El mundo de la mafia ha servido en muchas ocasiones como telón de fondo para obras de diferentes géneros en cualquier soporte cultural, hasta el punto de conformar un género por sí mismo. El eterno referente estará siempre en el mundo del cine y la literatura, con el eterno
No todo ha sido un camino de rosas en la trayectoria de Gangsta, que ahora consolida su éxito internacional, ni tampoco para Kohske, su autora. De hecho Gangsta fue su obra de debut en el año 2011 para la revista
Hasta aquí todo parece normal en una autora con una salud delicada, y no será la primera ni la última serie en sufrir retrasos o hiatus cada cierto tiempo (¿verdad, Kentaro Miura?). Sin embargo, está no es la única “maldición” que ha acechado a Gangsta durante estos años, ya que el pasado 2015 fue creada su versión anime, una temporada de 12 episodios de gran calidad producidos por el estudio
En cuanto a Gangsta, como es de esperar, hay que decir que es un seinen que gira en torno a ese ambiente de mafia y delincuencia del que hablaba al comienzo. Situados en la ficticia ciudad de Ergastulum en un período temporal indefinido aunque muy cercano al contemporáneo, Kohske nos narra la historia de Worick Arcangelo y Nicolas Brown, dos “chicos para todo” que dirigen Benriya, una pequeña agencia que se dedica a resolver entuertos de aquel que tenga suficiente dinero para pagarles. Entregas de productos legales e ilegales, protección, asesinatos, colaboración en casos policiales, intimidación, servicios de gigoló… No parece haber ninguna rama laboral que los dos protagonistas toquen, en un mundo dirigido por el sindicato del crimen y en el que solo los más fuertes sobreviven. Un día coinciden por casualidad en un trabajo para una de las familias mafiosas con Alex, una joven prostituta que suele rondar los aledaños del edificio de Benriya, y tras acabar con su proxeneta, deciden hacerle un hueco en la empresa como una suerte de secretaria.
Los días van pasando entre encargo y encargo hasta que Alex, nueva en Ergastulum, se da cuenta de que hay algo diferente en los habitantes de la ciudad con respecto a los de otra población normal. Más allá de la plaga de delincuencia y bandas armadas, existen una serie de personajes que portan chapas de identificación militar y que son conocidos como Twilights, personas con una extraña enfermedad como fruto de la exposición a un nuevo tipo de droga y que a cambio poseen habilidades especiales… aunque con el hándicap de tener que estar permanentemente medicados y perdiendo alguna de sus facultades humanas, que se van deteriorando poco a poco. Nicolas, el compañero de Worick, es uno de estos Twilights, y padece una discapacidad auditiva que le impide hablar con normalidad, si bien eso le ha permitido desarrollar al extremo sus capacidades visuales y el resto de sus sentidos. Sin embargo, este don de capacidades físicas aumentadas es también una maldición, ya que los Twilights son temidos y odiados por su condición, siendo poco más que parias para la sociedad en general y obligados a desempeñar solo trabajos relacionados con lo militar o el crimen. Poco a poco iremos conociendo, como Alex, las distintas jerarquías que forman parte de Ergastulum y el misterio detrás de los Twilights y el misterioso pasado que une a Worick y Nicolas, en medio de un clima enrarecido por los constantes conflictos mafiosos que azotan la ciudad.
En un primer momento, Gangsta no parece ofrecer mucho más allá que el resto de seinen de acción ambientados en una temática mafiosa. Sin embargo, la capacidad narrativa de Kohske, el mundo que ha creado y los personajes que lo pueblan, son suficientemente interesantes como para enganchar al lector y aportar a la obra un sello propio. En primer lugar destaca su ambientación, con un toque al sur de Italia bastante acusado por el tipo de edificaciones utilizadas y el paisaje urbano que conforma Ergastulum y que nos ayuda a entrar en comunión con el contexto mafioso que envuelve toda la obra desde el primer capítulo. Más allá de esa ambientación, el enfoque y la manera de abordar la temática que tiene Kohske es bastante acertado, pues nos muestra un mundo despiadado y cruel sin ambages, sin censura de todas las miserias y penalidades que tiene que vivir un individuo que forme parte de esa sociedad carente de moral más allá de las leyes no escritas de la mafia. No es raro por ello encontrarnos escenas realmente duras pero necesarias para ser justos con la trama, acentuadas por el modo de tratarlas de la autora, sin llegar a ser desagradablemente explícita, pero lo suficientemente clara como para dar esa sensación de deshumanización y falta de escrúpulos que rige Ergastulum.
Esa deshumanización funciona a la perfección gracias al tono utilizado por Kohske y reflejado en sus personajes, especialmente en Worick, Nic y Alex, que representan individualmente las diferentes maneras que tiene una persona obligada a sobrevivir en un mundo así y que todavía intenta mantener su integridad. Worick utiliza el humor, la simpatía y el estoicismo para hacer ver una realidad optimista que sin embargo no es la suya, pues los demonios de su pasado y presente le acosan cada noche; Nic está resignado a aceptar su condición de paria social y lo refleja a través de su pasotismo, su desprecio por su propia vida y su aparente falta de humanidad, que sin embargo no es tal pues es capaz de sentir y proteger a los demás; y por último Alex, quizá la más golpeada por la vida de los tres y sin embargo la más realmente optimista, abrazando su última oportunidad para salir de la miseria y reinventarse a sí misma, pero a la vez preocupada por el pozo sin fondo en el que Worick y Nic van metiéndose poco a poco. Personajes muy bien construidos, con carisma y personalidad única, que se desarrollan ya desde este primer tomo con un pasado, un presente y unas motivaciones que iremos viendo evolucionar. Pero ante todo personajes muy humanos, grises y plagados de matices, de los que gusta leer. Y junto a ellos un buen plantel de secundarios, algo más simples a primera vista, pero que se engrandecen al ir entrelazando sus historias con la de los principales, que ayudan a crear una Ergastulum rica, misteriosa y de la que apetece seguir leyendo para conocer más. Todo ello en medio de un clima de acción, batallas, balas, un toque de gore y un estilo macarra muy comedido pero suficiente para atraer y “molar”.
En cuanto al estilo narrativo de Kohske, por mucho que ella misma diga que escribe sin tener nada planeado e improvisando, me parece que es realmente bueno, bien pensado y articulado para servir a la historia y dotarla del ritmo que merece. La manera de presentarnos la ciudad y los personajes, y el mundo en el que se mueven es realmente buena, poniendo al lector en un paralelismo junto a Alex, nueva también en Ergastulum, para ir descubriendo al mismo ritmo que ella los misterios y peculiaridades de esta extraña pero familiar sociedad. Asimismo, el hecho de contar con ese pasado de los protagonistas para dejar un poso de misterio a la vez que la historia presente se va desarrollando es todo un acierto, con un uso de los flashbacks muy bien medido que ayuda a manejar el tempo de la trama y mejora a los personajes que se ven involucrados. En resumen, una buena historia, con una introducción bien narrada que anima a seguir sabiendo más, clásica pero a la vez original por la presencia de esos humanos genéticamente superiores de los que no sabemos casi nada aun.
Hablando de lo artístico, es posible que sea, a primera vista, uno de los mayores reclamos para acercarnos a Gangsta, ya que el estilo de Kohske resulta bastante espectacular. Partiendo del realismo y el hiperdetalle en los personajes, encontramos un dibujo que apuesta por la expresividad y el dinamismo, con un diseño de personajes espectacular y muy icónico, distintivo y a la vez similar a obras del mismo corte y que destaca por su originalidad y precisión anatómica. La composición de la página y el uso de planos son muy buenos, similares a las utilizadas por autores como
Hay un detalle gráfico muy importante además por la propia condición de Nic, sordo y con dificultades comunicativas a la hora de hablar, por lo que la mayor parte de tiempo emplea la lengua de signos para comunicarse con el resto de personajes con los que interactúa. Kohske plasma muy bien estos momentos de lenguaje corporal con pequeños gestos o expresiones de los personajes, si bien en los momentos de mayor peso argumental se acompaña esta lengua de signos con bocadillos de distinto color para traducirle al lector. También hay ocasiones en las que Nic habla, y la tipografía se adapta a ello para reflejarlo, aunque es un elemento que pierde bastante con respecto a la versión animada, si bien no tiene otra solución que esta. Aun así supongo que al lector que entre de nuevas a la serie sin saber nada del anime le costará entender un poco el porqué de esa peculiar tipografía que refleja la dificultad del habla de Nicolas.
Valoración Final
Guión - 7
Dibujo - 8
Interés - 8.5
7.8
Primer tomo de Gangsta que cumple con nota, presentando una historia llena de acción, con escenas espectaculares, una narración cruda y humana y un gran sentido del ritmo. Pese a no ofrecer mucho más allá de lo habitual en un primer momento, Kohske se desmarca con una historia creíble y fantástica a la vez, un gran plantel de personajes bien construidos y un mundo del que queremos saber mucho más.