Bloodshot Reborn 4: La Isla de Bloodshot

 

Edición original: Bloodshot Reborn #14 al 18 y Bloodshot Annual 2016.
Edición nacional/ España: Medusa Cómics.
Guión: Jeff Lemire, Ray Fawkes y Michel Fiffe.
Dibujo: Mico Suayan, Kano, Joe Bennett, Belardino Brabo, Jay Fabares, Ray Fawkes y Banjamin Marra.
Color: David Baron, Diego Rodriguez, Andrew Dalhouse, Pete Pantazis, José Villarrubia y Benjamin Marra.
Formato: Libro rústica, 192 páginas.
Precio: 15,95 €.

 

Este febrero en cuanto a lo editado por Medusa Cómics ha sido bastante bueno, hemos podido disfrutar de Britannia de Milligan y Ryp, el tercer tomo del Ninjak de Matt Kindt es el mejor de lo que llevamos de serie con diferencia y el Bloodshot de Jeff Lemire no iba a ser menos. En principio tenemos de regreso a Mico Suayan, el artista que comenzó esta serie y que la finaliza con el mismo nivel, uno muy alto, su dibujo y su capacidad narrativa se demostró de sobra en ese primer tomo más introspectivo y aquí se desata con un toque belicista impresionante. Por su parte Jeff Lemire le vuelve a dar otra vuelta de tuerca a la serie de Bloodshot, como ya había hecho con el tomo anterior pero en otra dirección para finalizar la colección, esta colección llamada Bloodshot Reborn pero no su trabajo en el personaje, hay que recordar que el tomo que aquí reseñamos continúa de manera muy directa en Bloodshot U.S.A., tomo que este marzo publica Medusa Cómics y cuyo número uno se publicó en Estados Unidos el mismo mes que el último de Bloodshot Reborn. Después de ese tomo Lemire sigue con el mercenario en Bloodshot Salvation, serie aun abierta, con lo que la unión de ambos, por lo menos en nuestro país, va para largo.

Regresa ese toque de trastorno mental que el autor le dio al personaje desde que empezara a trabajar con él, vuelve Bloosquirt a su cabeza, pero ya nos podemos olvidar de ese tono de road movie rural con cierta claustrofobia que se respiraba en esos dos tomos, Jeff Lemire cambia mucho de tercio y explora otro tipo de historias que no son tan habituales en sus guiones, comienza con una mezcla de acción y misterio para terminar con un estilo bélico, no en vano algunas de las portadas alternativas homenajeaban series clásicas de guerra como Sargento Rock o The ‘Nam, digamos que mezcla Los Doce del Patíbulo con Predator, un toque al Prisionero y la repetición de El día de la marmota pero sin nada de humor, eso es esta Isla de Bloodshot. Con tantas cosas que contar para cinco números lo del trastorno se acaba rápido, en el momento en que entra en juego el P.E.R., Proyecto Espíritu Renacido, unos de los grandes villanos de Valiant con Kozol al frente, un personaje de lo peor con el que Bloodshot ya se las había visto y que luchó hace poco contra Toyo Harada en la magnífica Imperium. Lemire avanza con estos villanos y lo hace de una manera bastante coherente teniendo en cuenta su historia, el tema de las armas Bloodshot viene más de lejos de lo que pensábamos, aquí hay muchos y muy variados, de la Guerra Fría, de Vietnam, Segunda Guerra Mundial… hasta un perro, pero lo que aquí quieren es probar una nueva arma, por eso en el momento en que aparecen en acción los villanos el lector ya sabe lo que hay y Lemire se deshace del misterio para centrarse en la lucha. Tampoco se olvida de los secundarios que había trabajado en los números anteriores como Magia o la ex-F.B.I. Diane Festival, aunque parece que su actuación será más importante en la siguiente parte.

Quizás esta sea la serie en la que Jeff Lemire maneje un mayor número de registros y lo hace mucho mejor que en su trabajo con otras editoriales donde la variedad no ha sido su fuerte. El misterio que se mantiene durante los primeros números tiene más que ver con la nueva arma, Deathmate, que con los distintos Bloodshots y aquí es donde nos damos cuenta de que estamos ante una continuación de The Valiant de forma distinta a la que pensábamos. A priori, The Valiant había abierto dos frentes, uno el de la nueva Geomante que seguía la acción en Book of Death, el otro era el tema del resurgimiento de Bloodshot después de que Kay, su amante y Geomante muerta en la saga, le quitase los nanitos, pues no, había más y parece ser que Lemire tenía pensado resucitarla para la ocasión solo que manipulada por el P.E.R. en una historia que queda continuando para seguir Bloodshot U.S.A., esto también da para pensar que este Reborn es algo inconcluso pero todo depende de cómo se mire, en cierta manera, Lemire cierra un círculo y Bloodshot renace.

La primera serie de Bloodshot era la que más dependía del resto de colecciones del universo Valiant, con cruces con Harbinger o Archer & Armstong y apariciones varias, mientras que en este Bloodshot Reborn vuela por si solo. Ese cierre que realiza Lemire se refiere más al papel del personaje que a la historia en sí, le crea un entorno y un camino muy interesantes a la vez que resuelve todas las incógnitas planteadas en los primeros números, es decir, su comunicación con los nanitos, por qué vuelve a tener poderes y le da un sentido, una meta que le hace ser el héroe que se mostraba en The Valiant capaz de sacrificarse por un bien mayor y no el ser de moral dudosa que se unía a quien más le convenía de su serie inicial, pero con el P.E.R. soltando un virus en el número 17 toda la historia queda colgada para la siguiente serie.

Llama mucho la atención que el último número, el 18, cierre la colección frenando la acción y centrándose en las historias de los nuevos personajes que se presentan en este tomo mientras van a la deriva en una barca improvisada, es un número de historias breves de guerra en las que se ven las diferencias entre unas y otras ya solo por las tareas de sus soldados y su aprecio a sus compañeros, así como por las ordenes que recibían, sin duda una maniobra atrevida que se agradece en una obra como Bloodshot Reborn que le pone la guinda a este pastel especial.

Como punto final el tomo incluye el anual de 2016 con cuatro historias de calidad muy diversa, la primera y más larga es la mejor, con el guión de Lemire perfectamente ilustrado por Kano y siguiendo el estilo rural de los primeros números, es por la que merece la pena ese cómic, la segunda no deja de ser una parodia crítica a las grandes editoriales y las dos últimas de muy pocas páginas y con nada que aportar, además todos ellos desconectados de la historia principal.

Ya concluidos los cuatro tomos que contienen la serie completa de Bloodshot Reborn podemos afirmar que es una historia muy recomendable que crece según avanza, habrá que estar atentos a sus continuaciones que sin duda prometen.