Gabriel Hernández Walta es uno de los mejores dibujantes del panorama actual, representando a la perfección los nuevos tiempos de Marvel Comics entre el apartado más indy y la producción superheroica más clásica. Su trabajo al frente del sintezoide vengador le ha situado en los ojos de muchos lectores por primera vez, pero lo cierto es que el dibujante español lleva ya muchos años trabajando para el mercado norteamericano con una trayectoria solvente, voz propia y con una selección de proyectos que en varias ocasiones se han convertido en obras revelaciones primero y de culto después. Para conocer un poco más de la trayectoria de Gabriel Hernández Walta, hemos querido hablar con el autor, quien nos ha respondido amablemente a todas nuestras preguntas. Un talento de primer nivel a la que habrá que estar muy atento en su próxima serie vengativa.
Entrevista a Gabriel Hernández Walta
Pedro Monje: Empecemos con nuestra pregunta más clásica. ¿Cómo empezaste a leer cómics? ¿Cuáles eran tus influencias más notables en aquella época?
Gabriel Hernández Walta: Me gustan las historietas desde ANTES de aprender a leer… Recuerdo devorar todos los tebeos que caían en mis manos y, cuando empecé a recibir una paga semanal, comprar todos los que veía en los quioscos… En principio no era muy selectivo pero sí que me acuerdo de que, por ejemplo, me gustaba más Súper-López que Mortadelo y Filemón o que me maravillaba la colección de Rip Kirby dibujada por Alex Raymond que tenía mi padre. Más adelante me obsesioné con John Byrne, el primer dibujante del que reconocía el estilo de un tebeo a otro, y con Frank Miller. El nº11 de Fórum de Daredevil, que leí con 10 años, me supuso un verdadero impacto.
P.M.: ¿En qué momento decidiste ser dibujante de cómics? ¿Estudiaste Bellas Artes orientado a ello?
G.H.W.: Al igual que no recuerdo un momento en el que NO leyera tebeos, tampoco tengo conciencia de haber querido ser otra cosa que dibujante de cómics desde que tengo uso de razón. Así que sí, mi idea cuando entré en Bellas Artes era aprender todo lo que pudiera para conseguir convertirme en dibujante profesional. Después descubrí que la pintura me gusta tanto como dibujar tebeos así que, al terminar la carrera, me dediqué a pintar y “aparqué” momentáneamente mi sueño de ser dibujante de tebeos.
P.M.: Tenemos entendido que antes del mundo del cómic trabajaste para algunas editoriales y libros infantiles. ¿Cómo fue y cuánto queda hoy en día de aquello?
G.H.W.: Pues sí, al mismo tiempo que hacía exposiciones de pintura, empecé a trabajar para editoriales de libros infantiles como Anaya o Edelvives. Básicamente, siempre he tenido claro que quería ganarme la vida dibujando, así que me resultó lógico probar suerte en la ilustración de libros. Los trabajos de ilustración que hice me sirvieron muchísimo por varias razones. En primer lugar, me acostumbré a trabajar a partir de un texto y a entregar en una fecha concreta. Además, probé muchas de las técnicas de dibujo que sigo usando hoy en día para hacer mis páginas con Marvel.
P.M.: ¿Cómo entras en el mercado norteamericano? ¿Cómo fue el proceso? ¿Fuiste con representante?
G.H.W.: Los primeros encargos con IDW los conseguí gracias a que El Torres les enseñó algunas ilustraciones mías. Estuve unos seis meses haciendo algunas páginas de prueba tanto para Avatar Press como para IDW y, finalmente, éstos me encargaron la miniserie de tres números CVO: Artifact que es, de hecho, mi primer trabajo publicado. Después de un one-shot con los mismos personajes, dibujé la adaptación de la novela de Clive Barker “The Thief of Always”, que sigue siendo uno de los tebeos con los que más he disfrutado. En esa época también hice el guión y el dibujo de “The Werewolf of Fever Swamp” para Scholastic.
P.M.: De ahí pasaste a Vértigo donde hiciste algo de Crossing Midnight. ¿No hubo más oportunidades de trabajar para DC?
G.H.W.: La cosa fue así: al guionista Mike Carey y a Karen Berger, editora jefe de Vertigo en aquella época, les gustó mucho “The Thief of Always”, así que pensaron en mí como dibujante para la serie mensual “Crossing Midnight”. El problema es que entonces yo trabajaba con color directo, así que me fue imposible aceptar el encargo por falta de tiempo. Es curioso porque, desde que entré en el mercado americano, siempre pensé que Vertigo era la editorial más “mainstream” donde podría llegar a trabajar, ya que creo que mi forma de dibujar y de narrar se adaptan bien al tipo de historia que suelen tratar.
Después de participar en un número colectivo de esa misma colección, el número 16 para ser más concreto, tuve varios contactos con editores del sello pero, por una razón o por otra, la cosa no llegó a cuajar. Más adelante, y después de entrevistarme en la NYCC de 2011 con Shelly Bond, me encargaron el número 35.5 de The Unwritten, también guionizado por Mike Carey. Al año siguiente firmé mi exclusividad con Marvel así que, de momento, no tengo planes de volver a publicar nada más en Vertigo.
P.M.: También en IDW publicaste dos de tus primeros grandes trabajos con El Torres como fueron El Velo y El bosque de los suicidas. ¿Cómo surgieron? ¿Cómo fue trabajar con El Torres? ¿Tenéis algún otro proyecto en marcha?
G.H.W.: ¡Creo que el mismo día que conocí a Juan (El Torres) me propuso hacer un tebeo juntos! Me dio una descripción somera del argumento y, unos meses después, me mandó el guión para el primer número de El Velo. Hasta que no estuvieron dibujados y rotulados los cuatro números no empezamos a buscar editor, así que hicimos el tebeo entero “a fondo perdido”, sin saber si alguna vez vería la luz o no. Cada vez que teníamos un hueco entre encargo y encargo lo retomábamos y así, a trancas y barrancas, conseguimos terminarlo.
El Bosque de los Suicidas tuvo un proceso más sencillo, porque tanto IDW como Dibbuks nos habían confirmado la publicación antes siquiera de haber empezado con el primer número. Trabajar con Juan es un gustazo…no sólo porque somos amigos, sino porque hablamos mucho de los proyectos antes siquiera de empezarlos. Y sí, hace tiempo que estamos intentando hacer la continuación de El Velo…
P.M.: ¿Temías en este punto encasillarte en el género del horror o el terror? ¿Qué te atrae de este género?
G.H.W.: La verdad es que no pienso en las historias que me gusta leer o dibujar en términos de un género u otro. Me gusta mucho el contraste entre un ambiente cotidiano y algún elemento “fantástico” que desentone en el conjunto, creando situaciones extrañas e, incluso, surrealistas. Tanto El Velo como El Bosque de los Suicidas se adaptaban muy bien al tipo de historia que me gusta narrar, así que no me preocupaba que, de alguna manera, me encasillaran en ese tipo de tebeos.
P.M.: También das el salto a Marvel durante estos años con series de la franquicia mutante (X-Necrosha, Necrosha. The Gathering, Nation X, X-Men: Curse of the Mutants – Smoke and Blood, X-Men vs Vampires, Age of X) las cuales curiosamente también tienen muchos rasgos de este género. ¿Cómo fue tu fichaje por la franquicia mutante?
G.H.W.: Pues fue tan fácil como enseñar mi portafolio al editor Daniel Ketchum y al cazatalentos C.B. Cebulski, ambos de Marvel. Les gustó mi forma de narrar y mi estilo de dibujo así que, aunque no había ni un sólo superhéroe en ese portafolio, quince días después de la primera entrevista me preguntaron si quería participar en la antología “Breaking into Comics the Marvel Way!”.
P.M.: ¿Cuáles habían sido tus mejores lecturas de los mutantes como aficionado y qué influencias tienes? Porque hay, o parece, una influencia notable de Sienkiewicz…
G.H.W.: Sí, claro, los Nuevos Mutantes de Bill Sienkiewicz, junto a las etapas clásicas de los X-Men de Claremont con John Byrne y Paul Smith fueron mis lecturas mutantes preferidas en la adolescencia. Otro de los tebeos de mutantes que recuerdo con mucho cariño son los anuales de Las Guerras Asgardianas que dibujó Arthur Adams. Curiosamente, aquella primera colaboración para Marvel en “Breaking into Comics…” fue para una historia deocho páginas con guión de Jonathan Hickman en las que mostrábamos un final
alternativo a aquella saga.
P.M.: Desde entonces has seguido colaborando en la franquicia mutante y con trabajos que han acabado siendo pequeñas obras de culto, como el caso de Astonishing X-Men primero o Magneto después. ¿Cómo recuerdas estas dos etapas?
G.H.W.: Astonishing X-Men fue mi primer trabajo como dibujante regular y la verdad es que disfruté mucho con los guiones de Marjorie Liu, sobre todo con las relaciones entre los protagonistas de la serie. Es cierto que me tuve que acostumbrar a las fechas de entrega de una serie mensual pero, tras haber hecho sólo números de relleno, fue un gran cambio tener tiempo para desarrollar las tramas y los personajes.
Con Magneto tuve la ventaja de empezar la serie desde cero, por lo que tuve la oportunidad de marcar el tono de la serie y crear algunos personajes como Briar Raleigh. Además, disfruté especialmente con el tono de cine negro de algunas escenas y con los flashbacks que mostraban a Magneto de niño.
P.M.: Creo que Magneto ha sido tu colaboración más extensa hasta la fecha en Marvel. ¿Qué tal ha sido la colaboración con Cullen Bunn?
G.H.W.: Sé que sonará a peloteo pero he tenido la suerte de trabajar con guionistas que, además de ser buenos, conectan mucho con mi forma de entender los tebeos y Cullen no es una excepción. A pesar de que la serie tuvo que cambiar algo de rumbo para adaptarse a ciertos eventoseditoriales, Cullen siempre conseguía mantener el tono que establecimos en los primeros números así que, aunque estuviéramos narrando una típica pelea de superhéroes contra supervillanos, los guiones seguían teniendo algo original que hacía que fuera estimulante dibujarlos.
P.M.: Llegamos a tu etapa en La Visión, que se ha convertido en un furor y es una de las mejores series de Marvel hasta la fecha. Una pena su conclusión. ¿Pensabas que iba a tener tanta expectación cuando te lo ofrecieron?
G.H.W.: Todos los que participamos en el tebeo teníamos la impresión de que era un tebeo especial desde que empezamos con el primer número, aunque no esperábamos que fuera a tener tan buenas críticas y que los lectores conectaran tanto con lo que estábamos contando.
P.M.: ¿Por qué crees que ha funcionado tan bien la serie? ¿Cómo ha sido colaborar con Tom King? ¿Y con Jordie Bellaire?
G.H.W.: ¡Si lo supiera patentaría la fórmula! Eso siempre es un misterio…hay series buenísimas que pasan desapercibidas y otras mediocres que ganan todos los premios y venden cientos de miles de ejemplares. Lo único que puedes hacer como creador es dar lo mejor de ti mismo en cada trabajo y esperar que la repercusión que tenga lo que haces sea suficiente como para seguir haciéndolo el mayor tiempo posible.
Lo que sí puedo decir con respecto a La Visión es que ha habido muchísima sintonía entre todo el equipo. Trabajar con Tom, Jordie, Clayton Cowles y Wil Moss ha sido, sin duda, unas de las mejores experiencias desde que me dedico a esto de dibujar y creo que eso se nota en el resultado final.
P.M.: Tu próximo trabajo es Occuppy Avengers. ¿Qué nos puedes contar de la serie?
G.H.W.: Básicamente, la serie trata del viaje de Ojo de Halcón a través de la “América profunda” intentando ayudar a gente corriente, mientras va reclutando a otros superhéroes que, como él, no tienen grandes superpoderes. Los primeros números los dibujará el gran Carlos Pacheco y yo empezaré a dibujar a partir del número cinco.
P.M.: ¿Tienes pensado algún cómic independiente para el futuro o quieres continuar en Marvel?
G.H.W.: De momento estoy muy contento en Marvel…creo que me han “calado” muy bien y siempre me ofrecen proyectos que se adaptan a mi forma de narrar y de dibujar. Dicho eso, sí que me gustaría participar en proyectos más independientes en los que pueda probar cosas diferentes (¡y quedarme con los derechos!).
P.M.: ¿Te planteas guionizar tus propios dibujos?
G.H.W.: Sí, claro, ése es uno de los planes a medio-largo plazo que me planteo, aunque aún tengo que conseguir más rodaje y seguridad en mi capacidad como guionista.
P.M.: Cuéntanos como es tu proceso de trabajo, porque además del trazo también te encargas o te has encargado de las tintas y del color en algún momento.
G.H.W.: Lo cierto es que mi proceso de trabajo es bastante sencillo. He aprendido en estos años que prefiero leerme los guiones dos o tres veces e ir dándole vueltas en la cabeza durante varios días antes de empezar a dibujar. Prefiero atrasar el momento de hacer los bocetos lo más posible, porque he comprobado que el esfuerzo de visualizar lo que está escrito sin echar mano de lápiz y papel es siempre beneficioso para el resultado final.
Después de tener una idea más o menos clara de la historia en su conjunto, empiezo a hacer pequeños bocetos de las páginas sin pensármelo mucho, dejando que la intuición me ayude a salirme un poco de lo que siempre hago. Trabajo sobre esos bocetos ajustando la narración y las composiciones hasta que estoy satisfecho y entonces empiezo a documentarme. Luego empiezo el tradicional proceso de dibujo a lápiz y entintado, al que añado una última fase en la que aplico grises con acuarelas.
P.M.: ¿Qué personajes Marvel (y no Marvel) te gustaría dibujar en el futuro? ¿Y con qué guionistas te gustaría trabajar?
G.H.W.: En realidad, los personajes que más me gusta dibujar son los que yo he creado… Y en cuanto a los de Marvel o de otra editorial, no se trata tanto de un personaje en concreto, sino lo que el guionista y el dibujante pueden contar con él. La Visión, sin ir más lejos, no ha sido nunca mi personaje favorito y, sin embargo, me ha encantado dibujarlo en su serie.
P.M.: ¿Te gustaría trabajar para otro mercado?
G.H.W.: Todo depende del proyecto que me ofrezcan…la verdad es que a veces me planteo la posibilidad de trabajar en un tebeo tipo álbum con un ritmo más lento y tengo curiosidad de ver cuál sería el resultado…
P.M.: Por último, ¿Cuáles son tus lecturas/series/películas/música actuales que más te están gustando? ¡Recomiéndanos!
G.H.W.: La serie de televisión que más me ha gustado de las últimas que he visto ha sido “Fargo”, es una obra redonda a todos los niveles. En cuanto a libros, y aunque tengan ya algunos años, me leí hace poco los “Libros de Sangre” de Clive Barker y me encantaron. Y en lo que respecta a la música, suelo escuchar de mucho tipo aunque Porcupine Tree es, últimamente, un grupo que nunca paro de oír.
P.M.: ¡Muchas gracias por tu tiempo, Gabriel!