Liga de la Justicia de América #07-09 (Renacimiento)

 

Edición original:Justice League of America núms. 12-17 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Steve Orlando.
Dibujo: Ivan Reis, Felipe Watanabe.
Entintado: Julio Ferreiras, Oclair Albert.
Color: Marcelo Maiolo.
Formato:Grapa, 48 págs. A color.
Precio:3,25 euros.

 

Desde que la Liga de la Justicia de América empezó su andadura gracias a Renacimiento su devenir ha estado marcado más por los fallos que por los aciertos. La propuesta de Orlando se antojaba muy interesante, con una alineación a priori poco probable, pero llena de matices y posibilidades. Ante esta puesta de largo era difícil no sentirse tentado, más cuando acompañando a Orlando teníamos al siempre solvente Ivan Reis, pero el trabajo del tándem no acaba de funcionar del todo bien. Orlando no encuentra el tono adecuado con el que poder explotar a los personajes y Reis esta lejos de alcanzar una regularidad en los lápices, por lo que es sustituido de forma regular por Felipe Watanabe. Un panorama oscuro el que se cernía sobre la JLA hasta la llegada del arco argumental que lo cambia todo y logra que la serie reenganche a sus seguidores. Nos referimos al arco argumental titulado: Pánico en el Microverso.

Pongámonos en situación.

En el Especial Renacimiento, el punto cero del cambio de rumbo de DC Comics tras los Nuevos 52, Geoff Johns nos planteó una situación, un misterio, que involucraba a Ryan Choi y Ray Palmer. Tutor y alumno compartían dos páginas en las que se informaba a los lectores de que Palmer estaba perdido en el microverso y solicitaba la ayuda del Choi para localizarlo. Johns dio carpetazo al tema y dejó el asunto en ese punto.

Con la llegada de la Liga e la Justicia de América y la inclusión de Choi en la alineación como el Átomo, todo parecía apuntar que tarde o temprano se iba a tratar de nuevo aquella escena con el fin de resolver el misterio. Y hoy es cuando el telón se retira y entramos de lleno en ese universo escondido a vista de microscopio en el que los límites los marca la imaginación.

Lo primero que hay que comentar es que el concepto de microverso implica encender a pleno rendimiento el concepto de suspensión de la realidad. Como idea es maravillosa, pues eso de poder descubrir todo un sinfín de mundos en lo minúsculo es sin duda una idea magnífica con un sinfín de posibilidades. El problema es que a poco que uno reflexione enseguida se da cuenta de que una vez reducidos a una escala en la que fueran más pequeños que el átomo de oxígeno, no podrían respirar y acabarían muriendo asfixiados… Pero eso no importa, lo que importa es que toca viajar a lo más pequeño y descubrir sus maravillas.

Orlando comienza la historia de manera eficaz y directa con Choi comunicándole a sus compañeros de la JLA que ha localizado a Palmer en el microverso y que ha de ir a buscarlos. Batman sopesa la situación y organiza al equipo de tal forma que por primera vez se puede ver como la JLA trabaja de forma eficaz y eficiente. Orlando no deja en suspenso las otras tramas que tiene abiertas, sino que las sigue tratando en paralelo y eso enriquece a la historia que se siente más natural y lógica.

La Liga de la Justicia de América se divide en dos grupos, uno proseguirá investigando los casos abiertos y el otro ayudará a Choi a buscar a Palmer en una especie de Viaje Alucinante en el que se han de reducir hasta una escala infinitesimal donde los electrones son planetas. Orlando construye la historia sobre la base de Johns y lo hace con la idea de darle todo el protagonismo a Choi que demuestra estar a la altura, por muchas dudas que pueda mostrar ante sus compañeros. Se trata de una simplificación del Camino del Héroe, la búsqueda de uno mismo a través del sacrificio y la entrega.

El grupo compuesto por Batman, Lobo, Killer Frost y el propio Choi, llegan a un universo que se está fracturando con tremendos cataclismos cuánticos que amenazan su existencia y por ende la del propio universo en sí mismo. La crisis, por pequeña que pueda parecer, se plantea con la suficiente astucia como para que se llegue a concebir como cósmica y por tanto se ha de tener en cuenta a lo largo de toda la lectura. Localizar a Palmer, evitar la destrucción del microverso y retornar sanos y salvos es lo que Orlando nos quiere contar y lo hace con buen pulso, manteniendo bien la tensión, con giros algo sobreexplotados, pero que funcionan bien y un exceso de palabrería para reafirmar a Choi en su puesto, que se perdonan por el extraordinario viaje al que Orlando nos invita.

¿Se resuelve la cuestión planteada por Johns en el Especial Renacimiento? La verdad es que no, pero es que tampoco pretende aclarar el misterio como tal. Orlando busca más dejar nuevos indicios de lo que ya es un secreto a voces, recuperar a Palmer, afianzar a Choi y divertirnos en el proceso. Por lo tanto, se puede decir que la misión está cumplida.

Orlando logra divertir, algo que hasta ahora no había sido capaz de hacer, al tiempo que logra tomarle el pulso a algunos personajes con los que no había acabado de estar muy acertado en su tratamiento… sin embargo la gran asignatura pendiente sigue siendo Lobo que continúa resultando el eslabón débil del grupo, no por poderes, sino por la propia idiosincrasia del personaje que impide que pueda vérsele integrado de alguna forma. Veremos que es lo que Batman se trae entre manos para que Lobo siga actuando bajo su mandato.

En cuanto al tema gráfico, estamos frente a unos números en los que se puede disfrutar del trabajo de Reis a un 60% y eso se nota en el resultado final de la historia que gana espectacularidad se mire por donde se mire. Reis se desata a la hora de mostrar el microverso y dibuja este inexplorado lugar con precisión y una imaginación desbordante. Watanabe mantiene el tipo, pero queda muy en evidencia al tener que sustituir a Reis, con una buena narrativa y un esforzado trazo a la hora de estar a la altura de las circunstancias.

La Liga de la Justicia e América con este arco argumental se acerca a lo que debe ser como equipo y como serie, esperando que Orlando no pierda el rumbo de nuevo y se mantenga en la línea de los expuesto en estos números. Pasen y vean lo invisible a escala infinita.