Master Keaton 4

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Master_Keaton_4_Naoki_Urasawa

Edición original:MASTER キートン, Shogakukan 1988.
Edición nacional/ España:Planeta DeAgostini.
Guión:Katsushika Hokusei (Hajime Kimura) y Naoki Urasawa.
Dibujo:Naoki Urasawa.
Formato:Tomo manga rústica con sobrecubierta 320 páginas.

 

Proseguimos una reseña más con Master Keaton, una de las obras que cimentó a finales de los 80 el estatus de maestro del manga de Naoki Urasawa. Dejamos el tomo 3 con un gran sabor de boca, siendo el volumen con mejor ritmo e historias más interesantes hasta ese punto de la serie. En un volumen que iba desde las leyendas de un monasterio inglés, al mito de un escocés volador, pasando por la problemática del terrorismo irlandés de finales de los 80 y las críticas a la deshumanización de la sociedad, Taichi Hiraga-Keaton seguía poniendo las piedras que comienzan su leyenda. Master Keaton 4 comienza con una gran elipsis temporal entre las Navidades alemanas en que terminaba su predecesor.

Como ya mencionamos en la reseña anterior, uno de los mayores aciertos de la trama ingeniada por Urasawa y Hokusei es la enorme labor de contextualización histórica que realizan en cada aventura que describen en el manga. Y con ello no hay que referirse solo a crear unos personajes creíbles, en contacto con el mundo que les rodea y que este esté bien definido y con unas normas que afectan y se adaptan a ellos. Master Keaton va más allá y dota de un empaque histórico importante a una trama en apariencia ligera y simple, llegándose a convertir en ocasiones en una genial crónica de la sociedad occidental del siglo XX. Evidentemente no hablamos de nada excesivamente profundo, pero sí que vemos en todo momento pinceladas en las que se nos intenta explicar las situaciones que les ocurren a los personajes con un argumento real y en otras ocasiones el guión no se corta a la hora de criticar ciertos aspectos del tiempo en el que le tocó nacer.

Master_Keaton_4_Capítulo_1

Esto no es algo novedoso, y si bien dota al manga de un valor literario mucho mayor, muchas obras utilizan un escenario histórico para realizar una suerte de ensayo sobre ciertas temáticas a la vez que se sirven del mismo para dar un entorno creíble a sus personajes. De hecho en años posteriores hemos podido ver como maestros como Jiro Taniguchi utilizaban un recurso similar en historias como La época de Botchan o Sky Hawk. La verdadera valentía de Urasawa y Hokusei radica en que muchos temas de los que tratan, y critican, en Master Keaton son contemporáneos al momento en que fueron publicados. No estamos hablando de una obra que narra hechos del pasado, Master Keaton habla de la Guerra de las Malvinas cuando sus consecuencias aun estaban latentes; del IRA cuando el miedo a las bombas seguía siendo uno de los problemas que más preocupaba al inglés medio; de Pinochet cuando el dictador aun se sentaba en su silla presidencial en Chile. Y así un largo etcétera que convierte a esta obra en un valioso documento de la época en la que fue publicado y que ayuda a ver la visión que los autores tenían sobre todos esos asuntos, y que por ende cualquier persona que viviese esos finales de los 80 podría compartir.

Siguiendo esa tendencia a tocar temas con un trasfondo peliagudo, el cuarto volumen de Master Keaton comienza con un trío de capítulos cuya temática no puede dejar a nadie indiferente. El hombre que vino de Hamelín, El hombre que vino de Hannover y El hombre que vino de Olomouc configuran un tríptico que toma el genocidio del pueblo gitano por parte del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Keaton se ve envuelto en una venganza que lleva décadas cocinándose entre varios descendientes de ese pueblo romaní y que va a tomar la República Federal Alemana como escenario en el que se resuelvan las cuentas pendientes. Realmente el personaje de Keaton tiene poco peso (relativamente hablando) en este trío de capítulos, y actúa casi como personificando al lector dentro de la obra. Enmascarados bajo una historia que involucra la resolución de un misterio relacionado con unos libros y el famoso cuento del Flautista de Hamelín, el guión se convierte en un reflejo de la situación de la etnia gitana, obligada a vivir como inmigrantes dentro del país en el que nacieron sus antepasados, así como una crítica a aquellos pocos gitanos que hicieron fortuna a costa de vender a sus congéneres al régimen de Hitler. Como capítulos continuos tienen muchísimo ritmo, con escenas de todo tipo que van desde persecuciones hasta a combates mano a mano, pasando por momentos de estudio de pistas y deducción e incluso una racionalización genial del cuento del flautista que encaja a la perfección con la resolución del caso de Keaton. Además cuenta con uno de los antagonistas más potentes hasta el momento y que pese a quedar en el anonimato en esta ocasión, tendremos posibilidad de saber más de él.

Tras este intenso comienzo pasamos a Las circunstancias del profesor Keaton, que nos devuelve a Londres con nuestro protagonista buscando urgentemente un taxi para llegar a una entrevista de trabajo universitario. Sin embargo el taxi que consigue (tras una serie de desafortunados y cómicos malentendidos) ve detenida su carrera debido a un accidente en el que un adinerado empresario inglés intenta provocar la detención de otro conductor por el mero hecho de ser de raza negra. Estamos ante una historia muy humana que, de nuevo, toca un tema muy sensible en Reino Unido y que incluso en nuestros días sigue haciendo estragos: el racismo y el clasismo. Durante el capítulo el taxista que transporta a Keaton justifica el porqué ayuda al conductor africano haciendo un análisis breve pero efectivo de lo que fue la época del apartheid en Sudáfrica y las consecuencias que traía para la sociedad británica de los 80.

Master_Keaton_4_Capítulo_4

En Tesoro enterrado la protagonista principal es Yuriko, la hija de Keaton, en un capítulo de transición que comienza con varias páginas a color y que trata por encima el tema de las protestas estudiantiles. Es una historia bastante sentimental que involucra a uno de los profesores de Yuriko y su familia, y que deja entrever la fuerte personalidad del principal personaje femenino de la historia, pero sin embargo bastante olvidable. Quizá lo mejor que se puede rescatar es el mensaje que deja al final, sobre la necesidad de tener unos valores y una personalidad y defenderlos a capa y espada.

El capítulo 6, La desaparición del pájaro azul, tenemos una de las tramas más angustiosas de las leídas hasta ahora. La protagonista es Erika Ketter, una alemana recién llegada a Londres para casarse con su prometido Norman, que se encuentra desesperada por la desaparición de su hija. Durante toda la trama asistiremos a varios giros de guión que nos harán dudar de la estabilidad mental de Erika, ya que parece que la hija a la que se refiere no es sino una marioneta de trapo y que solo existe en su mente. La enfermedad mental y los malos tratos son las temáticas que vertebran este episodio que se acerca mucho a los momentos de tensión que años después Urasawa nos narraría en Monster. El siguiente capítulo, La blanca nieve y el arca de Noé, narra la historia de Hank, un antiguo niño milagroso, que se encuentra en una crisis de fe en Dios, en la humanidad y en sí mismo debido a que descubre cómo se aprovecharon de sus supuestos poderes cuando era pequeño. Keaton llega a un pequeño pueblo de los Alpes Cárnicos, en Italia, investigando unos supuestos restos de la mítica arca de Noé. Poco que añadir en este capítulo, salvo la intensidad de la parte final en la que toda la aldea se ve amenazada por una catástrofe natural y la gran estructura narrativa que logran los guionistas al mezclar el presente y el pasado de Hank.

Master_Keaton_4_Capítulo_5

Los dos siguientes capítulos forman de nuevo una historia en su conjunto. La farsa de la bandera tricolor y La farsa de la Union Jack vuelven a tomar como telón de fondo el conflicto británico-irlándes. La primera de las dos partes nos cuenta sobre todo la historia de Dennis Hughes, el editor del periódico Sunday Sun, que se ve enfrascado en la investigación del caso del asesinato a sangre fría de Jennifer O’Corner, una antigua terrorista vinculada con el IRA. Durante todo el primer tramo de la historia podemos leer una sosegada aunque interesante investigación sobre la vida y muerte de la chica, que sirve para profundizar en las motivaciones del grupo terrorista y la respuesta de las fuerzas de seguridad británicas. Supone una crítica también al sensacionalismo periodístico y a la necesidad de no caer en el morbo y la avaricia por tener la mayor y más truculenta primicia, debido a que ello puede ser más contraproducente para la sociedad en general y para las víctimas y sus familias en particular. Hughes, en este primer capítulo rechaza el publicar unas imágenes del cadáver de la chica e insta a sus periodistas a ilustrar la noticia con la imagen más bonita que tuviesen de Jennifer. Se establece así el vínculo con la segunda parte de la historia, ya con un Keaton más protagonista, que trata de humanizar la figura de la ex-terrorista a través de su familia y su intento de redención antes de que le arrebatasen la vida. Para ello describe la actuación desmesurada de las fuerzas del SAS británico en muchas manifestaciones, que convirtieron Irlanda en una olla a presión que terminó por estallar de la peor manera posible para los inocentes. Este segundo tramo de la historia tiene un ritmo trepidante y mezcla una crónica genial de la formación y desarrollo del IRA con esa crítica a las fuerzas británicas, llegando a la conclusión de que ni los malos son tan malos, ni los buenos son tan buenos, y que dos no se pelean si uno no quiere.

Safehouse es la siguiente historia del tomo y narra la historia de un niño que vive con el pesar de que su hermano murió porque él le lanzó una supuesta maldición. Keaton se desplaza hacia esa zona de Inglaterra para investigar el caso de una pareja que murió en los pantanos de la zona y se encuentra con el chico, con el que comparte curiosidad y pasión por la arqueología. Los habitantes de la casa de los gatos es la historia de Taihei Hiraga que siempre tiene que aparecer en los tomos de Master Keaton. El padre de nuestro protagonista en este caso tiene que tratar con una comunidad de vecinos en Londres en la que todos se sienten culpables y responsables de la muerte de uno de sus vecinos más queridos. Con su carácter afable y bondadoso habitual, Taihei intentará “resolver el misterio” del suicidio del vecino, en una historia ligera y que mezcla momentos delicados con la habitual comedia que rodea a la figura del patriarca de los Hiraga-Keaton. El tomo cierra con El emblema del cardo, duodécimo capítulo en el que Taihei se reúne con su hijo Taichi para investigar acerca de un misterioso emblema de armas que ha aparecido en uno de los descubrimientos arqueológicos de Keaton. Una trama al más puro estilo Indiana Jones y su padre que llevará a ambos personaje a investigar acerca de varias leyendas inglesas y japonesas y que tiene como punto más atractivo el acercamiento que hace del folklore de ambas culturas.

Master_Keaton_4_Capítulo_6

Este cuarto tomo de Master Keaton sigue los pasos del tercero en cuanto a una gran estructuración y un buen ritmo, junto a unas temáticas que son muy complicadas de encontrar en otros mangas y mucho menos tan bien tratadas e integradas en la historia de los personajes ficticios. Al tomo le sienta muy bien el tener dos grandes historias como son la de la etnia gitana y la de la muerte de la terrorista irlandesa, ya que dotan de una continuidad que no se había logrado en volúmenes anteriores y hacen de este tomo uno de los que más rápido se leen y mejor sensación deja. Es de agradecer la cantidad y tipología de los temas tratados en este manga y la sencillez con la que se integran con el resto de la trama, aparte de lo bien que han envejecido incluso en la manera de tratarlos. Por último, según avanza la trama, vemos cada vez más la mano de Urasawa o al menos el germen de los elementos que años más tarde darían lugar a grandes obras maestras como Monster o 20th Century Boys. Un tomo que suma y sigue en la historia de Taichi Hiraga-Keaton, y que toca de una manera más adulta y humana, e incluso oscura en ocasiones, los asuntos que rodean a los personajes. Unos personajes perfectamente definidos y diseñados, apartados en los que destaca hasta el menor de los secundarios.

  Edición original:MASTER キートン, Shogakukan 1988. Edición nacional/ España:Planeta DeAgostini. Guión:Katsushika Hokusei (Hajime Kimura) y Naoki Urasawa. Dibujo:Naoki Urasawa. Formato:Tomo manga rústica con sobrecubierta 320 páginas.   Proseguimos una reseña más con Master Keaton, una de las obras que cimentó a finales de los 80 el estatus de maestro del…

Valoración Final

Guión - 9
Dibujo - 8
Interés - 8.6

8.5

Cuarto tomo de Master Keaton que mantiene el ritmo y la calidad en las tramas. Una lectura entretenida y que paso a paso avanza hasta ser casi indispensable.

Vosotros puntuáis: 9.7 ( 1 votos)
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Fernando
Fernando
Lector
25 mayo, 2017 11:37

A mi Master Keaton me ha encantado, es una gran lectura.
A lo q no veo mucho sentido es a hacer unas reseñas tomo a tomo, los hay mejores y peores pero en el peor de los casos todos son de notable, se podría analizar la serie en su conjunto y así aprovechar para ir hablando de otros mangas ,porque con la avalancha de títulos publicados a veces uno se pierde tebeos cojonudos.
En cualquier caso buena reseña y un saludo.

Querubo
Querubo
Lector
26 mayo, 2017 21:43

Una pregunta, ¿pero esto de qué año es?
Porque llevo dos días buscando el primer tomo tanto por Valencia como por Zaragoza y la respuesta es la misma: «es que cosas tan antiguas o son bajo pedido, o no las tenemos»