Bueno, es usted un sociópata, megalómano francamente peligroso, amo Zorglub.
José Luis Munuera es un historietista nacido en Murcia en 1972. Su carrera se ha desarrollado casi en su totalidad para el mercado francés con más de una veintena de álbumes con su firma. Por desgracia dos de sus primeras series (Los Potamoks con guion de Joann Sfar y Navis con guion de Morvan) no llegaron a completarse al abandonan su publicación su editores en España, dejándolas inconclusas. Sin embargo sí que se han publicado integras otras como Sir Pyle con guion de Morvan, El juego de la Luna con guion de Enrique Bonet, Fraternity con guion de Juan Díaz Canales o Sortilegios con guion de Jean Dufaux. La publicación en 2012 de Walter el lobo supone su debut como autor completo, faceta que siguió en Los Campbell. Además se ha publicado su libro Oficio: dibujante que es una obra que permite adentrarse en el mundo del BD desde dentro. Esperemos que la serie Zorglub suponga su consolidación como autor completo y salto al Olimpo de la BD.
Zandra, una adolescente de 16 años, va al cine a ver una película con su novio, André. Cuando salen, unos zorgbots la secuestran para llevarla con su padre, que no es otro que el malvado y genial Zorglub. Tras una gran discusión sobre el derecho a la intimidad y la sobreprotección, Zorglub, cabreado y abrumado, activa por error un rayo láser experimental que aterroriza a media ciudad. Al día siguiente, junto a su mayordomo Frédorg, nuestro brillante inventor toma la decisión de que ha llegado el momento de hablarle a Zandra sobre su madre y sus orígenes. Pero no será posible ya que tendrán que defenderse de un grupo de soldados armados que aparecen de repente y que van tras un nuevo e infalible invento de Zorglub.
Zorglub es un personaje creado por Greg y André Franquin en 1959 para la historia Z como Zorglub, el álbum numero 15 de Spirou, comenzó como villano pero con el tiempo se convirtió en un aliado megalómano cuyos planes absurdos suelen causar desastres que Spirou y Fantasio tienen que solucionar. Los autores de la colección le mantuvieron en ese rol aunque Tome y Janry parecían tener la intención de devolverle el rol de villano en la inconclusa Spirou en Cuba. Su serie propia parece querer intentar replicar el éxito de Choc, otro villano, spin off de otra serie mítica de la BD como es Tif y Tondu.
La hija de Z sirve para situar a Zorglub como personaje principal y dotarle de secundarios como Zandra, su hija, y André, su novio, además de Frédorg, su mayordomo robot, que es el secundario cómico. Aunque Zandra es más bien la coprotagonista, con tanta presencia como Zorglub en la trama ya que es el eje de la historia. Esto hace que la historia adquiera un tomo más juvenil consiguiendo reflejar las inquietudes y la realidad de ese tipo de publico. La capacidad para mantenerse siempre actual ha sido una de las mejores cualidades de Spirou, algo que Munuera consigue hacer a la perfección con esta nueva serie, lo cual quizas pueda alejar al público más veterano.
Es una obra que trata del difícil transito a la adolescencia, no solo de los adolescente que lo sufren sino de sus padres que deben afrontar el cambio que inevitablemente se produce en su relación y cómo hay que dejar espacio para que sus hijos se desarrollen por sí mismos. El choque está muy bien reflejado, aunque exagerado por las necesidades cómicas del guion, y es de destacar la naturalidad con la que se trata el origen magrebí de Andrè. Esto que sirve para normalizar ese tipo de relaciones que reflejan la sociedad multicultural en la que hoy vivimos. Munuera aprovecha para criticar el excesivo militarismo y la absurda carrera armamentística en la que la humanidad está sumida. Además destaca la capacidad para reírse de sí mismo ya que comienza criticando las continuaciones desnaturalizadas que la industria del entretenimiento hace en todos los medios, sobre todo en el cine pero también es aplicable al cómic, sobre todo el americano. Algo a lo que la BD no es ajena en los últimos tiempos.
En La hija de Z, Munuera consigue hacer un cómic tremendamente dinámico y trepidante con acción desbordante y unos gags bien medidos que sirven para equilibrar la obra. Está plagada de diálogos chispeantes que junto a los gags la hacen realmente divertida. Es una historia que recuerda mucho a las de Spirou que dibujó con guiones de Morvan. Tiene una trama lineal que tiene el problema de ser excesivamente previsible y resulta un poco corta. Se nota que es una obra pensada en capítulos para la prepublicación serializada. El mayor problema de la obra es que el villano carece por completo de carisma siendo realmente olvidable, aunque tal vez sea esa la intención de Munuera mostrar que da igual quién sea, todos los militares se comportarían del mismo modo.
Algo que no gustará a los fans del personaje es que parece que se ha buscado separarlo por completo de su pasado en la serie de Spirou. Algún guiño o aparición de esos personajes hubiera servido para dar coherencia y profundidad a la serie pero que se ha optado por ignorar. A ratos, Zorglub es irreconocible del personaje que ya conocíamos y que queríamos. No sé si es decisión de Muruena o algo impuesto por la editorial, pero me parece una mala decisión.
Munuera sigue con su dibujo mezcla de la escuela Marcinelle y el cartoon, lo que le sirve para conseguir personajes expresivos y muy dinámicos, brillando sobre todo en las escenas de acción. Las paginas desplegables están realmente muy bien narradas. Su Zorglub más estilizado que el de Franquin pero consiguiendo lo mejor de ambos estilos, haciendo la mejor representación gráfica del personajes desde su creación. Además su cuartel general y tecnología es muy fiel a lo que se vio con anterioridad. El color es obra de Seydas que lo usa de manera perfecta, destacando sobre todo en las distintas iluminaciones en las que se mueve la historia. Sirve para darle la sensación de modernidad y actualidad que pretende el guion.
La edición de Dibbuks es muy buena como todo lo que editan. En esta ocasión incluyendo dos páginas desplegables. Con el paso de los años se han convertido en una de las mejores editoriales del panorama español. Ojalá sigan por ese camino y nos traigan grandes obras en el 2018.
La hija de Z es un gran cómic pensado para el público juvenil pero que puede disfruta cualquiera que la lea. Munuera pasa con nota su vuelta al universo de Spirou aunque extraña el ansia de separar al personaje de su pasado. En los siguiente esperemos que el papel de Zorblub sea más protagonista.
Guión - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5
7.5
¡Aviv Bulgroz!
Buen debut, esperemos que en los siguientes suba el nivel y se convierta en la gran serie que Zorglub merece.
Está muy bien, lo disfruté un montón. A ver si pilla buenas ventas para que lo continúe sin problemas.