Reseñas DC: Super Sons #1

 

Edición original: DC Comics
Guión: Peter J. Tomasi
Dibujo: Jorge Jiménez
Entintado: Jorge Jiménez
Color: Alejandro Sánchez
Formato: Grapa, 32 páginas
Precio: 2.99$

Uno de los team up más famosos de todos los tiempos, así como de los más divertidos en el género superheroico es el que conforman Batman y Superman sin ninguna duda. Dos de los superhéroes más populares y poderosos, cada uno en lo suyo, son garantía de aventuras como mínimo entretenidas. Por tanto, es de esperar que sus hijos nos puedan ofrecer también divertidas aventuras y trepidantes luchas, ¿no? La respuesta es sí, al menos en el caso que analizamos hoy, que es ni más ni menos que el primer número de la nueva serie de DC Comics: Super Sons, con el genial Peter J. Tomasi en el guión y el patrio y brillante Jorge Jiménez al dibujo. Una serie que se anunció hace casi un año, y que tras un largo retraso por fin se publica, al menos en EEUU, porque en España aún tendremos que esperar un tiempo, como es lógico. Desde luego, la espera ha merecido mucho la pena.

Antes que nada, es necesario comentar que Super Sons no es una serie nueva y original, sino que procede de otra anterior cuyo debut fue en World Finest #215 en 1973, la mítica colección que recogía las aventuras de Batman y Superman como equipo. Se trataba de una historia en una Tierra alternativa, la número 216 por aquel entonces, en la que se nos presentaba a Clark Kent Jr. y Bruce Wayne Jr., así tal cual, dos adolescentes hijos de sus homónimos Sénior que habían aparecido como bebés años antes en el número 154 de la colección. El caso es que estos angelitos deciden que están hartos de vivir a la sombra de sus padres y quieren vivir sus propias aventuras y salvar el mundo, por lo que tanto Batman como Superman les dan vía libre. Aparecieron lo largo de varios números de World Finest de la mano siempre de Bob Haney, hasta que Dennis O’Neil les dio un final en el número 263 de la colección, en un bizarro, sorprendente y extraño giro de los acontecimientos. Grant Morrison también nos ofreció en su Multiverso, en concreto en el número titulado Los Justos, sus propios Super Sons con Chris Kent y Damian Wayne, amén de más “superhijos” de otros superhéroes del Universo DC.

Los Super Sons de hoy en día, los que Rebirth nos presenta, son Jonathan Samuel Kent y Damian Wayne. Al primero de ellos lo conocemos desde su nacimiento literalmente durante los acontecimientos acaecidos en Convergencia, mientras que a Damian ya le conocemos desde hace bastantes años, por ser una de las mejores creaciones de Grant Morrison durante su etapa en la colección regular de Batman. Ambos se conocen desde el número 10 de la actual serie regular de Superman, en la que, a modo de aperitivo, se nos ofreció un miniarco de dos números con Damian y Jon como protagonistas. Y desde entonces, se han convertido en una especie de amigos-rivales, como sus propios padres.

En esta serie, Tomasi nos brinda un guión sencillamente genial, en el que tanto Jon como Damian están brillantemente escritos, así como consigue establecer una química envidiable entre ambos personajes, siendo la perfecta versión adolescente de sus padres, solo que con algunos matices. Jon ha heredado la rectitud y honor de su padre, mientras que Damian es chico rebelde por naturaleza, un niño prodigio que ya sabe de todo y que se aburre constantemente, deseando pasar a la acción como su padre, al que admira enormemente a pesar de su complicada relación, y luchar contra el mal y la injusticia. No se puede decir que Damian sea tan similar a Bruce Wayne como Jon a Clark Kent, principamente porque las situaciones de su infancia son muy diferentes, pero también guardan parecidos, como el hecho de ser dos genios y cabezas pensantes de los grupos de superhéroes en los que colaboran, así como su fuerte sentido de la justicia y su violencia contra los villanos.

El caso es que los dos hacen una pareja extraordinaria, y sus personalidades chocan constantemente, dando como resultado momentos de humor bastante simpáticos. En este primer número no ocurre demasiado, ya que ambos se embarcan a resolver su primer caso juntos, y apenas empiezan ocurre algo inesperado, pero la puesta en escena y la presentación de los personajes, así como la construcción de su relación está tan lograda y bien escrita, que parece que el bueno de Jon y el macarrilla de Damian lleven viviendo aventuras desde hace muchos años, algo que esperemos que finalmente ocurra.

El apartado artístico es obra de Jorge Jiménez en el dibujo y entintado, y Alejandro Sánchez al color. Ambos están muy bien, pero destaco especialmente la labor de Jiménez, que nos regala un dibujo fantástico, con un tono ligeramente distinto al que nos tiene acostumbrados, ya que aquí nos presenta un estilo menos realista y más cartoon que se amolda mejor al tono teen de la serie. Los diseños tanto de Superboy como de Robin son geniales, así como los fondos y las breves pero intensas escenas de acción. Jiménez es una joya, un diamante en bruto el cual esperemos que DC sepa pulir bien, para que siga brindándonos su arte a lo largo y ancho del Universo DC.