Con este quinto volumen llegamos al fin de la etapa del guionista Dennis Hopeless al frente de SpiderWoman, y con ello el cierre por ahora de la colección. Una pena terrible por varios motivos, en primer lugar porque en los cuarenta años de historia que tiene el personaje nadie ha sido capaz de sacarle tan buen partido a Jessica convirtiéndola en un personaje tridimensional, una chica normal con sus dudas, sus emociones y sus sentimientos para alejarla de esa espia letal con pies de barro y un enorme muro protector alzado ante ella hermético tan hermético para sus compañeros con los que compartía aventuras como para los lectores incapaces de empatizar con ella.
Con la llegada de Dennis todo cambio como os he ido explicando a lo largo de las cuatro reseñas anteriores, acompañarla de Ben y Roger ha sido todo un acierto pues su presencia ha servido para humanizar a Jessica al mostrarnos un día a día en el que ha de compaginar sus tareas superheróicas con su oficio de detective y el más difícil de los trabajos, ser madre. Por suerte en estas tres facetas le ayudarán de distinta forma sus dos amigos, forjándose una relación especial entre los tres. Esto es algo que ya anticipaba en la reseña del anterior volumen en la que sin haber leído lo que estaba por venir se intuía que el guionista venía trabajándose el personaje de Roger de una forma especial, citándome a mí mismo en la reseña del anterior volumen os explicaba lo siguiente: “Leer Spiderwoman es una auténtica delicia desde que Javier Rodríguez se subió al carro de la serie en el segundo volumen de la serie (Spider-Woman #5) publicado por Panini Cómics, a partir de ese momento ha sido una auténtica montaña rusa de emociones y aventuras que han llevado a forjar fuertes lazos entre los que podemos catalogar los tres protagonistas de esta historia: Jessica, Ben y Roger, y aunque es evidente del tándem que forman para combatir el crimen – cada uno con su rol obviamente -, donde realmente brillan es en la cotidianidad, en la excelente química que se ha creado entre los tres, en particular entre Jessica y Roger, hasta el punto que a poco que trabajen un poco la personalidad de Roger de cara a dejar de lado ese aire de loser que se le asocia por ser un ex villano se puede convertir en la pareja sentimental de Jessica y darnos alguna alegría de aquí al final de la serie con la entrega diecisiete aunque me da que poco margen va a tener el pobre de aquí a entonces.” Pues bien, todo lo que se nos pueda ocurrir entre Jessica y Roger sucede en este volumen, y lo hace de una forma tan bonita, tan natural, tan emotiva que aun hace que dé más pena el adiós de Hopeless y el cierre de la colección con este volumen. Pero no adelantemos acontecimientos… porque como en todas las grandes historias lo importante no es el destino sino el camino recorrido hasta llegar a él.
Este quinto volumen es sin lugar a dudas el de la redención formal de Roger, es decir, a lo largo de las cuatro entregas anteriores hemos visto como ha dejado de lado su nada prometedora carrera como supervillano para convertirse en amigo y niñera del retoño de Jessica, su vida ha dado un vuelco de 180º y hasta se ha permitido el lujo de compartir aventuras superheroicas junto a nuestra protagonista. Las sensaciones le han gustado a Roger y siente en el fondo de su corazón que desde hace tiempo comienza a gestarse en él un sentimiento especial hacia su compañera, Roger está enamorado hasta las trancas de Jessica algo que por ahora sólo ha detectado Ben, pero si Roger quiere intentar dar un paso hacia adelante le toca romper con su pasado aunque para ello tenga que enfrentarse a el Duende, Roderick Kingsley, quien le proveyó de su nuevo traje con el que luchar en el lado del mal. Ni que decir tiene que esta renuncia por parte de Roger no será bien vista por el Duende quien querrá terminar con su vida. Sin ánimo de incurrir en spoilers decir que Roger no lo tendrá nada fácil para romper relaciones con los que antaño eran sus compañeros de fechorías y que todo irá encaminado hacia una batalla final en la que Roger y Jessica tendrán que unir fuerzas para luchar contra el Duende y sus aliados.
Si el trabajo de Hopeless es más que notable por la forma en que consigue darle una nueva dimensión a Jessica, Ben y Roger, hay que destacar también el trabajo realizado por Veronica Fish, quien ya se hizo cargo de algunas páginas del volumen anterior y en esta ocasión se encarga de forma íntegra de los cinco capítulos que lo componen. Su trabajo forma parte de la escuela de la línea clara como puede ser el de su predecesor Javier Rodriguez, y aunque no llega a la espectacularidad narrativa de este lo cierto es que su estilo encaja como un guante para la historia ideada por Hopeless siendo una de sus mayores virtudes la caracterización de los personajes, sus caras, sus gestos consiguiendo una gran expresividad, a esto hay que sumarle el buen sabor de boca que deja con las escenas de acción, en especial la batalla final con el duende plagada de momentos épicos, con todo ello estamos ante una autora a tener muy en cuenta y que a poco que siga en esta línea se terminará convirtiendo en una referente de los años que están por venir.
Es una pena que nos tengamos que despedir de las aventuras de Jessica, Roger y Ben porque la sensación es que justo ahora es cuando más están disfrutando autores y lectores, quién sabe si en un futuro no muy lejano sus caminos se volverán a cruzar para disfrute de todos nosotros.
Guión - 8.5
Dibujo - 8
Interés - 8.5
8.3
Excelente
Si soberbio es el trabajo de Hopeless en la construcción de la trama y desarrollo de los personajes, Veronica le va a la zaga con unas páginas memorables que aun hacen más grande la historia.
Como se suele decir, hola mundo.
Llevaba ya muchos meses entrando a la web como página de referencia en esto del mundillo del cómic, que me apasiona, pero nunca me había animado a registrarme para comentar. Pero como más vale tarde que nunca, y aquí estoy para compartir la afición común.
Como se deja caer de mi nombre de usuario y de mi avatar (espero que haya podido configurarlo bien para que aparezca esa portada del Amazing 186 que ocupaba el primer fascículo del coleccionable de Planeta que me abrió los ojos al trepamuros-aunque irónicamente no se encontraba el número en el interior del fascículo), Spiderman y todo el universo arácnido me apasiona. Spiderwoman en particular, especialmente durante esta gloriosa etapa que se abrió tras el Spiderverso, así que esta entrada me ha animado a comentar (a puntito estuve en la del 100% nº 3).
Tengo pendiente comprarme este quinto, y todavía no he leído la reseña porque me gusta ir cuanto más inmaculado a una lectura que sé que me voy a comprar sí o sí, pero conociendo tus entradas anteriores dedicadas a esta serie seguro que no voy a tener que editar el comentario si ahora te doy mi enhorabuena.
¡Un arácnido saludo!
Esta es una etapa que me gustaría leer, una pregunta: ¿en el tomo inicial del spiderverso hay algo reseñable para lo que sigue o sólo para ese crossover? Aparte de la última página donde dice que dejará de usar el traje clásico (que parece pintura corporal, iba siendo hora).
Con casi toda seguridad esa primera parte sea lo más flojo del volumen. No deja de ser un acompañamiento del evento principal que ni quita ni pone en exceso, pero tampoco está de más. Como añadido histórico, y puede que sea lo más interesante del tomo, incluye el Marvel Spotlight en el que debutó Spiderwoman en los setenta.
Gracias por la respuesta, empezaré ahí entonces, que al menos el clásico no lo he leído.