El crossover que durante dos meses unió a las series de Batman y de Flash en USA, fue convenientemente reseñado y analizado en Zona Negativa cuando se publicó. Fueron cuatro artículos reseña en los que se habló largo y tendido de lo que este cruce permite dilucidar sobre las preguntas que eran respondidas y las nuevas preguntas que sus acontecimientos dejaban en el aire. The Button Parte 1 / The Button Parte 2 / The Button Parte 3 / The Button Parte 4Se definió su importancia capital como punto de inflexión para los acontecimientos que se han de narrar en Doomsday Clock, permitiendo dejar claro al lector que detrás de Renacimiento está la mano del Dr. Manhattan. The Button (La Chapa) ha llegado a España y lo hace de dos maneras, en formato grapa y en un tomo recopilatorio, edición limitada, que recoge esta miniserie en una edición muy curiosa y de la que merece la pena hablar un poco. Y es que cuando ya se ha dicho todo de un cómic, solo queda hablar de su edición en España, los porqués de ciertas decisiones y felicitar a la editorial por apostar por este evento de la forma que se ha hecho.
Crear expectación sobre algo tiene una importancia capital en el actual momento editorial en el que nos encontramos. El marketing es cada día un arma más importante para poder hacer ruido sobre el ruido que parece acompañarnos cada día. La información fluye de forma constante, abrumando a los lectores que ven como cada día se lanzan más y más publicaciones al mercado. ECC enfocó la llegada de estos comics lanzando una edición limitada del recopilatorio de 3000 ejemplares con la portada de Batman y 2000 con la de Flash, que se agotaron antes incluso de salir a la venta. La gente los reservó en sus tiendas y ECC recibió un mensaje claro por parte de los lectores.
La edición de ECC es muy interesante. Lo primero que llama la atención es que la portada no es una fiel recreación de la portada lenticular que se publicó en Estados Unidos. En ella podemos ver a Batman o a Flash, en función de la que se elija, sosteniendo una chapa (una chapa metálica e imantada, auténtica) que para nada es el Smiley original. Una portada acolchada para poder hacer hueco a este imán y que esconde, sorpresa, en su interior la verdadera portada USA.
¿Pero por qué recurrir a esta solución cuando lo fácil hubiera sido apostar por una portada lenticular como en USA?
Pues por un tema de derechos de explotación de imagen del Smiley.
En una entrevista a Entertaiment Weeky de junio de este año, Dave Gibbons, comentó como llegó a aparecer este símbolo en Watchmen y como adquirió el valor que hoy tiene. Su aparición fue fruto de la casualidad, pues Gibbons trabajaba en los diseños del personaje del Comediante cuando la necesidad de aportar significado a su nombre en clave surgió a través de la simplificación de una caricatura, el Smiley. Una smiley caricatura irreal que es alcanzada por la realidad, en forma de gota de sangre. Una gota que hace referencia al reloj del Juicio Final y que está presente a lo largo de toda la obra de Moore y Gibbons.
Una chapa insignificante, algo menor que, sin embargo, centró la atención de los lectores de forma hipnótica y ha llegado a nuestros días atesorando toneladas de simbolismo que no puede ser mostrado en las portadas de las publicaciones de nuestro país, siendo relegado siempre a sus páginas interiores.
Es casi seguro que hasta ahora muchos no se habían percatado de ello, pero en las sucesivas ediciones que se han hecho en España de Watchmen, nunca en la portada se ha mostrado la imagen del Smiley. Hemos visto ediciones con el Dr. Manhattan, Rorschach, el reloj, las manillas del reloj, la gota de sangre sobredimensionada… pero nunca el smiley completo, la imagen más icónica de la obra. Es cierto que hay ediciones en España, Planeta lo hizo, donde se puede ver esta imagen, pero desconozco las razones que posibilitaron dicha edición, por lo que me centro tan solo en la actualidad más rabiosa, desde que ECC posee los derechos de DC Comics.
Según la Wikipedia un Smiley (del inglés to smile, ‘sonreír’) es una representación esquemática de una cara sonriente, la mayoría de las veces de color amarillo, con dos puntos negros como ojos y medio círculo mostrando una expresión de completa y plena felicidad.
¿De dónde viene este diseño? Pues según parece viene de una campaña de marketing interna de una compañía de seguros, State Mutual Life Insurantes, que adquirió a otra compañía, la Guarantee Mutual Company en 1963. Esta fusión generó un gran problema interno relacionado con los posibles despidos y se lanzó la campaña de la amistad que diseñó Harvey Ball dibujando en diez minutos el reconocible rostro amarillo.
Su creación se popularizó en los años 70 gracias al trabajo desarrollado por los hermanos Murray y Bernard Spain, los cuales al no estar asociados a ninguna empresa lo comenzaron a usar para la venta de todo tipo de productos, pegatinas, tazas, camisetas, chapas… la moda desapareció tan rápido como llegó y en 1972 ya nadie parecía interesado en tener un Smiley en su parachoques. A finales de los ochenta la música lo adoptó, sobre todo el fenómeno Acid House, popularizándose de nuevo de forma masiva entre los adolescentes el momento.
Harvey Ball murió en 2001 sin haber patentado su creación y en la actualidad es la Smiley Company quien posee los derechos de imagen y explotación, así como de otros productos relacionados con la chapa en cuestión. Su celo con su posesión más preciada los ha llevado incluso a hacer campañas de uso indebido del mismo, como la que lanzó en el año 2015. Es muy interesante visitar su web que podéis ver en el siguiente link: Smiley
Y aquí es donde empieza el problema. La Smiley Company gestiona los derechos fuera de Estados Unidos, concretamente en 100 países, por lo que un símbolo que en USA puede usarse libremente, en otras partes del mundo no puede mostrarse de la misma forma.
Esto es lo que hace que ECC haya tenido que innovar de forma brillante para ofrecernos un producto fuera de lo común, respetando los acuerdos de derechos, pero sin sacrificar del todo la esencia de esta obra. Un tomo que se evapora de las tiendas y que sin duda alguna lo merece.
La Chapa es una obra cargada de simbolismo, de historia del Universo DC, que impacta por su planteamiento, su desarrollo y su desenlace, si es que puede denominarse de tal forma, y con el que se sientan las bases del futuro Universo DC de Renacimiento. La Chapa es emoción y sentimientos enfrentados. La Chapa es una lectura obligada de todo aficionado al cómic de superhéroes, pues es un pedazo de un todo muy grande que de momento apenas hemos empezado a vislumbrar.
Guion - 8
Dibujo - 9
Interés - 9
8.7
Impresionante.
La Chapa es un crossover espectacular, intenso, lleno de preguntas sin respuesta y capaz de emocionar al lector. Una historia sencilla que abre un sinfín de posibilidades.
Tiene buenisimos momentos y satisface bastante su lectura , eso si , no ocurre nada definitivo que a estas alturas ya podrian darnos algo. Pero lo dicho ,para un fan del universo dc es un regalo. Yo pille el tomo en vez de las grapas ,la principal razon fue que salia antes , pero oye no le queda mal la chapita a la nevera. Curioso lo del smiley ,gracias por la reseña.
Concuerdo bastante con tu opinión y añadiría que me ha dejado más dudas que las que tenía antes de leer la historia. El tomito mola bastante eso si.
Entretenido, buen dibujo y gracias. No cuenta nada ineteresante.
Pues no sabía la historia del Smiley, Gustavo, así que muchas gracias por narrarnos esta curiosidad. Te diré que, en los 80s, yo me dedicaba a hacer todo tipo de Smileys: el pirata, el zombie, el «fumao», el borracho, el enfadado, el flipado…, me hice una plantilla en un folio con 6 en cada cara y me pasaba horas de instituto creando todo tipo de personajes (como los pitufos, vaya). Así que sabiendo ahora lo que sé, doy gracias a que en aquellos años no existiera la SGAE. 🙂 (toma, otro smiley).
Por otro lado, el tomo es muy guapo (yo pillé la portada de Flash, pues me parece que a lo largo de la historia de DC, es el personaje con más influencia en su universo) y descubro –también por tí– que su tirada fue menor; de modo que algún día valdrá más (jajaja).
Yo también me hice con la portada de Flash, sobre todo porque me gusta mucho más el personaje que Batman y además es lo que dices, Flash esta detrás de muchos de los cambios que se han producido en el Universo DC. Intente acercarme a su figura desde esta perspectiva en este post:
Sobre el Smiley… yo problema de derechos me era totalmente desconocido hasta que quise hacerme con la edición USA de estos comics a traves del Previews de mi tienda especializada. Ahí fue donde me dijeron que no iban a poder traerlo por un tema de derechos de imagen del Smiley. El resto fue indagar un poco para ver de donde venia este tema.
Lo que sigue en el aire es como otras editoriales han conseguido, en alguna ocasión, esquivar esta bala.
El comic pienso que es muy efectivo en su planteamiento y no busca dar respuestas, sino generar más expectación de algo que ya es un secreto a voces. Lo disfruto mucho cada vez que lo leo y los días no pasan para que llegue Doomsday Clock a España.
Muchas gracias a todos por comentar.
Una pregunta: ¿se puede leer Flashpoint, el especial Universo DC Renacimiento y luego leer este tomo o no voy a entender nada? Estoy al tanto de lo que sucede en el universo DC con Rebirth gracias a los artículos de Zona Negativa y me entraron un poco de ganas de leer el «evento» (por llamarlo de alguna forma) principal pero sin tener que andar ahondando demasiado en todas las series regulares.
Hola, Fabio. Puedes hacer lo que dices y te enteraras bastante bine de todo, ya que la información clave la tienes en las obras que comentas. De todas formas tras ada número, en el tomo al menos, hay un pequeño articulo que añade información lo leído. Que lo disfrutes. 🙂
Muchas gracias Gustavo! 🙂
Una duda existencial. ¿De qué está compuesta la sangre del Comediante? Incluso viajando entre dimensiones, la manchita de sangre de la Chapa permanece indeleble y de color rojo carmesí!
Hola!!!! tal vez ese es el punto, porque no sabemos si la chapa es de hace diez años o si de recien