De Tony Stark a Riri Williams y de Matt Fraction a Brian Bendis.

De Tony Stark a Riri Williams y de Matt Fraction a Brian Bendis, un artículo sobre los últimos años de Iron Man.

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Durante los últimos doce meses, Brian Michael Bendis ha lanzado cuatro nuevas series regulares de Iron Man. Al estreno del segundo volumen de Invincible Iron Man junto a David Marquez en Octubre de 2015 le sucedió la publicación de la cabecera International Iron Man en Marzo de 2016 junto a Alex Maleev (ambos bajo el paraguas del relanzamiento All-New All-Different Marvel) y durante este último trimestre se han puesto a la Doventa las series Infamous Iron Man y el tercer volumen de Invencible, con Stefano Caselli al frente del apartado gráfico, estando estas dos últimas encuadradas en pleno Marvel Now 2.0. Doce meses, cuatro nuevas series. Aun incluso dando por hecho que vivimos en unos tiempos en los que las Dos Grandes (Marvel y DC) tienen que reinventarse y relanzarse continuamente, acercándose cada vez más al modelo de temporadas televisivas, tanto número uno se antoja excesivo. Y eso que hablamos del guionista que en su día acumulaba lanzamientos de series de Los Vengadores (New, Mighty, Dark, New otra vez, Prime, Illuminati, Vengadores a secas dos veces, Assemble…) con la misma facilidad que Usain Bolt gana medallas olímpicas cada cuatro veranos. Antes de que estrenen un par de series más y sus aventuras actuales pierdan vigencia, vamos a hacer un repaso de los aportes de Bendis a la mitología de Tony Stark, con algún que otro spoiler que otro. Pero antes, como siempre, montémonos en nuestro DeLorean particular para retroceder un poco al pasado.

Tras la extensa y aclamada etapa de Matt Fraction y Salvador Larroca al frente de Iron Man (Mayo de 2008 y Octubre de 2012… o lo que es lo mismo, entre la primera película de Iron Man y cuatro meses antes de la tercera), el elegido por Axel Alonso para tomar las riendas de la serie fue Kieron Gillen. El guionista británico, amparado por el éxito y las buenas ventas en sus primeros doce meses al frente de la serie con el vengador dorado, opto por una trama más arriesgada para su segundo año. Aprovechando el quincuagésimo aniversario del personaje, Gillen lanzó a su editor una idea tan alocada como radical convencido de que no prosperaría… con la sorpresa de recibir un sí por respuesta. Gillen quería revisitar y retocar el origen de Tony en el arco argumental conocido como El Orígen Secreto de Tony Stark. A partir de entonces, nada volvería a ser igual en la vida del playboy millonario. El misterioso androide 451 sacaba a la luz un gran secreto, desconocido hasta el momento por lectores y protagonista: Howard y Maria Stark esperaban a un hijo que probablemente no sobreviviría el parto si los médicos no se equivocaban. El primero buscó incansablemente a alguien o algo que pudiera evitarlo y gracias a su posición como agente de SHIELD descubrió la existencia de 451, entre cuyos bancos de datos podría encontrarse la clave para salvar a su futuro vástago. El robot aceptó ayudarle bajo la siguiente condición: alteraría la estructura genética del niño para convertirlo en un genio de la tecnología. De este modo, la humanidad podría prepararse en el más absoluto secreto para cualquier ataque alienígena. La sorpresa fue que ese bebe… no era Tony Stark. Gillen, en el último acto de su historia, desveló que el bebé modificado por 451 era Arno Stark. Al detectar que 451 había inoculado al bebé un dispositivo de autodestrucción en caso de que su plan se torciera, Howard Stark ideó una cura con devastadores efectos secundarios. Su hijo necesitaría pasar el resto de su vida bajo respiración asistida, y el androide recolector jamás debería saberlo. Los Stark escondieron a Arno y adoptaron a otro bebe para engañar al androide, que nunca sospechó nada. Este bebe adoptado era Tony Stark. ¡Boom!

Sin embargo, con la marcha de Gillen de Marvel a centrarse en sus series independientes (desde The Wicked + The Divine hasta Phonogram) quedaba en el aire una gran incógnita. ¿Quiénes eran los verdaderos padres biológicos de Tony Stark? Arno comentaba que la identidad de éstos era un misterio, y en la propia historia Stark tampoco se mostraba mínimamente interesado por descubrirlo. Lo verdaderamente importante era que tenía un hermano al que quería conocer. En los siguientes números los dos Stark trabajaron juntos en diversos proyectos, la pregunta de los padres no volvió a surgir y el volumen cerró sus puertas coincidiendo con el evento Marvel de turno: AXIS. En esta maxisaga disfuncional de Rick Remender, Tony Stark se volvía malvado. Más que obedecer a una evolución orgánica de los hechos recientes del personaje, este conveniente giro argumental intentaba capitalizar el por entonces reciente éxito del Superior Spiderman de Dan Slott, donde el Doctor Octopus asumía la identidad de Spiderman durante varios números con éxito de público y ventas. Sin embargo, pronto se comprobó que la relanzada serie Superior Iron Man carecía del carisma e interés de su predecesora arácnida, enterrándose en las listas de venta. Nueve números a cargo de Tom Taylor y Yildray Cinar que hacen lo posible por justificar los hechos ocurridos en el evento Marvel… hasta que la serie cierra de la forma más anticlimática posible para hacer hueco a un nuevo evento Marvel. Pan nuestro de cada día del funcionamiento actual de la Casa de las Ideas. Y tan pronto como llegaron las Secret Wars de Jonathan Hickman y Esad Ribic (donde la importancia de Stark fue nula), acabaron y un nuevo relanzamiento esperaba en el horizonte para Iron Man. Nos situamos en Octubre de 2015. ¿Quién sería el encargado de devolver el lustre al hombre de hierro? Sí, lo habéis adivinado: Brian Michael Bendis.

Bendis al aparato

Acompañado del dibujante David Marquez y debutando con 280,000 unidades vendidas en pleno All-New All-Different Marvel, el segundo volumen de Invincible Iron Man era la gran apuesta de Marvel Comics para el final del 2015 y una oportunidad de redención para Bendis tras la tibieza del final de su etapa en X-Men, lo descafeinado de su periplo en Guardianes de la Galaxia y el esperpento incomprensible que fue la miniserie Ultimate End. Las series grupales nunca han sido el punto fuerte del guionista de Cleveland pero sus notables resultados al frente de personajes en solitario prometían grandes tardes de gloria con del vengador dorado. Sin embargo, nada parecía indicar que tuviera el más mínimo interés en dar respuesta a la ascendencia biológica de Tony Stark. Para su etapa en la cabecera Bendis traería sus propios juguetes, entre los que destaca por encima de todos el Doctor Muerte.

Una de las historias que más influyeron a un joven Bendis en sus tiempos de lector de cómics Marvel fue el ya clásico Viaje a Camelot con el que David Micheline, Bob Layton y John Romita Jr. celebraron el número 150 de Iron Man. En aquella entrega, Tony Stark y Victor Von Doom confrontaban sus intelectos en Camelot, el mítico reino del Rey Arturo y se ponía de manifiesto una de las grandes diferencias entre ambos protagonistas con armadura: su relación con la magia, con Morgana Le Fey asumiendo el papel de instructora de un joven muerte en las artes místicas. “Ya tuve oportunidad de revisitar aquella historia durante el arco argumental de Vengadores Oscuros, pero creo que más allá de ejemplos puntuales la relación de Iron Man y el Doctor Muerte ha sido siempre muy escasa dentro del Universo Marvel, algo que pretendo explorar en Invencible Iron Man”, afirma Bendis. A raíz de los acontecimientos de Secret Wars, la armadura del Doctor Muerte ha dado paso a un elegante tarje de chaqueta y corbata (eso sí, con los colores clásicos del villano) con mucho parecido a Dominic West, ninguna cicatriz en su rostro y misteriosas buenas intenciones, convirtiendo este primer arco argumental de cinco números en una buddy movie entre Tony y Muerte persiguiendo a otra villana clásica de la mitología de Iron Man y a la que Bendis ya había empleado anteriormente durante su etapa de New Avengers: Madame Máscara. Personaje de moda a raíz de la presencia de Whitney Frost en la segunda temporada de Agente Carter, Bendis elije a Madame Máscara como la villana de la saga guardándose las espaldas de no entrar en muchos detalles entre el pasado común (y trágico) de Tony Stark con la hija del Conde Nefaria.

Y como no hay dos sin tres, además de Muerte y Máscara, Bendis también incorpora a la colección a un rostro muy conocido del Universo Marvel: Mary Jane Watson. Con este fichaje, Bendis acomoda a la pelirroja en la serie de Iron Man para recuperar a un personaje que había perdido peso en los últimos tiempos en la franquicia arácnida (desde el final de Superior Spiderman). Se trata de una idea tan brillante como provocadora que ya tiene precedentes, como recuerda el propio Bendis: “Ellos ya se conocen, porque ella estuvo viviendo en la Torre de los Vengadores durante un tiempo, cuando era pareja de Peter Parker. No puedo dar muchos detalles por el momento, pero si aseguraros que tendrán una relación importante para la serie”. Evidentemente, dado el historial amoroso del playboy con armadura y la actual soltería de ambos personajes, pronto saltaron las alarmas entre todos los seguidores de la pelirroja más conocida del Universo Marvel ante un posible romance. Lo cual sería irónico cuanto menos dado el papel actual de Peter Parker dentro de este universo de ficción, más similar que nunca al de Tony Stark con su gran empresa internacional y siendo Tony, tras su enésima bancarrota, un personaje más comparable a Peter Parker. De momento, el papel de secretaria (o “ejecutiva administradora”) parece lo más adecuado para esta ex-super-modelo y dueña de una discoteca.

Además de este círculo de personajes secundarios y de la aparición de Máquina de Guerra en el segundo arco argumental con la llegada de Mike Deodato Jr. al frente del apartado gráfico, Bendis también ha creado varios nuevos personajes para la colección, y alguno en concreto dará que hablar en el futuro Marvel. Se trata de Riri Williams, una joven que está montando su propia armadura de Iron Man en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (M.I.T.). Esta chica prodigio, de una edad sensiblemente inferior a la de sus compañeras (quienes no la tienen en alta estima) ha sido capaz de hacerse con los planos de la armadura del hombre de hierro y reproducirla a la tierna edad de quince años. Esta pequeña genio adolescente, superdotada y negra poco tarda en volar los cielos de Massachusetts y robar el protagonismo de la colección a la trama principal. Y es que en esta última no encontramos a un Bendis muy inspirado, enfrentando a Iron Man y Máquina de Guerra a un grupo de ninjas (a los que denomina “bioshock ninjas” como si por ello un grupo de ninjas fuera a ser una peor amenaza para dos armaduras como las de Tony y Rhodes) en una trama internacional en Osaka, donde acaban apareciendo de secundarios Los Vengadores, Ghost y hasta Yukio. Más allá del interés por ver la última interacción entre ambos amigos y unas últimas páginas de iteración entre Tony Stark y Carol Danvers en un crossover con Civil War, este volumen cierra sus páginas en su entrega catorce, con un año de vida, y cediendo el protagonismo a su cabecera paralela en esos meses.

¿Has visto a mi mama?

Como adelantábamos en la introducción, dado el éxito en ventas de Invencible, una segunda serie de Iron Man estaba en camino. En ella, Bendis por fin iba a desvelar la identidad de los padres biológicos de Tony, en una historia marca de la casa que alterna flashbacks (vía retrocontinuidad) con escenas en el presente. Para ello es conveniente conocer que el guionista de Alias es especialmente sensible al tema de la adopción, ya que dos de sus cuatro hijas son adoptivas. Según Bendis, “varios editores me habían pedido que desarrollara un cómic tratando este tema, pero no encontraba el momento ni el motivo adecuados”, rechazando así dichas ofertas. “No creo que contar mi historia ayude a mis hijas”, continua, “pero, al mismo tiempo, es algo a lo que he dado vueltas y que ha ocupado mi mente durante muchas horas. Así que cuando me hice cargo de Iron Man, me di cuenta que Tony todavía no había afrontado en absoluto su adopción”. A lo dicho, el guionista apunta que “Las personas cercanas a mí en Marvel sabían que era una oportunidad para que yo pudiera expresarme y contar la experiencia del personaje sin hacer daño a mis hijas. Hay muchas cosas personales en la historia, lo que en mi opinión siempre ayuda a que los resultados sean mejores, pero sigue siendo la historia de Tony”.

Dicho y hecho. Para ello Bendis cuenta con el apoyo de uno de sus mejores escuderos: Alex Maleev. Colaboradores rozando la excelencia en su etapa de Daredevil, volvieron a hacer “team-up” en incursiones más breves como su Spiderwoman, su Caballero Luna y su serie independiente del sello Icon Scarlet. Pero si el lector escarba en sus currículos, encontrará otra colaboración breve pero excelsa protagonizada además por el hombre de hierro. Nos referimos a Civil War: The Confession (con fecha de 2007), donde Bendis y Maleev tejían el epílogo a la maxi-saga de Millar y McNiven. En estas páginas, los autores demostraron su capacidad para meterse en la mente de Tony Stark, hasta el punto que en no pocas ocasiones el guionista de Cleveland ha afirmado que “La gente me dice casi a diario que es su obra favorita de todas las que hemos hecho”, A lo dicho, Bendis añade que “Parecía apropiado para nosotros que volviéramos a formar equipo para narrar esta gran búsqueda que aborda el personaje. Mientras que en la serie principal de Iron Man, David Marquez y yo estamos mostrando a Tony dentro del Universo Marvel, en International Iron Man lo que haremos será mostrar a Tony descubriendo cuál es el lugar en el que encaja”. Y es que, como ya hiciera durante sus etapas vengativa y mutante, Bendis se preparaba para guionzar dos series de la misma franquicia, mostrando dos caras de la misma moneda con dos estilos diferentes. Superhéroes y fuegos artificiales en Invencible y aventuras noir y mega-conspiraciones en International.

En cuanto a la serie en sí, International también se estructura en torno a uno de los recursos narrativos más empleados por Bendis: una historia en dos tiempos. La parte situada en el presente se limita a una pelea con una organización criminal con la que Iron Man se cruza en su búsqueda, donde el dibujante de la serie Alex Maleev hace lo que puede para dibujar villanos enlatados. El interés de esta nueva cabecera, pronto recae en las secuencias del pasado donde se adaptan los años formativos de Tony Stark a un contexto más moderno. Cuatro primeros números donde Bendis deshoja la margarita de una forma prolongada hasta llegar a la quinta entrega, donde Iron Man encuentra un documento secreto en un pueblo perdido de Bulgaria. En él está escrito el nombre de su madre, a la que localiza inmediatamente. En contra de lo que uno podría esperar, estamos ante una persona normal y corriente que nada tiene que ver con el mundo de héroes en pijama, las conspiraciones de supervillanos o los empresarios ricachones dados a monólogos. Al menos en principio. Así pues, cincuenta años después del debut de Iron Man, el lector conoce a la madre del protagonista: Amanda Armstrong, cantante profesional. Como no podía ser de otra forma, por cada respuesta surgen nuevas preguntas, de complicada réplica. ¿Quién es Amanda? ¿Y el padre? Y, ¿cómo es que entregó a su hijo a un orfanato en Bulgaria?

En realidad, Amanda Armstrong es la hija de un agente del FBI asesinado por IMA. Este hecho motivó a la Condesa Allegra de Fontaine, agente de SHIELD y eterna novia de Nick Furia (al menos hasta la llegada de Jonathan Hickman y su uso de la retrocontinuidad en Secret Warriors), a reclutarla hace cuatro décadas. Le ofreció un suculento contrato con una discográfica a cambio de pequeños trabajos de espionaje. En solo un año Amanda se volvió una estrella del pop, y llamó la atención del seductor agente de SHIELD llamado Jude. Este la rescató en dos ocasiones de los terroristas de Hydra, estableciéndose una relación romántica entre los dos al mismo tiempo. Maleev, atento a los detalles, hace que Jude se deje crecer un precioso bigote que viene a demostrar que su hijo heredó bastante de él. Años después de conocerse, Amanda y Jude esperaban un hijo. Temiendo, y con razón, que el mundo de espías en el que viven sea un peligro para la seguridad del niño y/o dejarle huérfano de padre y madre (como el caso de Peter Parker, sin ir más lejos), Jude deciden dejar la actividad “profesional” de espionaje. Para ello, decide cobrarse todos los favores que le debe… Hydra. Bendis construye una trama con continuos supuestos golpes de efecto que por momentos insensibilizan al lector. Jude, doble agente de Hydra, había estado trabajando en secreto para la organización nazi, suministrándole información, a cabio de que los villanos no hicieran daño a Amanda y al pequeño Tony. Obviamente, la reacción ante el descubrimiento en su mujer no podía acabar peor: reacción violenta, Jude muerto, Amanda destrozada psicológicamente, y favor a Fontaine para que esconda a su hijo lejos e SHIELD e Hydra. Es en este momento donde Howard Stark, colaborador de SHIELD, se entera de la adaptación y se ofrece a criar al niño llamado, a partir de ese momento, Tony Stark.

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Curiosamente, Bendis salva este triple tirabuzón de retrocontinuidad sin hacer una sola referencia a Arno Stark, al androide 451 o a la trama de Kieron Gillen, utilizando a Howard y Maria Stark de forma tan ambigua como le es posible, para facilitar la lectura de los nuevos lectores y, tal vez, para guardarse las espaldas ante posibles desapariciones de Arno en futuros retcons, reboots o artimañanas editoriales. Y es que International Iron Man sirve para actualizar el pasado de Tony Stark a una época más moderna. Si en el Extremis de Warren Ellis y Adi Granov (publicado en 2005) los autores re-emplazaban el origen de Iron Man en la Guerra del Golfo, en International Bendis y Maleev descubren que la juventud de Stark transcurrió durante los años noventa, como estudiante en la universidad de Cambridge en Inglaterra (Brian Michael Bendis situó en los primeros números de International Iron Man a Cambridge en Londres, cconvirtiéndose en el hazmerreir de Internet durante una buena temporada por su desconocimiento de geografía y/o empleo de Wikipedia). Y de la misma forma que en las páginas de Invencible Bendis crea a Riri Williams, aquí su nuevo personaje Marvel recibe el nombre de Cassandra Gillespie, joven integrante de a la familia dueña de la principal competidora de Industrias Stark en el negocio de la venta de armas. Inevitablemente, los dos jóvenes se enamoran antes de que la intromisión de Howard Stark (más entregado a su hijo en estos flashbacks que en anteriores revisitaciones) y varios secretos de la familia Gillespie lo arruinen todo. En las escenas del presente, Cassandra Gillespie reaparece muy cambiada, y no solo por el parche en el hojo sino que porque es la líder de una (otra) organización secreta dedicada al tráfico de armas que se cruza casualmente con Iron Man. Nueva ex-amante y nueva villana en la ya densa mitología de ex-novias del Vengador dorado. Y si no fuera porque el propio Bendis ha utilizado a Madame Máscara en la cabecera hermana Invencible a la vez, diríamos que estamos ante una creación bastante poco original y con ciertas influencias en el primer encuentro entre Daredevil y la Elektra de Frank Miller. Un cierre de círculo de tramas entre pasado y presente resueltas con un Deus Ex machina para cerrar la cabecera tan solo siete números tras su estreno tras haber servido a su propósito original, dando paso a los acontecimientos de Civil War. Y es que aunque Brian Michael Bendis había prometido que la serie se convertiría en “una especie de road movie entre el Doctor Muerte e Iron Man viajando por el mundo luchando contra supervillanos y descubriendo secretos ocultos del Universo Marvel largo tiempo ocultos”, estos planes nunca llegaron a materializarse. ¿Lo siguiente? ¿Una serie? No. Dos.

Altas y bajas tras Civil War

A veces, con más frecuencia de la que a Marvel (y sus lectores) le gustaría, la vida personal de los autores se interpone en la maquinaria editorial y de publicaciones de la Casa de las Ideas. Y hay veces que es posible esperar a que el dibujante del gran evento de turno acabe la saga para lanzar la generación de títulos posterior (como en la Civil War original) y hay otras veces que, en cambio, las necesidades de recaudación mandan y no es posible esperar, como el caso de las últimas Secret Wars o las presente Guerra Civil. A mediados de 2016 se observó que el nacimiento del primogénito de David Marquez iba a retrasar el final de la saga uno o dos meses sobre el planning previsto. Y en un escenario en el que DC Comics con su DC Renacimiento estaba dominando a Marvel durante cuatro meses consecutivos en las listas de ventas (algo que no ocurrió ni siquiera con Los Nuevos 52), la planta alta de Marvel decidió no retrasar la publicación del relanzamiento Marvel Now! hasta la conclusión de la maxi-saga de Bendis y Marquez, envolviendo en el territorio del misterio el destino de uno de los personajes principales de la saga: Tony Stark. ¿Fallecerá en el evento como ha ocurrido con su amigo James Rodhes? Este relanzamiento estaría encabezado por dos cabeceras de la franquicia Iron Man: Invencible e Infamous.

El tercer volumen de Invencible Iron Man (Octubre de 2016) está protagonizado por Riri Williams, con una presencia holográfica de Tony Stark en el papel de Obi Wan Kenobi. La decisión de sustituir al protagonista blanco por una adolescente negra no tardó en generar polémica entre los aficionados más conservadores (en un mes, recordemos, en el que Hillary Clinton aspiraba a convertirse en la mujer más poderosa del mundo), era habitual leer en las redes sociales frases como “Si quieren quitarse a los lectores de siempre y convertir Marvel en Disney Channel que nos lo digan y así nos ahorraremos nuestro dinero” o “Me repele cómo utiliza Marvel a las minorías para sus propios intereses” o “esto no es una evolución natural sino una involución racista”, por poner algunos ejemplos. Y es que la estrategia de Marvel de sustituir a sus grandes iconos tradicionales por contrapartidas minoritarias parece haber tocado una fibra particularmente sensible en el caso de Iron Man, habiendo sido más aceptada en los casos de Hulk (un norcoreano listillo), X-23 (una jovencita con mucha garra), Thor (una mujer), Capitán América (un hombre negro portando el escudo) o la Avispa (asiática), por poner algunos ejemplos. Curiosamente, pocos de estos aficionados se pararon a pensar que esta no es la primera vez que un afroamericano sustituye a Tony Stark dentro de la armadura de Iron Man. Sin embargo, la controversia en torno a esta sustitución acabó haciendo cambiar de opinión a Marvel, que decidió cambiar el nombre en clave del personaje del inicial Iron Man (raro de por sí, al tratarse de una mujer) a un nuevo apodo de guerra: Ironheart. Al respecto, Bendis comentaba que «Iron Man estaba fuera del tablero, Iron Woman parecía más bien un término del pasado e Iron Maiden nos pareció una pesadilla legal. En cambio, Ironheart fue el término acuñado por Joe Quesada después de que le contara los planes que tenía para el personaje”. Según Bendis, este término no solo tiene mucho que ver con el concepto del personaje y su fuerza vital sino que además también es muy adecuado para la mitología del hombre de hierro, “ya que Iron Man construyó su primera armadura precisamente para salvar su corazón”.

Al igual que en International, en esta serie Bendis también tiraría de experiencias personales para aportar a la serie la humanidad que tanto han caracterizado sus obras pasadas. “Una de las cosas que se me quedaron grabadas cuando estaba trabajando en Chicago hace un par de años en un show de televisión que al final no vio la luz fue la cantidad de caos y violencia. Y esta historia de esta brillante y joven mujer, cuya vida fue empañada por la tragedia y que podía haber llegado a su fin por la violencia callejera pero aun así fue a la universidad fue inspiradora. Pienso que eso es la versión más moderna de la historia de un superhéroe o superheroína. Y lo tuve en mente hasta que encontré al personaje adecuado en el sitio adecuado”. El guionista considera que el Universo Marvel ha llegado al momento perfecto para poder introducir un personaje de este estilo, afirmando que “parecía que esa clase de violencia que inspira a una joven heroína a levantarse y actuar, usando su perspicacia científica, sus habilidades innatas aún por pulir pero mejores que las de Tony Stark a su edad, estaba ahí. Era muy emocionante para mí”. Estas enseñanzas y experiencias se traducen en un primer cómic en el que los enfrentamientos contra villanos estrafalarios no son si no los combates cotidianos de personajes embarcados en la odisea de sus propias vidas. Concentrando todo el protagonismo en el arranque de la colección, Bendis se preocupa de presentar a Riri y su entorno de forma real y tangible, de una forma en la que resulta fácil empatizar ella y entender que es lo que la define. A su alrededor, Bendis establece un marco de familiares, amistades, docentes y aspirantes a mentores perfectamente definido, con el que se amplifican las virtudes de una forma que es posible sentirte inmediatamente identificado con los temas que aquí se abordan, recordando los primeros pasos en el Universo Ultimate de Miles Morales, a quien Bendis le gusta definir como “el nuevo personaje más importante del siglo XXI”.

Compartiendo algunos de los esquemas que han triunfado en la Ms. Marvel de G. Willow Wilson o, sobre todo, Moon Girl y Dinosaurio Diabólico de Amy Reeder y Natacha Bustos (entorno familiar, dificultades a la hora de criar a una niña superdotada), Invencible Iron Man se presenta como el siguiente escalón adolescente con el que los (jóvenes) lectores puedan empatizar. Al frente del apartado gráfico sobresale el italiano Stefano Caselli, quien ya había trabajado brevemente con Bendis pero que aquí asume el encargo más importante de su carrera en la Casa de las Ideas con una brillante interpretación de la joven Riri Williams, de quien descubrimos además su inclinación sexual. Todos los ingredientes para ser un gran personaje, polémica a su alrededor incluida. Y es que cuando el dibujante J. Scott Campbell mostró cual sería su portada alternativa para la tienda de cómics americana Midtown Comics, las quejas y críticas por la representación sexualizada de un personaje de solo quince años no se hicieron esperar. Y no solo entre los aficionados más radicales, sino entre ciertos autores Marvel. No en vano, el propio Bendis declaró tras anunciarse que la portada no se pondría finalmente a la venta que “estoy muy contento de que no se vaya a publicar. Me gustó como Scott había dibujado la cara de Riri en los bocetos previos, pero no me convence la versión final de la portada”. Y es que, como el mismo Bendis comenta, “las portadas alternativas se organizan en un departamento al editorial, ya que es puro marketing, y no se generan en función a decisiones argumentales. No es mi departamento, así que no puedo opinar mucho, y me consta que las decisiones se toman para maximizar las ventas, pero creo que es mejor dejarla sin publicar”. En medio del debate entre autores a favor de la portada (como Erik Larsen, quien afirmaba en discusiones con aficionados en Twitter que es habitual ver en escuelas chicas de este perfil) y en contra se encuentra el propio dibujante, que declaró que “ha sido todo un suceso desafortunado, porque yo simplemente quería dibujar a Riri un poco atrevida, una chica saliendo de la infancia y entrando en la adolescencia”. “Para nada quería sexualizarla”, continua Campbell, “y la reacción de los aficionados ha sido un tanto exagerada, pero agradezco a todos aquellos que me han apoyado”.

Y es que últimamente los cómics de Iron Man parecen estar envueltos en polémica continuamente. El descubrimiento de que Tony Stark era un hijo adoptado, el anti-climático giro al lado oscuro de la fuerza durante AXIS, la muerte de Máquina de Guerra al comienzo de Civil War como en toda clásica película de terror, el protagonismo de Riri Williams, la famosa portada de Scott Campbell… Y por si todo esto no era suficiente, Bendis estaba dispuesto a poner a prueba al Marvel Zombie una vez más, convirtiendo en Iron Man nada más y nada menos que… al Doctor Muerte. Dejando de lado que en DC Comics ahora mismo Lex Luthor ha asumido el papel de Superman (una comparativa bastante acertada que pone en tela de juicio la originalidad de Bendis) o que ha existido un Iron Man “maligno” hace no muchos meses, este Infamous Iron Man funciona como evolución argumental de los hechos narrados en Invencible Iron Man. Y es que tras las Secret Wars y los sucesos catárquicos del final de dicha maxisaga, Bendis llevaba meses presentado a un renovado Muerte que ha dejado atrás los delirios de grandeza y la teatralidad después de haber subido a lo más alto y haber fracasado espectacularmente. Este Muerte quiere redimirse a su peculiar manera y que por alguna razón está interesado en Tony Stark y tras la desaparición del fundador de Industrias Stark a raíz de los sucesos de Civil War II, el buen doctor crea una nueva armadura con la que continuar el legado de Iron Man, “traicionando así el espíritu del Doctor Muerte original” según buena parte del fándom.

Portada de Infamous Iron Man #1

El principio y final del primer número de Infamous Iron Man es una declaración de intenciones, apelando a la nostalgia reciente con referencias a Reinado Oscuro (donde Bendis ya empleó al Doctor Muerte) y a la nostalgia lejana, recuperando ante un atónito lector a la madre de Victor Von Muerte, en un cliffhanger que está por ver cómo se desarrolla pero se antoja como la trama de fondo de esta cabecera. Algunas de las tramas importadas de Invincible Iron Man parecen despegar por fin con un tono más oscuro muy acorde y la presencia de un holográfico Tony Stark y de un Ben Grimm de vuelta a la Tierra como antagonistas en estas primeras páginas sirven para definir a la perfección la personalidad de esta encarnación del Doctor Muerte, aunque sin responder por el momento por qué Muerte quiere ser el nuevo Iron Man. Porque a buen seguro, esa es una respuesta a la que los aficionados exigirán una respuesta. En cualquier caso, y hasta que la niebla tecnológica se disipe y se sepa el verdadero destino de Tony Stark en las últimas páginas de Civil War, las dos nuevas cabeceras de Iron Man parecen estar en buenas manos y con tramas para muchos meses por delante. A no ser que un nuevo evento Marvel se interponga y Bendis tenga que relanzar otras dos colecciones más, que nunca se sabe en la Marvel actual.

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Elbertus
Elbertus
Lector
4 marzo, 2017 15:26

Iron man ha sido una de mis cabeceras favoritas desde pequeño, guardo con mucho cariño el numero de forum donde viajan a camelot, y se que si quiero leer buenas historias de Iron man he de leer los Marvel Gold. Bendis ha ido destrozando una tras otra mis series favoritas desde Vengadores a Xmen, guardianes de la galaxia, caballero luna y ahora esta. Solo pido que pegue el batacazo ya por fin en Iron man, que al final pegará como ya hizo en las anteriores series y le manden una coleccion que yo no siga por que me deja sin leer estos personajes hasta que el acaba con ellos.

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
5 marzo, 2017 22:53

Me estaba gustando lo que estaba haciendo Bendis hasta el momento. Tenía sus tics habituales, pero en general le estaba quedando una historia bastante maja. Pena de coitus interruptus.

Por otro lado, y esto ya no es solo cosa de Bendis, sino que ha sido adoptado unánimemente por todos los guionistas, me fastidia mucho que Iron Man no solo no mejora con cada modelo nuevo de armadura, sino que parece que cada vez sus armaduras se vuelven menos poderosas. En tiempos, con la armadura clásica podía, si no ganar, al menos si aguantar el tipo contra pesos pesados (e incluso tumbó a Hulk), ahora en cuanto se enfrenta a alguien que sea un poco poderoso ya tiene que ponerse un armatoste tipo Hulkbuster para poder hacer algo (y muchas veces ni así ¿cuándo se ha vuelto Carol Danvers tan poderosa?). ¿Para qué inventan un nuevo modelo de armadura cada dos por tres si la aportación en nivel de poder es nula? ¿por estética?

gusgus
gusgus
Lector
5 marzo, 2017 22:54

Muy buen repaso a las andanzas de un personaje que nunca me llamo la atención, todo lo que he leido de él no me termino de caer y, es tal vez porque no le termino de ver la gracia que aparentemente le ve todo el mundo. Si, en las peliculas divierte, pero porque es RDjr vistiendo una armadura (asi como es RDjr haciendose el inteligente en Sherlok, no se si me explico). Las únicas veces que he leido algo medianamente interesante con el es cuando su egolatría lo lleva a equivocarse y ser el malo de la historia (sip, en Civil War yo era del bando del Cap, y viendo como termino a la larga todo, tenía razon el Cap). Visto lo leido en el articulo, es probable que me tenga sin cuidado leer toooodo lo que se menciona en el articulo. Prefiero entretener mis horas con otras cosas.

Johnny99
Johnny99
Lector
6 marzo, 2017 2:00

Como simple aporte, a mi el Doom de deodato me recuerda a vincent cassel y su tony stark a chris cornell

AlbierZot
AlbierZot
Lector
6 marzo, 2017 10:47

Yo sí creo que Bendis impulsa al personaje un paso más allá. Para mí hay un momento clave en el NA annual 1 (2006), con Stark comandando un ejército de armaduras, en el que trasciende la armadura y lo convierte definitivamente en el Tony Stark más manipulador, socarrón e inquietante (dentro de un orden) que conocemos desde entonces

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Igverni
Igverni
Lector
En respuesta a  Katar
5 marzo, 2017 11:20

No estoy muy de acuerdo Katar.

Extremis de Warren Ellis puso a Tony Stark en el mapa de nuevo y Civil War es de Mark Millar. La importancia de Bendis en el ascenso de Tony Stark en el podium Marvel , mas alla de ser uno de los arquitectos de la epoca, simplemente no la veo. Ademas que en los primeros arcos de New Avengers el protagonismo era de Steve, Tony era el segundo de a bordo…

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
En respuesta a  Igverni
5 marzo, 2017 22:47

Yo personalmente creo que el motivo del éxito de Iron Man hay que verlo ante todo y sobre todo en la película de 2008.