#ZNGames Gran Turismo Sport

 

Título: Gran Turismo Sport
Desarrolladora: Polyphony Digital
Plataformas: PS4
Idiomas: voces y textos en castellano

 

A la carrera

La saga Gran Turismo empieza a sufrir los mismos achaques de la edad que otros grandes juegos de deportes y conducción: el agotamiento propio de la edad. Lo que supone la nueva entrega de la saga, aunque tímidamente no se le añada el número correspondiente, y el último gran exclusivo de PS4 para este año, me ha dejado un sabor agridulce, sobre todo en lo que tiene que ver con su faceta de realidad virtual.

Ha pasado bastante tiempo desde el último juego de la saga y este es el primer título de la saga que tiene incursión en la cuarta consola de sobremesa de Sony, enfocando la jugabilidad a la modalidad online y añadiendo algunos cambios que suponen una base para un giro en la franquicia. La modalidad online enfocada a los eSports, no es un secreto, pero esta no será la primera novedad que nos vamos a encontrar. De primeras, el juego tiene que tener conexión perpetua a Internet. Esto es algo de lo que ya se ha hablado largo y tendido: claro que todo el mundo tiene ya su consola conectada a la red, pero las quejas no vienen por eso, ¿qué pasa cuando se cae la red? ¿Qué pasa cuando no disponemos de la conexión normal? Pues que no se puede jugar, así de simple. Una decisión cuestionable. Aunque me temo que en este Gran Turismo Sport es solo la primera de unas cuantas decisiones cuestionables.

Lo siguiente que nos vamos a encontrar es la imposibilidad de acceder a los servidores hasta ver una serie de vídeos de YouTube y pasamos una serie de pruebas que nos catalogan como «buen conductor». Es algo loable, no se me malinterprete, que Gran Turismo Sport quiera enseñar a sus jugadores a jugar con deportividad, pero creo que esto es ir un paso más allá. El juego se está tomando demasiado en serio a sí mismo, y eso es algo chabacano y casi paródico.

Agrupar a los jugadores según su deportividad en el juego online es, sin duda, el objeto de los certificados dentro del juego. De nuevo, un intento loable, pero en vano me parece. Pretender que todos los jugadores jueguen online al mismo estilo y que se respeten mutuamente es pedir demasiado a un videojuego; la gracia de la competición está también en las habilidades de cada uno, que muchas veces tienen más que ver con encontrar otros modos de juego menos ortodoxos y desarrollar su propia forma de aprovechar las mecánicas. Tanta limitación puede ser fructífera para una competición oficial, pero no para jugar desde nuestra casa.

Y aunque los modos de juego son bastante interesantes y el diseño tanto de menús como de clasificación es muy inteligente, algunos de los añadidos no aportan nada. Este es el caso del modo VR, que se reduce a carreras arcade con un downgrade gráfico bastante impresionante. Nada que aportar al Driveclub VR, que ya hacía lo mismo y, me atrevo a decir, con mejor resultado.

Gran Turismo Sport aporta algunas buenas ideas a nivel de eSport; a nivel competitivo y como base para rentabilizar la franquicia más allá del precio del juego, pero como nueva aportación a la saga y, sobre todo, como primera incursión en PS4, me temo que deja bastante que desear. Solo queda ver si tenemos que esperar tanto tiempo hasta la siguiente entrega, si saldrá alguna más para la actual generación y si estos cambios y enfoques hacia la competición online se van a quedar como un pilar de la nueva dirección de la franquicia.