Pues con estas nos levantamos esta mañana: a True Blood, The Vampire Diaries, Crepúsculo y demás se les sumará en marzo de 2010 una nueva serie regular de la línea Vertigo titulada American Vampire, en lo que puede calificarse –desde hace tiempo– como una auténtica fiebre por todo lo relacionado con chupasangres. Pero es que no queda ahí la cosa… el apartado gráfico correrá a cargo del brasileño Rafael Albuquerque, pero el guión del primer arco lo escribirán a cuatro manos Scott Snyder y el hombre que le descubrió su vocación: ¡Stephen King!
Vía Graphic Content, el imprescindible blog oficial de Vertigo, nos enteramos de muchos más detalles: la nueva colección «presentará a los lectores una nueva raza de vampiros, una especie más musculada y viciosa con distintivas características americanas» y su primer arco argumental –de cinco números– contará dos historias separadas, una escrita por Snyder y la otra por King.
Skinner Sweet
Así, mientras que la historia de Snyder versará sobre las aventuras de Pearl y sus sueños de convertirse en estrella del Hollywood de los años veinte, la historia de King nos presentará el origen del primer vampiro americano: Skinner Sweet, ladrón de bancos, vaquero asesino allá por 1880 y, a la postre, un vampiro más fuerte y rápido que sus predecesores, equipado con colmillos de serpiente de cascabel (eso de los murciélagos está anticuado al parecer) y que obtiene sus poderes del –ejem– sol (muy, muy anticuado). Tras la conclusión del arco, Snyder y Albuquerque se dedicarán a desarrollar la historia de la estirpe de Skinner a través de varias décadas. Y, tal y como está redactada la noticia, podemos deducir que King simplemente creará al personaje, escribirá el primer arco, cobrará su cheque y se irá. La misma fuente, además, nos provee de las primeras declaraciones de los implicados:
- Scott Snyder: «Nada podría ser más excitante para mí que tener la oportunidad de reimaginar un monstruo clásico, de inventar toda una nueva mitología e historia secreta… nada excepto tener la oportunidad de hacerlo con Stephen King en Vertigo. Honestamente, no puedo pensar en ninguna otra influencia más crucial o inspiradora para mí que Vertigo y Stephen King. Tenerlos a ambos involucrados en American Vampire junto al increíble Rafael Albuquerque es todo un sueño hecho realidad para mí».
- Stephen King: «Me encantan los vampiros, y la idea de seguir las oscuras hazañas de un vampiro americano único realmente encienden mi imaginación. La oportunidad de hacer la historia de origen –estar presente en el momento de la creación– fue emocionante. Le debo un montón de gracias a Scott Snyder por dejarme compartir su visión y sorber de su cubo de sangre».
Pearl y su estilo años veinte
- Rafael Albuquerque: «En un tiempo en que los vampiros están por todas partes, Scott y Stephen parecen haber hecho lo imposible: una nueva serie original, inventiva y llena de detalles. Es un proyecto desafiante y excitante en el que estoy orgulloso de trabajar».
- Karen Berger: «Publicar una serie con un enfoque fresco sobre el mito del vampiro sería lo suficientemente increíble, pero añadir los talentos de Scott Snyder, una nueva y excitante voz en el campo de la ficción, y de Stephen King, el maestro del horror en persona, está más allá de lo impresionante. Estamos emocionados con el hecho de que Vertigo sea el hogar de este nuevo trabajo tan especial, y estamos seguros de que será una contribución esencial al atractivo popular y atemporal de lo vampírico en cualquier parte».
Si me preguntáis mi opinión pues, sinceramente, no sé qué pensar aún de esto. Vaya por delante que con esto de los vampiros (probablemente el mito de terror que más me fascina) soy por lo general clásico y canónico; me gusta que se conserve el concepto y que la originalidad venga de la mano del tratamiento, y no al revés. No obstante, cualquier historia es buena si está bien llevada y la idea más descabellada puede convertirse en un gran acierto si su aplicación se lleva a cabo con frescura, lógica y coherencia.
Sin embargo, me estoy volviendo algo cínico últimamente y yo en esto veo, a priori, un producto de marketing parecido a otros pero mucho más descarado. A Vertigo no le va bien con las regulares y simplemente gesta una colección sobre un tema tan en el candelero como los vampiros, mete a un escritor de best sellers como King en el meollo aunque sea testimonialmente (ya me estoy imaginando el típico Stephen King’s American Vampire) y a tirar ejemplares y venderlos como rosquillas.
El nuevo vampiro americano
De paso, un mito tan consolidado (y europeo) como es el vampiro se convierte en algo netamente americano, con cowboys chupasangre –algo ya visto en Buffy por ejemplo– equipados con colmillos de serpiente de cascabel, que obtienen sus poderes del sol (lógico, eso sí) y que probablemente harán a esos atildados y amanerados vampiros clásicos cagarse en los pantalones. El título de la colección, de hecho, es toda una declaración de principios: American Vampire. En fin, espero equivocarme y que estemos ante una nueva joya… pero me da que no.
Newsarama nos deleita con más declaraciones a propósito de la obra en las que quedan un poco más claros el proceso creativo, las intenciones del equipo y la génesis de la obra. Lo primero que tenemos que decir es que el concepto original de la historia es de Snyder, que al parecer envió la descripción a King para ver si éste podía escribir un cita promocional. El propio Snyder nos lo cuenta: «[King] me escribió de vuelta y me dijo que realmente le gustaba el material y que le encantaría hacer un texto promocional. Pero decía que también le gustaría hacer un par de números. Obviamente, dije que sí. Después continuó diciendo ‘¿Te importaría si prolongase esto un poco?’. Y acabó haciendo cinco números. Tomó una dirección excitante tras el segundo o tercer número. Y en ese punto, era totalmente su criatura imaginativa. Y la serie es mucho mejor por ello. Añadió grandes cosas al personaje y a la historia y a sus relaciones […] Y está muy entusiasmado con el hecho de decir que es su primer cómic original».
Respecto a la nueva raza de vampiros, Snyder explica: «Como la especie vampira, a lo largo de los últimos dos milenios, ha tenido distintas poblaciones en épocas diferentes, ocasionalmente muta en una nueva especie de vampiro. Y de este modo hay todo un árbol familiar secreto de especies diferentes detrás de la dominante –la clásica, nocturna, bebedora de sangre y afectada por la luz del sol– que llegó a dominar Europa. Skinner Sweet tiene así poderes completamente nuevos y también debilidades totalmente genuinas. Esta raza de vampiros es más feroz, más fuerte y más efectiva. Se encuentra en el desierto y se expone a la luz constantemente. Es más musculada, animal y fiera. No es educada. Es una criatura más ligada a los desiertos de Las Vegas y California que a lo urbano, escenarios más elegantes donde puedes operar de noche y ocultarte durante el día. Sus colmillos son más largos y propios de una serpiente, y posee una cualidad ofidia en la forma en la que ensancha sus mandíbulas. Y sus uñas son más más largas que las de los vampiros europeos. Asi que se siente como algo más propio del Oeste americano, del paisaje americano, que cualquier otra cosa que haya visto antes».
Pearl a color
Sobre el personaje principal, Skinner Sweet, Snyder también se explaya lo suyo: «Fue divertido porque le dije a Steve [Stephen King] que pensaba en Skinner como en una especie de Joker en cierta manera, y que era totalmente antisocial y terrible. Y el dijo ‘vale, creo que ya lo pillo’. Y me quedé preguntándome si lo habría hecho lo suficiente malo. Pero entonces fue como si, ufff… nunca me di cuenta el enorme pozo sin fondo de maldad que hay en este personaje hasta que él [King] se hizo cargo».
Snyder también se toma su tiempo para hablarnos del personaje de Pearl, la joven que desea ser actriz en el Hollywood de los años veinte: «Acaba convirtiéndose en la víctima de este vicioso ataque vampiro por parte de los vampiros de la vieja escuela, de los europeos. Y Skinner Sweet simplemente parece estar por allí cuando eso ocurre. Y así empieza la vida de Pearl como vampira americana. Por su lado es una historia clásica de venganza [aunque] hay un poco del binomio Hannibal Lecter/Clarice en la relación que se establece entre Pearl y Skinner. En primer lugar, hay un secreto en la razón por la que él la ha creado, una doblez en sus motivaciones. Pero en su mayor parte, hay cierta moralidad en la misión de ella… había un montón de discriminación hacia la mujer en el Hollywood de los años veinte, y mi historia va sobre estos vampiros dominantes que secretamente dominaban la industria cinematográfica. Y Pearl es alguien a quien apoyas, porque crea un sentido de justicia y destruye el sistema que la engañó para ir a una prueba y acabar asesinada».
Pero lo más curioso, sin duda, es cómo llegaron Snyder y su propuesta a la línea Vertigo. Al parecer nuestro hombre estaba en la lectura de un libro para el que había escrito una pequeña historia superheroica cuando un editor de la línea apareció y preguntó si alguien era un fanático auténtico de los cómics. Snyder respondió a la pregunta afirmativamente y, tras responder a la pregunta prototípica de qué estaba leyendo en esos momentos –Final Crisis y Secret Invasion–, fue nuevamente cuestionado acerca de posibles ideas para la línea Vertigo. Y allí mismo soltó la idea acerca de los vampiros que le llevaba tanto tiempo rondando por la cabeza, a pesar de que pensaba que por el lugar esperaban algo más literario. Pero no… el tema resultó ser del agrado del editor. Karen Berger lo explica así: «Las raíces de Vertigo están en el terror. Tiene sentido para nosotros hacer una serie sobre vampiros. Pero si la hacemos, tenemos que hacerla de una forma fresca y excitante. Y precisamente American Vampire va sobre eso».
Al parecer el anuncio ha supuesto, como era previsible, un buen revuelo en las páginas especializadas, en los medios generalistas como el New York Times y en algún que otro blog literario. En todas ellas se repite más o menos la misma información, aunque tal vez las que aportan más contenido nuevo sean Comic Book Resources e IGN, que se desmarca con una entrevista a Scott Snyder.
Así, ahora sabemos que el hecho de que sólo conozcamos al vampiro clásico forma parte de la mitología de la serie –que explorará cómo esta raza se hizo hegemónica sobre las demás–, que el protagonista vive pensando que el Oeste nunca debió ser «domesticado» y que ser americano significa ser salvaje, o que los arcos del cómic versarán tanto sobre la vida de Skinner como sobre la historia de su progenie, en una línea temporal que nos llevará a través de distintas etapas en la historia de Estados Unidos y de su cultura. Una estructura que Snyder afirma parecida a la de Criminal o Northlanders, sólo que con un personaje principal mucho más reconocible y presente dada su inmortalidad.
También hay espacio para hablar del gran trabajo que a juicio de Snyder está llevando a cabo Albuquerque en la parte gráfica, con un estilo art deco a base de lápices y tintas densas para la ambientación en los años veinte y un estilo a base de aguadas para la parte que se desarrolla en el Oeste (la historia de Stephen King). Al parecer Albuquerque ha conseguido –siempre a juicio de Snyder– encontrar una voz propia que se relaciona con la parte invariable de los personajes pero que se adapta, al igual que ellos, para reflejar el paso de los años y los cambios sociales.
Pero de todas las citas, me quedo con la que explica el motivo por el que Snyder decidió hacer este trabajo con Vertigo: «Traje el material a Vertigo porque crecí con los cómics de Vertigo. Vertigo para mí es el anillo de oro del cómic independiente. Mientras maduraba, cómics como La cosa del pantano me influyeron muchísimo».
un mito tan consolidado (y europeo) como es el vampiro se convierte en algo netamente americano,
De todas formas, el mito del vampiro (tal y como lo conocemos hoy en día) no es europeo, sino anglosajón. Aunque el origen mitológico esté en el folklore de la Europa más oriental, la versión literaria es sobre todo inglesa (y las cinematográficas americanas).
Y de todas formas, ya era hora que Vertigo se fuese abriendo a la experimentación de autores comerciales, porque la verdad es que lleva tiempo sin comerse un colín, y tras la decadencia en la que parece haber entrado su buque insignia actual (Fables), tiene que empezar a buscar un substituto que le dé un empujón a la línea.
Es que la Inglaterra de Polidori y la Irlanda de Stoker están en Europa por muy cultura anglosajona que sea. Pero dejando eso de lado, Drácula, el vampiro por excelencia, era centroeuropeo; Bathory también. Por otra parte, la mayor parte de las novelas y adaptaciones cinematográficas que versan sobre vampiros tienen cierta sensibilidad europea, se ambientan en Europa y, de hecho, casi siempre los vampiros que aparecen son europeos. Drácula por supuesto, pero también Lestat, que en la ficción era francés. Incluso cuando Rice escoge una ciudad para ambientar la primera parte de su Entrevista con el vampiro, elige la más europea de las ciudades americanas. ¿Películas y actores? Bela Lugosi nació en la actual Rumanía. Christopher Lee es inglés, al igual que Gary Oldman. Murnau, alemán. Mark Rein Hagen vive en Georgia… Vaya, que yo creo que el mito es netamente europeo. Totalmente distinto es de donde viene la pasta para las adaptaciones en la mayor parte de las ocasiones, pero eso no necesariamente altera –y de hecho casi nunca lo hace– cómo se reflejan los vampiros en el cine.
Respecto a esta serie… a nivel de ventas probablemente pueda suponer una buena cosa. A nivel cualitativo no estoy seguro.
Veremos que puede salir de aquí. El mito del vampiro siempre me ha llamado la atención aunque el enfoque que se le da hoy en día creo que le resta carisma al concepto. Yo tampoco sé que esperar, y vaya por delante que también prefiero un tratamiento clásico en este tipo de historias, pero según tengamos más avances supongo que nos podremos hacer una idea.
Por otro lado estoy de acuerdo en que es un mito plenamente europeo y remontándose incluso a sus origenes estos se encuentran en el viejo continente que circunda el Mediterráneo aunque si bien es cierto, como un buen puñado de mitos, podemos encontrar patrones muy similares en casi todas las culturas del mundo.
¿Vampiros americanos con aires de cowboys y tipos duros? Near Dark… ¡Near Dark! ¿Nadie ha visto los Viajeros de la noche? Clasicazo de los 80
Buenas,Creo que puede salir algo interesante de aqui,esta claro que lo de King es puro marketing,pero si sirve para que la coleccion comience muy bien,y los autores puedan desarrollar con tranquilidad la coleccion no me parece mal.ademas,la propuesta parece interesante,a ver que tal.
Greek Street no creo que aguante mucho,pero Unwritten de Carey parece que esta estabilizada por ahora en unos 12.000/14.000 ejemplares,lo cual no esta mal.Pero Vertigo necesita un par de titulos mas comerciales,la verdad.y Wildstorm igual,a ver que hace DC,asi que todo esto me parece bien.
Es que la Inglaterra de Polidori y la Irlanda de Stoker están en Europa por muy cultura anglosajona que sea.
Pero es que en esto te equivocas. La evolución de la cultura / literatura en la que se forjan los mitos del vampiro es la anglosajona, que siempre ha tenido una evolución distinta al resto de Europa. Claro que Inglaterra e Irlanda forman parte de Europa, políticamente, pero culturalmente están alejados, y tiene más relación con lo que se hace en América que lo que se hace en el resto de Europa.
Dejando de lado el origen folklórico del mito, ya lo he dicho antes, la evolución es eminentemente anglosajona, y la creación de la mitología tal y como la vemos ahora es eminentemente americana/inglesa. Las películas de la Hammer, las novelas de Anne Rice que mentas, intentando colar el supuesto «aspecto europeo» de Nueva Orleans).
No entiendo qué tiene que ver que Gary Oldman sea inglés para que la película de Dracula de Coppola sea europea: el director es americano, y es su visión del vampiro lo que prima sobre el origen de los actores (que, de todas formas, son la mayoría anglosajones, por lo que se puede considerar de la misma corriente).
Hay que aprender a diferenciar entre el origen del mito (europeo, balcánico) y su evolución cultural (inglesa y americana). Pocas obras hay sobre vampiros que no sean anglosajonas (angloamericanas, si lo preferís) que hayan quedado en el recuerdo colectivo (si me apuras, sólo Nosferatu).
Nunca he dado…. ni daré 2 duros por Stephen (hago historias sin sentido) King.
El unico autor capaz de mezclar extraterrestres, mitos indios y fantasmas en una misma historia.
No me lo quiero imaginar hablando de vampiros… que los mezclara??? con microondas asesinos????
Nunca he dado…. ni daré 2 duros por Stephen (hago historias sin sentido) King.
Pues tiene novelas majas: Salem’s Lot (sobre vampiros), Carrie (mítica), Cementerio de animales (sobre animales que vuelven de la tumba…), It y La tienda (sus grandes retratos sobre la sociedad americana), que valen mucho la pena.
También es cierto que de un tiempo a esta parte no levanta cabeza en calidad (Dreamcatchers, a la que te refieres, es malísima, como también lo son Un saco de huesos, Cell, Insomnia…), pero eso no quita que las novelas antiguas valgan la pena.
Y sobre microondas asesinos, ya hizo una «Rebelión de las máquinas» en la película Maximun Overdrive, que de mala que es es un puro gozo.
Vaya mierda de tebeo. Y de guionista.
No doy un duro por esto. No tengo nada en contra del pastiche pero aquí hay un tufillo a sacaperras de lo más sospechoso. En fin…saliéndome un poco del tema ( de vampiros ya estoy servido tras la semana pasada) una pregunta a Jose y a la concurrencia, me topé con un pack a 8 euros con el «Eddy Current» de Ted McKeever, aprate de una reseña del pirmer numero aquí mismo (y de hace unos añitos) y una breve mención halagador por parte del Sr. Pons no encuentro nada que me haga decidirme en un sentido u otro, ¿que tal esta serie, merece la pena, con que puede compararse,…?
Te devuelvo la pelota, M. Sanz: hay que saber diferenciar entre la nacionalidad de un escritor o una película y su ambientación, su naturaleza, sus personajes y sus subtextos. En este sentido el vampiro no es sólo netamente europeo en el origen del mito sino también en todo lo que le rodea. Y te vuelvo a parafrasear: pocas obras hay sobre vampiros en las que el personaje principal no sea europeo o en las que, de una forma u otra, no se recurra al viejo continente. En Drácula por ejemplo, lo europeo está en su germen y, de hecho, uno de las bases conceptuales del libro –y de sus adaptaciones– siempre ha sido la idea del europeo oriental que llega para seducir con sus formas y modales a las mujeres que vivían bajo el estricto código moral de la europa occidental. En las novelas de Rice por ejemplo, casi todos los vampiros que salen son europeos (Louis –sí, él también– Lestat, Armand, Marius) y en Europa se desarrolla no poca acción. Y vuelvo a decirte: Nueva Orleans es la más europea de las ciudades americanas. No sólo por su arquitectura y su aspecto (ése que he intentado «colar») sino también por el hecho de haber estado bajo dominio de franceses, españoles y finalmente americanos, con el crisol de culturas que eso genera.
Respecto a Europa y la clara y distinta evolución que los ingleses han seguido del resto de europeos no puedo sino esbozar una sonrisa, porque opones los británicos al resto de la Europa continental como si fuera de las islas fuésemos todos iguales. ¿Acaso un danés, igualmente europeo, ha tenido una evolución cultural parecida a la de los españoles en oposición a los británicos? Me parece poco probable. Cosa distinta es que en el siglo XX los americanos se convirtieran en superpotencia y empezaran a exportar su cultura a raudales, a empaparlo todo y a generar obras audiovisuales y literarias por doquier. Y los británicos, evidentemente, además de impregnarse de ella como en el resto del mundo comparten el idioma con los estadounidenses y pueden integrarse mejor en esas obras.
Finalmente, eso de que culturalmente los británicos estén alejados de los europeos y cercanos a los estadounidenses es un error de perspectiva que no cae en la cuenta de que, en realidad, son los estadounidenses (o los australianos, ya puestos) los que están cerca de los británicos y, por tanto, de los europeos. Y son los estadounidenses los que culturalmente se van separando de nosotros… Tomemos Dracula como ejemplo. Es una novela epistolar publicada a finales del XIX, cuando ese estilo –el epistolar– ya había caído en desuso y aún tenía algo de penetración en Europa pero no en Estados Unidos, donde Twain, Wharton y James ya habían puesto en órbita una corriente totalmente distinta.
De hecho date cuenta de un detalle: un europeo se siente mucho más integrado en las costas este u oeste, centros neurálgicos de las antiguas colonias europeas y con un sustrato más acorde con nuestro sentimiento que en la llamada América profunda, ésa que nació de la fiebre del oro californiana, el empuje del este, las guerras indias y el ferrocarril. Ésa cuya historia no tiene casi nada que ver con la europea y a la que me refiero cuando digo «netamente americano».
Por todo ello… si me preguntas si los que han desarrollado el mito del vampiro son anglosajones o si gran parte de las películas que tratan el tema son americanas y hechas por americanos, la respuesta es sí (sería inútil negarlo). Pero igualmente me parece inútil negar que el mito, su naturaleza, su subtexto, su ambiente y su contexto no sean eminentemente europeos. Por supuesto habrá nobles excepciones, pero los americanos no pueden sustraerse tanto de la cultura que heredaron. O dicho de otra forma: lo desarrollan ellos, pero mantienen su esencia como europea (entre otras cosas porque esa pulsión entre la europa oriental y occidental de la que hablábamos ahora se ha convertido en un una pulsión entre lo europeo y lo americano).
Y por eso digo que generar una nueva raza de vampiros, nacida en Estados Unidos, más poderosa que la anterior, que se nutre del sol, que tiene colmillos de serpiente de cascabel y cuyo primer exponente es una suerte de cuatrero y bandido… no deja de ser una forma de convertir un mito europeo en algo netamente americano. Incluso encajaría con lo que dices ya que hasta el mito de origen, ése al que ambos consideramos europeo, dejaría de serlo.
Dios, espero que el argumento y el guión de esta ‘American Vampire’ este trabajadísimo, porque si no qué poco fino está hilando Vertigo últimamente. Espero que no estén intentando ‘traerse’ a los fanes de Buffy, Crepúsculo y demás cosas similares con series como esta y la también próxima ‘I, Zombie’. Me huele muy mal este aire ‘neo-gothic’ la verdad… espero que se mantengan alejados del tono ‘Vamps’ al menos (escalofrío).
Y por otra parte, si Sweet Tooth acaba de comenzar (con buenos números, aunque lejos de Unwritten) y ya tienen en la recámara estas dos series nuevas… eso significa que tienen ya pensado al menos 2 series en curso para cancelar…
De «Los viajeros de la noche» se tenía previsto un remake que comenzara a rodarse este año. pero entre crepúsculo, true blood, the vampire diaries, etc… el estudio pensó que el tema estaba masificado y lo ha dejado en stand by
Y también del tono de Bite Club (especialmente el de la segunda miniserie). Sobre series a cancelar… por números les toca a Air y al Soldado Desconocido, creo (y por este orden además).
Zape… Eddy Current es una obra germinal, ochentera y primeriza. Tiene sus aciertos, como el personaje principal o todo el tono, el contexto que desarrolla. Si tuviera que describirla usaría el término «insana» o quizás «esquizoide». Y en cuanto a si te puede gustar o no; no lo sé porque es de ésas que o conectas con ella o la odias profundamente. Yo la considero hija de una época en la que a los guionistas les dio por forzar la máquina con esto del superhumano de valores morales retorcidos y estado mental inestable en un mundo feísta y underground… la considero excesiva y a ratos fallida, demasiado evidente. Su sustrato es su exposición y su exposición es su sustrato. Pero es una pieza interesante igualmente. ¿A qué se parece? Pues mmmm ¿te has leído Industrial Gothic?
Pues amigos, yo no he podido por menos que alegrarme de esta noticia de nueva serie. No he leído mucho Vértigo pero creo que picaré con estos «vampiros americanos». La idea me parece interesante: vampiros más fuertes, con colmillos de serpiente y fuerza proveniente del sol (lógico por otro lado). La mezcla con los forajidos y bandidos del far west también puede funcionar; aunque a mí, lo que más me ha llamado la atención es la inclusión del maestro Stephen King en el desarrollo del orígen de esta historia. Ya he comentado en más de una ocasión lo que me gusta King. La «Torre Oscura» me parece una obra magistral. Y contar con su presencia, aunque sea brevemente, será una inyección de interés y ventas, desde luego.
También estoy de acuerdo con la argumentación de José Torralba, la génesis del vampiro es europea, aunque también hay muchas historias vampíricas o con personajes que podrían ser el germen de los vampiros en muchas otras culturas. Hablaba de algunas de ellas en mi columna de la semana pasada https://www.zonanegativa.com/?p=10161 (por si alguien que no la ha leído le interesa echar un ojo).
Nos leemos.
No es que lo de King sea marketing, es que el mero hecho de sacar ahora una serie de vampiros ya lo es. A mí la verdad es que vertigo ya no me parece vertigo, no hay riesgo real, no hay esa mezcla de truñacos junto con obrazas, no para mayorías, pero obrazas, sino un tono medio premeditado, como esas pelis que se hacen para ganar oscars agarrándose a un abc indie con algún fomosón de gancho. Pasa que no son malas pelis pero les falta el alma.
A lo mejor es que ya he leido mucho, pero títulos «auténticos», ahora mismo… Porque fábulas puede gustar pero es que está hecho para ser un superventas, a su nivel, pero superventas. Tal vez lo único «auténtico» sea Scalped.
Y los truños siguen ahí XD
No, no he leido nada de McKeever, la verdad y solo he tenido contacto a través de el Extremista milliganiano…Bueno agradecido creo que por el momento la dejaré pasar, y si veo que no se vende quizás pruebe, veremos…tampoco es que me llame mucho solo como curiosidad.
Sobre Eddy Current: Eddy Current #1, por Ted McKeever
¡Sí, en ZN hemos hablado de ella! 😉
Si quieres una recomendación directa no puedo hacer mucho más porque ya te digo: que entre o no entre es algo personal. Y el concepto que tiene detrás no me parece nada del otro mundo. La cuestión es ¿merece la pena por ocho euros? Si llegas holgado a fin de mes, pues sí… si seleccionas y afinas para comprar tus cómics, a mí no me pasaría una criba.
Y dennel, por llevar la sección Vertigo tal vez debería discutir lo que dices, pero lo cierto es que me siento incapaz. Vertigo no es, salvo notables excepciones, lo que era. Las series regulares no tienen el empuje de un The Sandman, un Transmetropolitan, un Predicador, un Shade, un Los Invisibles, un Lucifer, un 100 Balas o un Y el último hombre ni en broma. Yo también percibo ese ambiente, esa fórmula que parece que aplican y que deja todo (excepto Scalped, Northlanders y poco más) con un extraño sabor a prefabricado. Fábulas no la metería en ese grupo… es un superventas pero creo que tiene voz y consistencia propias. Aunque empezó floja (en los primeros arcos tal vez se apreciase «la fórmula») creo que ha sabido encontrar su voz más allá de sus aciertos y sus defectos. Y para colmo las miniseries, antaño gloriosas, hoy en día son un truño casi generalizado.
PD. ¡Bienvenido Diego! Aunque sabía que vendrías sólo con mentar a King 😛
Si Sergio, agradecido ya te había leido esa reseña (que está muy bien, por cierto) pero me que de como estaba, en un «si es no es», el tebeo me parecía interesante pero no lo suficientemente seductor. Si que soy selectivo (aunque no me resisto a una ganga claro, como el segundo tomo Norma de los Perdedores por solo 2,50 en el Carrefour) tengo echado el ojo a un par de tomos de Gotham Central y creo que tendrán preferencia. Muy agradecido nuevamente.
Ya están Las hijas de Drácula ampliaditas y retozonas, por cierto.
¡Ah! y Los viajeros de la noche si que merece una reivindicación , no era la gran cosa pero teia buenas maneras de western polvoriento-macarra (la escena en la que bajaban las persinas del bar…) mezclado con algunos de los peores vicios estéticos de la época, entre fotografía quemada/publicitaria y mucho plano cerrado que no deja respirar las escenas.
Desde luego José, en cuanto he visto a King en el título he entrado por mi propia voluntad (también me ha cazado la palabra «vampiros»). No puedo aportar mucho al debate sobre la línea Vértigo ya que no estoy especialmente puesto al día con sus series. He leído algo de «Los perdedores», y me encantaron, también algo de «100 Balas», casi todo «Transmetropolitan» y ahora estoy rematando «Dead Enders» (por ser de Brubaker y tener mono de «Criminal», aunque no se parezcan en nada…), pero más allá no he leído nada: ni «The Sandman», ni «Predicador», ni «Y el último hombre»… Tengo pendiente de hincarle el diente a «Animal Man» (recomendación personal de Torralba a un servidor). Así que mi aportación a la «fórmula» de la que habláis no puede ser mayor, ya que mi desconocimiento sí lo es.
Veremos qué nos depara esta serie de vampiros americanos. A ver si es sólo un aprovechamiento de continuar con la moda de los «no-muertos» o una vuelta de tuerca verdaderamente interesante.
Nos leemos.
Ya la leí zape, y las escenas que pones son brutales… es exactamente como la describías, aunque tiene un tono estético en su tratamiento de la violencia y el sexo que la hace escaparse de la pornografía pura y dura.
Ahora me pregunto, ¿que problema hay en que este anuncio, la participacion de King o la tematica de la historia, sea fruto del marketing? ¿Acaso la industria del comic no es un comercio? ¿No deben las obras de comic su prevalencia a las ventas, y por tanto se deben a la publicidad? Vale, es puro marketing, ¿y que? Ya veremos si es buena o mala historia, a priori a unos nos entrara mas en los ojos que a otros, pero criticar el «marketing» de una «industria» que se debe a sus «ventas», me parece estupido. Y es pronto para decir si es «falso marketing», ojo
Ah pero ésa es la eterna cuestión de fondo: si vendes porque hay calidad o vendes porque acudes a productos y fórmulas con gancho. No hay nada malo en saber vender, excepto cuando consigues vender lo que vendes sólo porque sabes venderlo sin ningún otro tipo de aliciente de por medio.
En este sentido, la temática vampírica y el nombre de Stephen King me suenan más a «subirse al carro» que a producir algo genuino, original y bueno. Aunque, como he dicho en el artículo, espero equivocarme y que estemos ante una gran obra que, además, ha sabido venderse bien (lo cual no es algo para nada negativo). Mi valoración actual, que no es tal, no es más que una mezcla de prejuicio y experiencia aplicada a lo poco que sabemos. Que cada cual pondere en qué me baso más, si en el prejuicio o en la experiencia 😉
Gracias Jose, Larraz no se andaba con pijaditas, claro que se escapa del porno y por debajo existe toda una reinvención carnal del mito, pero hasta que punto esto es buscado queda siempre en el aire, en palabras de Larraz a el le pidieron una peli de vampiros con «a lot of blood and a lot of sex» y eso hizo.
Yo también me arrimo a que Vertigo es ya en si mismo un estilo y por tanto una formula conocida lista para ser producida en cadena,
Por ciero lo de los dientes de serpiente me ha recordado esta joyita para «connosieurs» del fantaterror, un film que ya era puro anacronismo en su época «Ssssilbido de muerte«.
Zape, las referencias que manejas le dejan a uno totalmente deprimido. Sé que sé poco pero, madre mía, leyéndote aprendo que aún sé menos de lo que creía que sabía xD Me la apunto para cuando lea el primer arco de estos American vampires.
Respecto a Larraz… indudablemente sí: hizo eso. Pero hay maneras y maneras de afrontar un proyecto de encargo: con el automatismo de un funcionario de la cámara o bajo el prisma de un sólido artesano que no reniega de aportar un poco de fondo al encargo (además de cumplirlo, claro).
La verdad me veo incapaz de decir que Vertigo no es lo que era.
Fabulas,Northlander,Scalped,DMZ,Air,el soldado desconocido,me parecen series muy recomendables.¿ Que falta un sandman o un predicador?nose nose eh.
HUm… si lo peor del asunto es que no son malas. De hecho son buenas/notables. Pero les falta ése no sé qué que hizo a muchas de las colecciones surgidas en los noventa rotundas obras de culto y referencia. Sólo Fábulas, Northlanders y Scalped me parecen que se acercan a ese punto. DMZ es muy buena –yo mismo he sido siempre elogioso con ella– pero tiene no pocos altibajos y le falta cierto toque. Air es imaginativa pero algo menor. Y El soldado desconocido es recomendable pero algo redundante. Ya digo, son excelentes. Pero echas la vista a la producción de los noventa y sientes –al menos yo lo siento– que hemos dado un pequeño gran paso atrás.
Incluso en los errores… la mayor parte de las series que se la pegaron en los noventa eran malas, pero tenían su toque honesto. Las de ahora (Los Exterminadores, Army@Love, Sweet Tooth, Greek Street, Vinyl Underground) parecen hechas con molde. Sólo Young Liars, a pesar de que la detesto, me parece loable por su intento de coger al toro por los cuernos. Y ese mismo molde se ha aplicado, aunque con mayor fortuna, a productos como Madame Xanadu e incluso House of Mystery.
¿Nadie se acuerda de los abuelos de los vampiros en la cultura egipcia? 😕
Egipcios, sumerios, griegos, chinos, hindúes… todo ellos se han acabado integrando en el vampiro europeo como muestras de la aparición de estos seres en el pasado. No nos hemos olvidado de ellos, simplemente Diego ya nos habló de los mismos la semana pasada 😉
Al otro lado del charco están los mesoamericanos, explotados por ejemplo en Abierto hasta el amanecer.
Sin ser un experto ni mucho menos,me gusta la idea de True Blood de vampiros desde nosecuanto antes de cristo,y a mas viejo mas poderoso,la serie me gusta,pero mas toda esa mitologia que por ahora solo se atisba.
Jose,estas en lo cierto,digamos que falta cierta solera ahora que en los 90 si habia¿La razon?No lo se,la verdad.Pero la verdad es que ahora disfruto mucho,y en los 90 tambien.
No olvidemos a las vampiras de Tesalia de que habló en su día Apuleyo.
A la manera hongkonesa… y no hay más que decir.
Efectivamente José esa es la manera en la que Larraz ataca el asunto intentando aportar una visión original y algo de enjundia. Jesús Franco dice que el género se hace de dos maneras: o el director se coloca por encima con paternalismo como si se viera obligado y quisiera demostrar su disgusto con un invento indigno de el y por lo tanto sale una mierda, o bien lo afronta con modestia y honestidad intentando hacer lo mejor que se pueda con lo que hay pero nunca colocandose en un plano de superioridad sobre el encargo, así quizás salga algo potable.
Jess Franco era bien sincero…
Es que es un sol.
En serio, un tipo divertidísimo y una de las personalidades más estimulantes del cine europeo de género del los 60 y 70, pero también de los más dificiles de estudiar y seguir la pista, la operación de desbroce en su selvática filmografía es tarea de titanes, desde luego alguién debería publicar un libro serio y bien trabajado sobre su obra en España quizás así se le recalibraría como merece (entre otras cosas porque muchas peliculas suyas se vieron en el pais trituradas por la censura, caso de «99 mujeres» por ejemplo film exitosísismo que inicio todo un subgénero «exploit»: el «WIP» o women in prison ), entre el «outsider» vocacional y el cineasta suicida, entre la sintaxis libérrima heredada del tebeo y la música y la más descangallada chapuza amateur que devora toda su larga decadencia.
Mis citas favoritas de Jess Franco:
«Hay cosas de Manoel de Oliveira, que me parece de los pocos que sigue experimentando y que se permite hacer una película con 20 planos quietos.»
«Godard es Dios. Es la transgresión personificada. Está revolucionando el cine. Si alguien puede dignificar otra vez el cine y devolverle su importancia, ése es Godard. Su sensibilidad y su talento son extraordinarios.»
«El cine es un instrumento maravilloso y es el arte de nuestro tiempo, pero tampoco es mucho más. Entre Joyce y John Ford me temo que prevalece Joyce. No hay que presumir. El cine no es lo más grande del mundo y Hamlet está por encima de Las uvas de la ira, que probablemente es una de mis películas favoritas.»
Una demoledora y con lectura a la contra: «el cine que no es de género es mierda»
La última es de una lucidez y una honestidad aplastante, el siempre dice que el cine es un oficio y no un arte. Y yo estoy de acuerdo, es artesanía con accesos de genialidad, pero cuando el amor artesano es devorado por las ínfulas, malo…
Se puede encontrar por ahí un documental estupendo (una larga conversación , más bien) titulado «Llámale Jess» donde el habla de esto que tu citas, de no dar una importancia transcendentalista o filosófica desmesurada al cine, no desde los teóricos sino desde los propios cineastas, dice algo así como que si quieres escribir como Kant pues métete 30 años a estudiar y estate joddido tragando libros, pensando y cavilando pero no vengas a vender pijadas con una película.
Pero si todo cine es de género. ?A qué se refiere exactamente?
¿Todo es cine de género? a qué te refieres exactamente.
Que toda película pertenece a un género determinado, quería decir.
No toda película pertenece a un género, por ejemplo, drama o comedia no son géneros, en todo caso conceptos, un western es un western aunque sea cómico o también hay cine sin adscripción, cine que abraza desde el experimentalismo a la desdramatización. Además de que la expresión «cine de género» (igual que novela de género o cómic de género) designa con claridad histórica un tipo de cine con códigos propios, con un ABC interno, con unas fronteras (todo lo elásticas que se quieran y dispuestas para ser retorcidas) y desde luego con una voluntad popular.
perdón que remato: Digamos que existe una cierta taxonomía cinematográfica, de cierta complejidad para explicarla para muy sencilla en la práctica. «El beso de la muerte», cine de género. «La fuerza del cariño», no.
Bueno, pues Jess se equivoca al decir que el cine que noes de género es una mierda (no entiendo por qué la gente de este país tiene que despreciar algo para expresar su amor por otra cosa). Y el cine es un arte, por mucho que le pese; otra cosa es que no sepa demostrarlo con sus películas.
Por cierto, si eso lo hubiera dicho Molina Foix, ?estarías de acuerdo también o echarías espuma por la boca?
Y la comedia y el drama sí son géneros, al menos desde mi punto de vista.
Y a te digo que la frase de Frac¡nco es una boutade y que además debe ser leida en dirección contraria, es decir: al cine que es de género se le considera mierda, así a sido tomado por la intelligentsia crítica.
La comedia y el drama son órdenes superiores y los géneros o «el género» puede participar de ambos. Además calaro de que que lo sean desde tu punto de vista no supone que lo sean por regla.
El cine puede y en muchas ocasiones tiene verdaderos componente artísticos pero no es arte, no lo necesita, es mejor es artesanía, está hecho con amor y fabricado para servir no para contemplar. Además ¿qué es arte?, ¿es lo que el artista designa como tal a la manera en la que se entiende desde que a Duchamp le dio por colgar un water en un museo en el primer acto punk de la história? o ¿es una disciplina reglada y teorizada?
En cuanto a lo del amigo Molina Foix, francamente no se a qué carajo viene, aquello no fue más que una ristra de lugares comunes y tonterias de ignorante desubicado. Ni guarda relación ni me noto espuma por lado alguno, ciertamente.
«al cine que es de género se le considera mierda, así a sido tomado por la intelligentsia crítica.»
Pruebas, porfa. Y nombres de los miembros de esa intelligentsia.
«que lo sean desde tu punto de vista no supone que lo sean por regla.»
Y que no lo sean desde tu punto de vista no supone que no lo sean por regla. La verdad, prefiero informarme obre este tema leyendo un buen libro que discutiéndolo de esta manera.
«no es arte, no lo necesita, es mejor»
Oh, Diso mío. Me acabo de acordar de aquellos tarados que decían que la literatura de ciencia ficción no es literatura, sino algo superior. Mira, mejor dejémoslo aquí, ?vale? Por culpa de gente así me alejé para siempre de ese género literario. No quiero perder también al cine.
Y viva Molina Foix, que tiene huevos para decir lo que piensa.
Dejemoslo , dejemoslo, francamente no te leo más que vaguedades. Y si, desde luego deberías informarte. Si no sabes o quieres hacer como que no sabes que es «el género», pues…
Que pesao soy. El arte es por naturaleza inutil, es decir se justifica en si mismo, no sirve para nada, por eso es arte, empieza y acaba en si mismo. El cine no, el cine necesita servir. No todo lo que se filma y se proyecta es cine, por ejemplo los «screen shots» de Warhol no son cine pero son arte. No todo lo que es extraordinariamente bueno, conmovedor, emocionante o bello es arte, el arte, lo artístico como expresión puede (e incluso debe en ocasiones) ser aberrante, descabelladamente feo o ininteligible. Esa es la naturaleza del arte, que no sirve a ningún otro objetivo que al arte en si mismo. El cine tiene ocasionalmente componentes artísticos y cualidades de puro arte pero su naturaleza no es artística porque el cine tiene que tener una utilidad objetiva y el cine «de génro» es la máxima expresión de esta utilidad de esta necesidad de servir.
John… En primer lugar el concepto de género que tenemos y al que tú te refieres es más un tono general (drama/comedia) que nace en el teatro griego y que luego, en su aplicación cinematográfica, no fue sino un intento de las majors de encorsetar las películas para que el espectador pudiera elegir qué ver. Lo típico de «hoy me apetece un drama» u «hoy me apetece una comedia»… vaguedades poco descriptivas que sólo definían el tono de la historia contada pero no sus elementos (ver Melinda y Melinda, que lo ejemplifica perfectamente a pesar de no ser una película especialmente conseguida).
Lo que hoy se define como cine de género es eso a la enésima potencia. El género es un esquema, un molde, una forma de hacer mención a un universo ficcional en el que encuadrar un tipo de personaje, unos arquetipos, una serie de esquemas argumentales, diversos recursos formales. Una jerarquización en base a rasgos comunes de forma y contenido. Cuanto más obedece una película a este esquema más de género es, porque aunque su intención sea romper los límites formales de ese mismo género, necesariamente tiene que tenerlos en cuenta para romperlos. Y, a fin de cuentas, no los estará rompiendo, sólo redefiniendo. Finalmente, la intención del cine de género es esencialmente popular porque el mismo concepto de género lo es…. la adscripción al género ayuda hoy al espectador a identificar rápidamente no sólo el tono de la historia (comedia/drama) sino también cosas tan esenciales como el esquema argumental o lo que va a ver. No es lo mismo decir voy a ver una comedia que voy a ver una de cine negro, un spaghetti western o una obra de ciencia ficción distópica.
Respecto a pruebas de que el cine de género nunca ha estado bien considerado, tienes cientos: desde el cine de Leone, hoy reivindicadísimo y sin embargo menospreciado y vilipendiado con desprecio en la época hasta películas como Blader Runner que en el momento de su estreno fueron tratadas de auténtica basura. El cine de género es la novela folletinesca de nuestros días. Y ahí es donde entra el concepto de arte y artesanía (en su concepción moderna).
El artesano no renuncia al estilo y a la voz propias, se mantiene pegado al suelo, suele tener vocación popular y hace productos de indiscutible calidad pero que tal vez por no llevar el «sello artístico» desde un primer momento se menosprecian. Luego, con el paso del tiempo, suelen ser calificados como artistas (caso de Frankenheimer, nuevamente Leone o Melville). Y es que el término «arte» es muy vago… en primer lugar obedece a cánones contextualizados y consensuados y a interpretaciones subjetivas y, en segundo, al contrario que el término «artesanía», nadie parece ser capaz de definirlo. Arte es lo que hacen los artistas, dice Gombrich. Pero, ah ¿quiénes son los artistas? Nadie puede identificarlos.
La mayor parte de los artistas que hoy tenemos por tales eran calificados en vida como artesanos. Rubens tenía hasta un taller y todo con gente especializada en hacer cielos, y Dumas tenía una colección de negros sobre cuyos esbozos imprimía su sello. Velázquez fue de los primeros en reivindicar lo artístico de sus obras y de su condición de pintor, pero el fondo de su reclamación siempre fue más laboral que etéreo. No es hasta el siglo XX cuando empieza a concederse el título de artista de forma masiva a creadores vivos, y el motivo es muy claro: dinero. El arte vende, y si ha de vender debe calificarse como arte aquí y ahora. Y debe promocionarse como tal. Y entonces, el artesano, el que no tiene ínfulas, cae en desgracia.
De ahí la frase de Franco, salida de tono y algo ofensiva fuera de contexto pero entendible a su manera… viene a decir que nadie puede arrogarse la condición de artista tan alegremente, y que aquellos que lo hacen suelen tirar por los cerros de Úbeda, alejarse del fango y despreciar a los que prefieren seguir chapoteando en él. A los artesanos. A los que disfrutan haciendo solo cine, metiéndose en los entresijos del celuloide y no aspiran a algo que sólo merecen si hacen bien su trabajo y que es definido así «por otros».
Luego, claro está, el Cine es Arte. O mejor dicho… una película puede ser artística. Pero… ¿qué es Arte, y más en estos tiempos posmodernos en los que el sistema fagocita una protesta en forma de lata de mierda, la asimila, la convierte en tal y luego la vende a precio de oro sólo para desvirtuar el mensaje original? Nadie lo sabe.
Respecto a Molina Foix, obedece al típico arquetipo de persona totalmente respetable en su campo y profesión pero que, precisamente por más de una adulación se cree capaz de opinar con conocimiento de causa y doctas palabras acerca de cualquier tema. Y no, fuera de lo que conoce sólo es capaz de opinar… opinar sin más; y ello sin que su opinión –que no su derecho a darla, algo que se confunde mucho hoy día– merezca ser respetada o se convierta en respetable. No tiene nada que ver, aunque lo parezca, con el concepto que tratamos aquí. Está en otro plano.
Jose,acabao de leer tus dos ultimos comentarios,me has dejado sin palabras,no se que poner aqui,de verdad.Cojonudo,algo simple ya,pero no se que mas decir,vamos te aplaudiria con las orejas si supiera como hacerlo.
explayate un poco mas y haces un articulo…….cojonudo,
Yo hacia de supervivientes un programa mas cultural,y mandaba a la ministra de cultura y a Molina Foix a las islas aquellas,a ver que tal…….y segun como se lo monte Bendis con lo que esta planteando en Dark,me pensaba si mandarlo o no.
Jajajajajja, muchas gracias menglo. A estas horas de la noche suelo ser más locuaz que de costumbre. Y sí, no estaría mal una isla de esas no jejeje. Un abrazo (y hasta mañana, que ya me he pasado de la hora).
Brillante, coño, brillante. Así es, se «es» arte o se «está» arte. La división ocomedia/drama es pleistoceno teórico. Serían quizás los «cahierista» originales con su rescate del western y del «noir»,no ya con los grandes sino con gente como Boetticher o Joseph H. Lewis los que comenzaron la política de géneros en paralelo a la política de autores que a la larga tanto daño hizo (al despreciar el sistema de estudios, por ejemplo un sistema por cierto parangonado en gran medida por la asombrosa televisión finisecular que tan felices nos ha hecho). Desde luego en cualquier enciclopedia o libro sobre historia del cine editado hasta ayer, cosas como el peplum o el spaghetti wester o eran un pie de página o una acotación paternalista son una cortedad de miras que no les daba para razonar sobre la importancia del cine popular en la increible salud industrial de la Europa de los 50 a los 70, un entramado que permitió el surgimiento y consolidación de propuestas autorales (aquello que tanto suele confundirse con arte) y el pujar mano a mano con el cine norteamericano. No es casi hasta principios de este siglo en el que el género en todas sus variantes y nacionalidades toma impulso crítico y teórico convirtiendose en matwria de estudio y análisis, ejemplificando así que lo bueno, lo malo y lo otro merecen el mismo tratamiento riguroso que eslo que separa realmente las orquideas del fangal. A estás alturas hacerse el encontradizo con el concepto genérico, pues en fin…como si solo fuese una cosa del cine.
Una gracieta para desatascar sobre los negros de Dumas, una maledicencia decía que Duma padre se encontraba con Dumas hijo y le preguntaba si había leido su último libro. A lo que el hijo contesta -¿Y tu?
Una pregunta: ?por qué «arte» aparece en el término «artesano»?
Porque arte según el DRAE viene del latín ars, artis y éste a su vez del griego. ¿Y sabes lo que significaba arte? Pues significaba «técnica» o «habilidad», algo que a todo artesano se le exige pero no necesariamente a los artistas contemporáneos, muchos de ellos desligados de lo artesano e ignorantes de que «sólo el que domina la técnica puede dar rienda suelta a los sentidos». Así que en un sentido etimológico el artesano está más cerca del arte que el propio artista 😉
Me sumo a la opinión de que tras este American Vampire hay mucho de publicidad. Por lo que he podido entender, la participación de Stephen King será un hecho anedótico que hará que el primer TPB se venda como churros. Después, el futuro de la colección dependerá de lo que sean capaces de hacer Snyder y Albuquerque. Sin embargo, conozco algo la trayectoria de S King como para pensar que su participación no es “economicamente” interesada. King es lector de Vertigo (ha hecho alguna introducción para TPBs) y las cantidades que el escritor de Maine suele manejar están muy por encima de los réditos monetarios que pueda sacar de este tema. Creo que la intención del escritor es sincera, dado su conocido interés por experimentar (escritura de guiones, dirección de películas, corresponsal deportivo, publicar en internet, etc.) y que a Vertigo le ha faltado tiempo para publicitar el proyecto.
Aunque, con la situación que atraviesa el sello, tampoco veo mal una apuesta comercial de este tipo. Y con esto enlazo con el tema de la calidad actual de Vertigo. Sigo pensando que el nivel actual es más que aceptable, sobre todo si se confronta con el resto de cómic USA. Sin embargo, no niego que empieza a ser preocupante que Fables no encuentre un sucesor natural, y que las últimas propuestas se estén estrellando una tras otra. Porque temo por Air y mi muy querida Unknown Soldier, pero tampoco les veo mucho futuro a Sweet Tooth o Greek Street. Creo que lo mejor que está ofreciendo ahora el sello son los volúmenes unitarios, una propuesta que nos está dando grandes trabajos como Silver Fish, Cairo, Inconegro o Dark Entries, es este el modelo que se está imponiendo en lugar de las miniseries de los años 90.
Me pregunto, Torralba, si en otros países opinan lo mismo. Y los menciono porque en España, desgraciadamente, tendemos a sacar la pistola cada vez que alguien dice «arte» (o «cultura»), lo cual hace imposible abordar el tema con tranquilidad.
Lo dices como si Manzoni o Duchamp fuesen españoles xD. Nah, John no creo que en España haya ningún problema con las palabras arte o cultura, o con los conceptos que expresan. En general diría que son reverenciados. Con lo que sí hay problema –al igual que en cualquier otra parte del mundo donde no tengan que preocuparse por sobrevivir y puedan dedicarse a estos abstractos menesteres– es con quien usa esas palabras y con los trabajos a los que se les suele aplicar. Pero como digo, no más que en otros lugares.
Yo he visto cosas inenarrables: «instalaciones» (je) consistentes en bolsas de basura desperdigadas por el suelo, «readymades» tomados en serio, «happenings» consistentes en una mujer desnuda menstruando, «videoarte» consistente en flamencas pinchándose con alfileres los pechos para teñir de sangre el traje… todo válido, expuesto en galerías o festivales oficiales y, eso sí, con «justificaciones» verborreicas enormes en forma de catálogo; si algo está profusamente justificado, es válido aunque se ignore que debe tener significado por sí mismo. Luego llega un «curator» y te dice que eso es Arte, así a la bravas, basándose sólo en su nombre y en su capacidad de selección. Y que si no lo entiendes es que o eres tonto o no tienes nivel cultural para entenderlo… un argumento efectivísimo –porque hay gente que, efectivamente, no está preparada para entender cierto tipo de obras de arte al igual que no están capacitadas para las matemáticas o para leer, asimilando, filosofía– pero que hoy en día se esgrime como un hacha y que ha quedado invalidado. Y entonces cualquier pastiche ya tiene su certificado: es, oficialmente, Arte.
Y lo peor es que lo es: hace poco discutía con un amigo de Historia del Arte y le comentaba que no hay vocabulario, jerga o argumento técnico para refutar una valoración así. Sencillamente no la hay. Si cuatro o cinco «popes» confirman que algo es Arte se convierte en Arte, y no se puede rebatir… como mucho se podrá discutir, con algo de formación, sin llegar a ninguna conclusión más que al típico «todas las visiones son respetables», que se podría haber dicho al principio y se ahorraba uno el tiempo. Un latiguillo, todo sea dicho, que sólo se pronuncia cuando has aprobado el test de capacitación «intelectocultural» en una larga discusión en la que te expones a la humillación pública en caso de no tener suficiente agilidad mental. Sin embargo en el terreno de la artesanía ¡ah, amigo! en el terreno de la artesanía se pueden razonar perfectamente las virtudes y los defectos de algo. En el terreno del arte contemporáneo, no.
La consecuencia de todo ello es inevitable: el gran público se ha divorciado de lo artístico –sencillamente lo ignora, ya no le interesa–, el público formado selecciona por su cuenta lo que es de su interés, y calificar a algo como «arte» ya no significa que resulte artístico, simplemente que es válido para entrar en el llamado «mercado del arte». Así están las cosas. ¿Pero con los conceptos? Nah, con los conceptos no hay problema. Sólo, como dije, con muchos de los que los controlan y con los argumentos que dan.
«no creo que en España haya ningún problema con las palabras arte o cultura, o con los conceptos que expresan. En general diría que son reverenciados»
Aunque sí ponen a la defensiva a mucha gente, ?eh? EN muchos foros la gente inmediatamente dice «snob» o «pedante» a la que saques el tema.
Sobre esas exposiciones, yo también he ido a muchas; algunas cosas me gustan y otras no, por lo que llamarlas arte o estafa depende de la reacción que te provoque, en mi opinión. Y ?me puedes dar un ejemplo de artesanía? Un libro, una película…
Y esos «popes» ?quiénes son, exactamente? ?Tienen nombre y apellidos? Es que cada vez que oigo decir eso o lo de intelligentsia, me quedo con la duda de quiénes son, en serio. Porque existen, ?no?
(Por cierto, Torralba, pareces tener un alto nivel cultural; no sé qué demonios haces perdiendo el tiempo en una simple web de tebeos XD)
JJejejj, gracias por el cumplido John (y mira que eres puñetero xD). ¿Miembros de la intelligentsia? Por supuesto que tienen nombre y apellido. En el campo del arte internacional ahí tienes a David Elliot o a Charles Saatchi, de la galería Saatchi en Londres. O a uno de los que este último descubrió, que es pradigma del artista metido a curator y que seguro que le suena a más de uno: Damien Hirst (el de Por el amor de Dios o La imposibilidad física de la muerte en la mente de algo vivo). Luego por aquí también los tenemos… si conoces a algún artista (preferentemente del sur) pregúntale si sabe quién es Filomena Soares o Juana Aizpuru.
¿Un ejemplo de artesanía? Pues mira, un artesano de la literatura para mí es Auster. Otro sería Le Carré. Otro, Graham Greene. Y en el terreno del cine has tenido que oír más de una vez, a la fuerza, el término de director artesano. Ahí van los tres que se me acaban de venir a la cabeza: John Frankenheimer, Sam Peckinpah y Sidney Lumet. Directores que buscan lo efectivo, lo que mejor les sirve para narrar lo que cuentan y que a través de la selección de los mejores recursos para hacer algo (o de la búsqueda de unos nuevos si los que tienen no les sirven) acaban siendo considerados, con el tiempo, artistas.