La pasada primavera Selecta Visión continuó la política iniciada con la recuperación de la serie original protagonizada por Mazinger Z y lanzó al mercado su continuación, concretada en las aventuras del Gran Mazinger, sucesor del primer robot luchador en la batalla contra las fuerzas del Imperio de Mikene. Con ello, se pone a disposición del público aficionado a los animes «mecheros» otro interesante capítulo de la historia de un género que ha contribuido notablemente a la difusión mundial de la animación nipona.
La historia de Gran Mazinger enlaza directamente con el final de Mazinger Z. En el nonagésimo segundo de la serie, la primera de las creaciones del profesor Juzo Kabuto era finalmente dejada fuera de combate por sus adversarios. Sin embargo, no era el greñudo y barbudo Doctor Infierno el responsable de esta derrota; este caballero de triste figura había seguido el camino de sus poco competentes subalternos y había perecido en un combate previo. Sin embargo, antes de ello había unido fuerzas con el Duque Gorgon, un representante del Imperio de Mikene. La civilización cuyas creaciones había saqueado no estaba tan difunta como se pensaba y albergaba la sana intención de recuperar el dominio sobre el planeta. Cuando Infierno decidió aliarse a aquellos descendientes escondidos en las profundidades de la Tierra, había pasado a ser la menor de las amenazas. Los brutos mecánicos dejaron paso a unos oponentes que amalgamaban carne y metal y que, además, podían estar dotados de cierta inteligencia. La dificultad creciente en la derrota de estos nuevos adversarios culminó en la citada derrota que envió a Mazinger Z al taller por una larga temporada y a Koji Kabuto y Sayaka Yumi a Estados Unidos para una estancia de estudios (que tendrá su importancia en la tercera serie que compone la trilogía mecánica de Gô Nagai,Grendizer, pero esa es otra historia). En su lugar tendremos un nuevo reparto que ocupa los diversos nichos dejados por el elenco original.
La nueva alineación contará con un robot protagonista –Gran Mazinger-, un robot femenino adjunto –Venus A-, y un cuartel general que convertir en sembrado en cada episodio –la Fortaleza de la Ciencia-. El mecha protagonista estará pilotado por el aguerrido, individualista y sobrado joven –Tetsuya Tsurugi- y su partenaire ginoide por un posible interés romántico del anterior –la afrojaponesa Jun Hono-. Al frente del proyecto estará el científico de bata blanca de turno, el doctor Kenzo Kabuto –hijo de Juzo y padre de Koji y Shiro-. Como herencia de la serie anterior se mantienen Shiro Kabuto y el trío compuesto por Boss, Nuke y Mucha –los moteros amigotes de Sayaka y Koji- que traen consigo además al entrañable Robot Jefe o Boss Borot. ¿El mismo perro con distinto collar? Fíjense que sí, pero fíjense que no. Como se verá, los personajes y sus relaciones presentan ciertas diferencias respecto de sus colegas de Mazinger Z.
Para empezar, tomemos como ejemplo la figura de Tetsuya. Al igual que Koji es individualista, cabezota, resuelto y con un valor a prueba de bomba; sin embargo, su condición de huérfano ha hecho que considere la vida de otra manera. Opina que su predecesor en la defensa de la Tierra ha tenido una existencia regalada en comparación con la suya, pues ha tenido que ganarse consideración y respeto paso a paso. El punto de rivalidad entre Tetsuya y Koji se centra en la figura de Kenzo, tutor del primero y padre biológico del segundo. El profesor Kabuto ocupa el puesto de su colega Gennosuke Yumi, pero su condición de ciborg le hace parecer más frío y distante. Durante un tiempo, el secreto de su supervivencia permanecerá oculto para sus propios hijos. Por su parte, Jun Hono –también huérfana y también tutelada por Kenzo- es una mujer más madura e independiente de lo que era Sayaka. Hono y Tsurugi son dos pilotos necesarios para una empresa netamente militar. El Instituto de Investigaciones Fotoatómicas era una entidad de corte pacífico; Afrodita A era un robot que no estaba pensado para el combate. Ahora el desafío es mucho mayor, por lo que no hay lugar para el debate moral que, de cuando en cuando, afloraba puntualmente en algún episodio de la serie precedente. El papel de Shiro y Boss continuó siendo el de siempre: alivio cómico y fuente de problemas.
Si nos fijamos en el bando de Mikene, veremos que se mantiene la premisa de Mazinger Z: un adversario dotado de grandes recursos intenta sojuzgar al mundo mediante el envío de bestias mecánicas a las que el Gran Mazinger y sus aliados deben hacer frente. Los diseños y la variedad continuaron la línea marcada en la etapa anterior, pero en esta ocasión hay que hacer mención a un interesante detalle: así como el enemigo de Mazinger Z había sido el Doctor Infierno, aquí es todo un imperio el que se enfrenta a Tetsuya y sus colegas. Siete generales comandan otras siete huestes de bestias de diversa natura, conspirando entre ellos para lograr cierta primacía entre sus iguales. El Duque Gorgon seguirá estando presente durante como brazo ejecutor, pero pronto se impondrá la figura de un adversario que dirija la ofensiva como comandante en jefe: el General Negro o Ankoku Daishogun.
Pasando al aspecto técnico, hay que advertir el hecho de que estamos ante una serie que tiene cuarenta años de vida. Ello, no obstante, constituye la prueba de su vigencia, pues los diseños de robots y personajes se han mantenido en las distintas revisiones posteriores que de la franquicia se han hecho hasta fechas bien recientes. La música corre a cargo de veteranos del negocio como Michiaki Watanabe o Shunsuke Kikuchi y presenta el estilo épico-fanfarria habitual a las producciones mecánicas de la época. Con estas advertencias hay que afrontar la visión de una serie que llegó a España veinte años después que su predecesora. Así como Mazinger Z es un icono de la cultura popular desde los años setenta, Gran Mazinger desembarcó mucho antes en la vecina Italia que en estos pagos. Habría que esperar al año 1994 para que TeleCinco –que por aquellos días era aún la pantalla amiga o TetaCinco- para que la programación matinal incorporara las aventuras de Tsurugi y compañía. Después de rescatar al robot luchador original durante el año anterior, tocaba enganchar con su continuador. La versión emitida cuenta con el llamado español neutro en su totalidad, ya que no hay una versión en español castellano.
La importancia del Gran Mazinger ha quedado patente en su presencia constante en versiones posteriores como Mazinkaiser o –de refilón- Shin! Mazinger. También ha asomado su aguerrido porte en videojuegos como los de la serie Robot Wars. Solo por eso, es buena noticia la recuperación de este clásico de la historia del anime.
Me quedo de esta serie algun momento de Jun Hono donde tuvo que luchar por ciertos momentos de racismo por su condición de japoafricana,algo que no veo que se trate mucho en el manga y el anime.
Me quedo de esta serie algun momento de Jun Hono donde tuvo que luchar por ciertos momentos de racismo por su condición de japoafricana,algo que no veo que se trate mucho en el manga y el anime.