15 Euros
¿Quién es
Estaba claro que Elektra era su juguete. Podía retorcerlo a su antojo y todavía tendría razón de ser. Consecuencia de ello, y de un retorno circunstancial a la Casa de las Ideas, es la serie limitada titulada Elektra Assassin, publicada entre 1986 y 1987, con Miller al guion y Bill Sienkiewicz al dibujo, dejando una de las mejores obras unitarias de la Marvel de los ochenta (y muy probablemente, de toda su historia). El éxito de este proyecto le llevaría a retomar a la mercenaria ninja para otra intentona, esta que tenemos entre manos, fechada en 1990, pero el panorama había cambiado desde entonces. Frank no era ese dibujante novato al que a primeros de la década anterior le cedieron una colección moribunda; no, ahora era el autor total que había traído la madurez al mundo del cómic norteamericano, gracias, sobre todo, a su celebrado Dark Knight Returns en DC Comics. Su nombre, como el de Alan Moore, era sinónimo de calidad y atrevimiento, siempre en busca de renovar el género de los empijamados. Por tanto, este Elektra Lives Again, por fuerza, debía concebirse como algo distinto. Y así es. Se publica como parte de la línea Epic, la zona llamémosle de autor en la editorial, pese a que sus protagonistas son unos personajes pensados para el Universo Marvel tradicional. Tenemos un formato de Novela Gráfica al estilo europeo, lo que también es algo llamativo para este tipo de producto. Y por último, es claramente destinado para público adulto; no solo por sus imágenes, llenas de desnudos integrales y violencia explícita (cadáveres y apuñalamientos por doquier), sino por la innegable complejidad que Frank dotará a la trama. Veamos un poco como se articula la historia.
Elektra está muerta. Desde su deceso, Murdock no consigue conciliar el sueño sin que le asalten todo tipo de pesadillas. En la mayoría de ellas, aparece su amor de juventud, luchando contra ninjas o tratando de huir de sus enemigos. Matt despierta cada día, pensando, intuyendo, que quizás Elektra haya regresado, otra vez. Esto es algo que el creador se ufana en dejar claro al respetable, la heredera del clan Natchios fue “enterrada, exhumada e inmolada”. Punto y final. Pero no para el abogado ciego de la Cocina del Infierno. Puede sentir que está viva y que está sufriendo. Comienza el viaje para el espectador, en una paisaje atípico, un mes de abril en Nueva York, donde la nieve todavía no ha retirado su blanco manto.
La historia tiene su dificultad para ubicarla en continuidad. Aspectos como el que el paradero de Karen Page se localice en Los Ángeles o que Matt tenga su apartamento impecable, nos sugieren que a lo mejor este guion estaba pensado para dar punto y final a la primera etapa de Miller en Daredevil. Como es algo a lo que el autor no ha aludido, ni ha tenido a bien explicar, vamos a dar poca importancia a que lugar tenga en la continuidad tradicional. Este es uno de esos casos en que lo que realmente trascendente es la obra en sí. Podríamos destripar todo el ciclo de Elektra Lives Again y todavía tendía un sentido su lectura. ¿Por qué? Porque nos hallamos ante una visión poética de la relación entre Matt y Elektra; la carta de amor definitiva del autor que supo sublimar a ambos personajes; y la declaración de intenciones por parte de Miller de que Elektra no debía ser tocada por otro guionista que no fuera su creador original. Deseo compartido por muchos aficionados, que era bien sabido, por otra parte, que no iba a ser cumplido. Eso sí, por su carácter referencial, lleno de aromas de tiempos pretéritos, es necesario advertir que se trata de una trama imposible de disfrutar en su totalidad para todos aquellos que no sean conocedores de la historia previa de los personajes. Por eso, se hace imprescindible una lectura de la etapa clásica de Frank Miller en Daredevil, o por lo menos, estar advertido de sus entresijos.
Visualmente, al contrario que lo expuesto líneas arriba, tenemos un arte bastante alejado del Miller de aquel Diablo Guardián. El aspecto va más en consonancia con el Dark Knight Returns ya mencionado, con el detalle de que aquí Frank se entinta a sí mismo. Resultado, es un dibujo más hosco, menos preciosista en términos académicos. Pero el trazo no ha sido la mejor característica del autor, sino que debemos nombrar su capacidad en la narrativa gráfica como aquello que más y mejor le ha hecho destacar en el medio. Aquí tenemos algunas planchas realmente brillantes (la escena de Matt bajando desde lo alto de su habitación es simplemente magistral, por poner un único ejemplo; hay más, mucho más), con un nivel de detalle sublime en cuanto a fondos, especialmente evocadoras cuando observamos las escenas en ese paisaje helado, que le da ese toque onírico que subyace en todo el relato. Eso es algo que no podemos obviar, el simbolismo de muchas viñetas es de carácter intencionado. Como pueden suponer, la filiación católica de Murdock nos provee de una imaginería religiosa digna de encomio. Hay que resaltar que gran parte del mérito para la consecución del objetivo recae en la colorista, Lynn Varley, cuyo acabado pictórico realza un aspecto gráfico más que notable.
Frank Miller es un autor con mucho bagaje a sus espaldas y con una gran reputación en el medio. Por eso, sus obras suelen estar disponibles de manera recurrente en el mercado. Esta Elektra Lives Again no es una excepción. Panini Cómics nos regaló una edición en 2007, en la extinta línea «Best Of Marvel Essentials», y en el año 2016 pasó a formar parte de la «Colección Frank Miller», en un volumen de gran tamaño ( 31,2 cm. de alto por 22,8 de largo), con acabados de alta calidad, papel de óptimo gramaje para su reproducción y encuadernación holandesa. Un tomo de lujo que potencia el brillante apartado artístico que proyecta toda la obra.
En definitiva, nos encontramos ante el melancólico adiós de Miller a sus personajes. Un poético acercamiento que te atrapa desde el minuto uno y que con su elaborada narrativa gráfica te arrastra por los vericuetos de una historia cargada de sentimiento y madurez. Si los superhéroes pudieran tener un final, éste hubiera sido el que Elektra necesitaba. Nos encontramos ante un claro ciclo que representa una suerte de fin de la inocencia, si quedaba alguna posibilidad de que no hubiera ocurrido de forma previa, pues ante nosotros se abre un mundo que sublimaba el «grim and gritty». Una historia que emana romanticismo por los cuatro costados, no solo porque nos hallamos ante un drama basado en el amor imposible, sino también porque representa la épica de un autor, aquel que hace pública su solicitud para que su personaje no sea alterado en futuras acciones y que es consciente de su derrota. No en vano, el fruto de su creación pertenece a otros. Al igual que el bueno de Matt, repitiendo sus palabras….Frank, “debes dejarla marchar”. Y eso es lo que ocurrió; Frank Miller nunca más ha vuelto a guionizar o dibujar a Elektra. Queda aquí, pues, su testamento espiritual acerca de la guerrera ninja….
“El fuego…. es abrasador, incluso desde el otro lado de la calle. Pero ella está fría. Está en algún lugar frío”.
Elektra Lives Again
Guion - 7
Dibujo - 8.5
Interés - 8
7.8
Valoración Global
La carta de amor de Frank Miller a dos de sus más apreciados personajes. Una obra que rezuma lirismo, madurez y honestidad a partes iguales
Para mí es lo mejor que ha hecho Frank a nivel de dibujo.
No se, para mí su posterior Sin City le da mil vueltas, pero si diría que este es el mejor combo de Miller y Varley.
Es una obra con mucha calidad en el detalle y con un cuidado artístico muy pensado. Había una intención de darle un aire europeo. No sé si es la mejor, eso ya son palabras mayores .Lo que sí me atrevo a decir que era lo más Miller hasta la fecha, sin el entintado de Janson. Kaulso nombra a Sin City, que para mi es más espectacular, con esa narrativa deudora de Eisner y con el uso del blanco y negro para conseguir los efectos.
Gracias por comentar y un saludo a ambos
Es interesante nombrar a Sin City porque en realidad Lives Again le precede en varias cosas gráficamente (ese Matt con la cara vendada).
Entiendo que alguien pueda preferir y considerar mejor el estudio del blanco y negro que supone Sin City, pero a mí el nivel de detalle de ELA y su aire onírico me dice más. Considero además que es el punto de inflexión gráfico en la carrera de Miller.
Aunque me temo que es probable que no pueda separarlo del extraordinario trabajo de Lynn Varley que comenta Kaulso.
En eso estamos de acuerdo. El trabajo de Lynn Varley hace que suba muchos enteros. Que por cierto, por aquellos entonces eran pareja…. No se como estará el tema ahora
Saludos
Gracias por la reseña, va a la lista de futuras lecturas.
Gracias por leerla, Gabriel. Creo que no se arrepentirá 😉
Un saludo
Y yo que creía que habiendo leído a Miller en Daredevil ya podía dar por completa la etapa. Que bien vendida, jo.
Es que es una etapa dividida en unas cuantas fases…
– La etapa regular que se compone de los Daredevil #158-161, 163-191.
– Los números de «transición»: Daredevil #219 y 226.
– Born Again, que son los Daredevil #227-233.
– La Novela Gráfica de Amor y Guerra.
– La miniserie de Elektra Asesina (aunque aquí no aparece DD)
– La Novela Gráfica de Elektra Lives Again.
– La miniserie del Hombre Sin Miedo.
Y eso es todo, aunque se podrían contar también los Spectacular Spider-Man #27 y 28 (el primer contacto de Miller con DD) y el Marvel Team-Up Annual #4 que tiene guión de Miller y aparición de Daredevil y Kingpin…
Yo es que lo considero como tres etapas distintas:
– la etapa regular que acaba con Ruleta.
– la etapa de 1985 y 1986 (Daredevil 219, 226-233, Love and War y si queréis considerarla, Elektra Asesina).
– la etapa de primeros de los noventa (Lives Again y Man Without Fear).
Todo con un nivel medio bastante alto.
Si lo ponemos como etapas como tal sería así por supuesto, pero quería desglosarlas una por una 😉
Pues gracias a los dos
No, si lo has resumido perfectamente.
Pues yo lo simplifico en dos etapas:
La canónica y la que supone el fin de todo su proyecto en Born Again. Luego están los bonus track, Elektra Asesina, Lives Again, Love and War y el Hombre sin Miedo… Todas recomendables, a varios niveles. Así que amigo Dynamo, ya sabe lo que toca.
Saludos
Excelente reseña, sr. Porras. Aunque más breve de lo habitual. ¡Saludos!
Gracias Mimic. La obra habla por si misma. No es necesario decir más.
Un saludo compañero