Qué está pasando en el cómic americano (+34)

Welcome back. Tras una semana en la que el relevo generacional de Marvel ha vuelto a ser el tema capital, arrancamos el Qué está pasando en el cómic americano 34 con una cuestión directamente ligada con el futuro de la editorial. Mucho se está hablando de que debería hacer la compañía de Axel Alonso para consolidar su posición y que no. Incluso fue uno de los temas estrella de nuestra encuesta de la semana pasada. En ella la mayoría votasteis por la coexistencia entre la Marvel de toda la vida y esta nueva Marvel, aunque tampoco fueron pocos los que apoyaron esta apuesta por el legado generacional ni -ya como tercera opción- los que reivindicasteis un back to the basics. Ni si quiera faltó quien sugirió un reboot que nos devolviese a los idealizados días de Jim Shooter o hiciera saña a costa de la seriedad con la que Marvel se toma el tema de la diversidad. Pero, ¿y si la respuesta fuera tan fácil como mirar a la competencia?

Al fin y al cabo no es algo con lo que a Marvel le falte experiencia. Coger cosas de aquí y allá, unirlas a las que ya tienen y hacer que funcionen. Y en ese sentido, no se puede negar que -a nivel editorial- el Renacimiento DC ha supuesto un serio acierto que ha saneado la imagen de la compañía dirigida por Geoff Johns y Dan DiDio hasta el punto de que hasta el más discreto de sus títulos está ganando en popularidad a los de la competencia. Aquí podríamos hablar de la periodicidad quincenal, los precios más asequibles o la consistencia gráfica de los actuales títulos DC. Brett Booth y Khoi Pham aparte. Pero hay un aspecto que quizás sea mucho más importante. Uno directamente ligado a la reducción de títulos llevada a cabo en el Renacimiento, y gracias al cual hoy encontramos una DC más compacta, fácil de seguir y mejor definida.

En el otro lado tenemos una Marvel que a raíz del éxito que supuso Vengadores Vs Patrulla-X no ha dejado de expandirse hasta publicar una locura de títulos que se acercan peligrosamente al centenar de cifras. Que tampoco es que sea exactamente algo como para quejarse. Bien disfrutables que han sido algunos de estos experimentos como La Visión de King y Hernández Walta. O ambos volúmenes de Relatos Salvajes, o lo está siendo la actual Hechiceros Supremos. Pero quizás esta ampliación multidireccional ya ha ido demasiado lejos, y viendo como muchas de las nuevas propuestas periféricas comienzan a desmoronarse desde antes de empezar, tal vez sea el momento de replegarse a filas. De mantener el freno pisado, podar las ramas secas y centrarse en reforzar los pilares fundamentales de Marvel para seguir trabajando a partir de ahí.

Vamos a jugar a plantearnos una serie de preguntas con esta idea en la cabeza. ¿De verdad hacían falta dos cabeceras de los Inhumanos, cuando su cabecera madre ni siquiera había terminado de cuajar? Yo en su día me descolgué de las series de los Lanterns cuando su franquiciación fue demasiado lejos. Tanto que era imposible estar al tanto de lo que sucedía en la misma sin tener que sacrificar otras series. Y lo hice aun teniendo a los Corps de Gleason y Tomasi como una de mis series favoritos. Hablando de una franquicia que -de momento- sus lectores parecen seguir más por curiosidad o simpatía que por una pasión equiparable a la que había entonces por el Green Lantern de Johns, ¿empezar a crear títulos paralelos no será contraproducente?

Porque una cosa son las series satélite de personajes como Ms Marvel, Karnak o Moongirl. Pero ¿Imposibles Inhumanos y Nuevos Inhumanos? ¿Es que Charles Soule ha pegado un pelotazo tipo Chris Claremont como para lanzar unos Inhumanos Oro e Inhumanos Azul y nadie nos ha informado de ello? En Guardianes de la Galaxia tenemos spin-offs bastante majos. Tan majos como el Star Lord de Zdarsky y Anka, el Drax de Punk y Campbell o el Mapache Cohete de Rosenberg. Pero por simpáticos que puedan resultar, es imposible quitarles de encima un tufo a títulos anecdóticos e intrascendentes que prácticamente se puede trasladar a la serie madre. ¿No sería mejor tener un único título de Guardianes de la Galaxia en el que de verdad pasen cosas importantes? Mejor a tener mil en los que parece que nunca pasa nada, me refiero.

Que incluso por mucho que esté difrutando del Capitán América de Nick Spencer. ¿No sería mucho mejor presentar una única cabecera fuerte en la que se narrasen tanto las tramas de Sam Wilson como las de Steve Rogers? Una que se pueda decir “esta es la serie capital del universo Marvel que está fraguando Imperio Secreto”. ¿Fue necesario publicar International Iron Man como una serie aparte? ¿Por qué El Indigno Thor no es un arco más de la serie madre de Jason Aaron sin más? Da igual si la periodicidad de las colecciones aumenta a una cadencia quincenal o hasta semanal. Esa fue la política que aplicaron Wacker y Slott con Spider-Man en su momento. Pasaron de miles de series del trepamuros en su mayoría irrelevantes a una sola en la que ocurría todo. ¿Que consiguieron? Remontar uno de los momentos de popularidad más bajos del personaje y convertir su serie en la más vendida de la Marvel actual.

Más que hablar de reboots, masacres contra personajes legado o si tal o cual debería volver o no, quizás lo que de verdad se debería plantear Marvel es hacer una poda de series intrascendentes a causa de las cuales se está rodeando de un preocupante aroma -a precisamente eso, intrascendencia- y que posiblemente estén haciendo daño a otras que sí buscan narrar cosas de relevancia como Ultimates. ¿Cuantos volúmenes de Agentes de SHIELD van ya? ¿Demasiados? ¿Cuantos que para lo único que han servido es para tener a Coulson y los suyos danzando mes a mes? ¿Se han atrevido a hacer algo mínimamente relevante con ellos? ¿No hubiera sido mejor dejarlos en manos de un Warren Ellis de la vida sin miedo a tocar lo intocable?

Porque cuando tienes demasiadas series en las que apenas pasa nada, incluso en las que sí ocurre corren el riesgo de volverse irrelevantes. Y aunque con otras duplicidades como Ojo de Halcón y Vengadores Indignados no parece que Marvel vaya a poner fin a esta duplicidad de aquí a un tiempo -más con casos como este, donde encontramos dos series de dos versiones de Ojo de Halcón con tonos completamente diferentes-, quizás sí que sería conveniente ir pensando en usar el lema de United We Stand que acompaña a Imperio Secreto para replegarse y centrarse más en tener títulos centrales fuertes, que en convertir hasta el último personaje de su universo en una franquicia.

Luego puede haber títulos más independientes alejados de todo como el Estela Plateada de Slott y los Allred o la Imbatible Chica Ardilla de North y Henderson. Pero, ¿cuantos equipos creativos y relanzamientos van a hacer falta para que se planteen sin quien debería estar guionizando a la Capitana Marvel es G. Willow Wilson, o que -a unas malas- ella y Kamala podrían compartir serie? ¿No sería preferible una apuesta real por una única serie de Vengadores en la que se dejase bien clara la importancia del grupo de Waid como núcleo del universo Marvel, en lugar de tener dos colecciones que -por disfrutables que puedan ser- ni siquiera terminan de transmitir la impresión de que a día de hoy existan unos Vengadores?

Quizás mucho se le tengan que torcer a Marvel las cosas para llegar a ese punto, pero al menos una limpieza y reconfiguración de parte de su catálogo no le vendría mal. Y dicho esto, como ya nos hemos enrollado demasiado, entremos en materia con la selección de esta semana en el Qué está pasando en el cómic americano 34.

Son tantos los comics que salen a lo largo de cada semana, que es inevitable que se nos escape algo. Pero bueno, no pasa nada. Siempre se puede rescatar más adelante en caso de de que sea algo especialmente relevante o que llame la atención. En este caso la quinta entrega del reencuentro entre la protagonista de Alias Brian Michael Bendis y Alex Maleev. Que si ya de por sí es una serie muy a tener en cuenta, manda narices que se me pasase por alto justo la semana que el siempre controvertido BMB la ha liado. Publicado la semana anterior a la que nos ocupa, la quinta entrega de Jessica Jones fue relevante por muchas razones. Entre ellas, por dar cuenta de cómo por mucho que insistamos en que las cosas vuelvan a ser como antes, hay temas en los que no hay vuelta atrás.

Temas como el Daily Bugle, sin ir más lejos. Que todos recordamos sus días de gloria. Los días como centro neurálgico de todo lo que se cocía en la Nueva York de Spider-Man. Aquellos en los que Jameson lo dirigía con mano de hierro como uno de los grandes influencers de Nueva York. Benditos días con Peter llevando sus fotos a las oficinas mientras se movía en la primera línea de la actualidad, viajando en primera con los mejores reporteros del mundo, allá donde estuviera la acción. Pero el estado de la prensa escrita en la actualidad es el que es, y en su aproximación al entorno del Bugle Bendis no enmascara nada.

Y es hasta triste ver a un antaño titán como el Bugle ofreciendo en venta espacio de oficinas para sobrevivir. Ah, que lejanos quedan los días de The Pulse. Como caen los poderosos. Que malo es envejecer, hasta cuando se trata de un apersonal emporio de comunicaciones. Qué dolorosamente real. Pero dejemos de lado cuestiones sobre si es demasiado realismo para un mundo de superhéroes. Dejemos de lado sobre si lo que queremos es una burbuja de nostalgia con la que anestesiarnos de la realidad. Lo especialmente relevante de este cómic no tiene nada que ver con esto. Lo relevante de esta entrega de Jessica Jones es la resolución de una de las tramas del primer arco argumental.

¿Recordáis que todo empezaba cuando una cliente requería a Jess que investigase a su marido? Lo hacía bajo la singular premisa de sospechar de que este no era realmente su marido. Al más puro estilo de La Invasión de los Ladrones de Cuerpos, pero con un componente de realineación multiversal del que si bien la Jones no tiene ni diea, cualquiera que leyese la etapa de Jonathan Hickman sabe perfectamente de dónde viene. Algo que en esta última entrega adquiere un cariz siniestro cuando Jessica encara finalmente al marido de su cliente.

Que si no fuera ya suficientemente perturbador… Si no fuera ya suficiente amenaza de soltar la bomba del siglo. No lo es menos lo que viene a continuación, y que -junto a lo que se está cociendo en otras series- parece prepararnos para lo que se nos viene encima en la Marvel de 2018 tras el Imperio Secreto. En el texto incluido en el spoiler siguiente me limtaré a traducir las líneas de Bendis. ¿Por qué? Porque ya hablan suficientemente por si mismas. Lo hacen despertando al lector de una contundente manera frente a la familiaridad que hemos terminado abordando los relatos de colisiones entre realidades paralelas. Esos de mundos vivirán, mundos morirán, y el inconmensurable horror que esconden más allá de la pirotecnia.

¿Te imaginas vivir en un mundo donde un puñado de tipos enmascarados tengan tal potestad que se sientan libres de jugar hasta con los principios más básicos de la realidad? ¿Uno en el que todo lo que das por sentado pueda cambiar aleatoriamente a merced de sus caprichos? El mejor Bendis de los viejos buenos tiempos de Alias vuelve con fuerza, dejando claro aun le queda magia

One shot de presentación de la nueva serie de Kate Kane. ¿A cargo del mismo? Margeritte Bennett y Steve Epting. Difícilmente se puede imaginar un equipo creativo más apropiado. Condensando pasado, presente y futuro de la protagonista, no solo promete que hay muchas papeletas de que estemos ante otra de las joyas del relanzamiento DC, sino que además nos deja uno de esos finales-teasers de lo que le espera tanto a la serie como al batverso en general. ¿A destacar?

Si arriba hablábamos de como el exceso de series Marvel y la extremada ligereza de muchas de ellas amenazan con transmitir una perjudicial imagen general de relevancia, en este caso tenemos justo lo contrario

Ya dijimos en su momento que el nuevo portador del simbionte Lee Price se palpaba una visible influencia de Jackie Estacado. El personaje de Witchblade de Marc Silvestri que después tendría su propia serie como The Darkness. Pero esto ya lo mismo es llevarlo demasiado lejos…

Con eso de que en Zona somos una suerte de ente colectivo, donde siempre hay uno haciendo lo que no puede cubrir otro se ahorra mucho trabajo. En este caso, poco se me ocurre añadir más sobre el fantástico arranque de Super Sons. Poco a lo que comentase ya ayer el compañero Cristian Miguel Sepulveda, quien además esta on fire. La dupla formada por Damian y Jonathan abre la puerta a un nuevo futuro del universo DC, y solo podemos esperar que esta nueva generación de superhéroes de la editorial tenga mucho que ofrecer. Para más, la reseña de Cristian.

La semana pasada la opción a favor de más desnudos en los comics dio un repunte importante. Tanto, que pasó de estar en una posición media de la encuesta a quedar en segundo puesto. Nuff said que diría el otro. Luego nos quejaremos si los aficionados al cómic tenemos la fama que tenemos. O que sea tan necesarias las series que dignifiquen a las superheroínas como algo más que una excusa onanista. Pero bueno, no dramaticemos tampoco. Ya llegarán los días en los que la sociedad alcance suficiente madurez como para que el desnudo se normalice de una vez, y se consiga dejar atrás la tendencia desnivelada a la sexualización. Hasta entonces parece que las editoriales están volviendo a esto último con total descaro. Y Marvel también se suma a ello. Que nadie diga que en la casa de las ideas os niegan el eye-candy

Regreso de Warren Ellis al universo que le lanzase definitivamente a la fama. ¿Remembah Authority y Planetary? Ah, que tiempos. En este relanzamiento no es que le falten detalles interesantes, como su nuevo discurso sobre la verdadera responsabilidad con la sociedad frente a las cadenas con las que esto suele encontrarse a merced de lo que el estatu quo considera responsabilidad social. Pero también volvemos al Ellis más coñacete con personajes que rajan, rajan y no paran de rajar. Aun así, todo lo de Warren siempre es digno de tener en cuenta, y no podrá decirse que le falten momentos destacables. Especialmente los relacionado a la nueva iteración de Angela Spica, aka Engineer.

Puesta al día con todo lo que se está cociendo en Marvel rumbo al ascenso de El Imperio Secreto. Entre Cubos Cósmicos, reescrituras de su historia, memorias alteradas, Secret Wars y personajes que aparecen con looks que no se parecen en nada a la última vez que los vimos -a estas alturas la forma humana de Arnim Zola ha sido redibujada de tantas formas que hasta cuesta llevar la cuenta- ni Jack Kirby debe tener claro que es oficial y que no en la historia del Capitán América. Plus, Nick, no. Zemo no era el líder de Hydra en en la etapa de Rick Remender. Era el líder de una de las facciones de Hydra, dentro de una trama en los que había otros muchos líderes al frente de las diferentes facciones de la organización. Entre ellos, el misterioso topo dentro de los Vengadores que nunca llegamos a descubrir (por clara que fuese su identidad).

Quitando esto la serie de Steve Rogers sigue progresando adecuadamente rumbo al gran evento Marvel de 2017. Y ojo, que por la última entrega de Masacre, parece que Wade tendrá fuerte peso sobre el mismo. Nada que no supieramos viendo la implicación de Gerry Duggan en las tramas de Spencer con Imposibles Vengadores. Pero en el caso de la serie propia del mercenario bocazas no estaba tan claro, y este intrigante nuevo giro apunta que va a ser necesario tenerla muy en cuenta tanto para el Imperio Secreto, como para lo que sea que venga después.

Pero si hay que destacar un cómic de los ligados al entorno de la saga de Spencer, es la nueva entrega de la serie de Sam Wilson. En ella tiene lugar el prometido juicio

Estas son las pequeñas cosas en las que se nota que inhumanos nunca estarán a la altura de mutantes. Ni aun por mucho que lo intenten. ¿Recordáis cuando el Equipo Extinción se adentró en el territorio de Tábula Rasa? Aquello durante la etapa de Kieron Gillen. Dentro del mundo creado por el Clan Akkaba del Ángel Oscuro, donde la evolución había sido acelerada miles de años. Como representante diplomático de atlantes y mutantes, Namor no tuvo problema en confraternizar con aquella reina de una civilización de babosas acuáticas. En el sentido más bíblico de la expresión confraternizar.

Ahora la facción de inhumanos encabezada por Maximus el Loco se ve en una situación similar. Muy similar. Tanto que el hermano de Rayo Negro está dispuesto a forjar una alianza entre reinos con la ayuda del Inombrable. Es aquí donde se nota la diferente madera de la que están hechos mutantes e inhumanos.

Porque si bien Namor cumplió su deber sin rechistar, el Innombrable no parece demasiado dispuesto

Ese momento incómodo en el que no tienes claro si Lobezno ha despertado en el futuro de los páramos que dejó atrás

Doblete por parte de Jason Aaron. Por un lado por su trabajo en la franquicia de Thor, donde parece seguir determinado a que hasta el último personaje de la mitología del asgardiano tenga su momento de grandeza. Aunque se trate de personajes con el incómodo combo de ser villanos hasta la médula. Eso, o personajes de reciente cuño mayormente denostados por buena parte de los lectores clásicos.

Y cuando hay que tirar de épica, se tira de épica. Pero donde de verdad se ha marcado un órdago ha sido con el planteamiento de su nuevo arco argumental para el Doctor Extraño. Un pernicioso mal sobrenatural está extendiendo una plaga de cáncer a lo largo de Nueva York. Para hcerle frente a los tumores malignos, Stephen tendrá que poner a prueba talentos que van más allá de su preparación como Hechicero Supremo. Talentos aprendidos en una vida pasada, pero que quizás requieran la contribución extra de todo un señor team-up. ¿De qué estamos hablando?

¿No hay suficiente dosis de Kate Kane esta semana con su nueva serie a cargo de Margeritte Bennett? Sin problema, también la tenemos en la de Jody Houser y Tommy Lee Edwards. El duelo para decidir quien es la vigilante lesbiana más cool de Gotham está servido. Suerte tenéis de que Renee Montoya no haya recuperado sus pinturas como The Question todavía.

Pero más allá de eso, ¿es cosa mía o…

… la guionista de Lucifer ha convertido a SIA en la villana de su serie para Young Animals? Porque eso de la artista conceptual que tiene esclavizadas a un grupo de niñas con peluca peinadas exactamente igual que ella suena a la clásica turbidez que se le viene a uno a la cabeza divagando entre colegas, tras años viendo a la cantante australiana acompañada por la niña de sus videoclips. ¿Son siempre la misma niña, o las va renovando cada vez que una se descoyunta aprovechando que con los pelucones lo mismo no nos damos ni cuenta? Demasiada duda. Quien sabe si la mayor supervillana de la historia del cómic no lleva promoviendo la esclavitud infantil en el mundo real desde hace años.

Al fin el tan aguardado momento. La explicación de cómo Matt Murdock puso fin a sus días en San Francisco, y cómo resolvió el pequeño tema de su identidad secreta. A destacar, lo que muchos ya comentastéis cuando Mark Waid decidió hacer pública. Que por mucho jijijaja y mucho encanto que pudiera tener la serie, aquello era una insensatez de muy difícil vuelta atrás, que metía a Murdock en un callejón sin salida insostenible a largo plazo.

Desde poner constantemente en peligro a Kirsten solo por estar contigo -cada vez que a María Tifoidea le de por colarse en vuestra cama con ganas de prender fuego o algo por estilo-, a convertir tu carrera profesional en un circo mediático o verse inundado de demandas civiles por agresión de manos de los matones con los que te hubieras partido la cara la noche anterior, quizás Matt se lo debió haber pensado dos veces antes de dar semejante paso. Pero vayamos al tema, ¿cómo ha conseguido que todo el mundo olvide que Matt Murdock y Daredevil son la misma persona?

Lo han hecho. Lo han vuelto a hacer. Esos locos @#$%& de DC Comics lo han vuelto a hacer.

Final de la Conspiración Clon de Dan Slott. El evento arácnido tras el que nada volverá a ser igual. O tal vez sí, que ya sabemos lo que se dice de esto de los crossovers. Para poneros en situación, digamos que el reinado del nuevo Chacal se tambalea, a causa de un elemento impredecible dentro de su propio círculo interno, que aun estando todo el tiempo delante de sus narices le ha golpeado de la forma menos esperada.

Pero vayamos al lío. ¿Cómo ha terminado la que prometía ser la mayor herejía que se haya hecho con el trepamuros desde la Saga Clon de los noventa? Pues

Dentro de la faceta más contestataria del cómic americano, hay una editorial que se está labrando a pulso un nombre. Me refiero a Black Mask, editorial dedicada a lanzar series de ciencia ficción y superhéroes con fuerte componente políticosocial. Tan pronto sacan un cómic sobre como afectaría a Estados Unidos que únicamente algunos individuos de raza negra desarrollan superpoderes. Como otro que mezcla a las pandillas de chicas en entornos precarios a lo The Warrior con Sailor Moon.

Bien, ¿qué nos ofrece su nueva serie a cargo de Zac Thompson, Lonnie Nadler, Eric Zawadki y Dee Cunniffe? Básicamente otra distopia, en esta ocasión en un mundo muy similar al nuestro. Similar salvo por tener una separación de clases algo más marcada. Eso, y los problemas derivados de la superpoblación en las grandes ciudades. ¿Cómo abasteserlos a todos? Quien sabe si el problema y la solución son la misma cosa. ¿Soylent Green? Para timoratos.

Obras fundamentales para la Marvel actual. No las que han afectado a personajes concretos como el Punisher de Garth Ennis, Pantera Negra de Priest o el Daredevil de Joe Quesada y Kevin Smith. Obras fundamentales sobre las que se vertebra el eje central del universo Marvel de estos últimos 20 años. Marvels de Kurt Busiek y Alex Ross. Germen del final de la edad oscura y puerta de entrada en la Marvel de Quesada, Axel Alonso y Tom Brevoort actual. Los Vengadores de Brian Michael Bendis. Heredero espiritual de Busiek y eje de las sagas del Mesías. Civil War de Mark Millar y Steve McNiven. Más allá de su importancia por si misma, da paso a los Cuatro Fantásticos de Millar. De ahí a los de Jonathan Hickman. Continúa con Hickman sucediendo a Bendis al frente de los Vengadores. De ahí a Secret Wars.

Bonus track, La Era de Ultrón, bisagra entre Bendis y Hickman, y fundamental para ese lo que está por venir del que tanto hemos hablado más arriba. Tras La Era de Ultron y Secret Wars entramos en el periodo Spencer-Bendis-Spencer. Punto Muerto, Civil War II, Imperio Secreto. Bien, una vez expuesto esto, no os voy a entrar en mucho más detalle sobre lo que sucede en este cómic, dada la trascendencia que tiene tanto para lo que sea que se está cociendo para el año de la Infinity War cinematográfica como para la historia del universo Marvel en general. Pero al igual que el Capitán América ha sido una de las series pilares de Marvel rumbo al inminente Imperio Secreto, si tenéis que seguir otra serie para iros preparando para lo que viene a continuación, aseguraos de que sea Los Vengadores de Mark Waid Ultimates de Al Ewing.

Porque mientras los héroes de la Tierra siguen a su rollo dándose de hostias con los presos de SHIELD, entre ellos, con Hydra o cualquiera que viniera a cuento, algo mucho más gordo se está cociendo, y promete poner patas arriba a los Richards, los Todopoderosos, todo este universo Marvel que a penas ni se ha recuperado, y la misma madre que los parió. Usando la misma frase empleada algo más arriba. Nada muere. Pero sí por contradictorio que resulte, si que hay muchos que mueren en este cómic. Y muchos más que van a morir…

Terminamos este repaso a la actualidad con Qué está pasando en el cómic americano 34 con varias menciones. Menciones especiales, claro. La primera, que Marvel parece arrepentirse mucho de haber matado a su Quasar lesbiana. Pero que no por ello parecen tener intención de haya otro hijo del Capitán Marvel que no sea Hulkling. Segunda, que mal deben estar las cosas en Estados Unidos con Trump. Tanto Miss America Chavez como Punisher se pasan a Canadá. Quizás fuera preveindo el interesante nuevo giro de Über Invasión.

Amazonas vs Valquirias. ¿Dónde? En la segunda entrega de La Odisea de las Amazonas. El final de la Raven de Marv Wolfman y Diogenes Neves. El nuevo maestro de los Green Lanterns. ¿Hace falta algo más? Incluid la segunda entrega de God Country. Probemos a incluir también a tres clásicos del entorno de Bane en Batman. La nueva adición a la famlia de Star Lord. Marlyn vs Green Arrow. Leinil Francis Yu sumándose al festival de monstruos de Monsters Unleashed. Sebastián Fiumara en Superman. La retrospectiva de Sex Criminals, Gwenpool de rol y el cliffhanger con el que acaba el primer arco de Trinity dando paso a la Trinidad del Mal…

Y aunque arriba ya hablamos brevemente de la encuesta de la semana anterior, ¿qué más se apoderó de vuestro interés? Las ya citadas reivindicaciones por una Marvel que sepa congeniar lo nuevo y lo clásico, así como las superheroinas desnudas. Seguidos por el hartazgo hacia sagas en las que los héroes se pelean unos contra otros, la reivindicación de Thor de Jason Aaron y la de las superheroínas actuales.

¿Cuales serán las preferencias que triunfen esta semana? Vosotros decidís en la encuesta de este Qué está pasando en el cómic americano 34.

Vosotros opináis

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