Edición original: Seirinkogeisha.
Edición nacional/ España: Ediciones Glénat.
Guión: Hiroshi Hirata.
Dibujo: Hiroshi Hirata.
Formato: Tomo A5, rústica con sobrecubierta, 232 páginas en B/N.
Precio: 12 €.
Toda civilización ha tenido guerreros a su orden para defender su statu quo. A nadie pillará por sorpresa saber que durante un tiempo, los samuráis eran uno de los muchos soldados que servían al país del sol naciente. Etimológicamente la palabra samurái significa “el que sirve”, cuyos orígenes de dicha élite militar datan del siglo X. Su código ético, el bushidō, junto a consejos prácticos de comportamiento, se recopilan en un breviario conocido como Hagakure. De alguna manera, la figura del samurái se ha exportado a todo el mundo y contiene ese halo de admiración o respeto, ya sea por su estética o su relevancia en la cultura japonesa. Y precisamente de eso se aprovecha Hiroshi Hirata, el autor de esta obra, quien nos obsequia con estas hazañas, que a pesar de rebosar honor, coraje y lealtad, han quedado relegadas a un segundo plano. Adéntrate en la narrativa del maestro Hirata y descubre a los grandes guerreros desconocidos.
En esta recopilación de siete historias cortas y autoconclusivas, que parecen inspiradas por el término griego agón (desafío, disputa o contienda), se nos muestra una radiografía perfecta de la época y de lo que significaba ser un samurái.
La primera de las historias del tomo lleva por título, Lucha contra las inundaciones en el feudo de Oogaki, donde se nos narra los esfuerzos de un grupo de hombres por contener el desbordamiento del río Ibi, quienes lucharán a contrarreloj con la lluvia para salvar su vida y la de su pueblo. Solo la rápida y extrema reacción de Hikokurô Igaki, encargado del dique, solucionará el problema. El segundo relato, se llama El incidente de Sakai. En él, se cuentan las desventuras entre el ejercito francés y los samuráis, tras que los primeros no respetaran parte de un tratado ya firmado, terminando el conflicto con la vida de varios soldados franceses. Como consecuencia, el gobierno galo presionó a las autoridades japonesas para que se ajusticiaran dichos asesinatos. El resultado final fue la muerte de todos los samuráis involucrados en el conflicto a través de una ceremonia de suicidio colectivo. El tercer relato titulado El incidente de Kashima nos muestra las sangrientas consecuencias de la insubordinación del clan Chô hacia sus señores de la familia Maeda por mantener su independencia en el territorio, lo que conllevará a una guerra abierta, que solo el filo de la espada pondrá fin. El clan Kanamori, daimios de Hida es la cuarta historia, donde se nos cuenta los desvarios de Nagachika Kanamori, quinto daimio del clan, quien dejándose llevar por bulos y rumores, acaba volviéndose loco y acusando a su entorno de traición. Mohee el sirviente relata la lucha del movimiento para la libertad y los derechos del pueblo que se llevaron a cabo en la época Meiji y se nos presenta la dura represión hacia los discursos contra el gobierno que se daban en la calle. Una historia que plantea qué es más importante, si los medios o el fin. En Gôemon el Hatamoto podremos observar como un antiguo samurái no puede adaptarse al ritmo del nuevo mundo, dejándose llevar por la depresión y el alcoholismo. El fin de sus problemas vendrá de la mano de alguien cercano de su pasado. Por último, el relato que cierra el tomo es Orden de acuñación de moneda donde se nos muestra una guerra moral entre Iemochi, patriarca del clan Gôto, quien disfruta dilapidando su fortuna y comprando el orgullo de la gente; y un ronin quien le rechazó una gran cantidad de dinero, cosa que ofendió de sobremanera a Iemochi, pues le demostró que aún había gente con dignidad.
El dibujo de Hirata es de trazo grueso, de proporciones realistas, con gran detalle y magníficas ilustraciones a doble página en los momentos más álgidos de tensión. Cabe destacar la gran sensación de movimiento en las viñetas y su parecido gráfico con Goseki Kojima. Con ese toque clásico en la forma de narrar, peca de profunda documentación, pues en ese intento de contextualizar a los personajes, quizás se le proporciona al lector demasiada información que puede romper el ritmo del relato. Es imposible separar la historia de la violencia, es por eso, que las temáticas del manga tratan desde el seppuku, las degollaciones y amputaciones hasta actos sexualmente explícitos.
Sobre el autor, decir que Hiroshi Hirata nació en Tokyo en 1937. No fue hasta los años 60, con la explosión del gekiga, cuando se convirtió en un referente dentro del manga. Conocido por elaborar una caligrafía propia para los diálogos de sus tomos, usaron su tipografía para mangas tan importantes como Akira. Autor de cabecera de Yukio Mishima y alabado por Stan Sakai, autor de Usagi Yojimbo. Uno de los pocos mangakas traducidos al hindi. Para más información sobre la vida y obra de Hirata, podéis acceder a esta entrevista y esta biografía en castellano que realizaron los compañeros de Ramen para dos.
Y es que algo debe de tener el maestro Hirata para que guste tanto. Eso seguramente sea el esfuerzo por rescatar del olvido parte de la historia de Japón y su didáctica información, aunque el mismo niegue dicha intención: “No, no tengo ningún ánimo didáctico, lo único que quiero hacer es informar a la gente de que en un momento histórico ocurrió cierto episodio.”
Guión - 6.5
Dibujo - 9
Interés - 7.5
7.7
Relatos insólitos de samuráis gustará a los amantes del jidaimono y cansará a quien busque una trama más elaborada.
Pedazo de obra, imprescindible de quien guste del Japón feudal. Muy buena reseña, aunque yo le hubiese puesto más nota en el apartado de guión y más teniendo en cuenta que se basa en hechos históricos reales.
Saludos!