Reseñas DC: Martian Manhunter / Marvin The Martian Special #01

 

Edición original:.
Guión: Steve Orlando, Frank J. Barbiere.
Dibujo: Aaron Lopresti.
Entintado: Jerome Moore.
Color: HI-FI.
Formato: Grapa, 32 páginas, color.
Precio: 4,99 $.

 

Warner posee los derechos de algunos de los personajes más conocidos y carismáticos del mundo de la animación en televisión. Como dueña de los Looney Tunes, no es de extrañar que de vez en cuando busque darles visibilidad a través de cruces imposibles, como pudimos ver con Hanna Barbera hace unos meses, con alguna de sus otras franquicias. Una de ellas es DC Comics, por lo que la puerta queda abierta a poder ver al Demonio de Tasmania, Bugs Bunny, el pato Lucas o a Marvin el Marciano compartiendo cabecera con algunos de los personajes más importantes de la editorial de Superman y Wonder Woman.

Fruto de ello es el cómic que nos toca analizar en el que dos marcianos, J´onn J´onzz (Martian Manhunter) y Marvin, se van a ver las caras gracias al trabajo de Steve orando, Frank J. Barbiere y Aaron Lopresti.

Marvin el Marciano es una creación original de Chuck Jones y cuyo debut se remonta al año 1948 en un episodio titulado Haredevil Hare, donde tiene como objetivo la destrucción de la Tierra con su Modulador Espacial Explosivo PU de Uranio. Y es que la obsesión de este pequeño marciano de aspecto de centurión no es otra que la de destruir planetas, con especial interés en nuestro querido planeta Tierra.

Martian Manhunter, sin embargo, es todo lo contrario a Marvin. Su primera aparición se remonta al año 1955 en el Detective Comics #225, escrita por Joseph Samachson e ilustrada por Joe Certa, donde se narraba como el experimento de un científico, el Dr. Erdel, teletransporta a J´onn de su planeta natal, Marte, a la Tierra, quedando atrapado aquí por la repentina muerte del doctor. Martian Manhunter posee múltiples cualidades, propias de los marcianos verdes, que incluyen fuerza y resistencia mejoradas, vuelo, capacidades telepáticas, visión calorífica y la habilidad e cambiar de forma, siendo esta última la que usaría para asumir la identidad del detective John Jones.

J´onn, con el tiempo, acabaría revelando su existencia y formaría parte de la Liga de la Justicia, siendo uno de los miembros más representativos de dicha formación. Su carácter afable y tranquilo lo convierten en un activo muy valioso para poder solventar cualquier crisis. Al menos hasta la llegada de Marvin a la Tierra por intervención del propio J´onn.

Estamos, por tanto, frente a un trabajo inusual, diferente, que rompe con lo establecido al tener a dos personajes con un elemento común pero separados diametralmente por intenciones, lo que provoca el conflicto obvio en el que J´onn debe evitar que Marvin lleve a buen puerto su intención de destruir la Tierra.

La llegada de Marvin a la Tierra está bien resuelta por Orlando. Para ello usa a Martian Manhunter ejerciendo de cierta forma como el Dr. Erdel, creando un aparato con el que poder buscar a ese otro marciano que está emitiendo un mensaje de socorro. A fin de cuentas, J´onn se siente solo en nuestro planeta, por muy integrado que se encuentre, su afinidad con la especie humana no deja de ser limitada, tanto social como culturalmente, y la esperanza de encontrar a otro superviviente de Marte le llena de ilusión.

Orlando comienza así un viaje en el que Martian Manhunter ha de convencer a Marvin de la valía de la humanidad, mientras siembra el cómic de guiños a los seguidores de Marvin. Todo resulta divertido, incluso ante la tensión de la situación, y hubiera mejorado mucho si Orlando no hubiera acabado cayendo en la tentación de acabar enfrentado físicamente a ambos personajes. Sin lugar a dudas las cuestiones filosóficas hubieran logrado hacer de este trabajo algo mucho más profundo e interesante.

Marvin es retratado de forma magistral por Lopresti que ilustra la historia con una solvencia exquisita. Su narrativa y estilo con cierto toque clásico se adaptan a la perfección a la historia y logran que, desde un punto puramente visual, el conjunto quede muy equilibrado.

J´onn no se ha dejado ver desde que empezó Renacimiento y esta es su primera aparición, peculiar forma de hacerlo, pero permite poder soñar con la posibilidad de que esta sea la puerta de entrada para que podamos volver a verlo formando parte de alguna de las formaciones de la Liga. Es un personaje de peso, con unas más que demostradas posibilidades, que merece mucho más que verse inmerso en un especial, por entretenido que sea, donde tan solo podemos disfrutar de él de forma tan fugaz.

Orlando cumple con el cometido de unir a tan singulares personajes y deja entrever más de lo que hay a primera vista. Un especial que sorprende pero que no rompe de forma clara al no acabar de concretar de forma clara sus intenciones reales. Aun así, estamos frente a un cómic de lectura frugal pero nutritiva.