Primeras Impresiones del XXIII Salón del Manga de Barcelona

El XXIII Salón del Manga de Barcelona abrió sus puertas ayer aprovechando la disputada festividad entre el Día de Todos los Santos y Halloween. El evento tiene lugar este año entre el 1 y el 5 de Noviembre, ampliando así un día más su estancia respecto a la pasada edición. El lugar designado sigue siendo la Fira de Montjuic, aunque se han ampliado y abiertos nuevos espacios en el recinto acordes con el crecimiento imparable del Salón del Manga. Este año ha habido algunos cambios muy criticados en redes sociales que incluso han llevado a FACUA Catalunya a denunciar a la organización por «sus abusivas restricciones en los accesos». Fue el 16 de Octubre cuando Ficomic anunciaba que no permitirá a los visitantes salir del recinto y volver a entrar como ha sido la tónica desde hace años. La excepción serían las personas acreditadas como expositores, prensa y autores.

La organización optó por esta medida para favorecer el acceso al recinto y evitar las kilométricas colas que se suelen producir en el Salón del Manga. En las últimas ediciones se habían producido incluso aglomeraciones en momentos puntuales en el interior de las instalaciones. Era un tema al que había que buscar soluciones y este año se han puesto algunas sobre la mesa. La ampliación del espacio y los días de evento, sumado a este otro tipo de decisiones logísticas pueden acabar obteniendo su fruto. La prohibición del «retorno» de visitantes puede ser polémica aunque es una decisión legítima. El problema es haberla impuesto después de tener la mayoría de entradas vendidas y a solos dos semanas y media del inicio del certamen.

¿Pero han funcionado estas medidas? ¿Qué nos encontramos ayer en el primer día de puertas abiertas? La realidad es que un dia bastante tranquilo y ciertamente no hubo colas en el Salón del Manga en ningún momento a lo largo de la jornada. La entrada era muy fluida y se evitaron los colapsos de otros años. Se agradece también que esta ocasión se hayan abierto varios accesos al recinto, lo cual facilita el control en este tema concreto. Tampoco hubo atascos en el interior porque la organización parece que está aprendiendo a redistribuir mejor el espacio y sus actividades, dividendo los stands de forma más armónica para que los asistentes no se concentren en un mismo punto.

De esta manera, ayer se podía caminar con tranquilidad por el recinto incluso en los momentos de mayor afluencia. No ha habido necesidad de cortar accesos o generar colas en el interior del recinto para acceder a algunos palacios. Se han habilitado espacios de transición que conectan palacios, lo que ayuda a la descongestión del público. La señalización y situación de los stands parece también más afinada. Está claro que ayer era un día especial al ser festivo y que posiblemente el gran reto sea ver si estas medidas son suficientes para lo que pueda acontecer durante el fin de semana. Ahí podremos evaluar con mayores garantías las organización de este Salón del Manga. Si los asistentes se distribuyen a lo largo del espacio y los días del evento no tendría que haber mayores problemas. Parece que Meritxell Puig, la nueva directora general de Ficomic, puede ser en este aspecto ese soplo de aire fresco que necesitaba la organización. Su experiencia en la gestión de este tipo de eventos avala su fichaje y solo falta comprobar si los resultados acompañarán sus decisiones.

Dejando temas logísticos y estructurales a un lado cabe comentar la propuesta de este Salón del Manga. Esta sigue la tendencia de los últimos años, con un evento en el que se pueden encontrar actividades de todo tipo. Es algo que siempre ha caracterizado al evento, aunque su apuesta más cultural y lúdica ha acabado por relegar al manga a un auténtico macguffin. Es algo que también ha comenzado a pasar en el Salón del Cómic en la última década, una cuestión a la que ha contribuido la menor presencia de librerías especializadas en el evento.

Lo que suele ser cada vez más habitual son stands dedicados al merchandising, los que pueden generar verdadero dinero y amortizar los gastos de su presencia en el Salón del Manga. Los mangas y cómics quedan cada vez más en manos de las grandes islas de las principales editoriales del país y grupos como FNAC o La Casa del Libro. Solo algunas pocas librerías especializadas se resisten por tradición a abandonar sus puestos, siendo el referente para los que busquen jugosas ofertas y saldos en el evento. Si los buscas los encuentras pero como sucede con el Mercat de San Antoni de Barcelona, cualquier comparación con el pasado resulta sangrante para los más nostálgicos.

Fuera de esta cuestión uno de los principales problemas que se encuentra cada año la organización y las editoriales es la de poder contar con una mayor presencia de autores y materiales originales. Esto es así por el celo de las editoriales japonesas, mucho más cerradas a colaborar en este tipo de iniciativas. Sus normas y su cerrazón impide en este caso que el manga tenga todo el protagonismo que debería tener en un evento de estas características y eso es una lástima. Hemos de mentalizarnos que en este campo el Salón del Manga nunca podrá contar con los mismos recursos y facilidades que otro tipo de eventos.

En todo caso, esto no debería ser excusa para potenciar las charlas, conferencias y debates sobre el manga. Esas que al final siempre acaban sepultadas bajo otras propuestas y actividades más mediáticas. Cabe destacar la presencia este año de conferenciantes e invitados del mundo youtuber, principalmente centrados en el mundo de los videojuegos. Un perfil muy distinto al que vimos en el pasado Salón del Cómic dónde se apostó por youtubers de corte más divulgativo o relacionados con el mundo de la viñeta que parecían más apropiados. Pero todo tiene cabida y público en este evento, no por casualidad el espacio de Nintendo dedicado a sus videojuegos sigue siendo de los más populares cada año.

Por su parte, las exposiciones son siempre un aliciente y el hecho de que muchas hayan sido ubicadas en el mismo espacio permiten poder disfrutar de ellas con mayor tranquilidad. Por su espectacularidad, este año destaca la exposición Tamashii World Tour. En ella podemos ver figuras de coleccionista de series, marcas y franquicias como Dragon Ball, Los Caballeros del Zodíaco, Naruto, One Piece, Mazinger Z, Sailor Moon, Street Fighter, Star Wars o Marvel y DC Comics. Destaca también la exposición homenaje a la joven ilustradora y autora Kenneos que falleció el pasado año y la relacionada con la embajada Keichō con réplicas de armas y otras piezas curiosas de la época.

El resto de exposiciones en algunos casos podrían estar más trabajadas, son espacios que a título informativo funcionan pero que no tienen un perfil tan atractivo de cara al asistente. Este podría ser el caso de 100 años de anime o la dedicada al también recientemente fallecido Jirō Taniguchi, apenas una guía de sus principales obras con citas de algunas de las personalidades y reseñistas más conocidos de nuestro país. Las ideas de partida son buenas pero no estaría de más intentar ser algo más creativos en este aspecto y salir de la dinámica habitual en la que se suele caer con estas exposiciones.

En definitiva, una primera jornada en el Salón del Manga positiva en términos generales. En ella se han dado algunos pasos a nivel de organización que podrían ser sustancialmente interesantes para esta edición y las que tendrán que venir. Habrá que dar un margen de confianza a la nueva directora general de Ficomic que tiene en sus manos el reto de seguir potenciando un certamen que hoy por hoy es un éxito que se vende solo. En ciertos aspectos, aquí tienen mucho que decir las editoriales del país, que deben tener claro que el interés por el manga y el anime sigue creciendo año tras año entre los aficionados. Hay que responder a la demanda con la misma fuerza e intensidad.

En relación a esto, las numerosas y pequeñas editoriales y las plataformas y distribuidoras de anime que han ido surgiendo en el panorama patrio en los últimos tiempos son un claro mensaje. Muchas de ellas, como Milky Way Ediciones o Monte Anime, tienen en esta edición por primera vez presentación y espacio en el Salón del Manga. Esto habla de su consolidación y con ella la del manga y el anime que deben seguir teniendo como referente el ya tradicional, clásico e ineludible evento de la ciudad condal. Y Ficomic y el Salón del Manga deben seguir progresando y actualizando el evento a los tiempos que corren. Así todos saldremos ganando.