Toda idea, invento, innovación o proceso, si funcionan una vez, acaban por ser sobrexplotados hasta que pierden su sentido inicial. Es casi una ley de vida proceder de este modo y la humanidad ha dado muestras de ello a lo largo de toda su existencia. En DC Comics descubrieron una fórmula editorial, a la que llamaron Otros Mundos, no muy novedosa ya que estaba siendo explorada por Marvel en su serie What If? (aunque por planteamiento Otros Mundos difiere de lo que What If? perseguía) pero, que de forma accidental, con la publicación de Batman Luz de Gas, generó toda una línea editorial en la que se han podido leer grandes historias enfocadas, principalmente, en la figura de Batman o Superman. Por supuesto hay incursiones con otros personajes, Wonder Woman, Flash, Robin, así como la Liga de la Justicia, siendo esta última la que nos atañe al recopilarse en un solo tomo la miniserie USA, escrita por John Arcudi y Tom Mandrake, JLA: Destino.
John Arcudi es un guionista muy vinculado a la editorial Dark Horse, pero que ha realizado trabajos tanto para Marvel, Image y DC, aunque sus inicios hay que buscarlos en la editorial Malibu Comics, en su línea Eternity. Arcudi está detrás de Barb Wire y La Máscara, por citar alguno de sus comics más relevantes, ya que ambos tuvieron adaptación al cine. Entre sus trabajos también podemos encontrar Gen 13 y colaboraciones con Mike Mignola en la serie A.I.D.P. Se trata, por tanto, de un autor poco dado al encasillamiento editorial, con trabajos de cierta relevancia pero sin adquirir nunca el valor seguro que representan apellidos como Vaughan, Remender, Johns y compañía.
Tom Mandrake es un dibujante de tono oscuro, un veterano cuya carrera casi siempre ha estado ligada a DC, siendo sus trabajos más representativos aquellos que desarrolló con el guionista John Ostrander, como El Espectro, Firestrom y el Detective Marciano. Su trazo denso, su tendencia al exceso anatómico y su puesta en escena hacen de sus estilo uno de los más reconocibles de la industria. Sin embargo, al igual que Arcudi, tampoco está entre los favoritos de los aficionados, por muy cumplidor y eficaz que pueda resultar su trabajo.
Un dúo que une sus fuerzas y años de experiencia para dar forma a esta serie de Otros Mundos, donde la realidad que conocemos ha sido alterada para crear la excusa perfecta que permita contar una nueva historia de la Liga de la Justicia.
Para entrar en situación JLA: Destino es un mundo que no tiene a un Batman ni a un Superman, los poderes heroicos recaen sobre una Liga formada y controlada por un Bruce Wayne que considera necesario cambiar el mundo, pero sin estar involucrado directamente. Esta Liga, formada por trasuntos de héroes y heroínas conocidos del Universo DC, realiza misiones proactivas contra sus enemigos. Enemigos que están controlados por alguien en la sombra y cuyo objetivo es el clásico dominio del mundo.
La premisa que Arcudi nos presenta en JLA: Destino es sólida en forma, pero no en desarrollo. Quiere contarnos mucho en muy poco y las ideas se atropellan con demasiada facilidad. Usa multitud de herramientas narrativas para añadir datos que complementen los acontecimientos que narra en el presente, pero todo se va saturando de información un ritmo excesivamente alto. Esta circunstancia genera cierta confusión en lo que nos narra, aunque en realidad lo que nos quiere contar es algo de una simpleza enorme. Pero lo que hace que esta obra no resulte atractiva de principio a fin es sin duda lo poco que interesan los personajes que Arcudi crea para construir este Otros Mundos. Los componentes de la Liga no tienen personalidades definidas, se mueven impulsados por lo que han de hacer para que la historia funcione y no hay un desarrollo fluido de sus personalidades, por lo que al final no importa lo que les pueda pasar a lo largo de la historia. Claro está que llegado el final uno comprende que Arcudi estaba interesado en contarnos otra historia y lo de la Liga es algo meramente circunstancial y sirve de reclamo para vender este Otros Mundos de forma más eficaz al lector aficionado a estas historias alternativas.
No es cuestión de desvelar el final de la historia, pero sirva de referencia que ni por esas la historia es capaz de remontar el vuelo y darnos algo que resulte atractivo de forma significativa.
La fórmula de Otros Mundos fue explotada en muchos casos con precisión quirúrgica, pero en otros se abusó de la misma y se realizaron proyectos sin un criterio claro de lo que de verdad se quería aportar sacando a los héroes y heroínas de su contexto natural. Y este JLA: Destino es un claro ejemplo de lo segundo.
Hay muchas buenas ideas en este cómic, ideas muy sugerentes e interesantes, que no pasan de ser un mero texto, un diálogo o una viñeta, sin que ese concepto con potencial se convierta en algo más y aporte ese trasfondo que toda historia necesita para mutar y ser una buena historia.
JLA: Destino es una miniserie que no atrapa, que no resulta atractiva por su desarrollo monocorde por su torpeza a la hora de ir más lejos que usar a la JLA para contarnos una historia.
Hay más de cien entregas en USA de estos especiales Otros mundos, una aventura que empezó en 1989, con obras que hoy son consideradas clásicos, pero que por desgracia parece que entre todo este extenso catálogo ya no hay trabajos que de verdad merezcan una edición en nuestro país. Un sello que tras su decadencia da la sensación de estar reciclándose y reinventándose en las obras denominadas Tierra Uno… sin embargo, como podéis leer en este artículo dedicado a Otros Mundos, tal vez el sello solo necesite de un descanso para su regreso triunfal tal y como fue concebido en su momento, hace ya 28 años.
Guion - 5.5
Dibujo - 6
Interés - 5
5.5
Intrascendente.
Un trabajo que no alcanza para nada los objetivos que aparentemente quiere alcanzar. Una historia simple, con grandes ideas que no se concretan y hacen que todo el conjunto se desluzca.