Píldoras Nacionales 24

El experimento, de Juaco Vizuete; Ediciones Glénat; 96 págs., color, 19’95 €.

«Creo que 2009 ha sido un año excelente en cuanto a la publicación de buenos cómics españoles. Ha habido un puñado de títulos extraordinarios. Por ejemplo (y seguro que me olvido alguno): El arte de volar, de Altarriba y Kim, Endurance, de Luis Bustos, Buñuel en el laberinto de las tortugas, de Fermín Solís, ¡Escucha esto!, de Manuel Bartual, El mundo según Ptolomeo, de Bernardo Vergara, Save Our Souls, de Felipe Almendros, El hijo, de Mario Torrecillas y Tyto Alba. Por comentar uno lo más reciente posible, voy a recomendar El experimento (Glénat) de Juaco Vizuete, que salió hace apenas unas semanas, en diciembre.

Juaco no se prodiga mucho -tiene una obra juvenil muy intensa, El resentido, y un álbum guionizado por Migoya, Julito, cantante cojito-, y se ha tirado un buen puñado de años realizando El experimento, que es una especie de visión de pesadilla de los superhéroes interrumpida por interferencias de otros géneros tradicionales. Al principio del libro, a través de unos diálogos que ‘se salen’ de las páginas para remitir al mundo real, se nos sugiere la lectura del tebeo como consuelo infantil para una tarde de gripe. Y en parte así se puede entender El experimento, como una lectura enfebrecida de Los Cuatro Fantásticos, en la que la alteración provocada por la enfermedad nos hace ver una realidad detrás de las inocentes imágenes impresas. Juaco intenta recuperar una sensación de asombro -o de terror- presente en los tebeos de superhéroes de antaño y que ha sido eliminada en los minuciosos superhéroes posmodernos por el deseo de explicarlo todo. Cuando uno lee de niño un tebeo de superhéroes -desconectado de toda continuidad, una isla de ficción en un mar desconocido- sabe que aquello que no sabe, aquello que no se le muestra, es lo más fascinante del tebeo.

Eso es lo que muestra El experimento.

La obra de Juaco nos devuelve, pues, a los superhéroes de toda la vida como ya habíamos olvidado que eran. Grant Morrison tiene pesadillas como El experimento, pero cuando se despierta, no se atreve a escribirlas.»

Gari Folch, de Joan Mundet; Dolmen Editorial; 136 págs., BN, 15 €.

«Joan Mundet, un profesional con más de 25 años de carrera y que en tiempos recientes se ha hecho notar especialmente por su adaptación de El Capitán Alatriste (guión de Carlos Giménez) y por 11-M: La novela gráfica (guión de Antoni Guiral y Pep Gálvez), nos presenta en esta ocasión una obra de cariz autobiográfico. O mejor dicho, nos la “re-presenta”, ya que Gari Folch vio la luz por vez primera en 1984, en la revista Rampa-Rambla -publicación destinada a acoger trabajos de dibujantes noveles, a su vez derivada de Rambla, recordado aunque malogrado intento de editar una revista de cómics íntegramente (o casi) compuesta de autores españoles-, donde fue publicada por capítulos, siendo recogida ahora en libro, con algunos retoques hechos por el propio Mundet especialmente para la presente edición en formato novela gráfica.

Similarmente a otras obras como Los Profesionales del citado Giménez, Gari Folch es una “historieta sobre historietistas”; esto es, nos muestra a través del personaje titular -seudónimo de Joan Fornells, alter ego del autor- las penas y alegrías de un aspirante a dibujante de cómics a principios de los años 80 del siglo pasado, durante el llamado boom del cómic adulto en España. La odisea de Gari en su afán por hacerse un nombre en el mercado de los tebeos, vagando de editorial en editorial y de agencia en agencia (el lector avispado podrá reconocer en las viñetas algunos personajes importantes del mundillo comiquero de la época) es la misma que muchos otros que, como él, deseaban “alcanzar la luna”, en alusión al sueño de infancia del propio Joan (págs. 36-37 del libro).

Resumiendo, un producto que puede calificarse plenamente como “de autor” -por cuanto Mundet vuelca aquí toda su personalidad, unida a un dibujo ya maduro, si bien todavía con influencias de firmas como Enric Sió y Luis García-, plenamente recomendable para comprender lo que fue un período muy importante en la historia de nuestro mercado tebeístico, que a la vez es un fiel testimonio de las dificultades que habían de experimentar los dibujantes noveles de dicho período para sobrevivir profesionalmente… no muy diferentes, por otra parte, de las dificultades que están experimentando sus equivalentes actuales.»

El último gran viaje de Olivier Duveau, de Jali; Astiberri Ediciones; 168 págs., BN, 16 €.

«Una busca en los cómics lo mismo que en las novelas, los libros infantiles, o las películas: una buena historia. Y eso es lo que encontré en esta obra de Jali: una maravillosa, tierna, poética, sorprendente y fantásticamente imposible historia. Con su estilo característico, la tinta negra y el trazo sincopado como protagonistas, Jali nos cuenta la vida de Olivier Duveau; una vida que a primera vista podría parecer triste, pero que, si leen detenidamente, se darán cuenta de que es un sueño hecho realidad. El último gran viaje de Olivier Duveau es un cuento con forma de cómic, en el que oímos más al narrador que a los personajes. Pero también, y sobre todo, es un cómic que nos cuenta un cuento, porque Jali utiliza con gran habilidad los recursos de la narración gráfica, poniéndolos al servicio de la historia que quiere contar. Es, en definitiva, una obra redonda. Si en su momento se les pasó por alto, denle una oportunidad antes de que sea demasiado tarde.»