#ZNGames Sherlock Holmes: the Devil’s Daughter

 

Título: Sherlock Holmes: the Devil’s Daughter
Desarrolladora: Frogwares
Plataformas: PC/ PS4/ XBOX ONE
Idiomas: Voces en inglés, textos en castellano

 

Sherlock más Sherlock que nunca

Y también, menos Sherlock. O, mejor dicho, menos clásico. Llega de la mano de Frogwares, responsables de los últimos títulos de la franquicia del detective más famoso del mundo, este nuevo título que se olvida ya de estar a caballo entre dos generaciones y se centra en las nuevas consolas y PCs para ofrecer un juego con poderío gráfico y recursos. Recursos de toda clase: tanto narrativos, como de mecánicas de juego. Y es que en este Sherlock Holmes: the Devil’s Daughter hay muchas, muchas novedades y todas muy suculentas.

Lo primero que nos llama la atención, es el apartado técnico. Se nota una gran mejoría con respecto al pasado Crimes & Punishments, que ya empezó a jugar con Unreal 4, pero no terminaba de decidirse y adaptarse a la potencia de sus medios. Ahora, el aspecto gráfico del juego gana puntos enteros con un acabado espectacular y unos efectos de luz muy bien logrados. Nada más empezar, de forma espectacular con una persecución por los bosques, nos encontraremos en un flashback y el primer caso al que deberemos enfrentarnos. La desaparición de un hombre. En esto, el juego se parece al ya citado anterior capítulo de la saga, con casos en principio independientes, pero el guión ofrece buenos momentos cuando nos damos cuenta de que esta vez sí que hay una historia, oculta tras todos esos casos, contándose en segundo plano y que entronca directamente con lo visto en El Testamento de Sherlock Holmes. Lo siguiente que nos llama la atención ineludiblemente es el aspecto de Watson. Nuestro fiel compañero ya protagonizó algunos momentos absurdos en su época con el Creepy Watson, ese avatar que nos perseguía por el escenario y que aparecía a nuestro lado de forma espontánea cuando menos lo esperábamos. Tanto, que Frogwares llegó a hacer un video parodiando esto antes de la salida de Crimes & Punishments. Ahora Watson es joven, alto, delgado y desgarbado y se ha convertido en un hombre de acción. Aunque esto de primeras nos choque, lo cierto es que el dueto con Holmes se vuelve más ameno, más acción, más espontáneo. En esto se parece más a lo que vimos en las películas protagonizadas por Robert Downey JR. o en la serie de SHERLOCK. Dos detectives que no tienen miedo de ensuciarse las manos, empuñar un arma o lanzarse a la carrera a perseguir a los delincuentes.

Y es que las mecánicas también han variado. Al asomarnos a la terraza del número 221 de Baker Street veremos la calle bullendo de vida, y no tendremos más que salir por la puerta principal y pasear hasta la siguiente calle o tomar el carruaje si queremos. Sí, ahora en este Sherlock Holmes: the Devil’s Daughtet experimentamos unos escenarios que tienen más que ver con el sandbox, limitados pero con cierta libertad de movimiento y de búsqueda de pistas. En esto se parece al sistema recientemente visto en Uncharted 4 y que se definió como: «conjunto de minisandboxs». Los escenarios de este Londres victoriano están bellamente recreados y las mecánicas ya no se conforman con mezclar ingredientes en la mesa de Holmes, hablar con gente, buscar pistas con nuestros sentidos de detective o resolver puzzles. También tendremos misiones de espionaje en los que tenemos que seguir a un personaje mientras nos mantenemos a cubierto o escuchar conversaciones sin ser detectados, disparar al enemigo antes de que quede fuera de nuestro alcance, incluso subir por los tejados y participar en una persecución en las alturas. Además, tenemos a nuestra disposición una gran variedad de trajes, pelucas, complementos y demás para darle a Holmes el aspecto que queramos y aprovechar los disfraces para pasar desapercibidos en cierta ocasiones.

Pero que nadie se lleve las manos a la cabeza, esto no es Assassin’s Creed Syndicate. Los menús y las mecánicas básicas de deducción y resolución de puzzles, así como los perfiles de personajes, siguen intactas. Todo lo que se ha añadido se ha hecho de tal manera que tan solo enriquece el juego, sin olvidarse de que esto es un juego de Sherlock Holmes y tiene cierto bagaje e historia que debe respetar.

La saga ha crecido con este juego y sin duda se va actualizando a los tiempos que corre y a las demandas de los jugadores. Jugar este nuevo capítulo nos brinda la oportunidad de jugar algo fresco, que no solo innova en su narrativa o su forma de adaptar los casos del detective, sino que se afana en perfeccionar el estilo de juego, en buscar la complicidad del jugador y no tiene miedo a probar algunas cosas. De primeras puede chocar a los más acérrimos seguidores de la saga que Watson sea joven y atractivo o que Sherlock sea más desgarbado y desastrosamente genial (el primer traje con que comenzamos el juego se llama «De resaca»),pero también hay algo intrínsecamente decadente en los libros de Holmes y, como ya hicieran las citadas películas y series, aprovecha esa decadencia literaria para actualizarse y lucir bajo un nuevo prisma, siempre sin olvidar sus buenas fórmulas.

En definitiva, puede que estemos ante el Sherlock Holmes más interesante desde el que hace unos años hiciera las delicias del que suscribe estas palabras, Sherlock Holmes vs Jack el Destripador. Un juego novedoso, lleno de retos intelectuales y de habilidad para el jugador, con un apartado técnico impecable y un guión a la altura de las circunstancias con un Sherlock y Watson que esta vez dan la talla no solo desde la seguridad de sus despachos, sino en el terreno de batalla.