42,95 euros
La línea Marvel Limited Edition no deja de traernos sorpresas en este su segundo año de vida editorial. Tras un periodo inaugural con un claro sabor a años setenta, este 2016 hemos visto retrotraer sus intereses a los años sesenta, con la inclusión de las series primigenias de Namor o del Sargento Furia, llegando incluso hasta lanzar un especial de los años noventa en formato de lujo con protagonismo de Estela Plateada. Con estos precedentes, es evidente que los responsables del invento, Panini y SD Distribuciones, tratan de no ceñirse a ningún periodo histórico para dar salida a esas obras que no tenían hueco a corto plazo en los planes anuales, no reeditables en años, salvo caso de película o relevancia editorial (como pasará con Pantera Negra o Inhumanos). Como ejemplo de esa falta de encorsetamiento de los MLE, el mes de agosto se puso a disposición del respetable Amazing Fantasy, un material realizado por los tres grandes demiurgos del Universo Marvel, Stan Lee, Jack Kirby y Steve Ditko, que no tiene nada que ver con el mismo y que se publicaba a la par del despegue del citado universo de ficción. Una colección que representa en muchos aspectos la foto fija de una época, marcada por los problemas de distribución de la compañía, el triste y omnipresente Comics Code, y los relatos antológicos de género (ciencia ficción, monstruos, fantasía, etc.) tan habituales en los cincuenta.
Si todavía queda alguien en la sala que no sepa muy bien de qué hablamos, vamos a simplificar la narración lo máximo posible. La editorial conocida como Marvel no comenzó su andadura como tal. Su primera encarnación, Timely Comics, era una pequeña parte de un conglomerado industrial comandado por Martin Goodman. Este editor se había mantenido en el candelero a duras penas, en la gran mayoría de ocasiones, copiando la moda de rigor. Goodman era un tipo de mandamás que abundaba en aquellos tiempos, con nulo respeto por el material en el que trabajaba y con ideas muy particulares sobre la edición. No se puede negar que tomó decisiones correctas, como ceder el control creativo a un Stan Lee con una gran visión del negocio, pero también incurrió en errores de bulto, como abandonar la autodistribución para recaer, tras peripecias varias, en las garras de Independent News, distribuidora propiedad de DC Comics, que les dejó con escasas posibilidades de expansión (solo ocho títulos mensuales). Es la época de Atlas, de las revistas antológicas, de los géneros como la fantasía o la ciencia ficción, o del Comic Code Autorithy, el organismo censor montado por la misma industria debido al ambiente conservador propio de finales de los cincuenta. Goodman plegó todas sus publicaciones a los designios de la censura, dejando a sus creadores la papeleta de sortearla como buenamente podían.
A causa de la casi nula expansión editorial, en Atlas lanzaban experimento tras experimento, y si no funcionaba se renombraba y a otra cosa. Cabeceras como Tales To Astonish o Journey into Mistery estaban dando resultado como tebeos de ciencia ficción barata y monstruos de todo tipo. Y eso es lo que tenemos al principio de este tomo, ración extra de criaturas pintorescas. A pesar del encabezado general del volumen como Amazing Fantasy, esta serie empezó su andadura como Amazing Adventures (junio de 1961, fecha de portada) y se componía de una buena dosis de extraños engendros sacados de la imaginación de Jack Kirby, dibujante que se había encasillado de forma reciente en este subgénero. El Rey de los cómics se caracterizaba por una imaginación desbordante y junto al chispeante Stan Lee había creado todo un mundo de seres grotescos con nombres llamativos y guturales, cuyo modus operandi, seamos sinceros, no solía variar de uno a otro. Aparte de la sección monstruosa, que tendía a ocupar la mayor parte de la publicación, tenemos las aventuras del Dr. Droom, una especie de precedente del Dr. Extraño, pues su ámbito podríamos decir que es la magia, aunque sus aventuras variaban según la ocasión. Hay que advertir que este personaje terminó por ser adaptado a la continuidad Marvel tradicional como el Dr. Druida. Se le cambió el nombre por sus semejanzas fonéticas con el monarca de Latveria, el Doctor Doom. Y como guinda de pastel, contamos con un texto narrativo de apenas dos páginas, donde Lee daba pábulo a sus deseos de ser escritor, y un pequeño complemento a cargo de Steve Ditko.
La carrera de Ditko había quedado unida a Atlas apenas unos años antes, debido a un paréntesis en su fructífera colaboración con Charlton Comics, donde había tocado todo tipo de géneros y donde poco a poco estaba creciendo como dibujante. En la empresa de Goodman, por otro lado, tenía una insospechada libertad creativa por lo que no dudó trabajar para ambas mientras disfrutó de esa posibilidad. La diferencia de las tramas de Ditko con respecto a las de Kirby es abismal, tanto en temática como en narrativa gráfica. Solían ser relatos más íntimos, con un trasfondo, a veces con su moraleja, dominando el tempo narrativo de una manera formidable gracias a una excelente composición de páginas, pues era escaso el espacio con el que contaba. El aura especial de esas pequeñas historias llegó a impactar en el aficionado de la época, que no paraba de reclamar en el correo más asuntos de este calado. A Stan Lee también le maravillaba el trabajo de Steve; después de algunos meses de andadura de Amazing Adventures (números uno al seis), el editor barrunta una idea muy personal: unir sus destinos con Ditko en una revista donde los argumentos fueran de una exigencia mayor para el lector. Kirby, por otra parte, se dedicaría en cuerpo y alma a la creación del Universo Marvel pues recordamos que ya se había dado el pistoletazo de salida al mismo con la publicación de los 4 Fantásticos.
Así nace Amazing Adult Fantasy#7(diciembre de 1961, fecha de portada), continuando la numeración de Amazing Adventures. A cargo de Stan Lee y Steve Ditko en exclusiva, se compone de historias autocontenidas del corte que había triunfado en su anterior andadura. “La revista que respeta su inteligencia” rezaba la publicidad de la portada. Lo cierto es que los autores utilizan el gancho de lo sobrenatural, de la fantasía, para acercarnos aventuras que estimularan al lector. Pese al empeño depositado por el equipo creativo, este tipo de cabecera, tan en boga algunos años atrás, estaba destinada a perecer. La buena acogida de los 4F y las bajas ventas de Amazing Fantasy suponían una evidente alteración del gusto del lector Marvel, lo que a la larga trajo un cambio de rumbo en las altas instancias de la editorial. Algunos señalaban que la palabra Adult hacía daño a sus posibilidades de venta, debido a que el comic-book tenía un espectro de compradores básicamente infantil y muchos padres no toleraban la adquisición de un tebeo que tuviera alguna connotación “adulta”. Lee se plegó ante la evidencia, con las paupérrimas cifras de venta sobre la mesa, retiró el Adult en el #15 y puso como principal reclamo a un superhéroe en su portada. Como es ya sabido por el respetable, hablamos de Spiderman, pues su debut oficial se produce en Amazing Fantasy#15. Huelga hablar de Peter Parker, un joven mordido por una araña radioactiva y que tendrá que hacer frente a su responsabilidad como héroe. Se esperaba la continuación de sus peripecias en el mismo serial donde nació (y así se anuncia en el tebeo) pero no pudo ser. La colección fue cancelada y Peter obtuvo su propia cabecera debido a la popularidad de su primera aparición. Había nacido una estrella. Tras apenas nueve números, Amazing Fantasy cierra sus puertas como símbolo también del fin de una forma de proceder, iniciando el declive las cabeceras antológicas, a cambio del auge del superhéroe. Poco a poco, renovados personajes irían sustituyendo todas estas series episódicas. Las mallas habían llegado para quedarse.
Tras explicar un poco la esencia de este tomo, es paso obligado su valoración. Comenzamos por lo mejor, un aspecto gráfico realmente notable. Ya hemos comentado que la base del inicio del volumen es el trabajo de Kirby, que con la lección perfectamente aprendida con los monstruos, nos brinda sus habilidades tan características en un tema que dominaba a la perfección. La fuerza y la grandeza del Rey son más que palpables en estos cómics, entintado eficientemente por uno los fijos de la casa como era Dick Ayers. También tenemos un par de relatos breves dibujados por Don Heck y Paul Reinman. Pero el principal atractivo de Amazing Fantasy es Steve Ditko. Un Ditko en la plenitud de su expansión como artista, perfeccionando los recursos gráficos que le harían un grande de la industria, entre los que destacan el expresionismo facial, con abundante uso del plano corto, y la ambientación como elemento definitorio, con un importante juego de luces y sombras en muchas de sus viñetas. Toda una lección de narrativa la que nos ofrece aquí el bueno de Steve, trasladando sus guiones elaborados a medias con Stan Lee. Es necesario apuntar que tanto las líneas de dibujo como el color han sido reconstruidos y perfeccionados de forma reciente, tratando de ofrecer al lector actual la versión más óptima posible de este material, lo que es un detalle a agradecer.
No podemos hablar con el mismo entusiasmo del aspecto argumental, que en muchas ocasiones no ha resistido la prueba del tiempo. Repetimos la característica fundamental de la obra, su carácter antológico, con pequeñas historias basadas principalmente en la ciencia ficción, por lo que de partida no se le exige una mayor trascendencia más allá de que la narración esté bien construida. Es decir, que tengamos diminutas píldoras con suficiente valor de por sí para mantener el interés, que por desgracia, no siempre ocurre. Sobre la “monster explotation” poco más se puede comentar, ya que era un género bastante popular y el tándem Kirby-Lee ofrecía al lector de aquellos días lo que demandaban pero, muy probablemente, defraude sobremanera al usuario medio actual. Tramas simples, con resoluciones todavía más simples, llegando en alguna ocasión a rozar el ridículo. Su tono naíf puede resultar simpático al principio, pero una detrás de otra, sin ningún aliciente relevante que ofrecer, termina por cansar al lector no versado en estas lides. Menos mal que tenemos a Ditko para servir de interludio entre capítulo y capítulo. Y es que se aprecia una mayor intención e interés por parte de los autores cuando la cabecera pasa a denominarse Amazing Adult Fantasy. La temática se diversifica, ayudando a su disfrute, con historias de humor, fantasmas, extraterrestres, ciencia ficción o fantasía. Aun así, pese a esa subida del listón de calidad, las tramas distan de ser del todo elogiables. Hay alguna realmente notable, como las tituladas “¡El Hombre que capturó a la Muerte!”, “¿Dónde camina el Fantasma?” o la misma aparición de Spidey, pero en general el nivel no pasa de mediocre. Solo se puede inferir que la losa del Comic Code pesaba demasiado en el año 1961. Recurrir a clichés más bien manidos, junto con una repetición de esquemas más que evidente deja cierto regusto amargo tras su lectura. El riesgo es nimio y las distintas peripecias, en ocasiones con un armazón bien trenzado, son echadas al suelo por resoluciones que no se hallan a la altura.
Es de suponer que ha llegado el punto en que debamos reflexionar acerca de a quién puede ir dirigido este material y no me queda más respuesta que a amantes de la naftalina, el cómic antiguo y a seguidores voraces de Steve Ditko. Pocos más podríamos añadir a la terna, pues se hace complicado pensar que este volumen pueda agradar al lector de tebeos actuales, ni mucho menos al usuario casual. Los años sesenta representan una visión optimista del mundo que rodeaba a los ciudadanos norteamericanos. Aunque suene a Perogrullo, todavía no se podían adivinar los setenta, una década que representó unos días más oscuros, con mucha menos fe en lo humano. No, el inicio de los sesenta transmitía al mundo una era de posibilidades y la mayoría de estos cómics refleja ese espíritu inocente. Se puede llegar a comprender tal dato pero nunca perdonar su evidente falta de fondo y su escasa fuerza de pegada, en líneas generales. Eso sí, la calidad del arte de Jack Kirby y de Steve Ditko se encuentran fuera de toda duda. Ya solo le queda a usted, querido lector o estimada lectora, dilucidar si el gasto merece la pena.
Amazing Fantasy
Guion - 5
Dibujo - 8
Interés - 4
5.7
Valoración Global
Pura historia Marvel. Un producto bonito, con aroma a nostalgia, pero cuyo tiempo ha pasado de forma clara
Pues gracias por el artículo. Perfectamente explicado, como siempre. Pero creo que los 40€ me los guardo para mejor ocasión, seguramente he disfrutado más con el artículo que con el tomo en si.
Aunque el dibujo parece para pensárselo.
Gracias Dynamo, como siempre le agradezco sus palabras.
Creo firmemente que este tomo no es para todo tipo de público. Lee y Kirby estaban realmente cansados de los monstruos a estas alturas. Solo Ditko salva los muebles y la losa del Comic Code no era fácil, por lo que muchas historias se les ve el cartón.
Un saludo
Opino lo mismo, por un lado, gran artículo de Mr Porras, como siempre (y cortito esta vez, eh, jeje), pero el material del tomo y su precio me hacen preferir gastarlo en otras cosas, a pesar de Kirby y Ditko.
Dice Daniel Gavilán que tiene cosas rescatables y que en realidad está bastante bien.
Eso no lo dice Daniel, sino un servidor 😉
Además Álvaro, que sería de vosotros, los guardianes del buen gusto, si no nos tuvierais a aquellos que pecamos de no tenerlo?? Sería un desastre para vosotros, sin nada que criticar, ni echar en cara. Yo creo que así el juego se mantiene y queda un propósito en la vida.
Un saludo, hombre y relaja, que es más divertido 🙂
Pues yo creo que al final, con algo de tiempo, lo pillaré. Aunque se que es una lectura «durilla» para mi el arte de Ditko es maravilloso. Incluso más que el del Rey, para este tipo de historias.
Estuve la semana pasada ojeando el tocho y es una joyita, la verdad. Pero es cierto que no es una lectura para «todos los publicos», quizás sólo para los mayores de edad, si me permitís el símil. Y el precio tampoco acompaña mucho en este caso, por que no es un tomo tan abultado como otros LE, MH u OG, por ejemplo.
Y respecto a la reseña, estupenda como siempre Artur. Gracias 😉
Rockeros Saludos
Gracias Baldi!!
Pues sí, si uno se acerca a estudiar las capacidades gráficas de Ditko o Kirby, sin más pretensión,a sabiendas de que te van a presentar muchas veces historias facilonas….puede ser que lo disfrute.
Saludos sr. Rockero
como en aquellos complementos de las revistas varias de vertice estos materiales molaban mucho.yo recuerdo leerlos siempre.poquitas páginas que se iban rápido.
pero, como todo,supongo que en grandes dosís,puede llegar a empalagar.más aún con las ataduras del comics code por medio.
incluso aunque se trate de ditko y kirby.
yo no lo compraré tampoco.y a lo mejor me arrepiento,porque es uno de esos tomos que lucen bien en la estanteria. incluso sin llegar a leerlos. un material que dificilmente llegará a reeditarse en el futuro,y por tanto muy goloso para adquirir como coleccionista.
al final,lo de siempre,hay que ser muy selectivo con el dinero que gastas,y yo el mio pienso reservarlo para el tomo de howard,ó el segundo de furia y los aulladores…el dia que decidan publicarlo.
y,al menos,tengo un puñado de historias varias de ditko en un buen puñado de creepys y similares.
con eso voy tirando.
Cierto es Frank, que no creo que este material se reedite en muuuuchos años y que es plato para degustar en pequeñas dosis. Plantear la lectura del tomo de principio a fin se hace una tarea ardua. Más vale ir picando historias sueltas, sobre todo de Amazing Adult, porque el tono y la profundidad están muy lejos de las de Creepy que comentas.
SI me permites una recomendación, aparte del Pato y Furia, el Secret Agent X9 de Hammet y Raymond es un must have 😉 . Y si no Valerian, Aama…… Saludos
cosas del presupuesto,arturo. 😉
ya me gustaria hacerme con todo,pero no puede ser.te digo el secret agent x9,como te digo los trés del hombre cosa.
la del pato howard le tengo ganas porque es un material clásico al que-inexplicablemente-nunca le he metido mano.poco buen olfato por mí parte en su momento,y ahora pretendo remediarlo,xdd.
valerian la tengo en el disco duro,y todo es ponerse,ya sabes.tempus fugit.
y Aama es una obra ultrarecomendada que bien merece que le eche un buen vistazo,desde luego.
el johnny comet de frazetta,arturo,a eso si que le tengo muchas ganas.en color,por supuesto.la compraria igualmente en blanco y negro,pero me gustaria que editasen las planchas editadas a color en su momento.
imagino que la reseña del tomo del pato corre por tu cuenta,¿no?. 😉
Al Johnny Comet me apunto. He dejado pasar el White Indian por los comentarios acerca de la reproducción, por lo visto bastante deficiente, aunque sé que tarde o temprano caerá 😀
Y sí, con el Pato tengo previsto algo…..una idea me ronda la cabeza, buscando sorprender. A ver si sale adelante 😉
Un saludo
lo del white indian me esta provocando una «comeera de cabeza» importante,arturo,jejé.
estoy dividido entre los que me dicen que la reproducción apesta,y que deseche la idea de pillarmelo,y lo que de verdad, me pide el cuerpo,que es traermelo.
¡ es que es un material de frazzetta clasicote que mola mucho ¡.
estoy como tú.veremos cuanto tardo en vencer a la tentación de acudir a la libreria y traermelo para casa.
ahí,ahí estoy…
hasta otra arturo.
Gran artículo que me ayudó a comprobar que este tomo no es para mí. Gracias!