Norma Editorial nos trae un sugerente relato, firmado por el guionista
Hagamos un poco de memoria del desastre que da nombre y trasfondo a la presente obra. En la mañana del 26 de diciembre de 2004, uno de los terremotos más graves de los que se tiene constancia provocó una serie de tsunamis que arrasaron las costas de muchos países de la rivera del océano Índico. Fue un desastre natural de proporciones descomunales que dejó un triste balance de más de 200.000 víctimas mortales, millones de damnificados y un nivel de destrucción escalofriante. La magnitud de la tragedia provocó la reacción solidaria del mundo entero que envió ayuda humanitaria y medios de rescate para colaborar en las labores de recuperación y salvamento de las miles de personas afectadas por la tragedia. Un desastre que además pudo verse en todo el mundo a través de los medios en toda su magnitud gracias a la cobertura mediática y del abundante material gráfico que recogió algunos de los momentos más dramáticos del suceso, convirtiéndolo en el primer gran desastre natural de la era de la información (hecho también debido al elevado número de víctimas de países occidentales que tuvo lugar en las zonas turísticas afectadas por el tsunami). Con este fatídico evento en la memoria,
La historia comienza cuando Romain, un joven francés, llega a Indonesia buscando a su hermana mayor desaparecida en la zona varios años atrás. La chica era una voluntaria que se desplazó a la zona para ayudar a los desplazados por el tsunami y desapareció sin dejar ni rastro dos años después. Acompañado de Jesse, otra joven de visita en la zona, Romain seguirá las pocas pistas que tiene y recorrerá los diferentes parajes que visitó su hermana hasta recalar en una pequeña isla en la que afrontará las cicatrices físicas y espirituales de una tierra asolada por la más terrible de las tragedias y descubrirá a una hermana que nunca llegó a conocer del todo.
El guionista construye un relato sutil y delicado sobre una de las mayores tragedias de nuestro tiempo y no lo hace mostrando las miserias o las desgracias de forma cruda sino que lo hace de forma indirecta, mediante testimonios puntuales, pequeñas anécdotas o paisajes devastados que dejan patente la magnitud del desastre pero sin caer en didactismos o juicios de valor. Una aproximación tan respetuosa con el suceso como con la tierra en la que tuvo lugar, introduciendo en el relato elementos culturales y folclóricos de la gente de allí y mostrando las diferentes formas de afrontar la pérdida según las tradiciones de cada uno.
El trabajo de
A pesar de no realizar un desarrollo muy profundo de los temas que trata y de recurrir a elementos argumentales bastante manidos (el protagonista occidental confundido con su vida, la chica que le ayuda, el choque cultural) la sutileza de la obra en general y el lirismo de algunos pasajes hacen de Tsunami una obra interesante que además cuenta con un apartado gráfico de