#ZNCine – Escuadrón Suicida. La redacción opina

 

Dirección:David Ayer.
Guión:David Ayer (Cómic: John Ostrander).
Música:Steven Price.
Fotografía:Roman Vasyanov.
Reparto:Will Smith, Jared Leto, Margot Robbie, Jai Courtney, Joel Kinnaman, Viola Davis, Cara Delevingne, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Adam Beach, Jay Hernandez, Karen Fukuhara, Scott Eastwood, Jim Parrack, Ike Barinholtz, Ben Affleck, Corina Calderon, Alex Meraz, David Harbour, Ezra Miller.
Duración:123 min.
Productora:Warner Bros. Pictures / DC Comics.
Nacionalidad:Estados Unidos.

 

La tercera película del universo cinematográfico de DC Cómics ha llegado por fin a la cartelera con el peso de demostrar que Warner Bros. ha conseguido salvar lo errores que cometió con Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia y que tantos quebraderos de cabeza ha traído entre crítica y público. ¿Lo conseguirá? Seis aguerridos redactores de Zona Negativa se han embarcado en la misión suicida de acercaros su opinión sobre la película de David Ayer. Tomás, Nacho, Igor, Daniel, Pedro Mercader, Gustavo y Pedro Monje han sido los elegidos para acercaros su particular visión no solo de la película, sino también de la escena escogida, el personaje favorito o incluso la referencia al cómic más notoria que han visto. ¿Qué actor o actriz se llevará la palma? ¿Será Margot Robbie (Harley Quinn), Jared Leto (El Joker), Will Smith (Deadshot), Joel Kinnaman (Rick Flagg), Jai Courtney (Boomerang), Adewale Akinnuoye-Agbaje (Killer Croc), Karen Fukuhara (Katana), Cara Delevingne (La Encantadora) o Viola Davis (Amanda Waller)?

Y es que después de dos semanas tras su estreno, en el que os ofrecimos la consabida crítica de nuestro compañero Juan, que podréis consultar en el siguiente enlace y sabiendo que Escuadrón Suicida ha roto la taquilla del mes agosto, siendo unos de los mejores estrenos vistos hasta ahora, llega el momento de la crítica grupal en la que esperamos vuestros comentarios y en los que además nos encantaría que también compartierais cual es vuestra escena, personaje o referencia al cómic que más o que menos os haya gustado de este particular grupo de antihéroes.

Si partimos de la base de que una película se mide en base a sus pretensiones, El Escuadrón Suicida es una película completamente fallida. Y no porque no cumpla con ellas, sino porque ni siquiera tiene claras cuales son las suyas. Es una película errática de principio a fin que carece de todo el sentido y que a medida que avanza va enterrando al espectador en un cúmulo de incomodidades que terminan por sacarlo completamente de la pantalla. Y no hace falta irse más allá del comienzo de la película para comenzar a verle las fisuras: la presentación de personajes es el anti-guión, un anticlimax de una duración extrema que nos presenta a los personajes en forma de flashbacks absurdos –que en su mayoría ni siquiera sirven para ver qué hace especial a ese personaje– con carteles horrendos que no da tiempo a leer. Es como si voy a ver Star Wars y antes de la película me ponen un cartelito al lado de Han Solo (“Contribuyó a la destrucción de la estrella de la muerte”) o de Rey (“Es una chatarrera que vive en Jakku”). ¿No enseñan en las escuelas que los personajes se definen por lo que hacen en la película?

Y si alguien con mínimos conocimientos de guión no se ha disparado ya al comienzo de la película o abandonado la sala, lo que va a observar a continuación es que la raíz de la que bebe la película, su principal pilar, no tiene ningún sentido. Sí, hablo del mismo Escuadrón Suicida. Si ya la secuencia inicial es un despropósito, la propia razón de ser del grupo se cimienta en unas bases tan ligeras que todo se derrumba a las primeras de cambio. ¿Para qué diablos es necesario el grupo? Para luchar contra metahumanos. Entonces, ¿Qué pinta Harley Quinn en todo esto? Se trata de una tipa que dice tonterías (que no una psicópata) y lleva un bate de béisbol. ¿Acaso no se les ha ocurrido en el ejército que alguien con un mínimo de entrenamiento va a ser mejor que esta señora? Más allá de eso –y de saber que Slipknot va a morir desde el minuto 1 al no tener presentación propia–, todo carece de sentido: el cómo convence Amanda Waller al presidente de que le deje tener este Escuadrón, el hecho de que se les engañe para ir a la ciudad diciendo que hay un ataque terrorista a pesar de tener chips explosivos en sus cuellos, el momento vergonzoso del bar que carece de ningún sentido en medio del apocalipsis, las múltiples carpetas Top Secret que todo el mundo descubre constantemente, los helicópteros que se estrellan constantemente y donde sobrevive todo el mundo, el hacer flashbacks DE LA PROPIA PELÍCULA 20 minutos después de que ocurran (permítanme las mayúsculas, pero ese momento es de levantarse e irse del cine), el villano completamente ridículo que desaparece sin dejar rastro tras ponerle una bomba en el pie, el momento de Harley Quinn en el ascensor en el que se pega sin sentido con dos bichos y cuando llega el resto de la comitiva ya ha llegado…

Y por si eso no fuera suficiente, los personajes rozan el rídiculo. ¿En serio tengo que comprar que esta señora es Harley Quinn? Que yo sepa, Harley Quinn es una psicópata esquizofrénica que no sabes nunca por donde te va a salir. Tan pronto te mata como que te regala un oso de peluche. En esta película es un personaje que goza de unas dotes espectaculares en el arte marcial mientras se pasa la película diciendo tonterías en un rol completamente machista (que si el bolso, que si es la comparsa amorosa del Joker, que si me mirais el culo, etc.) que no hace ninguna gracia. ¿Alguien me puede decir de que palo cojea Killer Croc? Su momento de gloria es estúpido: “Yo soy guapo”. Pero más allá de eso, ¿Qué pinta este personaje en la película? ¿Es una bestia? ¿Es un humano? ¿Qué hace a lo largo de la película? ¿Por qué está ahí? ¿Y Boomerang? Más allá de lanzar boomerangs (una habilidad que le permite estar con la mayor élite del ejercito americano para matar metahumanos) y llorar por las esquinas, su personalidad se desvanece con cada segundo de metraje. Ni que hablar de Diablo, un personaje que en ningún momento muestra el por qué es un delincuente.

Deadshot es harina de otro costal, sin duda: se nos presenta como un letal tirador que obedece solo a los billetes y acaba transformado en un tío con los dedos de frente que sólo obedece a los designios familiares de ver a su amada hija. Espera un momento, ¿es todo el rato su hija? En un cruel giro de guión, resulta que en las visiones que la Encantadora produce en nuestros personajes protagonistas –un poder que no sirve para absolutamente nada porque siempre se libran con fuerza de voluntad–, en la parte final el deseo de Deadshot ya no es estar con su hija sino matar “al murciélago”. Una argucia narrativa que el guionista –de 5 años– se saca de la manga para evitar que el deseo de TODOS los miembros del Escuadrón sea volver con sus familias.

Suicide Squad es todo lo malo que pueda tener una película. Una película que pretende ser la nueva Dirty Dozen de los superhéroes y no es más que una película que falla en absolutamente todas sus facetas y que queda retratada incluso ante su hermana mayor Batman v Superman. No hay en ella atisbos de buenos actores salvo ellos mismos con el piloto automático. Tampoco están bien desarrollados: resulta que al final son casi hermanos y se quieren al nivel de sacrificar su vida por el de al lado cuando antes se nos ha pintado como supervillanos sin alma. Las escenas de acción quedan a la altura del betún ante, por ejemplo, John Wick. La música intenta emular el éxito de Guardianes de Galaxia metiéndola en escenas random con el fin de hacer vibrar al personal. Pero donde aquella suponía todo un éxito que servía además de hilo conductor de la película y su personaje protagonista, aquí tenemos un Greatests Hits pegado sin pena ni gloria que apenas pasa de anecdótico.

Su problema es no saber ni siquiera que clase de producto es: ¿Es una película sólo para aficionados al cómic? Eso explicaría la falta de presentación de un personaje tan importante como el Joker que apenas sirve de guarnición argumental de una Harley Quinn deslucida. ¿Es una película oscura de superhéroes? Eso explicaría que, de nuevo, toda la película se desarrolle de noche. ¿Es una película de humor de superhéroes? Eso explicaría los cientos de bromas malas con conversaciones realmente banales que están metidas a calzador. Podría seguir hablando del tormentoso montaje que hace que los personajes casi se teletransporten de un plano a otro (el momento en el que están escondidos en las columnas en la batalla final, por ejemplo), o de lo vergonzoso que resulta el personaje del hermano de la Encantadora (siento mencionarlo de nuevo pero es que…), o de la estúpida escena donde Harley Quinn y Joker se tiran a un pozo en un momento que carece de todo el sentido dentro del contexto de la película. Podría, sí, pero creo que ha quedado claro mi punto de vista: Escuadrón Suicida es un auténtico esperpento.

El momento – La matanza de los suyos de Amanda Waller. No pinta una mierda, pero queda muy muy malota.

El personaje – Amanda Waller.

La referencia al cómic – El Baile del Joker y Harley Quinn al principio de la película.

Estaba ilusionado con Suicide Squad. Tras el varapalo de Batman v Superman: Dawn of Justice, consideraba que esta iba a ser el primer paso en la buena dirección, y que su testigo lo tomarían Wonder Woman y, con suerte, Justice League. Me gustaban los tráilers, el reparto, me ilusionaba Jared Leto como Joker… La crítica especializada empezó a destripar el film de David Ayer, lo que bajó mis expectativas. Leía opiniones de mis amigos en Facebook y la expectación ya era prácticamente nula.

Entonces entré a la sala de cine.

Al acabar, la película me había dejado dos sensaciones bien claras. La primera, que era un videojuego. Un beat’em up en la línea de un Streets of Rage en la que nuestros antihéroes caminan y golpean, caminan y golpean, vuelven a caminar, vuelven a golpear y por favor no busques más. La segunda sensación es que Suicide Squad intenta ser Guardians of the Galaxy, pero se queda muy lejos de aquella. Especialmente llamativo que también utilizara Spirit In The Sky de Norman Greenbaum, muy característica de la cinta de Marvel Studios.

¿Entretiene? Por momentos, sin duda. Se puede pasar un rato divertido, y no sería la primera película vacía en el fondo pero con buena forma que me hace disfrutar. Sin embargo, a cada poco algo saltaba en mí que me hacía cuestionarme decisiones de montaje, guión y narrativa. No podía dejar de ver errores, notar dónde se había metido demasiada mano y entender por qué no ha triunfado esta película. Es una lástima ver pasar otro tren por delante de las oficinas de DC Comics y Warner Bros y ver cómo van quitando los raíles.

Margot Robbie como Harley Quinn se roba gran parte del metraje y destaca por encima de casi todos. Viola Davis como Amanda Waller impone cada vez que aparece en pantalla. A Will Smith siempre da gusto verlo, pero la relación con su hija y su excesivo protagonismo pintan a cesiones al actor para que aceptara el rol de Deadshot. Jared Leto debería haber sido un grandísimo Joker, y me duele que no haya sido así.

La cinta nos quiere ofrecer un grupo de malos que, bajo la presión del gobierno, forman un lazo familiar y hacen algo bueno. Lo cierto es que todos parecen tener demasiado corazón como para que me crea que son villanos y no veo cómo me tengo que creer su vínculo. La película falla en su guión, falla en su montaje y falla, aunque menos, en dar lo que prometía. Podía haber sido vacía e igualmente destacar si sus escenas de acción fueran memorables o si me hiciera encariñarme con sus personajes. Por desgracia, Suicide Squad es de esa clase de entretenimiento vacío que no te da motivos para volver.

El momento – A pesar de ser excesivamente larga, la introducción personaje por personaje.

El personaje – Amanda Waller, a la que pongo un escalón por encima de Harley Quinn.

La referencia al cómic – El baile entre el Joker y Harley homenajeando la portada de Alex Ross.

Entretenimiento, lo que yo le pido a subproductos de este tipo es entretenimiento, entiendo que las grandes empresas de Hollywood buscan resultados económicos al hacer películas de cómics e intentan utilizar el reduccionismo como método para atraer más clientes, por lo que me conformo con el entretenimiento y así como Batman versus Superman no me lo supo dar el Escuadrón Suicida sí. Iba al cine sin expectativas, bueno quizás las de reírme un poco y lo hice, pero la película cumple su cometido lo que no es tarea fácil ya que es un film de orígenes, se pasan aproximadamente tres cuartas partes de su metraje contando quiénes son los protagonistas y secundarios, sus historias y por qué están en esa situación y entretener con eso es complicado, no solo porque los inicios de todo héroe o villano suelen ser su parte más aburrida, se nos han contado tantas veces que sorprender con ello es tarea casi imposible. Creo que hemos de dar mérito al guión en tanto que supera esta difícil barrera aun cuando la película tiene sus fallos.

Uno de los grandes fallos es que peca en exceso de ñoñería, sobretodo en la parte de Deadshot pero no exclusivamente, Killer Croc que no come gente, la familia del Diablo o la historia de amor entre Flag y June Moon tienen demasiado peso en una película en la que malos muy malos deberían pasarse todo el rato a tiros, golpes y mordiscos, no son malos porque roben un bolso, por mucho que la escena de Harley Quinn nos pueda hacer mucha gracia, son malos de los que matan sin embargo parecen una especie de antihéroes, gente que quiere hacer el bien con una moralidad algo retorcida y ese es otro punto flaco, la falta de más acción, la falta de más sangre.

Otro de los puntos flacos es la villana, no hablo de la actuación de Cara Delevigne que eso ya es harina de otro costal sino de que no tener un antagonista con carisma ya estropea la mitad de la narración, podía haber sido la Encantadora como unos terroristas de cualquier país ficticio. Ni siquiera se comenta la cantidad de gente que está matando aunque eso sí tiene su punto positivo: Amanda Waller, ella es lo importante y hay que salvarla por encima de esos tristes ciudadanos, ahí Viola Davis está de diez interpretando a esa mujer que tiene planes detrás de planes, si la vemos a ella como villana (que en el mundo real lo sería) entonces la película ya cambia.

Eso nos lleva a los actores, a mi parecer otro de los puntos fuertes de la película, Capitán Bumerang, El Diablo o Katana son perfectos y hacen un papel genial como secundarios pero el peso del film recae principalmente en Will Smith, Margot Robbie, Jared Leto y Joel Kinnaman sin dejar de lado a Viola Davis y todos ellos cumplen con nota. Smith nos hace empatizar con alguien, su papel es creíble y nos lleva por toda la película. Margot Robie es una Harley Quinn excelente y se complementa muy bien con Jared Leto ¿qué les sobra un poco de amor? Puede ser pero nos aseguran algo de humor, además Leto ofrece un Joker diferente a los que hemos visto en cine, que también le sobra un poco de estética “hip-hop”, pero en general cumple con la visión más mafiosa y de crimen organizado que nos han enseñado diversos guionistas de DC. Por último Rick Flag es lo suficientemente odioso y repelente como creo que debe ser.

Otro problema es la presencia de la música en el montaje de la película, no me refiero a que guste o no guste que eso ya depende de cada uno ni a que haya momentos que parece que estás viendo un videoclip sino que hay escenas en la que la música no es la adecuada o sobra, escenas paradas, tranquilas en las que la música continúa de forma que no transmite lo que las imágenes nos están diciendo y eso estropea alguna que otra parte.

En conclusión es una película entretenida, que es lo fundamental, que se deja ver pero que podría haber dado mucho más de sí sino se repitiesen escenas ni se hubiese abusado de la música por ejemplo.

El momento – Hay muchas escenas buenas de Harley o del grupo, pero me queda una duda negativa ¿era necesario repetir la escena en que la Encantadora traiciona al equipo y se va con su hermano? Creo que con la primera vez todos nos habíamos enterado, en una película de más de dos horas era innecesario repetirla y menos cuando quitas escenas que salen en el trailer como los chascarrillos del bar con Harley sirviendo copas, por hablar de una corta.

El personaje – Harley Quinn, aquí no hay duda, aunque hay que reconocer que gran peso de la película lo lleva un correcto Will Smith, es Margot Robbie quien sobresale.

La referencia al cómic – Creo que lo más llamativo, lo que más ha hecho saltar a mi corazoncito freak, es la referencia a la famosa imagen de Alex Ross del Joker Y Harley Quinn perfectamente retratada en imagen real, pero no puedo evitar quejarme de Flash, ese Flash con armadura ridícula y rayos azules. Mi Flash es el de la serie. Mi Flash es Grant Gustin.

Mi hermano Derek solía decir que por mucho que te esfuerces siempre habrá alguien que habrá explicado algo mejor que tú, así que -si no puedes superarlo- usa una cita y róbaselo. Esto realmente no lo dijo mi hermano, sino que es una quote del final de American History X, por lo que imagino que vale doble. La cuestión es que a la hora de resumir la esquizofrenia de este videoclip de Taylor Swift que se le has ido de las manos es con una frase del Crítico de la Nostalgia Doug Walker, en la que describía este Warner Bros feat. David Ayer como “un divertimento visualmente asombroso y cool, que si te dispones a ver buscando un mínimo de lógica o desarrollo, abandona toda esperanza”.

También podría citar a Geek Girl 19 y su “Con todos los recursos, personajes e historias que tienen en su poder, ¿esto es lo que nos ofrecen? ¿Esto es de verdad todo lo que pueden ofrecer?”, pero sería más fácil resumirlo en que es un dolor -como aficionado- ver este concepto, este elenco de actores, toda la caracterización de personajes y toda la música incluida en un pasear la canasta del diezmo tan descarado como el que se ha marcado aquí Warner.

Si con Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia fui uno de los pocos que la defendió por su visible interés de -a pesar de su torpeza- crear algo grande, con Escuadrón Suicida no se me ocurre nada mínimamente destacable, más allá de un tímido intento de actulizar la relación entre Harley Quinn y el Joker con un toque a lo Sid y Nancy, que además es brutalmente masacrado por el montaje. Todo lo demás, desde centrarse en el aspecto paternofilial de Deadshot en lugar del carácter temerariamente suicida de superviviente nato que lo hizo grande, la forma de mandar la lógica a lo más profundo de Belle Reeve para hacer de Amanda Waller una mala hasta el absurdo o una estadista magnánima según convenga, meter a un grupo de gente con boomerangs, bates y pistolas en una amenaza de los Power Rangers o la forma en la que pasan de ser criminales amorales a amarse los unos a los otros como si estuvieran en un comercial de Mimosin da forma a uno de los más flagrantes disparates que haya dado el género de superhéroes.

Un disparate ensamblado con prisa y desgana disimulado por un vistoso envoltorio, y con el que casi pareciera que Warner hubiera recibido el encargo de firmar una película para la competencia, habiendo decidido hacerlo de forma paródica con todos los clichés que aquellos que la detestan suelen achacarle. Como experimento troll habría tenido su gracia, pero el problema es que no lo están estrenando con el nombre de la competencia, sino con el suyo propio, resultando en una cacharrería pintada de nuevo que quiere ser Guardianes de la Galaxia y se queda en Thor: El Mundo Oscuro (aunque sin gags como los del perchero ni vistosos clímax fusilando Monstruos S.A., que aquí se conforman con Cazafantasmas).

Si todo lo que se busca es una sesión de palomitas descerebrada de hora y media con la que desconectar a base de colores y ruido, es probable que no defraude. En caso de que acudas al cine con un criterio más serio que encontrarte con el equivalente superherheroico de Armageddon, voy a tirar de otra cita afirmando que -tras tres años- el universo cinematográfico post Nolan corre serio peligro de convertirse en una broma que sería divertida si no fuera tan triste.

De las dos estrellas adjudicadas, una es por la energía puesta por los actores, y la otra para los que se hacen cargo de la caracterización e identidad visual de la película. El resto es tan formulaico, falto de vida e insultántemente vacío que se merece quitarle otra media estrella por pura indignación ante la desidia de los responsables.

El momento – La escena de la secadora. El único gag mínimanente hilado, con un mínimo de ingenio y algo de utilidad para dar una pizca de profundidad psicológica a los personaje que recuerdo haber visto en toda la cinta.

El personaje – Todos menos Rick Flag. Y el hermano de la Encantadora, aunque ahí el único personaje es el que decidió incluirlo en la cinta.

La referencia al cómic – Que Warner le encomendase el montaje de la película a Twister.

Bienvenidos a la época de la dispersión, del tráiler, y de los vídeos de gatetes, en el que una narrativa superior a lo que dura un spot aburre. La era cimentada más en el efectismo y lo absolutamente operístico que en contar una buena historia. El guion es lo de menos cuando tenemos un videoclip malo de casi dos horas. Montajes analíticos sonoros, aunque vacios de significado, no vaya a ser que nos pasemos de exigentes considerando al espectador como alguien inteligente, que puede producir un entretenimiento (o no) durante el visionado, pero que en el paladar va a producir el mismo efecto que puede llegar a producir la comida rápida.

Ayer nos plantea un producto muy teenager que pretende emular el éxito de Los Guardianes de la Galaxia, pero que se queda en medio camino. Cae en el error de intentar contentar a todo el mundo. Y, en efecto, no consigue satisfacer plenamente a nadie. Personajes a los que el montaje hace estragos, sin tener en cuenta cosas como el raccord emocional, dejándonos personajes absolutamente desdibujados, salvados únicamente por unos actores que hacen lo que pueden dadas las circunstancias.
Es normal que los trailers no fuesen más que una sucesión de momentos con los que vender la película, pero que no diesen una idea clara del argumento, porque lo no lo hay. Y pretenden camuflar esa falta de estructura con un ritmo impostado, porque no pasa nada a lo largo del filme. ¿Cuál es el arco de los personajes? ¿Por qué es absolutamente cantoso el hecho de que haya personajes que simplemente están o no son más que una excesivamente cantosa herramienta narrativa? Y lo que es más dañino, ¿Aporta algo esta filme?

Afortunadamente, no se toma excesivamente en serio, ni tiene un falso sentido de la trascendencia absolutamente impostado, por ridículo que sea lo que se cuente. Es la única redención posible para este nuevo intento de construir el Universo DC cinematográfico. Esperemos que Wonder Woman inaugure una nueva era con Geoff Johns al frente de un timón que, hasta ahora, parece que nadie lo manejaba.

El momento – Deadshot llevando a cabo cierto encargo, por quedarme con algo, ya que no creo que no haya nada especialmente memorable dentro del filme.

El personaje – Batman, apenas sale, pero sí que tienen los suficientes minutos en pantalla para apreciar que ha habido algo de control de daños por parte de Warner.

La referencia al cómic – El edificio Ostrander (aunque apenas tome material de esa etapa) o la brevísima plasmación de cierta ilustración de Alex Ross.

Valorar las pretensiones de un producto audiovisual, una obra escrita de cualquier tipo o cualquier manifestación artística resulta siempre un ejercicio altamente complicado. Detrás de estos trabajos hay una persona o un enorme equipo de ellas, con un interés común y la creencia de estar dando lo mejor de sí mismos a la hora de plasmar sus inquietudes creativas. Al otro lado estamos los espectadores, los lectores, los que nos sentimos atraídos por lo que nos están enseñando brevemente y decidimos dedicarle nuestro tiempo con la premisa de ver cumplidas unas expectativas de las cuales en muchas ocasiones ni siquiera somos conscientes de ellas.

Este ejercicio de conjunción entre creador o creadores y público es algo fascinante. ¿Por qué leemos un libro? ¿Por qué vamos al cine? ¿Por qué leemos un cómic? ¿Por qué contemplamos una escultura o un cuadro? Cada pregunta tiene infinidad de respuestas y es ahí donde debemos posicionarnos cuando vamos al cine a ver el Escuadrón Suicida.

La incursión de DC con el Escuadrón responde a un objetivo muy claro y conciso, ser la producción bisagra que nos marque un antes y un después en el universo cinematográfico. No es necesario apostar por los grandes personajes para lograr dicho objetivo y aquí el Escuadrón se erige de forma ganadora al mostrar como el universo DC cinematográfico está interrelacionado, como las fichas se mueven hacia una segunda fase en la que gracias a Geoff Johns todos esperamos mejore notablemente.

El Escuadrón Suicida parte con un hándicap muy complicado de superar, personajes nuevos y además villanos, que deben trabajar en equipo. Obviamente no logra un equilibrio entre las relaciones personales de los personajes y su trabajo, pero si nos presenta de forma muy efectiva a unos personajes que, de una forma u otra, para bien o para mal, se quedan impresos en la retina del espectador. La forma de meternos en situación atrapa y nos lanza de lleno a una historia que peca de excesiva ligereza argumental, donde se abusa de los comentarios graciosillos que remata en un final anticlimático. Estas debilidades, que son obvias, no empañan la película que se construye alrededor de su falta de vergüenza a ser una peli de superhéroes en estado puro.

En definitiva, no podemos esperar sentarnos a ver la esencia del Universo DC pero si podemos sentarnos a ver la otra cara de ese Universo, ver que nos ofrece y comprender que esto es la antesala, una carta de presentación enorme para otros personajes que van a tener un peso muy importante en otras producciones. Aquí se ha colocado un ladrillo para levantar una casa. No hablamos de mármol, hablamos de ladrillo, con todas sus imperfecciones, pero capaz de sostener el peso de lo que nos tiene que llegar el año que viene.

Escuadrón Suicida es un divertimento, un espectáculo de pirotecnia, un bombardeo visual que ensordece, una película simplona que está orgullosa de serlo, para poder plasmar esa parte que hasta ahora no se había visto de los superhéroes.

Tenemos un nuevo Joker en la ciudad, un conjunto de villanos disfuncionales que se ven obligados a trabajar juntos, una historia que es una excusa para que pasen cosas y un elenco de actores esforzados que consiguen que todo el conjunto, cargado de bombo y platillo, resulte entretenido. Un ABC que no es sino una puerta trasera donde dibujar a una Amanda Waller contundente que es el auténtico motor de la historia. Ella es quien defiende esta película de tal forma que nos hace olvidarnos de sus errores y centrarnos en sus aciertos con el fin de poder salir del cine con la sensación de no haber tirado el dinero.

Entretener es algo muy difícil a día de hoy. Eso no quiere decir que la película sea mala ni buena, pero si explica el valor de un producto que logra captar la atención de unos espectadores sobre expuestos a una oferta audiovisual descomunal que satura sus sentidos sin casi darnos cuenta. No debemos desmerecer esto bajo ningún concepto. El Escuadrón Suicida conecta con el niño que llevamos dentro, con ese que no busca coherencia, que no le resulta complicado acceder a su yo interior y suspender la realidad el tiempo que sea necesario para dejarse llevar por la película. No debemos pecar y exigir a la cinta más de lo que puede dar y mucho menos cosas que no se han exigido a otros productos. Que haya diferentes maneras de hacer las cosas es bueno para todos.

Sony, Fox, Warner y Disney explotan sus franquicias lo mejor que saben, pueden o quieren, ofreciendo diferentes productos que permiten poder tener una mejor y más variada oferta con la que poder seguir buscado ese divertimento que nos lleve a abandonar este mundo real tan real y nos sumerjamos es esos mundos fantásticos donde un hombre puede volar y una mujer desviar balas con sus brazaletes. Al final se trata de eso, de entretener y en eso El Escuadrón Suicida lo consigue con creces.

El momento – Deadshot haciendo lo que mejor sabe hacer, el solito contra el mundo.

El personaje – Amanda Waller, la maestra de ceremonias y el Joker por esa nueva encarnación que nos regala Jared Leto.

La referencia al cómic – El edificio Ostrander.

Últimamente estoy experimentando una extraña sensación con las películas de nuestra parcela de la ficción. Me entretienen mientras las estoy viendo (y teniendo en cuenta que ya se hacen películas de mínimo dos horas ya es algo) pero no consigo valorarlas como buenas películas (hola Star Wars VII). Con el Escuadrón Suicida me pasa algo parecido. Es que me pongo a analizarla aunque sea por encima y… Más allá de los evidentes recortes que ha sufrido la película en el montaje (la ausencia del flashback de Slipknot, la desaparición del Joker por arte de magia y su rumbo errático previo, los recortes respecto a los trailers…) o de los “homenajes” a Guardianes de la Galaxia u otras películas Marvel (esa banda sonora, la escenita del ascensor que palidece a la del Capitán América, ese final “burocrático” entre Wayne y Waller que también palidece con cualquier aparición de Furia en las primeras pelis Marvel, etc) o la poca personalidad que le imprimen a Rick Flag, no consigo encontrar un gran momento de la película al que abrazar para quedarme con él. Encuentro puntos positivos, como la interpretación de Will Smith como Deadshot (el actor se moría por participar en una película de superhéroes y le queda muy bien, en lo que intuyo que será la primera de muchas participaciones en las que se verá arrastrado a la órbita de Batman) y por momentos algunas escenas de Harley Quinn, pero sobre todo me gustó lo bien intrincada que está la amenaza principal de la película con el estilo que pensaba que iba a tener la película. Salvo un par de escenas un tanto ridículas por simple hecho de presentar a los personajes como motherfuckers de primer nivel, me gusta lo que se ha hecho con la Encantadora, tanto a nivel visual como a nivel de amenaza. Pero me temo, que esta vez, no ha sido suficiente. Mejora lo anterior del DCUniverse, pero… Y ya tiene delito que desde Warner/DC hayan sido capaces de perpetrar semejante ultranza a sus dos grandes villanos (Luthor y Joker) en un mismo año. Por dios…

El momento -Si tuviera que destacar un momento, fijatetupordonde, sería esa aparición de Flash en el flashback del Capitán Boomerang. Quizás no sea justo con otras bondades de la película pero es que me gusta esa sensación de universo compartido que están haciendo crecer en las películas.

El personaje – Mi personaje favorito del Escuadrón Suicida siempre ha sido Boomerang (esa obsesión con los lanzadores de armas…) y me gusta el enfoque que se le ha dado en esta ocasión (¿será la mano de Johns, tan preocupada siempre por la adaptación de los villanos de Flash?). Borrachillo, honesto en el fondo, y buen tirador… Aunque no hubiera estado mal verle lanzar más de tres boomerangs en dos horas. ¿Es mucho pedir?

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