Grandes autores de Batman: Dennis O´Neil – Chamán

 

Edición original:Legends of the Dark Knight núms. 1 a 5 USA .
Edición nacional/ España:.
Guión:Dennis O´Neil.
Dibujo:Ed Hannigan.
Entintado:John Beatty.
Color:Richmon Lewis.
Formato:Cartoné, 136 págs. A color.
Precio:15,50 €.

 

Hagamos un experimento.

Eso es lo que pensé cuando vi que ECC iba a publicar de nuevo los primeros números de la serie titulada Leyendas de Batman. Una serie que es mucho más importante de lo que podamos imaginar, ya que se trata de la primera nueva serie regular de Batman, fue lanzada al mercado cuando corría el año 1989, desde el lejano 1940. Durante casi cincuenta años solo dos colecciones, Detective Comics y Batman, habían sido los únicos títulos regulares en USA con Batman actuando en solitario. Por eso Leyendas de Batman fue tan importante entonces, siendo además su concepto como serie algo diferente a lo que se estaba haciendo de forma regular en el mundo del cómic. En DC querían una serie de Batman con la que poder dar un espacio a autores de renombre con el objetivo de que pudieran plasmar su particular visión del personaje, mediante arcos separados entre sí. Toda una forma de romper con lo establecido que se materializó en las tiendas especializadas con la llegada del primer número de Chamán, cinco números escritos por Dennis O´Neil y dibujados por Edward Hannigan que nos remonta a los primeros años de Batman.

¿Y por qué esto permite hacer un experimento?

Pues por algo muy sencillo. Cuando leí por primera vez esta obra tenía 13 años y revisarla permite poder hacer examen de conciencia y determinar si la memoria había idealizado el recuerdo de la historia o por el contrario el paso de los años no solo la fortalecen, sino que además le añaden una nueva perspectiva gracias al rodaje en esto de leer comics.

Para poder comparar lo primero es rescatar de la memoria la primera vez en la que la historia llegó hasta mi en su edición de Zinco. Recuerdo que odie el color, el dibujo me resultó poco efectivo y la historia demasiado seria y con poca acción, cruda y alejada del Batman que con esa edad me gustaba. Así que mi recuerdo de la misma está muy poco idealizado, protegido de la siempre distorsionadora acción de la nostalgia, lo que me permite encarar con cierta eficacia esta nueva lectura.

Con eso en mente toca volver a leer este arco de cinco números y la verdad es que todo cambia. Ahora el color ya no me resulta odioso, el dibujo es más que adecuado y la historia… la historia esconde cosas tremendamente interesantes.

En la vida siempre hay una primera vez. A lo largo de nuestras vidas hay cientos de primeras veces. Y es que esas experiencias son muy importantes pues son el primer paso de algo que puede forjar el futuro en una dirección o en otra y por tanto su trascendencia vital es enorme. Bruce Wayne también se ha visto sometido a este proceso en muchas ocasiones. Dennis O´Neil no es el primer guionista que visita esos primeros años con la máscara, o esos primeros años de formación y entrenamiento. La historia del murciélago está llena de huecos que permiten a los escritores fantasear con esos primeros días en los que Bruce Wayne, o más bien deberíamos decir Batman, se estaba forjando a golpe de martillo sobre yunque.

O´Neil nos introduce en la trama de golpe, sin miramiento alguno estamos ascendiendo una montaña en la que uno de los escaladores es Bruce Wayne mientras que el otro es su guía. Ambos persiguen a un delincuente que no duda en matar con tal de escapar y cuyas acciones determinarán todo el devenir posterior. De esta forma tan directa, sin introducción alguna, O´Neil nos deja dentro de la historia para ya no volver a dejarnos salir hasta el final. La puesta en escena no es sino la excusa para activar la verdadera historia que se nos quiere contar, la que va a permitir a Bruce Wayne entender mejor su mente y fortalecerse de cara a su nueva vida como enmascarado nocturno.

La historia tiene un tempo particularmente interesante y muy característico de la narrativa usada a finales de los años ochenta y más de un guionista del calibre y calidad de O´Neil. Su desarrollo discurre sin prisa, desmigando en porciones cada detalle para ir colocando las distintas pistas que hacen que esta historia de autodescubrimiento sea, además, una historia de misterio donde las habilidades detectivescas, todavía poco desarrolladas de Batman, puedan ir calibrándose. Todo ello da como resultado una agradable lectura que se paladea página a página. Este estilo se añora, algo de lo que me he dado cuenta tras esta segunda lectura, porque permite que la historia no sea un chaparrón en nuestras cabezas, sino más bien una suave llovizna que va calando poco a poco, lentamente, filtrándose muy dentro de forma que llega a dejar un poso imborrable. No estamos ante una historia memorable de Batman, pero si estamos frente a una gran historia de Batman, pura esencia, destilada por uno de los guionistas que mejor han entendido al personaje.

Al final, cuando se cierra el tomo, te das cuenta de que has vivido esta historia al lado de Bruce Wayne / Batman, experimentando ese crecimiento interno que hace que de la primera a la última página se vea, se sienta y se palpe esa evolución que a día de hoy cuesta tanto poder percibir a no ser que se reenumere la serie o se recurra a estrategias de publicidad que no son sino tapaderas donde el bombo y el platillo esconden historias huecas incapaces de soportar el paso del tiempo. O´Neil ha construido una historia capaz de soportar el peso y la losa de los años, siendo su lectura todo un tónico reconstituyente que merece ser revisitado. Y si es tu primera vez… disfrútala al máximo para que dentro de unos años puedas revisitarla y experimentar la magia de nuevo.

El experimento ha valido la pena.