Supergirl #02 (Renacimiento)

¿Estará a la altura el segundo arco argumental de la serie de Supergirl de Orlando?

4
1951
 

Edición original:Supergirl núms. 7-11 USA, Batgirl Annual (Rebirth) núm. 1 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Hope Larson, Steve Orlando.
Dibujo: Brian Ching, Iñaki Miranda, Matías Bergara.
Entintado:Brian Ching, Iñaki Miranda, Matías Bergara.
Color: Michael Atiyeh, Eva de La Cruz.
Formato:Rústica, 136 págs. A color.
Precio: 13,50 euros.

 

En junio del año pasado repasamos lo que daba de si la nueva serie de Supergirl con la llegada de Renacimiento. La propuesta de Orlando con la chica de acero resultaba lo suficientemente interesante como para augurar una colección en la que parecía dejarse atrás a la rabiosa Supergirl de los Nuevos 52, para asentar más al personaje en la Kara de siempre, explorando las relaciones paterno-filiales, la amistad, la aceptación del yo y la adolescencia. Un cóctel que se cimentaba en una serie liviana y fresca en la que los aficionados pudieran depositar su esperanza de ver y leer una buena serie de Supergirl.

Hoy esa esperanza podemos darla por perdida.

La serie de Supergirl va a ser cancelada en USA y con la llegada de este segundo tomo quedan patentes todas las razones que han desembocado en dicha decisión. Supergirl es una serie fallida. Orlando fue capaz de sustentar bien los primeros números, pero tras el primer arco argumental la colección pierde el rumbo, dejándose en el camino el carisma, la diversión, la frescura y el interés, para mutar a una serie que aburre de principio a fin.

Supergirl es una serie sin personalidad, lastrada por la serie de televisión, que no sabe encontrar su sitio y mucho menos a su público. Supergirl decepciona desde la primera página de este segundo número que, acabarlo con un mínimo de dignidad, se convierte en una tarea dolorosa para todo lector fan o no fan del personaje.

En este tomo Orlando recurre a la figura de Batgirl como gancho, uniendo a las dos heroínas adolescentes de DC a fin de crear entre ellas una relación similar a la que hay entre Superboy y Robin o Superman y Batman. Si bien es cierto que ambas no se comportan como sus contrapartidas masculinas, Orlando usa este ardid sin imaginación, sin objetivo alguno, dejando al aire todos los puntos débiles de esta maniobra forzada y totalmente innecesaria. Intentar emular lo que se hace en otras series es el primer síntoma de que algo no va bien en la serie y Orlando se ratifica página a página, arrastrando una historia carente de interés en la que los personajes involucrados simplemente están ahí, reaccionando a lo que ocurre.

Una verdadera lástima.

Orlando nos quiere contar una historia en la que se olvida de todos los nuevos escenarios que nos había mostrado en los primeros números y lleva a Kara a enfrentarse, junto a la ya mencionada Batgirl, a la mismísima Zona Fantasma y su particular población de reclusos y exiliados. Una aventura que deja al lector la misma sensación que la de tener arena en la boca. No importa cuanto se intente eliminar los granos de arena, siempre hay uno que hace que los dientes rechinen de forma molesta y dolorosa.

¿Todo está mal en este tomo?

No, todo no. Hay dos números que se salvan de la quema, uno es en el que Orlando se permite un momento de descanso para que Superman y Supergirl tengan una charla tras los acontecimientos narrados en Superman: Renacido. Aquí Orlando demuestra algo más de tino y nos acerca a la relación que tienen Kal y Kara como últimos hijos de Kripton. La historia podría haber dado mucho más si Orlando no se hubiera despistado con meter acción en ella, pero indudablemente es de lo poco que se puede salvar de este tomo.

El otro número es el anual de Batgirl, escrito por Hope Larson, que lleva a las dos heroínas a colaborar para entrar en un laboratorio clandestino de Cadmus, con la intención de salvar a una reclusa. Larson maneja mucho mejor al dúo de protagonistas, dotándolas de personalidad propia, al tiempo que las hace trabajar en equipo. Una dinámica que Orlando es incapaz de alcanzar a lo largo de todo el tomo.

Un oasis visual en medio del caos anatómico.

Sin embargo, estas dos pequeñas partes no salvan el resultado global de este segundo número que se hace pesado y largo de leer. No hay nada que ancle al lector a la historia, no hay emoción alguna, todo es llano a nivel emocional y las aventuras que se narran no tienen épica alguna. El lector no puede empatizar con lo que está leyendo y pronto se deja llevar por la lectura en diagonal, pues si algo hace ya del todo mal Orlando, es llevar a la serie de la sencillez a la simpleza, al tiempo que busca sorprender y ser grandilocuente. Esta combinación pretenciosa acaba por hundir al personaje del todo al no haber equilibrio alguno entre lo que Orlando nos quiere contar y como nos lo cuenta.

Para acabar esta desdichada reseña deberíamos hablar de la parte visual del cómic, pero es que es tan deficiente, irregular, obtusa y poco acertada que demuestra que lo del primer número fue todo un espejismo. Brian Ching y Matías Bergara, no aciertan a la hora de plasmar las ideas de Orlando, convirtiendo cada viñeta en una distorsionada imagen de lo que se supone que deberíamos estar viendo mientras leemos. Un trabajo muy deficiente que queda en evidencia cuando, a mitad de tomo, llega el momento de leer el anual de Batgirl y se disfruta, y mucho, de los dibujos de un sobresaliente Iñaki Miranda. Miranda con su trazo limpio aporta un grado de calma visual que es como un oasis en medio del desierto. Las protagonistas hablan, no solo con su voz, sino mediante su lenguaje corporal y sus expresiones faciales, dotando al conjunto de un aspecto elegante y refinado.

Debido a esto, el tomo se ve también teñido por la irregularidad en lo artístico, lo que supone poner el último clavo de un ataúd que ya pide a gritos que lo entierren de forma clara y definitiva. Supergirl no se merece esto y los aficionados tampoco.

  Edición original:Supergirl núms. 7-11 USA, Batgirl Annual (Rebirth) núm. 1 USA. Edición nacional/ España: ECC Ediciones. Guión: Hope Larson, Steve Orlando. Dibujo: Brian Ching, Iñaki Miranda, Matías Bergara. Entintado:Brian Ching, Iñaki Miranda, Matías Bergara. Color: Michael Atiyeh, Eva de La Cruz. Formato:Rústica, 136 págs. A color. Precio: 13,50 euros.…
Guion - 4
Dibujo - 5
Interés - 4

4.3

Decepcionante.

La serie de Supergirl se fagocita a si misma y abandona cualquier atisbo interesante para caer en el aburrimiento.

Vosotros puntuáis: 3.12 ( 4 votos)
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aswered
aswered
Lector
11 marzo, 2018 17:07

Personalmente no me ha parecido tan mala como en el articulo. Es verdad que le falta cierta ….personalidad,..magia,…o chispa… pero de ahí a decir que aburre desde la primera pagina….Tampoco es para poner el grito en el cielo. Es cuestión de gustos. A mi personalmente me aburrió a mas no poder el primer tomo de Deathstroke que ni siquiera pude acabar mientras mientras que la ponen por las nubes equiparándola a Detective Comics; o los Jovenes Titanes con un Robin tan prepotente,creído y chulo que dan ganas de pegarle dos buenas @@@@@@.El tomo tardé en leerlo por lo cansino y repetido que se hace ver a un crio de 13 años comportándose como si tuviera 30. No tiene lógica.
Como digo es cuestión de gustos.

Superman95
Superman95
Lector
11 marzo, 2018 20:00

Creo que hay dos formas de darle vida a la serie: una el alejarse del tono del show de TV (Entretenido peo irregular) y dos, dar paso a autoras femeninas en la serie, para lo que propondria dos nombres: Gail Simone y Nicola Scott.

Jordi Molinari
En respuesta a  Superman95
12 marzo, 2018 9:32

Sobre el punto dos, para el siguiente tomo (y hasta que finalice la serie), tendrá a Jody Houser (Faith, Mother Panic) de co-guionista.