi Yojimbo, nadie puede ilustrar mejor el Japón de aquella época que el señor Sakai.
A la hora de acercarnos a esta aclamada historia, Richardson podría haber optado por hacer especial énfasis en las escenas de acción, o podría haber elegido el camino de la reflexión, ofreciéndonos algunas pinceladas sobre la cultura japonesa y la importancia del honor. Siendo norteamericano, la primera opción habría parecido la más obvia, pero optó por la segunda con lo que 47 Ronin resulta ser una reflexión sobre la traición, la muerte y el honor. En ella encontramos hechos un poco difíciles de entender (por culpa de las diferencias culturales entre países) pero que nos hacen reflexionar sobre lo que hemos leído. Y es curioso que esto sea así porque Kazuo Koike – asesor de Richardson – debió matar cerca de tres veces la población de Japón en su obra más famosa… Con esto quiero decir que 47 Ronin no es un tebeo de acción, al contrario. A pesar de que nos narre la historia de una venganza que sabemos que va a acabar en un baño de sangre, Richardson es capaz de ir más allá de la anécdota y narrar la historia deteniéndose en lo que realmente importa: la psicología de los protagonistas, las relaciones entre personajes, etc.
En su conjunto, 47 Ronin es una obra redonda. Está redactada cuidando con cariño todos los detalles. Incluye frases impactantes justo cuando se necesita y encima aparecen de manera natural. Si conseguís adentraros en la historia y conectar con los personajes es posible que incluso soltéis alguna lagrimilla. Sobre todo si la leéis del tirón (la experiencia en grapa no es tan buena como la del tomo recopilatorio, pues hay que recordar bastante cosa mes a mes). El único punto negativo que se le podría sacar es que, para entenderla, necesitáis algo de contextualización. Ciertamente están muy bien los artículos que se incluyeron en la edición en grapa norteamericana, pero la mayoría de ellos hablaban de los autores y, para entender lo que leemos, necesitamos saber un mínimo sobre el contexto histórico en el que se ubica 47 Ronin. Los lectores de Zona Negativa son afortunados, eso sí, porque ese mínimo coincide con lo que os explicamos en el artículo titulado Zona Manga – Introducción a los tipos de manga justo cuando definimos el manga de samuráis. La información se encuentra en el apartado 1 de otros tipos de manga, ya que este tipo de tebeos toma el nombre de Jidaigeki. Allí, por ejemplo, tenéis un rápido organigrama con el que se desvela la organización de la sociedad de aquellos momentos.
Por lo que respecta al dibujo. Los lápices de Stan Sakai solo se pueden describir como bellos. Antes de leer 47 Ronin tenía mis dudas al respecto porque después de tanto tiempo observando las figuras antropomórficas del autor, cuesta hacerse a la idea de que pueda dibujar personas sin dejar de lado ese toque caricaturesco. Y no aparca su estilo, pero dada cómo está escrita la historia, el trabajo de Sakai combina a la perfección. Y el coloreado de Lovern Kindzierski no hace más que agrandar dicha sensación.
En definitiva, veinte años pensando en una obra y documentándose sobre ella es llevar al máximo lo de tomarse las cosas en serio. Y el resultado es el esperado: una pequeña obra maestra. Que guste o no ya depende de las sensibilidades de cada uno, que este no es el género que acostumbra a publicar Dark Horse.
Merci Enrique, todavía más ganas de leer estos «47».
Para quien guste de una historia inusual de samarias recomiendo «Takemitsu Zamurai» de Taiyo Matsumoto. Fantástico.
Pero ¿esto es un tomo único?
¿Porque pone #1 a 5?. ¿Hay mas números, tomos, precuelas, postcuelas y todo eso?
Imagino que Enrique lohabrá leído por grapas USA, y Planeta lo publicará en tomo.
Pues no entraba entre mis planes pillarme esto, pero la reseña ya me hace dudar.
Buscando razones para el hiatus de Stan Sakai con Usagi yojimbo di con esta serie, aun cuando estaba en previews… Desde ese momento estaba esperandola. A ver si no defrauda despues de tanta espera.
A ver si se le encauza la vida y vuelve a hacer funcionar a Usagi, aunque sea para darle un final a una historia de mas de 30 tomos una vez compilado todo.
Gracias a todos por los comentarios!
@Archer: Efectivamente, es lo que comenta Kravinoff. Esto es una miniserie en grapa de 5 números. Dark Horse sacará un tomo en tapa dura con extras dentro de dos semanas. La portada de Planeta es la misma que la del tomo, por lo que es muy posible que aquí nos llegue esa versión pero, evidentemente, las ediciones inéditas no las he visto y no puedo confirmar nada. Ahora mismo sólo se puede reseñar la grapa.
bufff, me pasa lo que a retran, no entraba en mis planes (el estilo de sakai siempre me ha echado un poco para atrás) pero ahora ya empiezo a dudar; pa que me meteré a leer estos artículos.
Si es que somos gilipollas…
Gracias, Enrique y Kravinof por vuestra respuesta
Yo me lo pillaré fijo. Ayer precisamente me compré el tomo de Usagi Yojimbo que sacó Planeta este mes y es que para mí esta colección está en mi Top10 y Sakai es un genio. Pocos autores transmiten tanto con tan poco…
Una vez leída puedo decir que es una obra correcta sin más. Poca contextualización, poca profundidad en lo que respecta al código de los samurais y la psicología de los personajes. Una buena forma de conocer la historia? Si, pero se queda corta y le falta poesía tanto a nivel literario como gráfico. Aún así muy recomendable.
Los 47 Ronin es una de aquellas leyendas que me gustaría ver en manos de Taiyo Matsumoto. Su Tametitsu Zamurai es una auténtica maravilla.
Aviso de entrada de que yo no conocía la historia de los 47 ronin.
A ver; me sonaba, sí. Y, a grandes (muy grandes) rasgos, sabía de que iba.
Entre eso, que sentía curiosidad por conocer la historia y lo bien que pintaban la reseña y las ilustraciones que la acompañaban, me decidí a pillar un tebeo que, en principio, no pensaba pillar. Y me lo leí hará ya cosa de un par de semanas, día arriba día abajo.
Y la verdad es que estoy bastante de acuerdo con Mathieu. Es un tebeo correcto. A ratos, incluso bueno. Pero no acaba de despegar.
Es cierto que dedicar 20 años a un proyecto es digno de alabar (Bueno; si ese proyecto es acabar con la vida de todos tus seres queridos, pues seguramente no, pero ya me entendéis…) y, a buen seguro, el bueno de Richardson tuvo más cosas de las que ocuparse al margen de esta historia. Pero, visto el resultado, no sé si el esfuerzo ha valido la pena. Quiero decir… sí; está bien, pero, hombre, incluso (o esa es mi percepción) para un neófito como yo hay más trabajo de documentación -y, sobre todo, mejor empleado- en cualquier álbum de Kogaratsu que en este cómic. Vamos; que igual no hacían falta tantas alforjas para este viaje.
En cuanto a la historia… No sé; hay drama, hay épica, hay tragedia… Es decir, están todos los elementos. Y, aún así, algo falta. O falla. No sé si es que la «cantidad» no es la suficiente o si lo que falla es la «coción». Porque el caso es que yo echo en falta más drama, más épica, más tragedia…
Ignoro si la culpa es de un guión que nos expone la historia sin atreverse a ir un paso más allá, o de un dibujo quizá demasiado luminoso (¿incluso blando?)al que le falta la crudeza que la historia parece demandar. Pero el caso es que si pienso en un calificativo con el que definir esta obra el que me viene a la mente es el de anémica. Esta es una obra anémica. Le falta vigor.
Otra cosa. Y no diría que es algo que me haya influído a la hora de valorar el tebeo (aunque tampoco podría descartarlo)… Ya me lo pareció cuando lo ví en la tienda, sobre todo atendiendo al formato. Luego, ya leído, y con lo poco que satisfizo las expectativas en él despositadas la cosa fue a peor.
Me ha parecido caro de cojones. Desde luego, mucho más que otros de los que suele/solemos quejarse/quejarnos todo dios.