Kick Ass 2

 

Edición original:Kick-Ass 2 1-7 USA
Edición nacional/ España:Panini Comics
Guión: Mark Millar.
Dibujo:John Romita Jr.
Formato:Tomo en tapa dura. 200 páginas.
Precio:19,95 €

 

Todo lo bueno tiene su continuación. Y en el caso de Kick Ass, apenas si se hizo esperar. La novela gráfica de ocho números había tenido un gran éxito, siendo llevada al cine en tiempo record (tan record que el guión de la película estaba terminada antes que el de cómic), por lo que no es de extrañar que Mark Millar y John Romita Jr. se pusieran a trabajar en cuanto pudieron en la continuación de su obra, esta vez trabajando ya sobre un terreno y un mundo que había sido construido en el anterior volumen y que ahora les ofrecía nuevas posibilidades para explorarlo más allá de la canónica (en términos narrativos) construcción del héroe que ya habían realizado.

Tras Kick Ass, lo de los vigilantes ha resultado ser una moda. Cada vez son más los ciudadanos, hombres y mujeres, de diferentes edades que van desde la adolescencia a la mediana edad que deciden enfundarse un apretado traje de spandex y tomarse la justicia por su mano, inspirados por Dave Lizewsky, Kick Ass, adolescente cuya desmedida pasión por las viñetas le llevó a convertirse en un héroe nocturno.

Evidentemente, toda moda tiene su cara oscura y esta es, como no podía ser de otra manera, la de los villanos. Chris Genovesse clama venganza, y para ello dedica varios meses a reunir al mayor equipo de psicópatas que ha podido encontrar (y pagar con el dinero de su padre) con una única motivación: Acabar con Kick Ass. De entre todos estos villanos destaca la que está llamada a ser la némesis definitiva de Hit Girl, Madre Rusia, una fuerte mujer especializada en cientos de formas de combate con armas y sin ellas a la que Chris, ahora rebautizado como el Hijoputa (The Motherfucker en inglés) paga cuantiosas sumas de dinero con tal de tenerla de su lado y de que haga lo que le mandan.

Es aquí donde Kick Ass 2 se diferencia muchísimo de su primera parte, pues estamos ante una historia de héroes y villanos, de vigilantes nocturnos que deciden hacer de su ciudad un mundo mejor, luchando contra los malosos de turno que tratan de impedírselo, deseando campar a su anchas por una ciudad que consideran que es suya para tomar lo que deseen. Así, mientras la primera parte, desgranaba un argumento cuya premisa principal era llevar el terreno de los cómics superheroicos a una perspectiva más o menos realista (aunque fuera con un gran ejercicio de suspensión de la incredulidad), Kick Ass 2 con ese universo de vigilantes ya construido es una historia más sobre héroes sin poderes. Es por ello que, salvando las enormes distancias de cada obra, este cómic se acerca mucho más a Daredevil, Punisher, Batman o Watchmen que a su primera parte. Ello no lo convierte en una mala obra ni mucho menos, pues es tanto o más entretenida que su primera parte, pero si desde luego lo que el lector busca es esa perspectiva realista del mundo de los superhéroes, tan sólo encontrará leves ecos de ello.

Ese “falso realismo” que impregnaba toda la primera parte, lo encontramos aquí en la cruel parodia de conocidísimas escenas del noveno arte, que son aquí recreadas de un modo en el que la epicidad de esas obras de referencia aquí no aparece por ningún lado, al tener que luchar el protagonista por salvarse a sí mismo en la mayoría de las ocasiones. También somos testigos de ese realismo descafeinado en las consecuencias de los actos de los protagonistas, que aquí son tremendamente plausibles y reales.

En cuanto al dibujo de John Romita Jr. este se mantiene constante durante todo el cómic, siendo el trazo cumplidor al que ya me he referido en reseñas anteriores. Y es que puede que estemos ante un dibujo que no sea muy llamativo ni a mi juicio de una calidad muy destacada, pero desde luego es de agradecer que el equipo de guionista y dibujante se mantenga en todas las obras que se han hecho sobre Kick Ass, puesto que Romita Jr. nos da una sensación de constante de que estamos leyendo un gran cómic tan sólo separado por arcos argumentales.

En lo que respecta a su lectura, ésta puede ser abordada inmediatamente después de la primera parte, pues así fue publicada la obra o como personalmente yo lo recomiendo, después de Hit Girl, publicada después pero concebida como precuela de Kick Ass 2, cuya lectura antes que el cómic objeto de esta reseña aporta nuevas dimensiones a la obra.
Recomendable para todos aquellos que disfrutaron con la primera parte y que en general adoran el estilo gamberro y sádico de Mark Millar, sobre todo si estáis un poco cansados de las historias más clásicas de superhéroes y buscáis algo más fresco.