Secret Wars #8

 

Edición original: Secret Wars #8
Edición nacional/ España: Panini Comics
Guion: Jonathan Hickman
Dibujo: Esad Ribic
Color: Ive Svorcina
Formato: Comic-Book, 40 páginas
Precio: 2,95 €

 

El mes pasado decíamos por aquí que el séptimo número de Secret Wars era en realidad medio número, una historia cortada a la mitad porque se les había ido de las manos a Jonathan Hickman y a Esad Ribic el tamaño de aquello que querían relatar, en el buen sentido de la palabra. Y si evaluar este «medio número» había sido complicado, dadas las características del mismo, hacer lo propio con el penúltimo del evento marvelita de 2015, y cuando ya estamos viendo que la traca final va a ser espectacular y apoteósica, no deja de ser una tarea influenciada directamente por todos los números que llevamos a nuestras espaldas y a las expectativas que muchas de las escenas de este octavo número de Secret Wars nos depara para el fin de fiesta.

El coitus interruptus que supuso el final del anterior número cuenta con una pequeña introducción con un trío de héroes al que quizás no habríamos unido jamás en otras circunstancias. Hablamos de los Reed Richards que mueven permanentemente la trama del evento, El Hacedor y Mister Fantástico, junto al personaje que más han retconeado en los últimos años: Star-Lord, un hombre que guarda un gran secreto desde el primer número de la miniserie, un mero detalle que a algunos nos chirría en esta entrega pero que nos ofrece una de las mejores escenas de todo Secret Wars, envolviendo además al árbol del mundo, ese Yggdrasil que se ha montado en su castillo Victor Von Muerte a modo de trono.

Los diferentes enemigos de Victor Von Muerte siguen llegando al nuevo campo de batalla en el que se ha convertido Muertestadt, mientras en el interior del castillo se comienza a fraguar el enfrentamiento final que nos llevará al gran desenlace de Secret Wars. Sin embargo, Victor Von Muerte aún tiene que resolver algunos pequeños detalles en el campo de batalla, así que envía a Cisne Negro a poner fin a los intrusos, mientras su hijo Franklin combate contra un gigantesco Ben Grimm gracias a su heraldo Galactus, o su hija Valeria y su esposa Susan acuden a averiguar la terrible verdad alrededor del dios del Mundo de Batalla. Algunas de las nimiedades a las que tiene que hacer frente Muerte es, por ejemplo, la rebelión procedente desde las Tierras Baldías, más allá del Escudo, liderada por Thanos, en un enfrentamiento entre un portador del poder divino y otro que una vez tuvo el poder de la Creación en sus manos. Además, con la llegada del Maestro, la rebelión en pleno combate de Mister Siniestro, incluso con los Thors rebelándose contra su señor, todo esto sobrepasa la voluntad de un hombre con un poder divino que, al final, puede provocar su caída.

Jontahan Hickman y Esad Ribic nos ofrecen los últimos compases de una historia que al fin vuelve a dar sentido a aquellos eventos marvelitas que, supuestamente, ofrecen historias por encima de series regulares y arcos argumentales, sin necesidad de complicadas combinaciones de colecciones, arcos argumentales y muertes absurdas. Secret Wars ha conseguido revitalizar el concepto clásico de la historia, el de un mundo creado a partir de parches de otros, en el que los diferentes héroes y villanos acaban por enfrentrse al que ha hecho posible este suceso con el fin de recuperar sus vidas y salvar el Multiverso. Una historia que se acerca a su final y que pronto podremos disfrutar completa, para poder releer desde el principio la épica de Hickman, el fantástico trazo de Ribic, los magníficos colores de Ive Svorcina, una composición perfecta que nos ofrece el mejor evento Marvel en años.

Queda menos de un mes para hacer frente al fin de Secret Wars, en lo que va a ser el relanzamiento de todo el Universo Marvel. Además, la pregunta que más asalta la mente de los lectores se verá respondida al fin: ¿qué ha pasado con la familia Richards? La respuesta vendrá después de otro grandioso número, con el fin de la batalla en Muertestadt, que aquí ya vemos casi en sus últimos estertores.