Muerdeuñas. Volumen Tres: Sangre en el Agua

Reseña del tercer Tomo de Muerdeuñas, la serie sobre Buckaroo: el pueblo de los carniceros, a cargo de Joshua Williamson y Mike Henderson.

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Muerdeuñas_Portada

Edición original: Nailbiter, Vol. 3: Blood in the Water TP.
Edición nacional/ España: Norma Editorial (2016).
Guión Joshua Williamson:.
Dibujo: Mark Henderson, Adam Markiewicz.
Entintado: Adam Guzowski.
Color: Adam Guzowski.
Formato: Rústica de 124 páginas.
Precio: 16.5 euros.

 

¿Qué es lo que nos atrae tanto de los asesinos en serie? ¿Por qué esa fijación por la sordidez y los casos cruentos? ¿De dónde nace ese interés por el monstruo? Tal vez sea porque ellos no se rigen por ninguna norma más que su voluntad arbitraria, caprichosa y volátil. Lo que está claro es que en esta clase de historias se apela a nuestros instintos más profundos y ponen la lupa donde se prefiere no mirar porque, debido a que puede que nos demos cuenta de algo inquietante: es probable pensamos de forma similar, tras muchas capas. Que sean la proyección de nuestras ideas más nihilistas. Y que puede que no solo ellos sean los monstruos. Apela a la testosterona, al poder absoluto: decidir quién merece morir y quién no.

Las historias con personajes psicopáticos son mezclas claras de algunos de los mecanismos del género de terror con el negro. Y por eso, los márgenes con los que juegan son muy estrechos, sí quieren funcionar, ya que deben ser equilibradas si no quieren que predomine un genero sobre el otro y, a su vez, tratar de contener determinados excesos en los que es fácil caer, si no se quiere car en el absurdo.

Williamson parece que ya conoce mejor a los personajes y eso se presencia en una caracterización mayor y más profunda, frente a lo tímido intentos de los tomos anteriores. Pasan de lo cliches y de lo mil y una vez visto, a tener rasgos propios y cierta tridimensionalidad. Se encuentran en un punto intermedio, ya que el lector notando que no son más que mecanismos para una trama, además de ser una constante herramienta del que es leitmotiv de la serie: la sorpresa.

Esa caracterización se debe, especialmente que sabe pisar el freno y plantar una serie de flashbacks que si bien, no aportan absolutamente nada a las tramas horizontales, sí que logra dar una serie de capas a los personajes más carismáticos de la serie. Y es verdaderamente apreciable, también, el juego metanarrativo que nos plantean las portadas, como si de cómics románticos clásicos de décadas precedentes se tratara.

La serie, si bien no tiene ningún agujero de guion fragante, y siendo bastante sólida utiliza de forma constante ese mecanismo para conseguir la atención del lector, lo cual, una vez sobrexplotado de forma constante, tiene el efecto contrario rozando por momentos lo irrisorio (el constante giro, si la trama no lo exige, provoca el efecto contrario).
El lector siempre está atento y la sorpresa no lo es tanto. Y, por desgracia, Williamson sigue empeñado en el empleo de esta serie de efectismos que atentan con las posibilidades narrativas de la premisa. Y tampoco sorprende tanto como debiera, ya que bastantes de los giros son un tanto previsibles.

Muerdeuñas tampoco apuesta por narrarnos nada particularmente cohesionado, ya que en este tomo los personajes se comportan de forma impropia respecto a lo que sabemos de ellos, y cae en fallos de raccord emocional inequívocos.
A pesar de ello, la historia tiene unos mimbres que hacen plantearnos la potencialidad de hacer algo interesante con ello. Tal vez debería plantearse qué es lo que quiere contar realmente y atreverse a subvertir y cambiar de planteamiento, y ajustar todos los recursos narrativos para llegar a eso.

Por otro lado, otra de las grandes carencias de la obra es la nula profundización en los aspectos psicopáticos de los personajes, que muchas veces quedan en la mera caricatura y en el homenaje, pero que fallan en aquello en los que los convertirían en memorables: que los puedas entender e, incluso, te puedas identificar con el monstruo. Williamson, una vez más, parece no querer ir más allá y con todo, deja la sensación de ser un espectáculo hueco y fallido que erra en algunos de los aspectos fundamentales que le harían subir unos peldaños como obra.

Aun con todo, en esta tercera recopilación logra mantener un ritmo y hacer un progresivo, constante y coherente avance de la historia. Da lo que promete y, una vez entiendes los truquillos y los hilos que maneja el guionista, no engaña a un lector que a estas alturas está más que inmunizado a esos mecanismos que tiene resultados más efectistas que efectivos.

Pero habiendo dicho todo ello: ¿Cuál es la intención de Williamson? ¿Busca hacer algo realmente trascendental o se lo está pasando bien dando rienda suelta a todos sus demonios, sin importarle nada más que eso? Si la respuesta es la segunda opción, es justo afirmar que la serie tiene el tono adecuado a sus aspiraciones y que, si obviamos todos sus fallos y nos dejamos llevar, no resulta una lectura nada árida ni pretenciosa, al contrario, es una lectura sumamente ligera que logra un objetivo que no se puede decir de muchas serie que nacen, precisamente con el mismo espíritu: entretener. Y es que a un nivel primario, se lee fácilmente y no exige demasiado.

El apartado gráfico de Muerdeuñas sigue estando a cargo de Mike Henderson que mantiene una linealidad en este aspecto, siendo ahí donde la serie realmente hay una continuidad, y es que buena parte de los ambientes y la atmósfera que se respira, está en el estilo del dibujante (esas líneas claras no creo que termine de funcionar respecto al tono y al genero donde se enmarca Muerdeuñas), que se ajuste más o menos a la clase de historia que se trata, su labor no es nada desdeñable a la hora de hacer que el barco no se hunda del todo.

El número doce, está dibujado por Adam Markiewicz, que emula de forma perfecta el trazado del dibujante “titular”, y apenas se nota que está hecho por otras manos. Lo cual es una buena historia para los lectores que no aprecian ninguna clase de transición, y una mala para el dibujante, ya que no logra destacar en nada.

La labor del colorista, sin embargo, sí que es más acertada al lograr hacer un buen manejo de las sombras y de los colores, diferenciando cada ambiente y atmosfera por el que caminan los personajes.

El tercer tomo recopilatorio editado por Norma Editorial contiene los número 11-15, publicados originalmente por Image Comics, además de las cubiertas originales, un par de alternativas (firmadas por Riley Rossmo y Dutin Nyugen) un extracto de un par de páginas de guion, un esquema por viñetas y el proceso de creación artístico plástico de, tal vez, el par de páginas más creativas que contiene este tomo, a modo de celebración por el segundo año de publicación.

Muerdeuñas es imperfecta y le quedan muchos elementos por pulir. Pero creo que en estos números da un paso enfrente respecto a los tomos anteriores. Pero es una serie que tiene mimbres de ir a más, y aun con todo, estos números dan algunos tímidos pasos por el camino adecuado.

  Edición original: Nailbiter, Vol. 3: Blood in the Water TP. Edición nacional/ España: Norma Editorial (2016). Guión Joshua Williamson:. Dibujo: Mark Henderson, Adam Markiewicz. Entintado: Adam Guzowski. Color: Adam Guzowski. Formato: Rústica de 124 páginas. Precio: 16.5 euros.   ¿Qué es lo que nos atrae tanto de los asesinos…
Guión - 6
Dibujo - 7
Interés - 6.5

6.5

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