Ghost Rider (2016-) #1, de Felipe Smith y Danilo Beyruth

 

Edición original: Marvel Comics.
Guión: Felipe Smith.
Dibujo: Danilo Beyruth y Tradd Moore.
Color: Val Staples.
Formato: Grapa, 31 páginas.
Precio: $4.99.

 

Una de las grandes incógnitas de All-New All-Different Marvel era la situación de Robbie Reyes, el Piloto Fantasma. Creado por Felipe Smith y Tradd Moore en su propia serie publicada por All-New Marvel Now –el departamento de publicidad no se exprime mucho el cerebro pensando en nombres–, no terminó de encontrar un nucleo fiel de lectores en el mercado estadounidense lo suficientemente grande como para tener buenas ventas. Pero tras un periodo de inactividad, Marvel anunció su aparición en la serie de televisión Agents of Shield. Estaba claro que confiaban en el potencial del personaje.

Es difícil hacerse un hueco en el mercado estadounidense sin un personaje de renombre o una legión de fans que sigan a un autor independientemente de la editorial o proyecto, y en la editorial lo saben. No van a rendirse de primeras. Tuvieron que esperar a que Felipe Smith consiguiera encontrar un hueco en su ocupada agenda, pero la semana pasada por fin salió a la venta el primer número del nuevo volumen de Ghost Rider.

Smith apuesta por un enfoque continuista, recuperando a Reyes justo donde lo dejó hace más de un año. El protagonista de Ghost Rider imparte justicia en las calles al mismo tiempo que cuida de su hermano pequeño Gabe. Sus poderes los recibe del espíritu unido a él, que no es otro que el de su malvado tío Eli. Un buen problema al que se suma la aparición de monstruos que también captan la atención de Hulk y Lobezno. ¡Es la hora de los Team-Ups!

Ghost Rider es tan continuista que poco puedo decir que no se haya dicho ya. Todas las virtudes del pasado volumen permanecen intactas. La relación entre Robbie y Gabe sigue derritiéndome el corazón de lo entrañable que es; la relación entre el primero y Eli es tan tensa como siempre; y los argumentos, simples pero suficientes para mantenerme interesado. Smith tiene buena mano para la caracterización de personajes y para las escenas de acción, de eso no cabe duda. Desgraciadamente, en este número dedica bastante tiempo a introducir a Hulk y Lobezno, algo, en mi opinión, absolutamente innecesario y una pérdida de tiempo. Si se hubiera centrado más en Robbie y su entorno, hubiera conseguido número de introducción notablemente superior. Sin ser malo, este primer número decepciona.

En el pasado volumen Smith, sin tener en cuenta su breve aportación como dibujante al final de este, se limitó a escribir los guiones de la serie. Del dibujo se encargaron el citado Moore y Damion Scott, ambos proclives a las proporciones exageradas y al exceso visual. El dibujante de este volumen, Danilo Beyruth, se muestra mucho más comedido, lo que no significa que sea menos espectactular. Nada más ver su notable doble página con el protagonista persiguiendo a toda velocidad a unos criminales me queda claro que ha sido una buena elección. Además, es bastante más fecil de seguir que Moore o, sobre todo, Scott. Me entristece, pues, escribir que el colorado perjudica a Beyruth. Su estilo un tanto plano y bidimensional no casa con la paleta de Val Staples, quien lo trata como si fuera Tradd Moore. Comparad las páginas del especial de Gwenpool que hizo Beyruth con las de Ghost Rider, y notaréis la diferencia instantáneamente.

Hablando de Moore, el co-creador de Robbie Reyes se reúne una vez más con Smith para una pequeña historia de complemento. Ambos presentan a una nueva supervillana que se dejará ver en más ocasiones. Sin ser nada espectacular, es una buena ocasión para que Moore se luzca.

En líneas generales, el nuevo volumen de Ghost Rider se estrena con un número que, aún pudiendo ser mejor, mantiene lo más destacado del pasado volumen. Con un poco de suerte, este solo es un pequeño bache.

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