Gilead. Eterna, bella, mágica. Baronía principal de Mundo Medio desde la que se gobernaba con justicia a sus ciudadanos, Gilead era la joya de la corona de Eld, el universo posapocalíptico de temática Western creado por
Sin embargo, poco sabíamos de Gilead a través de las novelas de Stephen King, más allá de que había sido gloriosa, que era el hogar del protagonista
Faltaba saber pues, cómo se había gestado esa caída, y cómo había afectado a Roland, Cuthbert, Alain, Cort, Stephen Deschain, padre de Roland, y al resto de personajes de este rico universo. Pero para rellanar estos importantes huecos, Marvel contaba con
Pero recordemos dónde nos habíamos quedado en el tomo anterior. Tras volver Roland, Cuthbert y Alain a duras penas del traicionero pueblo de Hambry, eran recibidos como héroes en Gilead donde reinaba la desesperación y el miedo producidos por la sempinterna amenaza de John Farson, el Hombre Bueno, cuyos ejércitos se acercaban inexorablemente a Gilead, mientras el pueblo del otrora fantástico enclave mermaba día a día. Conocíamos a Aileen, personaje de nuevo cuño para los cómics de la Torre Oscura, muchacha de fuerte carácter y convicción que soñaba con defender como Pistolera su patria aunque le estuviera prohibido por ser mujer, siendo a su vez sobrina de Cort, entrenado de pistoleros y vivo espíritu de la resiliencia.
Al final de Traición, el último arco argumental, el Pomelo de Maerlyn era robado en extrañas condiciones, no sin antes tentar a Roland para que éste pusiera fin a la vida de Gabrielle Deschain, su madre.
Este dramático momento que tiene a toda Gilead sumida en el caos, es el que aprovecharán los esbirros de John Farson para acabar con el reinado de los Pistoleros, tal y como King nos había esbozado en sus novelas.
En este volumen se otorgará más protagonismo a Steven Deschain, el progenitor de Roland, siendo testigos de cómo el líder de Gilead tiene que afrontar la traición de su mujer, y la locura de su vástago, a la par que debe defender con muy poco lo que en la vida de miles de Pistoleros y líderes antes que él se ha tardado en construir.
Estamos quizás ante el arco argumental más dramático y amargo de la colección, narrado por Peter David con gran maestría a través de las cajetillas de texto y del diálogo de los personajes que llega a hacer más suyos que el propio King, al tratarse de personas que el novelista tan sólo mencionó en sus libros y a los que David debe reconstruir desde el principio para atrapar al lector, lo que consigue con creces.
El dibujo de
Este tomo es el penúltimo de aquellos que hicieron grandes a la colección, que comenzará a caer en picado tras el gran broche de oro que fue La Batalla de la Colina de Jericó, que reseñaremos la semana que viene.
Hasta entonces, disfrutad si tenéis la oportunidad de
Guión - 8
Dibujo - 9
Interés - 8.5
8.5
Dramático
Peter David y Richard Isanove continúan el drama de Roland Deschain en un episodio capital de su historia.